La meva llista de blogs

dimecres, 30 d’agost del 2017

LECCIONES EXTRAIDAS A PARTIR DEL 17 DE AGOSTO.....

El diecisiete de agosto pasado hubo un atentado yihadista en la Rambla de Barcelona. Más tarde, en Cambrils, reincidieron y cinco terroristas fueron abatidos por los mossos d'esquadra. El precio que hemos pagado por esta salvajada han sido quince muertos y más de un centenar de heridos. Hasta aquí la información fria y dura.....

Pero la noticia ni es fría ni es solo dura...... ¡Antes al contrario!. Es dolorosa, emotiva y llena de crueldad. Asesinados y heridos, la mayoría turistas, que disfrutaban de un paseo por las calles más emblemáticas de ambas ciudades, recibieron un latigazo de odio y sectarismo en nombre de una religión que no predica ni rencor ni fanatismo..... Trallazo extensible a millones de personas de Catalunya, de España, de Europa y del resto del Mundo.

"No tinc por" se gritaba en las concentraciones convocadas para condenar el atentado. Los asistentes agradecían la impagable tarea desarrollada por los mossos y los servicios de emergencia y protección civil y por las muestras de solidaridad y abrigo manifestadas por los ciudadanos y los diferentes colectivos profesionales, así como por la respuesta dada por la sociedad civil en general, ante la magnitud de la tragedia sufrida. La eficacia mostrada por las diferentes autoridades y por la Generalitat en particular fue el mejor de los consuelos. Pero.... ¡Ailás!. Apenas habían transcurrido unas pocas horas cuando ya surgieron las consabidas excepciones a tanta armonía, solidaridad y supuesta unidad ante lo acontecido. La web comenzó a hervir y algunos impresentable empezaron a mostrar el odio acumulado hacia Catalunya y los catalanes. Algunos de los vomitivos mensajes lanzados iban dedicados a congratularse que hubiese pasado en Barcelona y el Catalunya. Otros culpaban a la política de acogida supuestamente permisiva de la Generalitat hacia los musulmanes. Por cierto, política que siempre ha sido competencia del gobierno de Madrit. Pero la mayoría de mensajes, auténticas infamias, se centraban en mezclar las ansias de independencia de Catalunya con las sangrantes consecuencias producidas por el atentado yihadista..... A medida que pasaban las horas la mezcla entre proceso soberanista y terrorismo se iba incrementando, extendiéndose desde la web hacia los medios de comunicación cavernarios, tanto en versión digital como los impresos en papel o difundidos por radio y televisión. Incluso la mezquindad desatada llegó hasta los ámbitos políticos y policiales españoles, los cuales porfiaban por hurgar en la división política como causa de todos los males y la unidad de la patria como panacea de todos los parabienes, mientras estallaban de envidia y celos a causa de la buena tarea realizada por la Generalitat, por los mossos d'esquadra y la respuesta dada por la sociedad civil catalana. Incluso el exministro Mayor Oreja criticó enrabietado que se informara también en catalán puesto que "los españoles merecían que les explicaran los atentados en español". ¡Todo acabó deviniendo en puras y duras muestras de envidia y rabia....!.

No merece la pena continuar hablando sobre esta reacción tan visceral como ruín de algunos significados representantes del nacional-catolicismo español y de los más exaltados unionistas, incluyendo desgraciadamente también algunos catalanes. Hacerlo sería hacernos mala sangre y alimentar la espiral de odio que tan desvergonzadamente muestran este tipo de personajes. Pero si merece la pena sacar algunas consecuencias positivas y, porqué no, algunas negativas, también muy esclarecedoras.

En primer lugar ha sido la impecable reacción mostrada por la ciudadanía. Podemos sentirnos orgullosos. La tarea de los mossos d'esquadra y de las autoridades catalanas también son dignas de ser destacadas. Información abundante, veraz y detallada. Una verdadera demostración de como se han de hacer las cosas, sobretodo cuando se trata de un asunto como el ocurrido en Barcelona y Cambrils. Siempre podremos preguntarnos que no habría pasado si la policía catalana hubiera podido contar con los efectivos que hasta ahora no han sido autorizados por el Ministerio de Hacienda por cuestiones presupuestarias o, incluso, si se podía haber evitado el atentado caso de disponer de la información que algunos servicios secretos transmitieron a sus homónimos españoles, los cuales parece que jamás llegaron a poner a disposición de los mossos. Sería verosímil pensar que si los mossos hubieran estado integrados en Europol e Interpol podrían haber recibido más información. Pero el gobierno de España no lo ha permitido hasta ahora, porqué dicen que "es una competencia estatal". Competencia que en el asunto que nos ocupa ha devenido en absoluta incompetencia estatal......¡Y además, dolosa!

Donde más se ha notado el rencor que provoca en proceso catalán ha sido entre los medios cavernarios españoles, tanto los madrileños como algunos pocos catalanes. De estos últimos concretamente dos: La Vanguardia y El Periódico-. Desde viñetas vergonzosas sobre el atentado mezclándolas con la independencia publicadas en El País, hasta las exclusivas orgullosamente aireadas por El Periódico: "La CIA avanzó hace dos meses a los mossos que la Rambla era objetivo del yihadismo". Esto yo lo califico como una exclusiva post-verídica, difundida para desprestigiar una policía catalana cargada de profesionalidad y de actuación irreprochable, pero a la cual se le ocultó información vital que presuntamente estaba en poder de los servicios de información españoles. La post-exclusiva fue publicada tres cuartos de hora después de producido el atentado con los muertos aun sobre la calzada y los heridos demandando auxilio. Pasando también por sesudos editoriales, surgidos de la pluma de auténticos trogloditas antediluvianos y absolutamente sectarios, que parecían más interesados en pedir que la Generalitat se olvidara de la independencia porque esta era la causa del terrorismo, o aconsejando mantener la unidad del Estado porque ello era garantía de que no volviera a ocurrir lo que ha pasado este fatídico diecisiete de agosto. Pero la acusación de politizar el atentado la atribuían a la Generalitat.... ¡Vergonzoso!. ¡Patético!.

La Generalitat ha estado al nivel esperado. A la altura de lo acontecido. Ha actuado con mesura, transparencia y rapidez, como corresponde hacer a las instituciones serias de cualquier estado democrático del mundo. Algunos han ido a remolque, como hidalgos de capa raída y botas desgastadas, mezquinos pero a la vez altivos y rabiosos porque no han sido los protagonistas de la resolución de la tragedia. De ahí la rabia, el buscar tres pies al gato o intentar desprestigiar el buen trabajo realizado porque no la hicieron ellos...... Quisieron mezclar independentismo y terrorismo y han quedado en evidencia. Tal es el caso del gobierno, la caverna y algunos trolls -¡muchos!-, siempre dispuestos a defender la sagrada unidad de la patria aunque para hacerlo tengan que mancharse con las lágrimas y la sangre de las víctimas.

Ahora si que mezclo, intencionadamente, el atentado y el proceso independentista. Por ello me disculpo. Si los catalanes queremos librarnos de tanta ruindad y mala leche tenemos una única alternativa: la conquista de un nuevo estado libre y soberano en el que no tengan cabida tanta mezquindad y tanta amargura......

¡Por ello necesitamos la independencia!




dimecres, 9 d’agost del 2017

¡HABLAR!. ¡PACTAR.......!. ¡RAZONAR!.

Parece que todo ya está decidido. Por un lado los independentistas caminamos con paso firme, decidido y esperanzado pero también un poco angustiados y ansiosos, impacientes al fin y al cabo, hacia la plena libertad de nuestro pueblo, hacia el nacimiento de un nuevo Estado: la República de Catalunya. A la cual llegaremos como muy tarde el próximo mes de octubre. Por parte de los unionistas, empero, sucede todo lo contrario. Se muestran nerviosos, desconfiados, temerosos, a la par que amenazantes. Anuncian a los cuatro vientos que no se celebrará ningún referéndum, que esto de la independencia es de un radicalismo exacerbado y que lo único que importa es aquello que su ley permite, que afinan sus fiscales, que sentencian sus jueces y tolera su policía. Fuera de aquí, fuera de la cobertura que proporciona su Constitución y su estreñida interpretación excluyente, no existe nada. Ni legitimidad, ni libertades, ni principios democráticos..... ¡Nada de nada fuera de España!.

Así pues, ¿qué más queda por decir?. Las posturas están ya decantadas. Los argumentos a favor de la independencia, múltiples y variados, han sido expuestos, defendidos y debatidos profusamente. Sin que hayan podido ser rebatidos o confrontados con los argumentos favorables a la unidad con España. Sencillamente, los argumentos unionistas no existen. No ha habido ningún tipo de oferta, contraoferta, proposición o razonamiento surgido desde la parte unionista, mínimamente creíble o estimulante. Toda su preocupación se ha dirigido a manipular la realidad de Catalunya a base de amenazas, insultos y mentiras. Que si el proceso es un golpe de estado, que es propio de una tiranía, que somos nazis y fascistas, sediciosos, anticonstitucionales, ilegítimos y el diablo con cola y cuernos, que exigimos el referéndum para dividir la sociedad, que propiciamos la violencia y el enfrentamiento como si de terroristas de ETA se tratara...... Estos han sido alguno de los apelativos y consideraciones que nos han dedicado y aún dedican con la pretensión de seducirnos para que nos quedemos con ellos, dentro de España. Y las carantoñas hacia los catalanes y Catalunya no se han limitado solo a palabras más o menos dulces o rebosantes de afecto y estimación, puesto que también podemos encontrar acciones y decisiones tomadas por los defensores de la sagrada unidad y del status quo vigente tan cautivadoras como pueden ser las continuas y arbitrarias impugnaciones de leyes catalanas y de declaraciones políticas aprobadas por el Parlament, llevándolas ante el ignominioso Tribunal Constitucional, con la consabida suspensión e ilegalización automática, dictadas deprisa y corriendo sin matices ni contemplaciones de ningún tipo. Sencillamente, porque sospechan que pueden devenir independentistas. Lo hacen preventivamente, por si acaso..... Por no hablar del desvergonzado boicot de las cercanías ferroviarias de Barcelona y del aeropuerto de El Prat, en manos de ADIF y AENA respectivamente, ambas empresas públicas españolas. O de las inversiones comprometidas por el ministerio de Fomento y jamás ejecutadas. O del asedio policial contra personalidades e instituciones independentistas, bajo la excusa que se trata de la actuación normal de un estado de derecho como dicen que es el español. Un Estado, por cierto, que cada día que pasa evidencia las graves carencias -¡deficiencias!- democráticas que padece, la inexistencia de la separación de poderes que lo caracteriza, la ilegitimidad de la policía patriótica que lo protege y la apabullante corrupción desparramada por todas partes, que ensucia desde ministerios y ministros hasta partidos políticos de ámbito estatal o local, pasando por altos funcionarios o de manguito y visera,
incluyendo a algunos  fiscales, jueces, banqueros, periodistas, especuladores diversos y el IBEX 35 en pleno, todos ellos siempre dispuestos a dar la razón -o imponerla, según su conveniencia- al gobierno de Mariano Rajoy Brey, máximo responsable de este despropósito en que se ha convertido el Estado español. Todo ello solo para poner unos cuantos ejemplos bastante significativos de cual es el talante predominante dentro del unionismo: Negación de principios democráticos y aniquilación del soberanismo catalán utilizando toda clase de armas, chantajes, amenazas, insultos e incluso la violencia si hiciera falta.....

¡Pués bién!. Si todo está dicho y bendecido, ¿de que podemos hablar?. Un buen motivo para hablar es sobre que pasará a partir del 2 de octubre. De entrada, sea cual sea el resultado del referéndum nada seguirá como hasta ahora. Si gana el NO, tendremos que volver a hablar del manido encaje, hasta ahora imposible, de Catalunya en el Estado con una Constitución que ha sido tan magreada por los mandatarios españoles, desde los ámbitos políticos, jurídicos, policiales, militares, periodísticos, económicos, culturales y sociales, que es percibida por la mayoría de catalanes como un amenazante garrote que a menudo aterriza violentamente en nuestras cabezas y espaldas, como parte de una peculiar forma de imposición forzada, enormemente inclusiva. Literalmente, en nuestro caso la letra ha entrado y entrará por la espalda, si todo continua igual. A buen seguro que sería un eterno volver a empezar. ¡Para no llegar a ningún lado, ciertamente!. 

En cambio, lo más probable -¡seguro!- es que gane el SI. Y lo hará de forma limpia y amplia. Con una excelente participación y un porcentaje favorable a la independencia por encima del 60%, auguro. Entonces podremos hablar en igualdad de condiciones, de tú a tú, de cuando y como nos repartimos los activos y pasivos del antiguo estado felizmente finiquitado, del mutuo reconocimiento de la realidad recién iniciada por ambas naciones y de cómo encaramos la nueva situación creada para los dos nuevos estados, con la confianza de llegar a acuerdos beneficiosos tanto para España como para Catalunya. En definitiva, poner punto y final a una situación anómala e injusta para Catalunya y liberar a España de un territorio y una población que jamás se han sentido concernidos con la Castilla eterna o la España irreal de hoy en día.

¡Hablar!. ¡Pactar.....!. ¡Razonar!. Tres palabras rebosantes de buen juicio y arrebato a la vez. Tres verbos que jamás deberían haber sido desdeñados por el gobierno de España. Tres palabras que nada tienen que ver con amenazas, chantajes, imposiciones, insultos o violencia. Ni con insinuaciones o advertencias de utilizar la fuerza bruta contra los anhelos democráticos de la mayoría de catalanes, o la fuerza legal -jamás legítima en este caso- contra el patrimonio de los políticos independentistas. Si ello ocurriera, será una auténtica vergüenza para España que la marcará como un Estado trilero y antidemocrático...... por los siglos de los siglos. La responsabilidad de todo lo que está pasando entre Catalunya y España ha sido primordialmente de un gobierno y unas instituciones poseedoras de todo el poder y la fuerza del Estado, prepotentes, altivos y abusadores, así como también incapaces de reconocer los errores, abusos y arbitrariedades tan alegremente cometidos contra Catalunya, y plenamente conscientes de haber instrumentalizado este poder omnímodo a menudo a favor de los 666 -¡el número del diablo!- o 6666 poderosos de España -no importa un seis más o menos- acuartelados en Madrit contra los díscolos y tozudos catalanes, los cuales jamás hemos sido asimilados, sometidos ni nos hemos resignado a los modos y maneras de la Castilla de antes y la España de ahora..... Es justo reconocer, empero, que este mal también lo han padecido y padecen millones de ciudadanos españoles. Lo que todavía hace más incomprensible el seguidismo de estos mismos ciudadanos a favor del gobierno popular y del apoyo dispensado a la cruzada desatada contra Catalunya. Es como si no aceptaran que Catalunya rompiera cadenas y ellos se quedaran encadenados.....O todos moros o todos cristianos, deben pensar.

Para los catalanes se acaban tres siglos de sumisión y ocupación, Hemos aguantado guerras sin cuartel contra nuestra lengua, cultura y costumbres. Hemos soportado la imposición de un Estado el cual jamás ha actuado a favor de Catalunya y los catalanes y siempre nos ha mirado de reojo y con suma desconfianza, odio, envidia y deslealtad manifiestas. Incluso me permito afirmar que sus leyes, sus fiscales, sus jueces y su policía siempre ha actuado con el objetivo premeditado de someter Catalunya a los modos y costumbres de Castilla, bajo la excusa de la igualdad -en realidad uniformidad- y solidaridad -más bién expolio- entre todos los ciudadanos del Estado, como si de un territorio sin historia ni ciudadanos libres pero reconquistado se tratara. Las consecuencias resultantes son que este comportamiento imperialista de España ha sido percibido por muchos catalanes como una especie de colonialismo decimonónico, pasado de moda, que han hecho de Catalunya la última colonia del Reino de España a la cual exprimir todo el jugo posible hasta la consunción definitiva. Si todo ello lo redondeamos con la mala fé económica del Estado español mostrada por la falta secular de inversiones en infraestructuras presupuestadas pero jamás ejecutadas en su totalidad o pospuestas indefinidamente, el expolio fiscal disfrazado de falsa solidaridad que siempre -y por siempre- padecemos los ciudadanos catalanes y la consideración de Catalunya como un territorio que tiene la obligación de someterse a los intereses de la  España hegemónica y omnipresente, intereses por cierto que no suelen coincidir con los catalanes, entonces tendremos el cuadro completo.

A nadie debería extrañar que Catalunya haya decidido poner fin a toda esta anomalía histórica que ya dura demasiado. El referéndum no solo se hará sino que también deviene necesario e ineludible. Y la independencia de la Catalunya resultante también será positiva para la nueva España. Puesto que la sacudida que ello representará para sus ciudadanos tendrá efectos de catarsis colectiva. Podrán hacer un reset y poner proa hacia una auténtica revolución social y personal que ponga fin a una manera de entender el Estado como el patrimonio de unos pocos privilegiados -¡los 666 del diablo!- por encima del derecho de los ciudadanos de a pie, que al fin y al cabo tienen que ser y serán los auténticos y únicos beneficiarios de ambos estados renacidos y esperemos que también exitosos..... ¡Así sea!.