La ofensiva española no cesa. ¡Al contrario!. Se acelera y esparce a todos y a todo lo que tengan que ver con Catalunya y los catalanes. Han decidido condenar e inhabilitar a todo independentista mínimamente significado. Mas, Ortega, Rigau, Homs, Forcadell, seis concejales de Badalona, la alcaldesa de Berga Montserrat Venturós..... También piden explicaciones a los cincuenta y ocho ayuntamientos catalanes que no celebraron el 12 de octubre, día de la Hispanidad y de la Raza, para poder exigirles responsabilidades, ¡incluso penales si fuera necesario!. Por no hablar de los cuatrocientos ayuntamientos perseguidos y denunciados por la virreina Llanos de Luna porque no hacen las cosas como a ella le gustaría. Y no satisfechos con todo ello, aperciben a Puigdemont, Romeva, Junqueras, Rull y Gabriel con las mismas imputaciones que los otros. Por su parte, la juez de Huesca encargada de defender los intereses del gobierno de Aragón amenaza con aplicar el código penal al Consejero de Cultura de Catalunya si no se libran las obras de arte propiedad del Museo de Lleida -¡se compraron y pagaron legalmente!- catalogadas como patrimonio nacional catalán. ¡Quieren consumar un nuevo expolio, esta vez de arte sacro!.
Todo esto es una pequeña muestra de lo que está pasando en Catalunya ahora. Mientras el gobierno de Madrit continúa, implacable, su deriva antidemocrática. Ahogo financiero, infraestructuras tercermundistas, negar inversiones imprescindibles o negarse a hablar con los legítimos representantes del pueblo catalán, son algunos de los hitos conseguidos por los nacional-católicos. Margallo se mete en camisa de once varas reprochando a Bélgica que dé más competencias en política exterior a sus regiones -Flandes y Valonia, ¡pensando en Catalunya!-, lo que provoca la contundente respuesta de las autoridades de aquel país -lo han calificado de irresponsable, ignorante, incoherente-. Por su parte, Fernández Díaz se declara la bestia negra y víctima del independentismo porque le exigen responsabilidades por conspirar contra Catalunya, utilizando fiscales afinadores, policía partidista y sectaria -auténtica guardia pretoriana del régimen- y al director de la oficina antifraude Daniel de Alfonso. Y la fiscalía general le apoya y consuela pidiendo que se archive la denuncia presentada contra él, puesta por Xavier Trias y el Partit Demòrata Català. Naturalmente, nada impedirá que el siniestro Fernández se vaya de rositas, a pesar de la reprobación cosechada en las Cortes españolas y de haberse auto-reconocido responsable de haber destrozado el sistema sanitario público catalán, entre otras fechorías cometidas..... ¡Así actúa la justicia castellana!.
No creo equivocarme si afirmo que ha llegado la hora de comenzar la desobediencia. Ellos tienen la brigada Aranzadi, los jueces, los fiscales, la policía, los funcionarios, los políticos y toda una tropa de nacionalistas españoles decididos a aniquilar el proceso puesto en marcha por millones de ciudadanos catalanes para conseguir la independencia (sencillamente, ¡la libertad!) de nuestra nación. Por contra, nosotros solo tenemos a favor la legitimidad política y ciudadana y los principios democráticos universalmente aceptados. Ellos utilizan el miedo, las amenazas, los insultos, las mentiras y manipulaciones para seducirnos, mientras que nosotros lo hacemos pacíficamente, con ilusión y esperanza, apelando a la justicia y con armas absolutamente democráticas..... Pero ir con el lirio en la mano no es suficiente.
Hemos de empezar a desobedecer las arbitrariedades que surgen desde Madrit. No podemos obedecer a jueces de parte, que prefieren actuar como meros picapleitos antes de impartir justicia. Ni fiscales castellanos que emulan a Torquemada, el inquisidor general de Castilla del siglo XV traspuesto al XXI. No podemos aceptar una policía que se inventa dossieres falsos para después filtrarlos a la prensa cavernaria. No queremos mezclarnos con unos patriotas españoles nacional-católicos que quieren pisotearnos como si fuéramos hormigas, después de chuparnos la sangre. Y no aguantamos ni toleramos más un gobierno que está sustentado por un partido corrompido, que no se somete a control parlamentario y que utiliza el TC como ariete y garrote para destrozar los anhelos y esperanzas de millones de catalanes que caminamos a la búsqueda de la libertad y que estamos ansiosos de gozar de verdadera justicia.
Todos los políticos imputados por la justicia castellana por razones políticas no deben de presentarse ni obedecer a los tribunales. Lo mismo deben hacer las instituciones que sufren el escarnio de requerimientos ilegítimos e inmorales por el mero hecho de actuar municipal o parlamentariamente sin límites ni censuras previas. Esta desobediencia ha de ser colectiva y coordinada. No hemos de hacer caso a una policía que falsea la verdad y que utiliza la mierda de las cloacas del Estado para difamar y asediar a personas honradas por el mero hecho de ser independentistas. Se ha de denunciar públicamente este proceder en sede parlamentaria y en boca del govern. Y tampoco nos podemos conformar ante un gobierno trufado de personajes siniestros y tronados, asentado sobre una montaña de mierda más alta que el Everest. La peste que desprende provoca náuseas.....
Para que estas desobediencias lleguen a buen puerto es necesario que tengan una cobertura política potente que haga que estén impregnadas de legitimidad. Por tanto, ante todo debe producirse un debate extraordinario en el Parlament y aprobar, en su caso, una resolución que declare que todas las cuestiones que Madrit emprenda contra leyes, personas, instituciones -públicas o privadas-, debates parlamentarios, acuerdos municipales o principios democráticos, por motivos políticos, serán debidamente desoídos. Todos los pronunciamientos, sentencias, requerimientos, imputaciones o investigaciones producidas por motivos políticos por la justicia castellana, también serán desoídos. Y todas las resoluciones referidas a Catalunya ejecutadas por el Tribunal Constitucional, serán directamente desoídas. Recordemos que es un tribunal absolutamente deslegitimado debido a su presidencia partidista y anticatalana, y de las sucesivas sentencias pronunciadas siempre contra los intereses catalanes, dado el sesgo progubernamental, nacionalista y anticatalanista que exhibe tan desinhibidamente.
Si así lo hiciéramos, reafirmaríamos la plena soberanía del pueblo catalán delegada a los electos del Parlament de Catalunya. El govern recibiría el impulso y la autoridad necesarios para culminar el proceso soberanista. Y el poder judicial, en Catalunya, se podría dedicar exclusivamente a tareas propias de jueces y fiscales: impartir justicia sin inmiscuirse ni estar condicionados por el poder político.
Y el proceso catalanista quedaría dirigido irremediablemente hacia la próxima independencia, sin más obstáculos, asedios o chantajes inspirados por Madrit....
¡Esto es lo que hemos de hacer....!!!!
Todo esto es una pequeña muestra de lo que está pasando en Catalunya ahora. Mientras el gobierno de Madrit continúa, implacable, su deriva antidemocrática. Ahogo financiero, infraestructuras tercermundistas, negar inversiones imprescindibles o negarse a hablar con los legítimos representantes del pueblo catalán, son algunos de los hitos conseguidos por los nacional-católicos. Margallo se mete en camisa de once varas reprochando a Bélgica que dé más competencias en política exterior a sus regiones -Flandes y Valonia, ¡pensando en Catalunya!-, lo que provoca la contundente respuesta de las autoridades de aquel país -lo han calificado de irresponsable, ignorante, incoherente-. Por su parte, Fernández Díaz se declara la bestia negra y víctima del independentismo porque le exigen responsabilidades por conspirar contra Catalunya, utilizando fiscales afinadores, policía partidista y sectaria -auténtica guardia pretoriana del régimen- y al director de la oficina antifraude Daniel de Alfonso. Y la fiscalía general le apoya y consuela pidiendo que se archive la denuncia presentada contra él, puesta por Xavier Trias y el Partit Demòrata Català. Naturalmente, nada impedirá que el siniestro Fernández se vaya de rositas, a pesar de la reprobación cosechada en las Cortes españolas y de haberse auto-reconocido responsable de haber destrozado el sistema sanitario público catalán, entre otras fechorías cometidas..... ¡Así actúa la justicia castellana!.
No creo equivocarme si afirmo que ha llegado la hora de comenzar la desobediencia. Ellos tienen la brigada Aranzadi, los jueces, los fiscales, la policía, los funcionarios, los políticos y toda una tropa de nacionalistas españoles decididos a aniquilar el proceso puesto en marcha por millones de ciudadanos catalanes para conseguir la independencia (sencillamente, ¡la libertad!) de nuestra nación. Por contra, nosotros solo tenemos a favor la legitimidad política y ciudadana y los principios democráticos universalmente aceptados. Ellos utilizan el miedo, las amenazas, los insultos, las mentiras y manipulaciones para seducirnos, mientras que nosotros lo hacemos pacíficamente, con ilusión y esperanza, apelando a la justicia y con armas absolutamente democráticas..... Pero ir con el lirio en la mano no es suficiente.
Hemos de empezar a desobedecer las arbitrariedades que surgen desde Madrit. No podemos obedecer a jueces de parte, que prefieren actuar como meros picapleitos antes de impartir justicia. Ni fiscales castellanos que emulan a Torquemada, el inquisidor general de Castilla del siglo XV traspuesto al XXI. No podemos aceptar una policía que se inventa dossieres falsos para después filtrarlos a la prensa cavernaria. No queremos mezclarnos con unos patriotas españoles nacional-católicos que quieren pisotearnos como si fuéramos hormigas, después de chuparnos la sangre. Y no aguantamos ni toleramos más un gobierno que está sustentado por un partido corrompido, que no se somete a control parlamentario y que utiliza el TC como ariete y garrote para destrozar los anhelos y esperanzas de millones de catalanes que caminamos a la búsqueda de la libertad y que estamos ansiosos de gozar de verdadera justicia.
Todos los políticos imputados por la justicia castellana por razones políticas no deben de presentarse ni obedecer a los tribunales. Lo mismo deben hacer las instituciones que sufren el escarnio de requerimientos ilegítimos e inmorales por el mero hecho de actuar municipal o parlamentariamente sin límites ni censuras previas. Esta desobediencia ha de ser colectiva y coordinada. No hemos de hacer caso a una policía que falsea la verdad y que utiliza la mierda de las cloacas del Estado para difamar y asediar a personas honradas por el mero hecho de ser independentistas. Se ha de denunciar públicamente este proceder en sede parlamentaria y en boca del govern. Y tampoco nos podemos conformar ante un gobierno trufado de personajes siniestros y tronados, asentado sobre una montaña de mierda más alta que el Everest. La peste que desprende provoca náuseas.....
Para que estas desobediencias lleguen a buen puerto es necesario que tengan una cobertura política potente que haga que estén impregnadas de legitimidad. Por tanto, ante todo debe producirse un debate extraordinario en el Parlament y aprobar, en su caso, una resolución que declare que todas las cuestiones que Madrit emprenda contra leyes, personas, instituciones -públicas o privadas-, debates parlamentarios, acuerdos municipales o principios democráticos, por motivos políticos, serán debidamente desoídos. Todos los pronunciamientos, sentencias, requerimientos, imputaciones o investigaciones producidas por motivos políticos por la justicia castellana, también serán desoídos. Y todas las resoluciones referidas a Catalunya ejecutadas por el Tribunal Constitucional, serán directamente desoídas. Recordemos que es un tribunal absolutamente deslegitimado debido a su presidencia partidista y anticatalana, y de las sucesivas sentencias pronunciadas siempre contra los intereses catalanes, dado el sesgo progubernamental, nacionalista y anticatalanista que exhibe tan desinhibidamente.
Si así lo hiciéramos, reafirmaríamos la plena soberanía del pueblo catalán delegada a los electos del Parlament de Catalunya. El govern recibiría el impulso y la autoridad necesarios para culminar el proceso soberanista. Y el poder judicial, en Catalunya, se podría dedicar exclusivamente a tareas propias de jueces y fiscales: impartir justicia sin inmiscuirse ni estar condicionados por el poder político.
Y el proceso catalanista quedaría dirigido irremediablemente hacia la próxima independencia, sin más obstáculos, asedios o chantajes inspirados por Madrit....
¡Esto es lo que hemos de hacer....!!!!
