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dijous, 26 de juny del 2014

ARREBATAMIENTO TERESIANO.

Jorge Fernández Díaz, actual ministro del Interior de España, resulta un personaje verdaderamente singular. Nacido en Valladolid y criado en Barcelona, forma parte de una rancia familia española aparentemente muy enraizada en Catalunya. La familia Fernández Díaz se ha distinguido desde siempre por los firmes vínculos profesionales mantenidos con los aparatos del Estado, en calidad de funcionarios públicos. Su hermano Alberto es el actual líder popular en el ayuntamiento de Barcelona, y preservador oficial de las esencias patrias -y pétreas- españolas en el cap i casal de Catalunya. Son precisamente estas condiciones de miembros destacados, del Partido Popular de ahora y de la herencia recibida de parte del Movimiento Nacional de antes, las que definen meridianamente sus pensamientos y lealtades públicas y privadas, a todas horas y por siempre jamás: ley -castellana-, orden -autoridad-, y la España eterna. Nos hallamos ante la típica familia patrióticamente castellana, tradicionalista y profundamente nacionalista -aún que como pasa con todos los españolistas, no lo reconocen-, en comisión de servicios, destinados por la superioridad a tener cuidado de la periferia del Estado -¡que se consiga el efecto sin que se note el cuidado!-, llamada a preservar las raíces y esencias de la hispanidad a través de los siglos y por encima de todo.

Jorge Fernández confesó ya hace años que sintió la llamada del Señor. Por esta razón ingresó como numerario en el Opus Dei. Aquel renacimiento en la fé marca su existencia espiritual de ahora, y guía desde entonces sus actos y exhortaciones hasta límites insospechados. No duda lo más mínimo en condenar vehementemente los matrimonios gais hasta el punto de ofender a los desviados, a la vez que cultiva una sólida y entrañable amistad con el cardenal, y confesor, Rouco Varela, siniestro personaje perpetuamente malcarado, de verbo severo y alma poco caritativa. También se permite condecorar a la Virgen del Amor con la más alta medalla que existe -de oro, por supuesto- al mérito policial. O invoca fervorosamente a Santa Teresa de Ávila para que interceda por España en estos tiempos tan recios. Jorge Fernández Díaz no se oculta ni avergüenza en absoluto de sus principios y creencias. Es por esta razón que se muestra con tanta transparencia y claridad ante los ciudadanos de todo el Estado; y más allá.

Ante el crecimiento del soberanismo en Catalunya, el ministro del Interior nos ha dedicado a nosotros, los pecadores independentistas, algunos sermones -sin duda inspirados por el cardenal Rouco- trufados de abominaciones y condenas, que solo demuestran los miedos y debilidades que padece su atormentado espíritu. "Una Catalunya independiente sería pasto del terrorismo y el crimen organizado fácilmente". ¡Alabado sea El Señor!. ¡Por siempre sea alabado". Tanto Jorge Fernández como otros líderes populares no cesan de advertirnos de las desgracias que nos esperan fuera de España. Hoy son las 10 plagas bíblicas que nos caerán encima, como si Catalunya fuera el Egipto de los faraones, y mañana cuarenta años de travesía por el desierto, como si los catalanes fuéramos el pueblo judío camino de la Tierra Prometida. Incluso reconoce que su propia familia está dividida y enfrentada como consecuencia del proceso soberanista -aún que traspasa al resto de familias catalanas este supuesto enfrentamiento familiar que solo el mismo padece-. Por no mencionar los deseos de García Margallo, ministro 2.0 mucho más moderno y laico, de enviarnos a vagar por el inhóspito espacio sideral; o desterrados a la Isla de Robinson Crusoe, como quiere Mariano Rajoy, el prosaico impasible. Ni Fernández Díaz, ni García Margallo, ni el mismísimo Rajoy Brey son capaces de decirnos, empero, qué nos pasará si continuamos dentro de este Estado, que de tanto que nos ama nos quiere vencidos, inmóviles, mudos y muertos.

¿Es con personajes como Fernández Díaz con quienes hemos de negociar un presunto nuevo encaje político dentro de España?. ¿Se puede confiar en un iluminado rehén de un arrebatamiento teresiano, como el que padece el ministro del Interior?. ¿Quizás sea con gente como García Margallo con los que debemos hablar?. ¿Hemos de fiarnos de unos servidores públicos que utilizan la policía y la diplomacia para hacer la guerra -sucia o limpia, tanto dá- contra Catalunya?. ¿Es tal vez con alguien como Mariano Rajoy con quien hemos de llegar a pactar, a esperar lealtad y obtener justicia?. Todos aquellos que proponen la tercera vía, el diálogo incondicional con Madrit, o que ofrecen añadir disposiciones adicionales en la Constitución española, y un nuevo pacto fiscal, y competencias exclusivas blindadas para la Generalitat en cultura, educación, infraestructuras, etc...., ¿se han preguntado si es precisamente esto lo que queremos ahora la mayoría de ciudadanos catalanes?. ¿Se han preguntado si nos creemos su inconsistente palabra?. Creo que no se lo han preguntado. Y la respuesta es no. ¡Rotundamente, no!. Me temo que pretenden cocinarnos un nuevo-viejo encaje forzoso de Catalunya dentro de España, de acuerdo con los intereses económicos y los deseos políticos de los de siempre, prescindiendo de los anhelos y exigencias de los ciudadanos catalanes. ¡Pero la inmensa mayoría del pueblo catalán queremos votar para decidir el futuro de nuestra nación, en paz y libertad!. No nos hemos manifestado multitudinariamente por las calles de las ciudades ni ocupado festivamente las carreteras del Principado, de norte a sur, para mendigar más autonomía, más respeto o más dinero. Los cuales, por cierto, siempre han sido propiedad de los ciudadanos catalanes, aunque expropiados por Madrit.

Pués bien. En otros tiempos y otros países -y también en la actualidad- estas mezquindades de las autoridades dieron como resultado disturbios, revoluciones e incluso guerras. Y las seculares autoridades inamovibles fueron borradas de la realidad y de la historia de los nuevos países resultantes y exitosos. Ganó la Libertad y la Independencia. Como históricamente siempre a ocurrido y seguirá ocurriendo. Por consiguiente, debemos preguntarnos: ¿es esto lo que buscan?. ¿Quieren provocarnos?. ¿Quieren tal vez que en lugar de salir a la calle con alegría, festivamente y renovadas esperanzas, nos manifestemos con odio, enojo y violencia?.

Señor Fernández Díaz y compadres: no jueguen con los sentimientos de la gente. ¡Es pecado!. Y para hombres como ustedes, supuestamente honestos, temerosos de Dios, cabales y juiciosos no les debería costar mucho aparentar una brizna de decencia, si la tuviesen. No se crean que son ustedes los que dominan la situación, por que no es verdad. Los catalanes queremos votar a favor o en contra de la independencia y no a favor de la tercera vía. Esta solo tendría razón de existir si la independencia saliera derrotada después de la consulta, no antes. Entonces, hablaríamos.

No es nada descabellado pensar, empero, que con el comportamiento que tiene el unionismo españolista sobre el proceso emprendido por Catalunya, la independencia se aproxima aceleradamente. La incompetencia de los unionistas es nuestra fortaleza. Sus miedos se convierten en nuestra valentía. Su agresiva beligerancia se torna en nuestro pacifismo activo. Sus amenazas de violencia son para nosotros esperanzas de libertad. Y su unionismo forzado, tramposo, feo e insoportable es lo que nos dará la plena soberanía. La futura independencia de Catalunya nos llena de optimismo.... Definitivamente, ni los ministros uno tras otro, ni el Gobierno español en pleno y, por descontado, ni siquiera el Partido Popular en masa, están poseídos por un arrebatamiento teresiano. Más bien se trata de alucinaciones delirantes producidas por fiebres intermitentes. Las cuales, por lo visto, son muy contagiosas y trasversales.

¡Por amor de Dios, no fastidien!. ¡Y no hagan más el ridículo!. ¡Ya son demasiado viejos!.











divendres, 20 de juny del 2014

MALOGRADAS LEYES Y DIPLOMACIA. DESDICHADO ESTADO.

El ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García Margallo, el cual se afana siempre que puede en pronunciarse sobre la inevitable independencia de Catalunya, acaba de explicar la razón por la cual es precisamente él quién asume esta tarea tan ardua -¡supongo!-. Con toda solemnidad, ha declarado: "la independencia de Catalunya depende del reconocimiento internacional".

Es por esta razón que me permito calificar de inevitable la futura independencia de Catalunya. En efecto, parece que el Gobierno de España ha acabado por entender que no puede hacer absolutamente nada -dentro de la legitimidad democrática, por supuesto- para detener el proceso soberanista emprendido por los ciudadanos catalanes. Y confirma todo aquello que desde Catalunya siempre hemos sostenido. Nuestra guerra no es contra España. Nuestra lucha es por el reconocimiento de Europa y del resto del Mundo. Por esta misma razón, los argumentos que utilizan desde Madrit contra el referéndum de autodeterminación siempre hace referencia a flotar por el inhóspito espacio sideral, o que seremos desterrados por siempre jamás a la Isla de Robinson Crusoe y expulsados de la UE, del euro y si fuera necesario, del Viejo Continente. ¡Las diez plagas de Egipto caerán sobre los catalanes!. ¡Una catástrofe económica y social planeará sobre Catalunya!. Consideran que ningún país reconocerá el nuevo Estado catalán. ¡Ni en broma!. Por todas estas razones es el ministro Margallo quién se encarga de buscar aliados entre la comunidad internacional para que den su apoyo a las tesis españolas contra Catalunya y los catalanes.

¡Ahora se entienden muchas cosas!. Por ejemplo, porqué aquello que se propone desde las filas de la Santa Alianza autonomista día si, día no, conocido por el común de los mortales como la tercera vía, es sistemáticamente despreciado por Madrit. Pues porqué según el respetable Margallo "discutir sobre soluciones inviables no ayuda a serenar el debate". ¡Ergo, la tercera vía es inviable!. Más cristalino que el agua.

Estas ansias de no hablar sobre nada con Catalunya es precisamente lo que hace inevitable la secesión. España ya rechazó hace años la tercera vía puesto que el malogrado nuevo Estatuto aprobado por los catalanes -¡en referéndum, nada menos!-, fue precisamente esto. El partido Popular inició entonces una vergonzosa campaña contra aquel texto, cuyas consecuencias acabaron de convencer a casi todos los catalanes de que unidos con España nuestra nación no tendría futuro ni esperanza. El debate no se serenó. Se nos abrieron los ojos ante la cruda realidad que España nos ofrecía a cambio: anticatalanismo, envidias, mentiras y manipulaciones informativas; deslealtades institucionales del PP, del PSOE, del Gobierno, del TC, etc.; imposición de un españolismo cutre y trasnochado; guerra sucia, chantajes e insultos; incumplimientos por parte del gobierno de España de los acuerdos y compromisos alcanzados con la Generalitat. También nos ofrecen el expresivo intento de españolizar a los niños catalanes, o de judicializar la escuela catalana para imponer el castellano; o los ataques desatados contra la lengua catalana en el País Valenciano, en las Islas Baleares y el la Franja. Por no mencionar del boicot a las finanzas de la Generalitat, o de los reiterados incumplimientos de la disposición adicional tercera, y de las inversiones comprometidas en materia de infraestructuras.... ¿Son conscientes los ciudadanos españoles que los últimos 25 años España ha recibido casi 250.000 millones de euros netos de los ciudadanos catalanes (hasta el 8% del PIB catalán cada año de media), en concepto de supuesta solidaridad interterritorial....?. ¡No!. ¡Incluso lo niegan desvergonzadamente!. Las humillaciones son constantes y, francamente, ya cansan. Y la serenidad brilla por su ausencia, especialmente del lado español.

Antes he escrito que el gobierno español ha entendido al fin que no puede hacer nada dentro de la legitimidad democrática para detener la independencia de Catalunya. Pero si puede hacer mucho daño fuera de esta legitimidad. Algunos ya los he mencionado: guerra sucia contra políticos e instituciones, deslealtades con Catalunya, judicialización de la política, politización de la enseñanza y las escuelas, asfixia financiera, etc.... Existe un mal, empero, que es especialmente odioso y rechazable. Me refiero a las amenazas, veladas o no, de utilizar la fuerza bruta -violencia al fin y al cabo-, ya sea a través de la guardia civilpolicía
nacional o el ejercito español para conquistar la voluntad de los catalanes. Estas señeras instituciones poseen un glorioso pasado que ponen a disposición del Estado, tanto si quiere como si no, para aniquilar el esperanzador futuro que deseamos y buscamos la mayoría de catalanes. El ministro del Interior ya ha aumentado el número de efectivos policiales destinados a Catalunya, si bien a costa de disminuir el despliegue en el resto de comunidades autónomas. La presencia de la fuerzas y cuerpos de seguridad españoles es ahora más visible en las calles y plazas catalanas; aunque por descontado, no les importa absolutamente nada interferir, invadir y torpedear las competencias  y funciones propias de los mossos d'esquadra, policía integral catalana. Tanto da. La cuestión es marcar paquete y hacer visible ante los españoles que el Estado ha vuelto a re-ocupar aquello que considera es de su propiedad: Catalunya.... Peccata minuta si lo comparamos con las serias advertencias que surgen del entorno de los ejércitos. La Asociación de Militares Españoles -AME- amenaza con provocar una guerra civil ante los "hechos que se producen tanto en la región de Catalunya como en las provincias Vascongadas", especialmente después de una supuesta ofensa infringida a los representantes de la fuerzas armadas que se habría producido en Barcelona. Ofensa que significa "la frontera última de lo que no se puede traspasar y que podría acabar en un conflicto civil entre españoles". Alertan de un supuesto golpe de estado pretendiendo que el ejército se vería empujado "de manera lamentable pero necesariamente irreversible para cumplir la misión que la Constitución Española asigna a los ejércitos". La AME también menciona en su comunicado que "la soberanía reside en el pueblo español y no en el Parlamento Nacional". ¡Ai las!. Quieren decir que los ejércitos quedarían liberados de la obediencia debida a las Cortes y al Gobierno español.... Esto significa que las fuerzas armadas no tienen porqué obedecer al poder ejecutivo de España, ya que no son d'eixe mon -de ese mundo-, como cantaba Raimon hace años, canción, por cierto, que ahora ha hecho suya Esperanza Aguirre, la sexagenaria.

España tiene mala pieza en el telar. Se niega a emplear la democracia permitiendo la celebración del referéndum para resolver un problema eminentemente político y en cambio utiliza la diplomacia como arma ofensiva para atacar las aspiraciones catalanas. Diplomacia: Ciencia dedicada al estudio y practica de las relaciones internacionales entre los Estados.... ¡Malograda diplomacia española!. Se oculta detrás de su sesgada interpretación de la ley y de la Constitución para eludir la legitimidad que ampara los anhelos catalanes, en lugar de hacerlas servir para impartir justicia y amparar derechos y libertades. Justicia: Virtud que quiere dar a cada uno lo que le pertenece o le corresponde.... ¡Malogradas leyes castellanas!.  Utiliza la espléndida lengua castellana para aniquilar la lengua propia de Catalunya, la cual, al fin y al cabo para los catalanes es tanto o más importante y espléndida como puede ser la suya. Lengua: Sistema de comunicación y expresión verbal propia de un pueblo o nación, y de se caracteriza por ser vehículo de una cultura diferenciada, que en ocasiones se impone sobre otras.... ¡Malograda lengua española!. Y permite que policías, guardia civil y ejércitos sean utilizados por los responsables políticos que (des)gobiernan este desgraciado Estado como amenazas violentas contra millones de ciudadanos que tan solo queremos expresarnos políticamente en paz y libertad. Servidores públicos: Personas que prestan servicios al Estado de acuerdo con las leyes y como garantía de derecho y deberes de los ciudadanos.... ¡Malogrados servidores públicos!.

A pesar de todo, ¡persistiremos!. Las acciones de diplomáticos, de juristas, de los hidalgos castellanos y de los Tercios de Flandes fortalecen nuestras convicciones.... Es curioso. Las élites españolas prefieren servirse de amenazas, insultos, chantajes y mentiras, así como de la asfixia económica, política y financiera como únicos argumentos para combatir el independentismo -con los magros resultados conseguidos-, en lugar de palabras y hechos conciliadores, respetuosos, cooperativos y verídicos, que abrirían las puertas al diálogo y posiblemente al pacto. ¿Porqué hacen esto?. No tengo la respuesta, aunque la intuyo. En cualquier caso, las consecuencias son de todos conocidas. La independencia ya resulta inevitable. ¡Y cada día acelera su llegada!.... ¡Muchas gracias!.








dijous, 12 de juny del 2014

¡DURAN, DURAN...!!!. ¿QUÉ QUIERES, QUÉ HACES DURAN?.

Josep Antoni Duran i Lleida, líder de Unió Democràtica de Catalunya desde siempre, ha insinuado -en realidad, lo ha filtrado a la prensa- que cesará como secretario general de la coalición que mantienen con Convergència Democràtica de Catalunya, aparentemente por las divergencias surgidas a causa de la abstención acordada en el seno de la federación, en la votación a celebrar en las Cortes españolas -¡territorio Duran por excelencia!-, sobre la abdicación del Rey Juan Carlos pactada entre populares y socialistas. Los cuales una vez más le han menospreciado a él personalmente, así como también a CiU. Sin embargo, resulta irrelevante si el desacuerdo es por cuestiones referidas a la abdicación real o por la aceptación o no de la continuidad de la monarquía española encarnada por el futuro rey Felipe VI. Tanto dá. El hecho es que se ha producido un serio desencuentro entre las dos formaciones. En mi opinión, el rey Juan Carlos y su heredero, para Duran, no son más que una excusa la cual le permitirá distanciarse más si cabe, del proceso soberanista puesto en marcha por buena parte de la ciudadanía catalana. El mismo ha reconocido cada vez que ha podido y le han dejado que se siente incómodo con los anhelos de libertad de los catalanes. O por lo menos, no los comparte. Es precisamente esta incomodidad la que ha hecho que el enfrentamiento dentro de CiU se haya acentuado en los últimos tiempos. Mejor dicho, las divergencias son de Duran i Lleida con la mayoría soberanista de CiU y del país, y no al revés.... ¡Resulta un pelín engreído el hombre!.

Duran no ha engañado jamás a nadie. Siempre se ha declarado partidario de negociar con Madrit -en realidad, rendirse- para tratar de canalizar las aspiraciones independentistas hacia aquello que popularmente se conoce como tercera vía. Es decir, hablar y hablar infructuosamente hasta el agotamiento, para conseguir un buen pacto fiscal y el blindaje de las competencias autonómicas en materia de lengua, educación, cultura e infraestructuras, hasta que el Estado español decidiera incumplir por enésima vez los acuerdos alcanzados con Catalunya. De paso, Duran podría mantener intacto su prestigio político, sus privilegios parlamentarios y su proyección internacional -frecuentes viajes- en la comisión de asuntos exteriores en las Cortes. Pero esto que tiempo atrás fue tolerado y hubiera satisfecho los anhelos de muchos catalanes, ahora se halla fuera del ideario y de las aspiraciones del soberanismo. Duran esta siendo superado por los acontecimientos. Además, la mayoría de catalanes ya no nos fiamos ni creemos en la palabra que pudieran darnos desde Madrit. Su credibilidad en la actualidad es nula. Aún más, desde esta España ajada gobernada por los populares, no se ha ofrecido nada nuevo que pudiera ser tenido en cuenta. Don Tancredo Rajoy no se mueve ni un pelo de su conocida posición de que la Constitución española no lo permitiría. Por tanto, ¿que vamos a negociar y pactar con el Estado?. ¿La renuncia de los catalanes?. ¿La rendición incondicional ante Castilla?. ¿O tal vez la prevalencia de la carrera política del señor Duran?.

Duran se engaña si piensa que sus manías son las de los catalanes. La inmensa mayoría ya hemos desconectado hace tiempo de este Estado más arcaico que histórico y más rancio de moderno. Desde la sentencia sobre el Estatuto nuestras aspiraciones pasan por votar democráticamente en paz y libertad sobre el porvenir que se vislumbra en el horizonte y que tan directamente nos concierne a todos. Queremos ejercer el derecho de autodeterminación sin restricciones. La tercera vía murió el 10 de julio de 2010. "Somos una nación. Nosotros decidimos" se podía leer en la pancarta que encabezaba la multitudinaria manifestación convocada contra la ominosa sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto. Sería bueno recordar que los políticos profesionales como el presidente Montilla y otras personalidades que quisieron apropiarse de la marcha, tuvieron que salir de la cabecera de la manifestación apresuradamente y con el rabo entre las piernas. Desde entonces, el proceso soberanista es propiedad exclusiva de los ciudadanos de a pie. Es conducido por nosotros. Y somos nosotros los que fijamos el camino, los objetivos y nuestro destino final. La hoja de ruta es nuestra, no de los políticos. Lo hemos reafirmado y proclamado por activa y por pasiva desde la diada de 2012 hasta la Vía catalana de 2013. No forzamos a nadie para que nos acompañe pero si lo hace no puede pretender cambiar nuestras prioridades ni nuestros anhelos. Por tanto, señor Duran, es hora que se dé cuenta que la tercera vía murió hace ya cuatro años y que cuando alguna cosa o alguien se muere, para resucitar tendrá que esperar al fin de los días. Y después de cuatro años de lucha y reivindicaciones, la independencia nos urge.

Madrit no quiere ni puede negociar. Porque tiene miedo. ¿No se dá cuenta señor Duran, que los puentes que tiende y defiende el unionismo catalán un día son rápidamente destruidos el siguiente por los nacional-constitucionalistas de Madrit, en una actitud más propia de auténticos y aguerridos talibanes
españolistas?.... ¡Qué decir de las terceras vías!. Por ejemplo: asfixia financiera a la Generalitat e interminable expolio fiscal a los catalanes; persistente asedio judicial contra la lengua catalana, en Catalunya; persecución lingüística del catalán por tierra, mar y aire en la Baleares, en el País Valenciano y el la Franja; torpes y absurdas intromisiones políticas -la maldita españolización de Wert- en la escuela; amenazas de boicots comerciales y anunciados chantajes para imponer aranceles sobre los productos catalanes; continuas negativas y firme oposición en permitir ejercer la plenitud democrática y de autorizar el referéndum demandado; agresivos golpes a la razón propinados con la pétrea constitución española, sin ton ni son, contra los hartos -pero pacíficos- ciudadanos catalanes; guerra sucia generalizada contra políticos e instituciones catalanas; seculares incumplimientos de inversiones en infraestructuras en Catalunya; el destierro de los catalanes a la isla de Robinson Crusoe o al espacio sideral.... ¿Son estas las terceras vías que nos ofrecen desde Madrit?. Los continuados portazos en los morros parece que son bastante claros y evidentes. No quieren ni pueden negociar ya que tienen demasiados privilegios que perder. Son demasiados años ordeñando la vaca y recogiendo los frutos catalanes que sacan de la gallina de los huevos de oro hasta la extenuación, como para ponerse a negociar ahora y salir perdiendo. Madrit se avergüenza de ser reconocido como lo que es: un avispado hidalgo de sucias y descosidas vestimentas y gastadas botas de suelas agujereadas, sin más razón y fuerza que exhibir que una espada oxidada, blandida con altivez y soberbia propias de los gloriosos siglos imperiales castellanos. No les pasa por la cabeza ni por asomo cambiar verdaderamente de actitud y maneras para mejorar su posición y decencia, y recuperar la autoestima necesaria para poder salir de este mal paso en el que se han metido ellos solitos. Incluso continúan utilizando la pusilanimidad del unionismo catalán para hurgar encarnizadamente dentro del soberanismo con la vana esperanza de conseguir debilitar el proceso. Pero no lo conseguirán jamás. Ni siquiera con la ayuda voluntaria o involuntaria del señor Duran y/o de la Santa Alianza -foro puente aéreo-.

No se engañe señor Duran.... Las terceras vías ya no existen. Son vías muertas que no conducen a ningún sitio. Los puentes tendidos están siendo dinamitados por Madrit tan pronto el unionismo catalán los construye. Y el unionismo cada día que pasa pierden buey y cencerro en este envite eterno e infructuoso. Madrit no negocia, ¡impone!. Madrit solo sabe mandar. Quieren la rendición incondicional de Catalunya. Y no se equivoque Duran porque ahora le digan piropos y ensalcen sus encantos mientras le dan afectuosos golpecitos en la espalda, ya que no lo hacen como consuelo y homenaje, sino que lo hacen para utilizarle como martillo con el cual machacar el soberanismo. Por todo ello, los catalanes hace tiempo que hemos decidido que solo la libertad y la democracia nos proporcionará todo aquello que queremos y necesitamos. No nos asustan las dificultades ni las zancadillas que nos pongan ante nosotros; nos sentimos legítimamente orgullosos de la inmensa tarea realizada hasta ahora y no nos arredra el arduo trabajo que nos espera hasta conseguir la independencia. Somos plenamente conscientes que incluso después de conseguirla también deberemos de seguir luchando. Pero así lo haremos porque tenemos esperanza, ilusión y ganas. Porqué confiamos en nuestras fuerzas y capacidades. Porqué somos muchos y estamos unidos. En definitiva, porqué queremos la independencia.














divendres, 6 de juny del 2014

EL INCIERTO PORVENIR DE ESPAÑA.

Esconderse detrás de la Constitución como hace Mariano Rajoy para negar un derecho inequívocamente democrático -como sería pactar la celebración de un referéndum de autodeterminación en Catalunya-, causa a la buena gente de este país auténtico asco y verdaderas nauseas, previos al incontenible vómito que sigue a esta injustificada y persistente negativa. Las constantes apelaciones a una inamovible y despiadada legalidad constitucional española que hace el unionismo para combatir las legítimas aspiraciones catalanas -legalidad que por cierto se utiliza más como trituradora de la libertad que no como cualidad de aquello que es legitimo-,  resulta el ejemplo más claro de la escasez e inconsistencia de principios democráticos que padece el Estado español, hoy en manos de gobernantes notoriamente incapaces y políticamente insolventes. Y absolutamente superados por los acontecimientos.

Ante este triste panorama no resulta raro que las últimas elecciones al Parlamento Europeo hayan tenido un desenlace, especialmente en España, tan previsible como preocupante. De entrada, tanto los populares como los socialistas han sufrido un descenso de votos que si bien resultaba previsible, a la vez augura un futuro político-partidista más incierto si cabe hacia la irrelevancia parlamentaria de ambas formaciones. Sus pérdidas conjuntas se elevan a 17 escaños. Los conservadores pierden 8 y los progresistas 9. De llegada, la Izquierda Plural -IU- aumenta 4 escaños -pasa de 2 a 6-, pero se queda corta y no alcanza las expectativas preconcebidas. Pero los que han provocado un auténtico terremoto son Ciudadanos, que de no tener representantes sacan 2; Unión Progreso y Democracia, que pasa de 1 a 4; y especialmente Podemos, que obtiene seis escaños en tan solo tres meses de existencia.

Este auténtico seísmo político provocado por estas tres formaciones es lo que resulta más preocupante, en opinión de cualquier ciudadano español acostumbrado a un bipartidismo imperfecto como el que se gozaba en España hasta hace poco. C's es una formación abiertamente nacionalista española -razón por la cual han perdido muchos votos en Catalunya y ganado en España-, marcadamente populista hasta el punto de ser vista como la reencarnación del lerrouxismo de los años 20 del siglo pasado, y además, cínicamente anticatalana. UPyD es un partido que en Catalunya prácticamente no cuenta, pero no por esta razón deja de ser tan o más populista, anticatalanista y nacionalista que C's, la otra cara de la misma moneda. En realidad, parecen más una moneda de dos caras y ninguna cruz. En definitiva, la representación del españolismo más inflamado se ha incrementado notablemente en todo el Estado y a duras penas se ve compensado por el nacimiento de una nueva formación como es Podemos, también populista y demagógica como las dos nacionalistas puras mencionadas antes pero más progresista, hasta el punto de ser catalogada por sus adversarios como chavistas castristas radicales. Las tres formaciones incorporan como señas de identidad propias implacables ataques contra la casta política y la partitocracia que dominan España, como si ellas fueran ajenas a estas realidades sociales. También tienen en común el apoyo profuso e incondicional que han recibido de diversos medios de comunicación que podríamos encastrar dentro de la conocida como caverna mediática madrileña. Incluso no sería descabellado nombrarles como la nueva costra española antes que como la anticuada casta política.... ¡Madre mía!. ¿En manos de quien se han puesto los votantes españoles?. ¿Que futuro le espera a España?. Fin del bipartidismo, ascenso y consolidación del populismo y nacionalismo constitucionalista rampante. Estas son las consecuencias. Además, será un futuro sin el rey Juan Carlos I, el cual acaba de abdicar. Y sin Catalunya, cuyos ciudadanos queremos mayoritariamente la independencia y por tanto, irnos del Estado.

Ciertamente, el provenir español no resulta demasiado halagüeño. Lo más triste es que no se vislumbra en el horizonte ninguna oferta o propuesta que empuje y anime a los ciudadanos hacia un futuro ilusionante, que llene de esperanza y seguridad sus atribulados y dolidos espíritus.... ¡No son soluciones legales las que necesitan los súbditos españoles!. Se trata de hacer Política y no más leyes; se trata de impartir Justicia más que legalidad; de ejercer la Democracia real y aceptar los principios que la sostienen, sin ningún tipo de excusas ni restricciones. Tendrían que aprovechar la oportunidad que la historia les brinda para comenzar de nuevo. Y después, ¡buen viento y barca nueva!.

Es lo que estamos haciendo los catalanes. Después de fracasar en el intento de hacer un nuevo Estatuto de Autonomía para encajar definitivamente Catalunya con España, los catalanes no nos conformamos ni nos resignamos. Recibimos los escarnios y bofetones propinados por los populares en las plazas y pueblos de toda España estoicamente, con infinita paciencia y serenidad. Recordemos: "¿Donde tengo que firmar contra Catalunya?", decían con entusiasmo muchos españoles contestando a la llamada hecha por los conservadores contra el Estatuto catalán. Después, un Tribunal Constitucional absolutamente deslegitimado procedió a humillarnos con una sentencia inaceptable pero que tuvo la virtud de abrirnos ojos y mentes de forma ya irreversible. Y hemos soportado insultos, amenazas, chantajes y el talibanismo constitucionalista del PP y del PSOE. Es por todo ello que ya no confiamos en esta España ajada y maltrecha por la corrupción estructural y generalizada que sufre. En consecuencia, los catalanes nos pusimos en marcha decididamente hacia la libertad y así, recuperamos la esperanza, la ilusión y la confianza en nuestras propias fuerzas.

Ahora ya vislumbramos nuestra meta, que es nuestro premio. La soberanía plena se halla a nuestro alcance. Los cantos de sirena que entonan apagadas baladas federalistas, de regeneración del régimen, de nuevo rey, de cambios o nuevas constituciones, ya no nos seducen. Deseamos lo mejor para España, pero también y especialmente para Catalunya y los catalanes. Y lo mejor para nosotros es la independencia. Al fin y al cabo, me temo que en España la figura de El gatopardo continuará omnipresente por muchos años. El Príncipe de Salina proseguirá su reinado, impertérrito. "Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie"...."¿Y ahora que pasará?.¡Bah!. Tratativas pespunteadas de tiroteos inocuos, y, después, todo será igual a pesar que todo habrá cambiado".

En manos de los españoles está cambiar todo para que nada continúe como está. Sin renunciar a nuestra próxima independencia, en todo aquello que podamos les ayudaremos. Si quieren matar el espíritu de Lampedusa, adelante. Pero no mataremos nuestras ansias de libertad e independencia para matar fantasmas emboscados. ¡Eso nunca....!. Porqué a menudo, además, resultan inmortales.