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dissabte, 22 de setembre del 2012

QUIMERAS.

"....En estas circunstancias, lo peor que podemos hacer es dividir fuerzas, alentar disensiones, perseguir quimeras, ahondar heridas. No son estos tiempos buenos para escudriñar en las esencias ni para debatir si son galgos o podencos quienes amenazan nuestro modelo de convivencia". Palabra de Rey.

Debo confesar que pertenezco al grupo de ciudadanos que el 11 de septiembre nos manifestamos a favor de la independencia de Catalunya. Es decir, formo parte del millón y medio de manifestantes que perseguimos "quimeras". Esta es la consideración que merecen los anhelos catalanes. El Rey Juan Carlos I se permite calificarlo como una quimera. No aclara, pero, si se refiere al "animal mítico con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de dragón, que vomita llamas por la boca". O por el contrario, considera que el clamor ciudadano "es un simple sueño o creación imaginaria que se toma como real, siendo ilusoria, vana y casi imposible de conseguir". El Rey de España, al equivocarse tan estrepitosamente, entra de lleno en la batalla política, olvidando el papel que constitucionalmente tiene atribuido como árbitro imparcial. Se posiciona inequívocamente encabezando el unionismo -como no podría ser de otra manera-, enfrentándose abiertamente a (por lo menos) un millón y medio de ciudadanos, hastiados y cansados de una España genéticamente colonialista y expoliadora, anclada en glorias pasadas y antiguas, y todavía mediatizada, ¡treinta y cinco años después! por el franquismo sociológico, superviviente gracias a la gloriosa y nefasta transición democrática española. 

¿De qué se quejan los catalanes?, se preguntan muchos españoles entre anonadados y furiosos.  La respuesta es que estamos hartos de mentiras. Monago dice que Extremadura está pagando a Catalunya. "Catalunya pide y Extremadura paga". Considera -sobre los 5.023 millones que Catalunya exige del Fondo de Liquidez Autonómico-, que estos millones "salen de los bolsillos de todos los extremeños, de todos los españoles", por lo cual hace un llamamiento "a la resistencia contra esta iniciativa insolidaria llamada pacto fiscal catalán". Las falacias monagostas no informan -ni reconocen en la intimidad- que Extremadura es la comunidad autónoma más subsidiada del Estado. Los extremeños disfrutan cada año, al menos de 3.134 € de superávit fiscal por persona, es decir, han recibido esta cantidad de más de lo que pagan en impuestos. La solidaridad forzada de cada ciudadano catalán es causa que recibamos 2.704 € de menos, año tras año. En Extremadura, el 26,68% de la población son funcionarios; en Catalunya solo el 9,79% de la población activa lo es. ¿Catalunya pide y Extremadura paga?.

También estamos  agotados por las continuas muestras de hostilidad y desconsideración de los medios de comunicación y los políticos españoles. Rosa Díez no vería con malos ojos la eliminación de la autonomía de Catalunya. "El Govern tiene que respetar el orden constitucional y no utilizar las instituciones para promover la secesión". Sobre la petición del Fondo de Liquidez, Rosa Díez proclama: "hay condiciones económicas y tiene que haber condiciones políticas". "El Gobierno de España tiene que utilizar el artículo 155 de la Constitución, que está para garantizar la igualdad y la cohesión para todos los españoles, los catalanes también". Albert Rivera no solo muestra hostilidad hacia Catalunya. Además, considera que somos tontos. Defiende que todos los españoles han de ser consultados sobre las fronteras del Estado; es decir, contra lo que dicta el sentido común y la práctica internacional, la independencia de Catalunya debe ser sometida a referéndum de autodeterminación en todo el Estado Español. Así, inteligentemente se asegura la victoria de sus tesis unionistas. Pura democracia española. Como en tiempos de Franco y su democracia orgánica. En cuanto a los medios de comunicación, desde Madrid se propala la especie que los ciudadanos catalanes estamos manipulados por los medios de comunicación públicos, e incluso privados, a causa de las subvenciones de la Generalitat a la prensa, en general. Es inutil desmentir las supuestas presiones del Govern sobre los medios privados, e incluso públicos. El mantra está en marcha y desgraciadamente, la ceguera voluntaria resulta absolutamente patética, puesto que no hay peor ciego que el que no quiere ver la realidad. También creen sus propias afirmaciones, como la que dice que los catalanes no tenemos suficiente información a nuestro alcance y por tanto, somos ignorantes. Ocultan que en los quioscos catalanes puede adquirirse la prensa editada en toda España, y que los ciudadanos podemos ver toda la TV y oir cualquier emisora de radio -incluso las madrileñas- de cualquier signo político, sin más cortapisas que las preferencias particulares de cada uno de nosotros. ¡Curiosa forma de manipular la opinión pública!. Supongo que esta afirmación será debidamente contestada por La Vanguardia, diario monárquico y regionalista y radicalmente contrario a la secesión; y también por El  Periódico, pro-socialista y federalista. En cuanto al mundo de la TV, la emisora pública catalana apenas ocupa el 20% de cuota de pantalla. El 80% restante se reparte entre Tele 5, Antena 3, 13TV, Intereconomía TV, etc.... todas ellas con sede madrileña. ¿Manipulación?. De eso sabe mucho la regenerada TVE, que se permite cortar la comparecencia de Artur Mas después de la entrevista con Rajoy y sustituirlo por el mensaje de Alicia Sanchez Camacho, que ni siquiera es portavoz gubernamental. ¡Y todo ello después de haber informado -poco y mal- sobre la manifestación independentista del 11 de septiembre, en quinto o sexto lugar en el telediario de la noche!. ¡Esto es manipular. Esto es desinformar!.

Estamos también hastiados por las continuas muestras de desprecio y burdas maniobras de conspicuos intelectuales, como el caso del Novel, Mario Vargas Llosa: "me niego a creer que una mayoría vean la secesión como una solución a sus problemas";  o el  filósofo Fernando Savater. Este último compara los independentistas catalanes con el millonario francés que quiere adoptar la nacionalidad belga para no pagar impuestos. Asegura que la protesta de los catalanes "es la de los ricos: la del yo pago y no recibo nada". Y lo dice convencido que los centenares de miles de manifestantes independentistas del día 11 de septiembre eramos ricos. Según su opinión,  no eran ni jubilados, ni parados, ni estudiantes, ni padres, ni madres..., cuyas raíces se hunden por supuesto, en Catalunya; pero también en Andalucía, Extremadura, Castilla, Galicia... Es decir, catalanes de pleno derecho, mal que le pese al filósofo. Savater asegura que "existe una mentira que se cree todo el mundo: Catalunya paga. No, los que pagan son los ciudadanos". Aseveración absolutamente cierta y a la vez, ridícula. El problema es que los ciudadanos catalanes, que pagamos mucho, recibimos muchísimo menos que la mayoría de ciudadanos del resto del estado, por ejemplo en transferencias o inversiones públicas.

Desprecio regio. Mentiras y falacias de políticos, periodistas e intelectuales. Era previsible la reacción del nacionalismo español. Están empeñados en culpar a la Generalitat del tsunami desatado a orillas del Mediterráneo. Son incapaces de aceptar que está causado por la histórica estupidez de todos ellos. ¿Creían acaso que el escandaloso comportamiento de PP y PSOE, antes, durante y después de todo el proceso estatutario catalán no pasaría factura?. Recordemos. Promesas incumplidas del J.L. Rodriguez Zapatero. Feroz oposición del PP al texto aprobado en sede parlamentaria, primero en Barcelona y después en Madrid; incluyendo la recogida de firmas en toda España, para pedir un referéndum -ilegal- en ámbito estatal, de aprobación o no del Estatuto catalán. Campaña que acabó derivando en un vergonzoso fomento e impulso de la secular catalanofobia hispana. Cepillado del texto  en Madrid, según feliz expresión de Alfonso Guerra. Rebaja adicional en la negociación entre el señor Mas y Zapatero. Aprobación del maltrecho texto resultante, mediante referéndum en Catalunya. Y la culminación: el escándalo del Tribunal Constitucional, con magistrados recusados (o no), vacantes no cubiertas, múltiples ponencias en busca de impresentables consensos, coacciones mediáticas y partidistas, magistrados con el mandato agotado y una sentencia ilegítima que abrió la caja de pandora. Este esperpéntico tribunal, saltándose olímpicamente los principios democráticos para satisfacer las exigencias españolistas, se permitió reformar el texto aprobado por los ciudadanos catalanes, después del acuerdo sellado una tarde de toros en la Maestranza sevillana  entre los cabecillas de las facciones popular y socialista del alto tribunal. Lo cual remató definitivamente el imposible encaje de Catalunya en el seno del Estado Español. ¿No explica este comportamiento español la situación actual?. Por no mencionar las vertientes financiera, económica, judicial, social, cultural y mediática, y los agravios que se derivan de ellos, que hemos sufrido todos los catalanes, en manos de la nomenclatura hispana, conformada por nobles y soberbios hidalgos castellanos, de ayer, de hoy y de siempre.

Catalunya y los catalanes estamos a favor de tener la oportunidad de decidir nuestro futuro, ejerciendo el derecho de autodeterminación. Así lo exigimos, al menos el 76% de los ciudadanos. La mayoría de catalanes proclamamos el día 11 de septiembre nuestra voluntad de conseguir un estado propio, plenamente integrado en la UE. Las últimas encuestas cifran este apoyo en más del 64% del electorado dispuesto a votar, puesto que los encuestados se manifiestan en los siguientes términos: Si, 50,9%. No, 18,6%. Abstenciones y en blanco, 20,5%.

Ni menosprecios, ni amenazas, ni manipulaciones informativas y sociológicas, ni subterfugios jurídicos, ni siquiera triquiñuelas políticas, lograrán hacernos desistir de nuestro objetivo. Es infantil suponer que la sacrosanta constitución española podrá, nuevamente, ser blandida como ariete contra la voluntad de la mayoría de catalanes. Puesto que, aun que cueste aceptarlo, la democracia está por encima de su Constitución. Pretender lo contrario, sí es una quimera.


dissabte, 15 de setembre del 2012

ESTUPOR, (POCA) RESIGNACIÓN Y (MUCHA) FURIA.

"Resulta evidente el nerviosismo que abrigan los nacionalistas españoles. Bien sean militares, políticos, periodistas o ciudadanos, todos ellos son plenamente conscientes que el próximo 11 de septiembre significará el principio del fin de la dependencia de Catalunya. A partir del 12, los nervios españoles darán paso al estupor y a sentirse responsables de la situación creada. Con el paso de los días, los sentimientos de muchos españoles pasarán por negar la realidad secesionista de Catalunya. Seguirá una fase en que se identificará y reconocerá la inevitabilidad de la independencia. Y por fín, llegará la aceptación. Con ello España habrá concluido las distintas fases del duelo. Y Catalunya será plenamente soberana". Este párrafo cerraba mi escrito ¿LA INDEPENDENCIA DE CATALUNYA?. POR ENCIMA DE MI CADÁVER. (y 2). Apenas han transcurrido dos días desde la impresionante manifestación de Barcelona y nos hallamos de pleno en la fase de estupor, de sorpresa. Los nacionalistas españoles han tropezado de bruces con la realidad. Hasta ahora, habían preferido ignorar, ridiculizar o ningunear lo que acontecía en Catalunya. Lo atribuían -y algunos necios todavía lo hacen- a tácticas partidistas, a posiciones minoritarias, a ensoñaciones de políticos e instituciones catalanes, llegaron a considerarlo como un vulgar bluff nacionalista. La necedad de algunos finos analistas políticos y la estulticia de impenitentes y prolijos tertulianos españoles, les impide reconocer la realidad y magnitud de lo acontecido en Barcelona el 11 de septiembre de 2012. Y en cuanto a los políticos, prefieren seguir escondiendo la cabeza bajo el ala.

Una impresionante multitud de ciudadanos catalanes conformada por niños, jóvenes, maduros, ancianos, hombres, mujeres, catalano o castellano-hablantes, estudiantes, trabajadores, profesionales, parados, emprendedores, ricos, pobres..., cifrados entre uno y dos millones de personas, proclamamos nuestros anhelos de libertad y exigimos la independencia para Catalunya; de una forma pacífica, festiva, familiar e inequívocamente soberanista. Hemos dado por concluido el periodo autonomista e iniciamos el camino de la separación total. No caben dudas, no existen múltiples interpretaciones. Para Catalunya, el fracaso de la constitución en general y los sucesivos gobiernos españoles, se ha manifestado en toda crudeza. Tantos años de sacralización constitucional -excepto cuando convino a los intereses del PPSOE-, tanta pétrea contundencia en su interpretación, tanta agresividad y hostilidad en su aplicación, han convertido -por culpa de políticos, jueces y periodistas- al sacrosanto texto fundamental español en papel mojado. El día 12 de septiembre, para la inmensa mayoría de ciudadanos catalanes, significa que la inflexibilidad constitucional española, no nos sirve. Y por tanto, la ley fundamental pasa ser propiedad exclusiva de la España castellana y de sus ciudadanos, para que la disfruten y la conserven muchos años, si este es su deseo. Los catalanes mayoritariamente hemos tomado un camino distinto. Tal vez incierto, plagado de dificultades y con tramos abruptos y difíciles. Pero a la vez, será nuestro camino, lleno de esperanza e ilusión.

Algunos españoles, entre sorprendidos e histéricos, parece que quieren entender lo que ha sucedido, aunque el estupor que les embarga les impide comprender en su totalidad lo acontecido. El País titula su editorial: Diada Histórica. La exhibición de fuerza del independentismo exige una respuesta política de Gobierno y oposición. Acusan a Artur Mas y CiU de ser los responsables inspiradores de la manifestación para buscar respaldo en la negociación del Pacto Fiscal, que se han visto desbordados. Conviene que este periódico sepa que la manifestación fué convocada, organizada, difundida y financiada por ciudadanos de a pie catalanes, al margen de partidos e instituciones políticas. La Asamblea Nacional Catalana y la Asociación de Municipios Independentistas esta integrada por ciudadanos y entidades más allá de formaciones políticas. Por supuesto, los desplazamientos en trenes y autobuses de los centenares de miles de manifestantes movilizados, han sido sufragados con dinero de nuestro propio bolsillo. En contra de la opinión que el lerrouxismo está ridículamente propalando, la financiación de la totalidad de gastos proviene de aportaciones particulares. En definitiva, los partidos se han visto arrastrados por la corriente desatada y obligados a posicionarse a favor -o en contra-, so pena de quedar al margen de los anhelos y esperanzas de la sociedad. Tal es el caso del PSC y PP, formaciones auto-marginadas del movimiento ciudadano y que inician un acelerado descenso hacia la irrelevancia política. Desde el principio de la convocatoria se adoptó la etiqueta independentista y a la vez, el llamado pacto fiscal fué desechado como leiv motiv de la marcha. Es conveniente remarcar que con o sin pacto fiscal, nuestro objetivo es la independencia. Y queden tranquilos en El País, los catalanes no olvidamos ni los recortes sociales, ni las responsabilidades del gobierno catalán en el endeudamiento acumulado. Pero somos muy conscientes que  ambas causas están muy influenciadas -negativamente- por la deslealtad del Gobierno de Madrid, por las imposiciones del control de déficit de Mariano Rajoy y su fiel escudero Cristóbal Montoro, así como la vergonzosa morosidad del Gobierno de España y el insoportable drenaje de recursos fiscales catalanes -incluso en tiempos de crisis-, así como la secular falta de inversiones que la dependencia de España nos ha proporcionado. Por último, el único debate serio y constructivo sobre una futura articulación entre Catalunya y España, pasa necesariamente por la negociación de la secesión catalana. No se engañen, los tiempos del encaje de Catalunya en España son cosa del pasado. De un pasado fracasado estrepitosamente por culpa de las políticas institucionales y constitucionales españolistas, nítidamente desechadas y superadas por los catalanes. Solo cabe la independencia, de común acuerdo, si es posible. Y nada más (y nada menos).

Es por esta razón que el portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs asegura que la manifestación acelera los tiempos de la transición nacional, al tiempo que Artur Mas declara que "todo es posible si hay voluntad, grandes mayorías y capacidad de resistir". En la valoración hecha el día siguiente de la manifestación ha asumido, de forma inequívoca, el mandato que efectuó la manifestación independentista: "La voz de los manifestantes era también la mía y así será, será de esta manera y actuaremos en consecuencia". "Nada será fácil pero todo es posible. No será fácil porque Catalunya no tiene ninguna de las estructuras de un Estado normal y esto no se construye de la noche al día. No será fácil porque el Estado español no nos lo pondrá fácil, como siempre ha hecho". El señor Más propone empezar por la soberanía fiscal -el Pacto Fiscal-, pero es consciente que España no lo aceptará en los términos de concierto a la vasca y sobretodo, para los ciudadanos catalanes resultará insuficiente.

No todas las reacciones han sido tan tímidamente favorables como las descritas hasta ahora. Algunas unen estupor y miedo, mientras otras muestran furia, violencia y una irreprimible rabia hacia Catalunya y los catalanes. Esperanza Aguirre admite resignada que Catalunya no está cómoda en España, lo cual "debería replantearlo todo". Se me ocurre preguntar, ¿en qué dirección, señora Aguirre?. Alicia Sanchez Camacho atiza el miedo y amenaza a los catalanes con las diez plagas Bíblicas de Egipto, como es habitual en ella. El peculiar Francisco Caja, de Convivencia Cívica Catalana -no es un chiste-, con voz estridente y semblante demudado, exige una intervención militar para aplastar lo que califica como la gestación de un golpe de estado independentista. "Si es necesario habrá que llamar al ejercito", proclama. El tolerante comentarista liberal Federico Jiménez Losantos desde El Mundo, bajo el título de Adeu, pide: "Por la libertad, lárguense, lárguense, son un cáncer. No aportan nada a España, desde hace 32 años. Exactamente desde hace treinta, desde el 78, con la Constitución. ¿Que ha aportado Catalunya a España?". Gustosamente pongo en su conocimiento que el expolio fiscal catalán acumulado a lo largo de la historia democrática española, es infinitamente superior al trasvase de fondos de cohesión europeos a España, e incluso muy superior al plan Marshall de EE.UU. para toda Europa -alrededor de 15.000 millones de dólares de la época-. Por lo visto, considera al señor Mas como "el caudillito, que sería el pedigüeño más fatuo de la Tierra si creyera que seguiremos pagando su menosprecio". No es osado afirmar que el señor Jiménez Losantos sabe mucho del Caudillo, al que parece añorar. Por su parte, Curri Valenzuela, periodista de la católica, apostólica y roman(ic)a cadena de de televisión 13TV, se suma al señor Caja y afirma que "habría que enviar tanques a Catalunya, para que nos devuelvan competencias". Mientras, Albert Rivera de la lerrouxista formación Ciutadans, más imaginativo, propone dividir el país entre Barcelona y su área metropolitana para España, y el resto, para la Catalunya independiente. Como es natural, augura una división de la sociedad catalana. Es curioso pero durante la época en que la hegemonía era del unionismo, no se hablaba de división ni enfrentamiento. ¿No será tal vez que la apelación del lerrouxismo sobre la división ciudadana muestra más un ferviente deseo, que  la realidad social catalana?.

Amenazas, intolerancia, falacias, desprecio e... insultos. Muchas injurias. Ultrajes, ofensas, mofas. Estos son los argumentos preferidos por la caverna, que utilizan en prensa escrita, medios digitales y tertulias en TV y radio. Una especie de estupor furibundo, desmedido y desenfrenado les embarga. "Charnegos a mogollón: Una masa inculta, aborregada y adoctrinada pide la independencia de Catalunya en las calles de Barcelona", titula Alerta Digital. Ocultan la participación y en una crónica firmada por C. Dermul, bajo el titulo de La flaca memoria de los malparidos charnegos separatistas, vitupera a los "egoístas desertores de vuestra propia cuna. ¿Cuantos de vosotros tenéis primos, o vecinos de aquella Andalucía natal, Extremadura, que nunca os resultó lejana para visitar y que tenían padres tan lejos que el alma se rompe solo de medir el mapa". Prosigue: "Negáis ser españoles, cuando vuestros padres han contribuido precisamente a las décadas de mayor desarrollo de España. La memoria de los vuestros ha de tomarse venganza algún día. Porqué el único viaje en solitario, el único abandono que sufristeis es el que ahora emprende vuestra alma. Habéis renunciado precisamente a vuestra propia historia personal. ¿Qué raiz os ligará a la realidad ahora?". Este intrépido cronista digital, dilecto hijo del florido pensil y artista de poéticas ofensas, se ve reafirmado por las declaraciones del coronel Francisco Alamán Castro, que disfruta de su plácida jubilación analizando la realidad catalana con imprecisa precisión. Afirma que la situación es calcada a la del 36. Considera que los catalanes que se han manifestado "son unos pobres desgraciados. No saben nada de la historia de Catalunya. Reivindican como catalán a un rey tan aragonés como Jaime I". Prosigue: "Se han manifestado en Barcelona creyendo que era para la independencia, cuando el verdadero motivo es que CiU obtenga más ventajas fiscales del Gobierno central, es decir, para que los de la casta vivan mejor a costa de todos ellos". "La situación que vive Catalunya es calcada a la del año 36. La única diferencia es que en la II república, la violencia se desencadenó desde el principio". Es bien cierto que no hay peor sordo que el que no quiere oir. En el caso de este insigne jubilado, puede añadirse, además, que no hay peor ciego que el que no quiere ver, ni peor mudo que el que no quiere hablar. Es bueno que los ancianos cuenten sus historias y transmitan sus experiencias, pero cuando insisten una y otra vez en rememorar sus batallitas, es que chochean y se tornan pesados. Tal es el caso.

Estupor. Poca resignación y mucha furia. Ni siquiera la visita del presidente Mas a Madrid para explicar lo sucedido el 11 de septiembre en Barcelona y el resto de Catalunya, ha servido para que empiecen las reflexiones sensatas y tranquilas entre los españoles. De nada sirven los soportes de Catalunya a España rememorados por Artur Mas, a los largo del periodo democrático español. Apoyo a la Constitución del 78 con notables renuncias catalanas, así como los pactos de la Moncloa; soporte a la democracia y al rey el 23 F; entusiasta y decisivo apoyo a la entrada en el mercado común europeo y apoyo incondicional a las políticas antiterrorista de todos los gobiernos españoles, a pesar de no compartirlas en su totalidad. A cambio, invasión desvergonzada de competencias catalanas; cepillado del estatuto  en las Cortes hasta la distorsión y utilización partidista del Tribunal Constitucional para rematar el texto estatutario; perenne expolio fiscal y constantes incumplimientos presupuestarios del Estado respecto Catalunya en materia de inversiones; y una financiación autonómica siempre muy por debajo del número de catalanes que deberían verse beneficiados de ella:; así como furibundos y despiadados ataques por tierra, mar y aire contra la lengua y la cultura catalanas, en Catalunya, País Valenciano, Islas Baleares y La Franja aragonesa. La lista es interminable. Pero lo más grave, es que los políticos españoles no cejan en el acoso, ni siquiera cuando los ciudadanos catalanes cantamos:

                                                Què vol aquesta tropa?
                                                Un nou estat d'Europa!
                                                Què vol aquesta gent?
                                                Catalunya independent!

No hay marcha atrás. El señor Mas ha hecho suyo el clamor de la gente que se manifestó el 11 de septiembre. Y para la mayoría de catalanes, si emprende el camino hacia la libertad sin medias tintas y sin pausas, sabremos apoyar, impulsar y acompañar a los que caminen junto a nosotros hacia la plena soberanía. Ninguna maniobra política o judicial, ni amenazas o chantajes económicos y por supuesto, ni siquiera las previsibles mentiras que desde el nacionalismo españolista lanzarán contra Catalunya, lograrán detener nuestra marcha. Porqué las ilusiones y esperanzas que se otean en el cercano horizonte, nos inspiran y estimulan. Porqué la independencia puede que no resuelva la urgencia de nuestros problemas económicos, pero es lo único que ofrece garantías para superar con éxito la crisis política, social, económica y financiera que la dependencia forzosa de España nos ha causado. Como titulaba Federico Jiménez Losantos en su articulo de El Mundo, añado cordialmente a su Adeu,...... Espanya!.





   

diumenge, 9 de setembre del 2012

I. EL NACIONALISMO ESPAÑOL Y EL CORONEL ALAMÁN.

"¿La independencia de Catalunya?. Por encima de mi cadáver". Esta sencilla y a la vez pavorosa frase pronunciada por el coronel Alamán ha permitido a muchos españoles, ya sean militares, políticos, o simples  ciudadanos de a pie, posicionarse sobre la inevitable y próxima independencia de Catalunya. Las reacciones cosechadas en el seno del nacionalismo español han sido tan absurdas como viscerales. Pero sobre todo denotan miedo, un temor incontenible que embarga a buen número de ciudadanos del estado, estupefactos ante la contundencia y claridad de los anhelos y esperanzas catalanas.

Caben destacar las manifestaciones de políticos derechistas españoles, del Partido Popular, de Ciutadans y la fantasmagórica -por lo menos, en Catalunya- Unión Progreso y Democracia, de Rosa Díez. Estas tres formaciones, que en absoluto se reconocen como nacionalistas e incluso dos de ellas se autocalifican progresistas, se proclaman como defensoras y unívocas intérpretes de la pétrea y sacrosanta Constitución española. En realidad, además de ser partidos ultra-conservadores, pues compiten entre ellos por el mismo perfil de votantes, son profundamente nacionalistas y absolutamente catalanófobos -lo cual se deduce de las declaraciones y actitud política que exhiben sus representantes-. Podemos concluir que sus convicciones democráticas no solo son débiles, sino que además son evanescentes. 

¿Es aceptable que un partido político que se considera democrático, justifique las amenazas del coronel Alamán?. Así ocurre en el Partido Popular. Maria José Garcia Cuevas, diputada en el Parlament de Catalunya por esta formación, se pregunta: "¿porqué se escandalizan que un coronel del ejercito español defienda la unidad de España?. ¿Es que no se han leído el articulo 2 de la Constitución?. Todos tendríamos que defender la indisoluble unidad de la nación española... con más motivo los cargos públicos que hemos jurado la constitución española... Vivimos en un mundo al revés". Suele ser habitual en el PP utilizar métodos extra políticos cuando sus postulados no consiguen la adhesión inquebrantable ni la preeminencia requerida, entre los innumerables mortales que discrepan de ellos. Cuando esto se produce recurre a los jueces, al Tribunal Constitucional y en este caso también al ejercito, para alcanzar lo que ha sido incapaz de ganar política y democráticamente. Trata de imponer su ideología, sus convicciones y su modo de entender la vida, de grado o por fuerza. Malversa espuriamente los principios del estado de derecho en beneficio partidista. Manipula la judicatura para quebrar voluntades y posiciones políticas ajenas al Partido Popular. Retuerce la legalidad para desvirtuar y frenar autogobiernos, estatutos de autonomía o leyes que no resultan de su agrado. Así actúa contra la lengua catalana, combatiendo la voluntad de la mayoría, que hemos decidido democráticamente que sea vehicular en la enseñanza; también lo hace contra la inmersión lingüística y la defensa y normalización del idioma catalán en los territorios de la península que lo tienen como propio, mediante falsedades, manipulaciones y triquiñuelas legales. Ha manipulado -hasta la saciedad- el tribunal de garantías español, hasta el punto de deslegitimarlo. Consiguió que sus magistrados afines retorcieran el texto aprobado en referéndum y tumbaran el eje vertebral del malogrado Estatuto de Autonomía catalán, quedando completamente desvirtuado en manos de sus sectarias marionetas constitucionales. Distorsionó la democracia, al promover un ilegal referéndum contra el texto estatutario, hasta convertir sus acciones políticas en un aquelarre anticatalán. "Firmo contra los catalanes", se decía ante las mesas petitorias peperas, montadas en plazas y calles de pueblos y ciudades de toda España para la recogida de apoyos y firmas contra el estatuto. El Partido Popular inspira su ideario político en los principios fundamentales del movimiento, los cuales ha maquillado para ocultar sus bastardos orígenes dictatoriales. Ha compartido -y aún comparte- con la pasada dictadura, señeras personalidades provenientes de antiguas familias sinceramente franquistas, transmutados en nuestros días en fervorosos demócratas de toda la vida. Abraza el cristianismo pero no lo practica, puesto que no le importa mentir, manipular y chantajear para alcanzar la hegemonía política, social, económica y cultural, aunque ello comporte pisotear el pluralismo político, promover la injusticia, avasallar las clases trabajadoras y más desfavorecidas, así como manipular la actividad económica que pudiera escapar a su control -corredor Mediterráneo, Aeropuerto del Prat, etc...-; y especialmente, persigue y combate ardientemente las lenguas y culturas no castellanas, que son tan dignas y merecedoras de respeto como puedan ser la lengua y la cultura castellanas.

Contestando la pregunta que se formula la comprensiva diputada Maria José Cuevas, lo que escandaliza a la mayoría de catalanes es la agresividad mostrada por el militar en cuestión y otros que le apoyan, siempre dispuestos a matar -como hizo Franco en el pasado- en defensa de la unidad de destino en lo universal, en la que no cabe nadie más que los que piensen como ellos. Lo ignominioso es que una constitución otorgue el derecho a la defensa de esta lábil unidad a algunos militares, dispuestos a erigirse en salvadores de la patria e imponer sus propias preferencias políticas con tanques y cañones. Lo que resulta realmente vergonzoso es que, según el PP, la defensa de la constitución y de la unidad de España, esté por encima de los derechos democráticos y de la voluntad de los ciudadanos. Lo perverso es la comprensión mostrada ante las amenazas de muerte -si alguien se muestra dispuesto a morir, es que está dispuesto a matar- que este militar ha proferido contra una gran mayoría de ciudadanos catalanes, inocentes, desarmados y respetuosos con el ideal democrático en general y del derecho de autodeterminación, en particular, sin que los peperos hayan mostrado desacuerdo ni reproche alguno con el empleo de la fuerza bruta contra el independentismo. No. Definitivamente no. El Partido Popular no es democrático, puesto que no condena estas amenazas. Es una formación que se sirve de la democracia, manipulándola caprichosamente a su favor. Es un partido cínico y profunda y agresivamente nacional-españolista. El PP es la encarnación el renacido Movimiento Nacional Español, otrora pilotado por Franco y cuyo ideario político está  perfumado con las penetrantes esencias de José Antonio Primo de Rivera.

Albert Rivera, boss de Ciutadans y sin parentesco conocido con el fascista Primo de Rivera, utiliza los medios de comunicación modernos para manifestar sus predecibles opiniones políticas. Habitualmente, cuando algún medio cavernario desea hurgar en el acontecer de Catalunya, a los efectos de atacar la autonomía, criticar las finanzas, sajar la lengua catalana, denostar a los políticos catalanes o desprestigiar a la Generalitat, acuden al solícito Albert Rivera o a su fiel secundario, Jordi Cañas. Siempre están dispuestos a satisfacer las demandas mediáticas españolistas. Responden preguntas, exponen argumentos, acaparan tiempo en TV y radios afectas al nacionalismo español, aparentando un peso e influencia política absolutamente alejados de la realidad catalana. Son una notable minoría en Catalunya. Siempre tienen una palabra, una frase zahiriente en su contra. Jamás sale de sus labios un elogio, una palabra de estima ni una frase de aprobación o respeto hacia Catalunya y sus instituciones. Al contrario, se colocan en una altiva posición por encima de... la casta política, los partidos, el parlamento... catalanes, como si fueran ajenos a ellos. Como si no fueran de este mundo. En definitiva, como si fueran virginales vestales, libres de las nefastas influencias de la sociedad catalana. Pués bien, este afamado político españolista, tampoco ha encontrado nada reprochable en las manifestaciones del coronel Alamán. Es más, llega a considerar al independentismo catalán como golpista: "si alguien dá un golpe de estado contra la constitución  en USA, Francia Alemania etc., ¿que haría el Estado?. Proteger el orden constitucional, ¿no?". Para rematar su preclara opinión, se permite denunciar que: "los que pueden provocar un conflicto son aquellos que rompen la convivencia, las reglas del juego y violan las libertades de los ciudadanos". ¡Son tantos los argumentos que pueden encontrarse para rebatir contundentemente las palabras filo-lerrouxistas de este político!. Las preguntas se agolpan en nuestra cabeza, con la vana esperanza de recibir respuestas claras y precisas. ¿Desde cuando apelar al derecho de autodeterminación puede ser considerado golpista?. ¿Considera golpistas a los ciudadanos que ansían la independencia de Catalunya, de forma absolutamente democrática?. Y si así es, ¿lo fueron los patriotas americanos cuando desafiaron a la metrópoli inglesa, hasta alcanzar la independencia?. ¿Y el pueblo protagonista de la Revolución Francesa, fué golpista contra la real divinidad de Luis XVI?. ¿Acaso letones, lituanos y estonios fueron golpistas cuando promovieron y consiguieron la independencia, contra la constitución soviética?.  Solo los inmovilistas son capaces de pretender detener el curso de la historia. Solo los populistas populacheros son capaces de defender que la fuerza de las armas no provocan conflicto ni violenta las libertades de los ciudadanos. El señor Rivera no debería ser cómplice de actitudes inequívocamente golpistas como las manifestadas por el militar en cuestión. Por otro lado, la actitud de la formación política Ciutadans no puede ser calificada más que de propiciatoria del enfrentamiento entre sectores de catalano-hablantes y castellano-hablantes. Esta es la razón del nacimiento y existencia de esta formación españolista. Los tanques y cañones que enturbian la convivencia en Catalunya y atenta las libertades ciudadanas son la agresividad, manipulaciones y mentiras con las que nutren su mensaje político. Es esto lo que puede provocar el conflicto que rompa la cohesión de la sociedad catalana. El populismo que practican desde Ciutadans solo se ve superado por su exacerbado nacional-españolismo. Deberían moderarse, ser más humildes, reconocer la realidad catalana y abandonar las peroratas lerrouxistas.


II. EL NACIONALISMO ESPAÑOL Y EL CORONEL ALAMÁN.


Entre los partidos nacionalistas españoles, destaca -casi a nivel del PP- la formación Unión Progreso y Democracia, UPyD. Su líder es Rosa Díez, ex-socialista y capaz de afirmar que "deberemos escoger entre el estado de bienestar y el estado autonómico". Los componentes de este partido en Catalunya han solicitado a la delegación del gobierno español que "impugne los acuerdos de los ayuntamientos de Girona y Figueres", en los cuales aprobaron alquilar trenes especiales para transportar independentistas a la manifestación del día 11 en Barcelona. Su argumento, "estas acciones recuerdan mucho a otras épocas  en que se pagaba autocar y bocadillo a los que iban a la plaza de Oriente". "Es intolerable que se utilicen medios y recursos públicos para fines de partido que no tienen nada que ver con el bien común". Es una memez comparar la manifestación independentista con las espontáneas multitudes congregadas en la madrileña plaza de Oriente para mayor loor y gloria del dictador Franco. En cuanto a la utilización de recursos públicos para fines de partido, ¿se refiere tal vez a los empleados por todas las formaciones políticas, incluyendo UPyD, para propaganda, fundaciones de partido, desplazamientos de militantes y los bocadillos y banderitas que, por ejemplo reparten en los mítines?. Les recuerdo que la principal fuente de financiación de los partidos políticos, provienen las subvenciones del Estado. Lo cual a mí, me parece correcto. Favorece el pluralismo y en el caso de la manifestación del día 11 de septiembre, como sí tiene que ver todo con el bien común de los catalanes, son recursos plenamente justificados. Puesto que la independencia es una perentoria necesidad para Catalunya y los catalanes.Tampoco pueden ser considerados recursos partidistas, ya que la Asamblea Nacional Catalana, convocante de la manifestación, está constituida por ciudadanos de a pie, al margen de partidos e instituciones.

Lo cierto es que las palabras del coronel Alamán han recibido apoyos y parabienes de otros militares, retirados o no. El periodista Enrique de Diego, de Alerta Digital, relata que las amenazas cuentan con una especial acogida entusiasta.... entre la oficialidad joven. Tal es el caso de un capitán paracaidista, o un comandante de la Legión, todos ellos españoles de bien. El coronel legionario Mariano Cañas, afirma refiriéndose a Alamán, "se atreve a decir lo que la mayoría de españoles pensamos"."Una Catalunya independiente ha de pasar por encima de mi cadáver -que manía con invitar a pisotear cadáveres-. ¿Desde cuando Catalunya fue independiente?. Nunca hubo Reino, a lo más que llegó fue a Condado. Lo primero que debían conocer es un poco de historia. Pero eso sería mucho pedir a estos incultos que nos gobiernan", remacha el insigne legionario. Estas declaraciones se califican por sí solas. Y dicen mucho -nada bueno- sobre el que las pronuncia y los que las apoyan. Son tan lamentables como la actitud del ministro de Defensa ante el desafío de estos trasnochados militares. Silente, acobardado y escondido en su despacho, plácidamente apoltronado tras el escudo protector de su escritorio.

Algunos intelectuales hispanos también muestran el nerviosismo que les arroban los sentidos. Roberto Centeno, catedrático de Economía, sentencia: "los nacionalistas catalanes y vascos son unos mierdas, como así lo acreditan a lo largo de la historia. No haría falta enviar el ejercito, sería suficiente con un puñado de guardias civiles". Opina que de celebrarse un referéndum sobre la independencia de Catalunya en el ámbito estatal "la mayoría de españoles votarían a favor. Eso sí, que se olviden de vendernos sus productos y de entrar en la Unión Europea". No importa la formación universitaria ni el prestigio académico. Ni tan solo importa el coeficiente intelectual, o la educación recibida en los años escolares, ni las buenas maneras aprendidas en el seno familiar. Lo relevante para la gente como este catedrático es utilizar las vísceras antes que el cerebro, para manifestar la irrefrenable desazón que les produce que un numeroso grupo de ciudadanos hayan concluido que lo mejor para ellos y sus familias, es alcanzar la plena soberanía de su Nación, con una única arma: la democracia. Antes que verse arrastrados a la miseria total por el expolio fiscal sufrido y la discriminación inversora; antes de ver como desaparece su lengua, o como su cultura es aniquilada por la hostilidad del Estado; y que el sentido de justicia no cabe entre sus derechos ciudadanos por el mero hecho de no sentirse españoles.

No todo el estamento militar español opina como el coronel Alamán y sus entrañables colegas franquistas. Otro coronel jubilado, se manifiesta en sentido diametralmente opuesto a los belicosos salvapatrias que amenazan a los catalanes. Amadeo Martínez Inglés afirma: "Catalunya será lo que los catalanes quieran". Incluso admite que Catalunya ha formado parte de España por la fuerza de las armas durante siglos. Denuncia la constitución, pues "el articulo 8.1 de la Carta Magna española, que señala las misiones de las Fuerzas Armadas, es totalmente confuso y es el culpable de algunas de las intempestivas declaraciones de algunos uniformados a lo largo de los últimos años". Acaba sentenciando: "Las FAS solo han de tener como misión constitucional defender las fronteras exteriores del país y la soberanía nacional. No defender un hipotético orden constitucional contra el propio pueblo que, siendo soberano es el único que puede cambiarlo. Cuando quiera y cuando pueda democráticamente".

Las caretas están cayendo, mostrándonos la auténtica faz del nacional-españolismo. La visceralidad no puede vencer a la razón y mucho menos, a la democracia. Las armas no detendrán la esperanza de los catalanes. Además, no deseamos pisar cadáveres, para alcanzar nuestro objetivo de libertad. Y el próximo martes, 11 de septiembre de 2012, podrá calibrarse la auténtica fuerza, imparable, del independentismo catalán. Por el bien de su salud espiritual y también de España, deseamos que todos aquellos que piensan en tanques y cañones, en la unidad de destino en lo universal, en golpes de estado y golpistas, en loas y glorias franquistas y  otras mierdas, que acepten la realidad. Que no se engañen. Que acepten la independencia de Catalunya.


diumenge, 2 de setembre del 2012

II. "¿LA INDEPENDENCIA DE CATALUNYA?. POR ENCIMA DE MI CADÁVER".


Sindicatos franquistas, jubilados castrenses franquistas, medios cavernarios franquistas. ¿Porqué resurgen con tanto ímpetu asuntos que pertenecen al pasado de la historia más obscura e ignominiosa de España?. Porqué Franco está más vivo que nunca. Los comentarios que se pueden leer en Twitter (#condicionesACataluña) demuestran, eso sí, jocosamente, cuán cierta es esta afirmación. "Los niños deberán cantar el Cara al Sol"; "que Carod-Rovira bese la bandera española"; "Carod Rovira se llamará José Luis aquí y en la China popular". Algún albañil desempleado demanda la construcción de un muro de 4000 metros de altura cercando toda Catalunya. La cultura tampoco queda al margen de la mofa española: "la sardana desaparece y se llamará el Corro de la Patata"; "el nivel C de catalán se dirá nivel C de aragonés oriental"; "a partir de ahora solo podrá usarse la barretina en la intimidad". Incluso la rivalidad del Barça y Madrid merece comentarios: "todo el Camp Nou cantará el Cara al Sol y en el circulo central Sergio Ramos toreando"; o, "el Barça pasará a llamarse Real Madrid B". Pero no todos los textos catalanófobos tienen este cariz burlesco y divertido. Algunas personalidades catalanas son amenazadas al más puro estilo fascista: "ahorcar a Carod en la plaza de España"; otros piden "la cabeza de Artur Mas y Oriol Pujol en bandeja, las orejas de Carod-Rovira y la cola de Pilar Rahola". ¡Angelitos twitteros...!

Bien. A todas estas animaladas gubernamentales, cavernarias y digitales, debemos sumar las incontinencias verbales de algunos personajes políticos, en busca de un miserable minuto de gloria televisivo. El presidente de Galicia, proclama ufano: "la solvencia y el equilibrio de las cuentas públicas siempre da sus frutos, porqué hoy Galicia paga y Catalunya pide". Será porqué Alberto Núñez Feijóo se halla en plena campaña electoral, por lo que se vanagloria de solvencia financiera y que Galicia "no es un problema para el estado de las autonomías, mientras que otras comunidades ponen en cuestión este Estado".  En principio es conveniente situarse ante la realidad, en sus justos términos. Según las balanzas fiscales publicadas por el Gobierno de España el 2008, Galicia es receptora neta de recursos fiscales. Concretamente, recibe el 8,19% de su PIB vía solidaridad entre comunidades. Por contra, Catalunya aporta el 8,70% de su PIB, para que los gallegos, entre otros, puedan presumir de solvencia. ¿Porqué no explica a sus votantes que Galicia es receptora neta de la solidaridad forzada de los ciudadanos catalanes, así como valencianos y de las Baleares?. ¿No son estas tres comunidades (con un déficit fiscal reconocido por el Gobierno español de -8,70%, -6,32% y -14,20% respectivamente) las que configuran el dominio lingüístico y cultural conocido como Países Catalanes?. ¿Qué problemas puede plantear Galicia si en las inversiones del Estado recibe el trato prioritario del Gobierno?. ¿No es acaso un lujo, en tiempos de penuria económica, recibir el regalo multimillonario que significa el AVE, que  todo el mundo sabe será una de las líneas más deficitarias de Europa, junto a la de Extremadura?.

El presidente de La Rioja  utiliza, además de la falacia, el cinismo para manifestar su opinión sobre la solicitud pecuniaria catalana. "Ahora lo enmascaran cuando dicen que piden el rescate pero que no es un rescate, porqué piden unos dineros que son suyos, que dicen que son de los catalanes, pero ¿qué están diciendo?". "Se ha de tener mucho morro para pedir y luego tengo lo que me da la gana, como TV autonómica o embajadas". El único hocico que se vislumbra en el escenario es el Pedro Sanz, que arrastra tras su cola 18,79 € por riojano y año en concepto de política exterior (embajadas) de su comunidad. Por cierto, las embajadas catalanas cuestan 4,59 € por catalán y año; Catalunya es la tercera más barata en política exterior entre 16 autonomías. Además, La Rioja también es receptora neta de la mal llamada solidaridad entre comunidades.

Por su parte, la aristocrática presidenta de la Comunidad de Madrid, no ha podido resistirse a meter baza en el pim pam pum desatado en España con motivo de la osada petición de rescate de Catalunya. Después de hacer una pirueta matemático-contable que, a pesar de la falacia, le permite afirmar que Madrid recibe 14.000 millones de €, frente a los 24.000 millones de Catalunya, ahora esta pide 5.000 millones más porqué dicen que son de los catalanes. La solución a este falso dilema que plantea es sencilla. Esperanza Aguirre anhela devolver competencias al Gobierno de España. Así lo afirma siempre que tiene un micrófono delante de su boca. Pues bien. Si fuera cierto que Madrid recibe menos que Catalunya, que devuelva competencias y sanseacabóPero debería recordar que si existe una comunidad que recibe todos los parabienes y favores de parte del Estado español, esta es Madrid. Hasta el punto que la capitalidad significa la compensación con creces, del déficit fiscal madrileño que según el Gobierno de España equivale al 5,57% de su PIB. Por ejemplo, es la comunidad que siempre ve ejecutadas las obras públicas con cargo a los presupuestos generales del Estado, muy por encima del 100% de lo presupuestado. Por ejemplo, Renfe, Aena, Iberia, Adif, entre otras empresas públicas o semi-publicas tienen una notable preferencia inversora madrileña. Por ejemplo, a pesar que la Villa y Corte es la ciudad más endeudada del Estado -7000 millones de €-, se permite aspirar a la celebración de unos costosos Juegos Olímpicos, que pagarán todos los ciudadanos del Estado. Por ejemplo, a pesar de ser cuna del mayor escándalo financiero que ha sucedido en Europa los últimos tiempos, BANKIA, pretende ser reflotado a cargo de los impuestos de todos los ciudadanos (incluidos los catalanes), cuando debería ser liquidado sin escrúpulos de ningún tipo, ni siquiera los inferidos por la responsabilidad directa de la presidenta madrileña en todo este turbio asunto. Y por extensión, de significados peperos cuyas manos están pringadas de la resbaladiza y sucia caca desprendida por la inmoralidad protagonizada desde la antigua Caja Madrid.

Amenazas militares, falacias periodistas, burlas ciudadanas e incontinencias políticas.... ¡Por Dios bendito!. ¡Y esto por haber solicitado participar del Fondo de Liquidez!. Supongo que pocas dudas se plantean acerca del porqué la independencia de Catalunya despierta tantas adhesiones y moviliza a la mayoría de ciudadanos catalanes, después de lo que está aconteciendo. Incluso esta percepción llega  hasta la empresa norteamericana Stratfor -conocida como la CIA en la sombra-. Según la clasificación de esta empresa privada, Catalunya se halla en el grupo de regiones con un muy alto grado de independentismo pacífico. El nivel asignado es el grado tres del secesionismo, un nivel en que el independentismo es un objetivo declarado, pero sin que se promueva la violencia para conseguirlo. (Esto puede ser un inconveniente para las intenciones del coronel Alemán y adláteres, dispuestos a matar a inocentes ciudadanos demócratas y desarmados, eso sí, haciéndolo con honor y sentido del deber).

Incluso José Manuel Durao Barrosso, presidente de la Comisión Europea, acaba de reconocer que la independencia de Catalunya se habría de resolver en el marco legal internacional. Este posicionamiento contradice lo defendido por Partido Popular hasta la fecha, que alegaba que era un asunto interno de España, que podía vetar la permanencia del nuevo Estado catalán en el seno de la UE. "En el hipotético caso de secesión de una parte de un Estado miembro, la solución habría que encontrarse y negociarse dentro del ordenamiento jurídico internacional", precisa Durao Barrosso. A la pregunta de si los ciudadanos catalanes perderían la condición de ciudadanos de la UE caso de independizarse de España, ha respondido: "según el articulo 20 del Tratado de Funcionamiento de la UE, la ciudadanía de la UE es adicional y no substituye la ciudadanía nacional, esto es, la ciudadanía de un Estado miembro de la UE".

Resulta evidente el nerviosismo que abrigan los nacionalistas españoles. Bien sean militares, políticos, periodistas o ciudadanos, todos ellos son plenamente conscientes que el próximo día 11 de septiembre significará el principio del fín de la dependencia de Catalunya. A partir del 12, los nervios españoles darán paso al estupor y a sentirse responsables de la situación creada. Con el paso de los días, los sentimientos de muchos españoles pasarán por negar la realidad secesionista de Catalunya. Seguirá una fase en que se identificará y reconocerá la inevitabilidad de la independencia. Y por fin, llegará la aceptación. Con ello, España habrá concluido las distintas fases del duelo. Y Catalunya será plenamente soberana.



dissabte, 1 de setembre del 2012

I. "¿LA INDEPENDENCIA DE CATALUNYA?. POR ENCIMA DE MI CADÁVER".

El gobierno español ha iniciado una nueva fase en su cruzada contra Catalunya. La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha declarado que "hablar de independencia aleja inversiones y puestos de trabajo". Ante la proximidad de la manifestación del 11 de setiembre, menudean los mensajes conminatorios y de advertencia, en previsión del clamor independentista que se producirá en la misma. Estas críticas, estas apelaciones a la responsabilidad -seny catalán- que hacen desde el nacional-españolismo, denotan el alto grado de nerviosismo, el vértigo que empiezan a sentir todos aquellos que defienden, por encima de todo, que Catalunya siga sometida, expoliada, aplastada y encadenada a España, por los siglos de los siglos. Sáenz de Santamaría exige al presidente Mas que se centre en la ocupación y no en la confrontación. "Estamos hablando de las cosas de comer. Hemos de ser muy responsables", proclama la vicepresidenta. Reclama que deje de alimentar la inestabilidad con el independentismo.

Desde el gobierno de España deben ignorar que las ansias de independencia catalanas se están desarrollando al margen del discurso oficial que emana de la Generalitat. El señor Rajoy y sus muchachos siguen sin querer reconocer que el pacto fiscal reclamado por el señor Mas, es un pueril intento de última hora que lanzan desde el Govern a Madrid para reconducir el soberanismo mayoritario catalán, hacia posiciones unionistas. Es una desesperada propuesta para que no se consume el divorcio entre Catalunya y España. Intento fracasado, por varias razones. Primero, porqué los ciudadanos no estamos dispuestos a tolerar más componendas entre gobiernos y partidos, al margen de los intereses de la población. Tampoco aceptamos seguir pagando nuestros impuestos a la hacienda española, ya que el Estado no solo nos roba nuestros recursos financieros, sino que además, practicando un cinismo patológico, niega y reniega de la contribución obligatoria -solidaridad, lo llaman- de los ciudadanos catalanes que, desde siempre, hacemos a favor de España a costa de nuestro propio bienestar. No queremos empobrecernos más y encima ser considerados como insolidarios. No menos importante es el hastío que sentimos al tener que soportar, estoicamente, las imposiciones judiciales, las mentiras, los improperios e insultos y otras lindezas que, alentados desde la caverna mediática  por recalcitrantes catalanófobos y fielmente propalados por algunos políticos de tres al cuarto, profieren inmisericordemente contra Catalunya y sus políticos, contra nuestras instituciones públicas y privadas y sobretodo, contra las señas de identidad catalanas, como son la lengua, la cultura y la sociedad civil en general. E incluso poniendo palos en las ruedas de la economía catalana, hurtando recursos aprobados en los presupuestos españoles, retrasando indefinidamente inversiones en infraestructuras o promoviendo leyes a medida de los intereses madrileños: por ejemplo, la ley de comercio. Y lo hacen así con el único objetivo de preservar la unidad de España.... y la unidad de mercado.... y de la caja común. Por supuesto, en una insostenible pirueta intelectual, consideran que la sociedad catalana queda al margen de sus insultos y mentiras, ya que solo se refieren a la casta política catalana. Como si los catalanes no votáramos y fuéramos responsables de nuestras preferencias políticas, económicas, culturales, lingüísticas, fiscales, legislativas... de forma absolutamente libre y democrática.   

El gobierno de España debería leer Le Figaro, que informa de la batalla fiscal de Catalunya con Madrid , destacando el auge del independentismo. El periódico francés señala "las tensiones territoriales de un país (España) que nunca se ha acabado de definir". "La tentación independentista gana terreno a causa de la feroz crisis y de una feroz batalla fiscal". También recoge unas declaraciones del consejero catalán, Andreu Mas-Colell, en las que dice "si la definición de España que prevalece es la de una nación única y uniforme, entonces Catalunya no cabe en ella". ¡Incluso el buenazo y eminente Mas-Colell ya asume el discurso independentista!.

Ante las graves dificultades financieras por las que atraviesa la Generalitat de Catalunya, el Govern ha solicitado participar en el Fondo de Liquidez español. Es decir, pide el rescate financiero al Estado que nos está esquilmando fiscal, económica, cultural y lingüísticamente. Y esta ignominia ha desatado en España lo que podríamos calificar como sublimación de la catalanofobia. El sindicato filo-franquista -ultraderechista- Manos Limpias insta al gobierno de Rajoy que imponga hasta once condiciones para que la Generalitat pueda acceder al fondo. Entre otras, "supresión de las televisiones públicas de la Generalitat"; "supresión del defensor del pueblo -Síndic de Greuges-"; "desaparición de las embajadas -delegaciones comerciales y culturales en el exterior-"; la retirada del reto, el desafío al Gobierno de la Nación con lo que han denominado Pacto Fiscal"; "la obligación que la Enseña Nacional ondee en lugar preferente en todos los organismos públicos de la Generalitat". Como colofón exige "el compromiso formal que no se incite por parte del Gobierno de la Generalitat a la insumisión y el independentismo". Imposiciones todas ellas de carácter identitario, aunque a los nacionalistas españoles solo les importa lo que preocupa realmente a la gente. ¡Ja, ja, ja...!

No queda atrás en sus peticiones al Gobierno el diario Alerta Digital: "Catalunya ha de ser intervenida militarmente". "Definitivamente, el nacionalismo catalán ha perdido ya cualquier derecho a cualquier miramiento". "No se nos ocurre otra cosa que Catalunya sea intervenida militarmente, derogadas sus normas autonómicas y clausuradas sus instituciones regionales". Este medio de difusión de auténtico españolismo remacha el clavo con el siguiente anuncio: "Es la única forma de salvar esta Catalunya que ahora se intenta destrozar separándola de España y lanzarla en brazos del enemigo (¿?), para que unos pocos sobrevivan económicamente a costa del empobrecimiento de todos los demás". ¡Cuán generosos son los que pretender salvarnos de nosotros mismos!. ¡Y qué antidemócratas son!

Este mismo medio recoge una entrevista del coronel de infantería, retirado, Francisco Alamán Castro, que se pregunta y responde asimismo, "¿la independencia de Catalunya?. Por encima de mi cadáver y el de muchos". No debemos olvidar que el ejercito español, por mandato constitucional, tiene encomendado defender la sagrada unidad de España. Es por esta razón que somos muchos los que pensamos que la constitución española carece de legitimidad democrática. Se hizo bajo presión militar durante la nefasta transición española. Y por ello, a mí no me representa. El coronel en cuestión se explaya con afirmaciones como "también juramos defender su integridad territorial -España- incluso con nuestras propias vidas"; "tenemos una cosa que esta gente nunca tendrá: sentido del honor y del deber"; "acabar con 1500 años de historia no les resultará tarea fácil". Después advierte que "aun que el león parezca dormido, que no provoquen demasiado al león porqué ya ha dado pruebas sobradas de su ferocidad a lo largo de los siglos". Como era previsible, defiende sus argumentos, rememorando las visitas de Franco a Catalunya a lo largo de su dilatada epopeya gubernamental, "estás eran las más clamorosas y multitudinarias de todas las llevadas a término en todo el territorio nacional. Un dato: Franco visitó oficialmente Catalunya en 24 ocasiones, mientras que Andalucía, con el doble de extensión, fue visitada 18 veces. Por tanto, sostener que Catalunya ha sido siempre nacionalista o separatista es una basta manipulación de la verdad". El belicoso coronel concluye su arenga castrense, afirmando: "la burguesía catalana que hoy abraza la causa nacionalista fue el sector mas ardientemente franquista que hubo en España. Incluso el sector del clero más comprometido con la Cruzada era de origen catalán". Este insigne militar debería saber que durante la dictadura, todo el mundo -por fuerza- era franquista. En cuanto a defender la unidad de la patria "por encima de mi cadáver", entiendo que está (están) dispuesto a matar en nombre de España. ¿Es esto honorable?. Matar (en realidad, asesinar) representa carecer de sentido del honor y mucho menos, del deber. Lo único honorable para un militar es estar al servicio de todos los ciudadanos -por el momento, incluidos los catalanes- que, no lo olvide, estamos desarmados; y respetar y someterse al poder político (especialmente el democrático). Y en su caso, no retorcer la verdad historia hasta el esperpento, ni siquiera por equivocado sentido de lealtad hacia el Generalísimo, ya fallecido a Dios gracias.