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divendres, 23 de juliol del 2021

¡EL UNO POR EL OTRO!. ¡CULO Y MIERDA!.

El PSOE está adquiriendo el mismo carácter que el PP. Por ejemplo en la renovación de los cargos de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales o como blanqueador de Sociedad Civil Catalana, descendiente directa del nacionalcatolicismo típicamente español. Después se lamentarán por el hecho que el PP está fortaleciendo la extrema derecha, copiando el discurso de VOX. ¡Pardiez, pero si el PSOE hace prácticamente lo mismo!.

Si esto que pasa en España es propio de un estado de derecho y democrático no sé yo porque se empeñan en pedir respeto y acatamiento a la ley, a la Constitución o a las reglas del juego -los principios democráticos- si después hacen lo que quieren según sus intereses, sea decentes o indecentes, morales o inmorales. España no hizo ninguna transición de la dictadura a la democracia. ¿Pero qué dices?. ¡Ni en broma!. La modélica transición de la ley a la ley para acabar siendo una democracia normal, homologable y occidental fue un espejismo, una filfa. Lo que verdaderamente ocurrió fue mantener la "democracia orgánica" típicamente española, debidamente tuneada. Es decir: Una transición desde una dictadura formal y cruel hacia una dictablanda informal y despiadada, en acelerado proceso hacia un duro autoritarismo..... 

¡Veamos!. Se han de renovar los altos cargos de todas las instituciones del Estado de acuerdo con el mandato constitucional el cual, al parecer, se lo pasan por el forro según la conveniencia partidista de cada uno. También debe renovarse el Consejo General del Poder Judicial, el órgano de gobierno de la judicatura, de quien dependen todos los nombramientos de jueces y magistrados. Se debe renovar para reforzar supuestamente la independencia judicial, cada día que pasa más cuestionada y discutida. Lo mismo ocurre con el Tribunal Constitucional, Tribunal de Cuentas, Defensor del Pueblo..... La Junta Electoral Central o los nombramientos de altos directivos de los medios públicos, como son TVE, Radio Nacional o la Agencia EFE asimismo deben renovarse para reflejar en todos ellos la nueva realidad parlamentaria de las Cortes Españolas, surgida después de las últimas elecciones. ¡Pero, ailás!. Resulta que la realidad parlamentaria esta inequívocamente decantada más hacia la izquierda de lo que no está dispuesta a aceptar la derecha extrema más españolista -¡y franquista de siempre!- que aún impera en todo el Estado. El resultado es un bloqueo absoluto en todas las instituciones....

Por si todo ello fuera poco, algo parecido ocurre en el autonómico Parlamento de Cataluña, sólo que aquí las mayorías están decantadas hacia el independentismo de una manera bastante contundente y peligrosamente evidente para el gusto del unionismo españolista minoritario. El Síndic de Greuges, los altos cargos de la Radio y Televisión públicas, el Consejo de Garantías Estatutarias.... La diferencia es que la amenaza de bloqueo surge nada más y nada menos que desde el Partido Socialista de Cataluña, también reconocido como sucursal catalana del PSOE. En Cataluña el nacional-catolicismo es sustentado y se halla magníficamente representado por el PSC. Incluso son los socialistas de Cataluña los encargados de blanquear las entidades y asociaciones españolistas más ultramontanas que pululan por todo el país, aunque no se sabe cómo o con qué recursos sobreviven -visto el escaso número de afiliados que tienen-, incluyendo instituciones y entidades que tienen sus orígenes y fundadores empotrados en la extrema derecha españolista, empero con domicilio social establecido en Cataluña. Por supuesto, tal circunstancia no merece ningún tipo de atención por parte de nepótico Tribunal de Cuentas..... Es un claro ejemplo de todo ello el hecho que Salvador Illa apoye públicamente todo aquello que propone Sociedad Civil Catalana la cual, casualmente, se muestran siempre obsesionados contra el catalanismo en general y el independentismo en particular. Entre otras cosas, piden refundar y redefinir la CCMA para que supuestamente recoja la diversidad lingüística. Es decir, piden reforzar la hegemonía del castellano frente al catalán en los medios públicos -¡como ya sucede con los privados!- contradiciendo la ley que originó la creación de la corporación. También piden un giro cultural a base de toros, cine español, coros y danzas -como antaño- y priorizando la literatura castellana. Exigencia por cierto extensible al contenido informativo, hablando más de España y menos de Cataluña o lo que es lo mismo, hablando más de unidad española que de soberanía popular catalana. Ni que decir tiene que la hispano-izquierda también se alinea junto al españolismo más inflamado cuando niega por activa y por pasiva el derecho de autodeterminación -cuando aún no hace demasiado tiempo defendían lo contrario-, la amnistía para los presos y exiliados políticos catalanes, o el cese de la represión judicial, policial y económica desatada contra el independentismo. Al fin y al cabo, el contundente NO a todo de Mariano Rajoy se ha vuelto en un inconcreto SI pero NO de Pedro Sánchez.

Todo ello para que se visualice el pluralismo real que hay en Cataluña. Mejor dicho, para que se difumine la hegemonía del independentismo soberanista en beneficio de un insustancial y minoritario unionismo españolista..... En definitiva, quieren que los medios públicos catalanes sean la herramienta adecuada para proceder al adoctrinamiento de los catalanes hacia el camino de la corrección política y sentimental más cercana al nacionalismo español que se haya visto desde tiempos de Franco, como por cierto ya pasa a estas alturas en los medios públicos y privados españoles y como propuso en su día el inefable ex ministro de educación José Ignacio Wert refiriéndose a los niños catalanes. Ahora ya se propone abiertamente adoctrinar en las españolísimas esencias patrias a todo aquel que viva y trabaje en Cataluña, sin ningún tipo de excepción. Obviando la realidad nacional y sentimientos de cada uno.....

Partido Popular y Partido Socialista Obrero Español..... ¡El uno por el otro!.

Aunque a mí me gusta más utilizar una expresión catalana quizás más escatológica pero bastante gráfica y acertada que define con precisión lo que son ambos partidos en realidad..... ¡Son cul i merda!.