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INDEPENDENCIA. COMO. CUANDO.

Hasta aquí, los antecedentes. ¿Cuando tenemos que ser independientes? Lo antes posible. No es conveniente entrar en una espiral de negociaciones estériles que solo servirían para que todo se fuera pudriendo. Por tanto, de forma imperativa, debe alcanzarse una mayoría parlamentaria dispuesta a proclamar unilateralmente la independencia. Una mayoría que no necesariamente debe corresponder a una sola formación política. De manera que solo falta el coraje, la valentía, la osadía, la voluntad política de querer hacer aquello por lo que serían elegidos nuestros representantes, después de una campaña electoral de profundo debate y de clarificación de las posiciones de cada uno, en este capital asunto.

¿Como alcanzar la mayoría parlamentaria necesaria? Lo cierto es que no estamos tan lejos de esta situación. Si se analizan los resultados de las elecciones catalanas en el pasado, vemos que la mayoría catalanista es abrumadora. Lo único que falta es que el catalanismo se transforme en soberanismo. Y esto ya está pasando. Solo falta que se consolide el cambio.

El 10 de julio de 2010 se produce el punto de no retorno. La gran manifestación de repulsa contra el Tribunal Constitucional, convertida espontáneamente en independentista, así lo demuestra. Ello a pesar del burdo intento de algunos políticos españolistas, medios de comunicación y periodistas fieles a sus prejuicios unionistas. Algún día se tendrá que poner nombre y apellidos a las personas y medios que, utilizando su influencia profesional, intentan hacer pasar por información lo que no son más que opiniones personales, o lo que es más grave, lo que son sus particulares deseos de cambiar la verdad, por una virtualidad propia y por ende, insostenible.

Esta manifestación, así como las aparentemente fracasadas consultas independentistas realizadas en 2009 y 2010, demuestran la madurez del proyecto que nos tiene que conducir hacia la plenitud nacional el próximo año 2011.

Las próximas elecciones al Parlamento serán decisivas. El resultado y sobre todo, la participación, marcarán el futuro, tanto a corto y medio plazo, como por supuesto a largo plazo. Una participación alta hará que los resultados sean incuestionables. En el imaginario español, parece que la legitimidad viene condicionada más por el número de personas que acuden a votar, que no por la participación de los que libremente deciden ejercer su plenitud democrática. Dan más valor a los que no ejercen sus derechos que a los que sí lo hacen, como se pudo comprobar por las reacciones que causó la aprobación del estatuto y las críticas que se hicieron, más como excusa para la deslegitimación, que por el resultado de las votaciones.

En resumen, es muy importante que la participación sea elevada. El resultado de la votación vendrá condicionado por esta circunstancia. Cuanto más gente vote, mayor será la representación que obtendrá el soberanismo y menor el españolismo. Se que esta opinión puede (y debe) ser discutida. Pero no es menos cierto que los resultados mejoran tanto para el partido popular, como para los lerrouxistas de "ciudadanos", cuanto menor es la participación. Tal vez por ello fomentan el "pasotismo" hacia lo estrictamente político y reclaman someter las ideas a la pura gestión administrativa de la vida. Así, al grito de "lo que interesa a la gente" o "la fractura social que se producirá", intentan que la gente no debata, no piense más allá de lo justo para que la sociedad no avance ni cambie.

En fin, intentan que la gente no pueda pensar que la solución a muchos (por no decir todos) problemas que la sociedad catalana tiene, aquí y ahora, pasa por alcanzar la plena soberanía, que permitiera planificar las obras públicas, decidir plenamente sobre la enseñanza o las pensiones, sobre la política económica, impuestos, sanidad, etc. Ser un país soberano significa ser dueño de tus decisiones, de tus propios recursos, de tus actos, tanto personales como colectivos. Las decisiones serán mas justas y mejores por el mero hecho de que las tomaremos nosotros y en casa, de acuerdo con nuestros intereses y de acuerdo con nuestros valores y nuestra personalidad, sin injerencias foráneas.

Definitivamente, tiene que ser realmente placentero poder tomar tus propias decisiones con absoluta libertad. De acuerdo con tus necesidades, con tus recursos, con tus intereses. Tener la oportunidad de errar o acertar no tiene precio. Porque el costo pagado por la dependencia de Catalunya hacia España, ha sido y es tan oneroso para los catalanes, que nos hemos ganado, con creces, el cielo de la libertad tanto nacional como individual. Ni más, ni menos que cualquier otro país de este mundo.

3 comentaris:

  1. PERO COMO TIENES TANTA VERBORREA.?????

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  2. No entiendo qué quieres decir. Deberías leer mi primer escrito -¿PORQUE DESEO LA INDEPENDENCIA?. Teniendo en cuenta la fecha de publicación -agosto de 2010-, considero que mis opiniones siguen plenamente vigentes y en absoluto son producto de la verborrea. En mi opinión, reflejan fidedignamente la realidad. Incluso, la actualidad.

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  3. Jancugat, tens tot el meu suport i el de milions de catalans i catalanes. I el que més por els fa és que cada cop som més i el seus arguments en contra de la llibertat de Catalunya són cada vegada més ridiculs, infantils i infundats. Endavant! Aviat ho aconseguirem!!

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