La caverna es un conjunto de personas que se creen periodistas y de medios de comunicación cuyo único objetivo es económico, así como la defensa y divulgación de unos valores rabiosamente nacionalistas, patrioteros, centralistas y españolistas en el seno de una filosofía política, laxa y extensa, manifiestamente franquista. Su domicilio social se halla concentrado en Madrid, aunque irradia su influencia en otros puntos de España y sobre otros medios afines, que también beben de las emponzoñadas fuentes capitalinas.
Utilizan el periodismo como arma para defender unas ideas, unas posturas, que solo pretenden falsear la realidad, mentir, manipular, denigrar, acallar e ignorar, incluso insultar, para así conseguir su principal objetivo: controlar la economía, la política, la cultura, en definitiva todo el estado español. Es así como logran mantener una falsa imagen de unidad, de cohesión y solidaridad entre todos lo ciudadanos del estado y de sus territorios.
Uno de sus principales escenarios de actuación es Catalunya. Combaten a sus ciudadanos, denigrando y mintiendo sobre los políticos de este país. No dudan en mentir sobre las necesidades y anhelos de sus ciudadanos, al objeto de no propiciar lo que ellos llaman privilegios y que no son más que exigencias de justicia y reconocimiento, por parte catalana. Falsean los datos objetivos de las estadísticas, sondeos e informes para hacer creer a los españoles que Catalunya y los catalanes son egoístas, que se lo quedan todo, que explotan y roban como unos descarnados depredadores fiscales.
¿Como explicar sino esta grosera mentira que propagan, incansables, sobre la supuesta insolidaridad de los catalanes?. ¿Acaso no es una burda mentira que en Catalunya se persiga al castellano?. ¿No es cierto que los ciudadanos de este país, son expoliados cada año en más de veinte mil millones de euros?. ¿No discrimina España a los catalanes en inversión pública (autopistas de peaje, "cercanías", corredor mediterráneo, aeropuerto, etc...)?.
Existen otros ejemplos, tal vez anecdóticos pero ciertamente sintomáticos, que podríamos citar. Critican las supuestas embajadas catalanes y ocultan las de otras comunidades autónomas, incluso más numerosas y aparatosas. Ponen el grito en el cielo por las subvenciones que reciben Omniun Cultural, el Instituto Ramón Llull y otras entidades e instituciones catalanas, e ignoran y ocultan los cuantiosos recursos que aporta el estado español a la Real Academia, al Instituto Cervantes, al Museo del Prado, etc...
Ninguna comunidad autónoma presupuesta recursos destinados al castellano, a su promoción y protección, ya que lo hace el presupuesto general, que aprueban las Cortes Generales y que destinan los impuestos de todos los ciudadanos a tal menester, principalmente los impuestos de los ciudadanos de Catalunya (recuerden el expolio fiscal). ¿Puede alguien decir cuantos recursos dedica este presupuesto español para la defensa y promoción del catalán?.¿Acaso no existen sanciones económicas si no se utiliza el castellano, en determinados ámbitos.?
Los pseudo-periodistas cavernarios y sus retorcidos medios no solo mienten, falsean, manipulan, ocultan e insultan, también injurian. Desde la Cope (emisora de la Conferencia Episcopal Española) se insinúa que los jugadores del FC Barcelona han alcanzado sus éxitos deportivos gracias al dopaje. Dicen tener sus fuentes informativas en el Madrid CF, para seguidamente, pedir disculpas. Primero tiran la mierda para luego arrepentirse y pedir perdón y se dan por satisfechos. ¿Qué podemos pensar de tales personajes?.¿No es habitual en ellos tirar la piedra y esconder la mano, cobardemente?. ¿Es acaso la primera vez que desde esta emisora católica se miente, insulta y manipula con algún tema referido a Catalunya?
Desgraciadamente la caverna mediática está ganando la partida al buen periodismo y a los medios de comunicación honestos y veraces madrileños. Y ello es así a causa de los incomprensibles silencios de los intelectuales madrileños por lo que parece temerosos a la confrontación de su ética a la falta de principios de los cavernarios. No se dan cuenta que si no utilizan la ética, los principios, la verdad, éstas acaban siendo solo grandes palabras, huecas y sin sentido, conceptos inútiles. El auténtico periodismo madrileño, si no lo remedia, acabará siendo un juguete (roto) en manos de la indecencia cavernaria madrileña.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada