LA MARCA ESPAÑA: UN CASTIZO SAINETE MADRILEÑO.

¿Farsa?. ¿Tragedia?. ¿Escándalo?. No sabría definir con precisión lo que está aconteciendo en el Estado Español en estos azarosos tiempos que nos toca vivir. Tal vez sea un compendio de situaciones dramáticamente teatrales. O se trate de un caso de desvergüenza generalizada, una especie de parodia desenfrenada. En realidad es una profunda y turbadora crisis total que incide en todos los estamentos de la sociedad, en muchos políticos y altas personalidades y también en los cada vez más ofuscados ciudadanos del Estado, concernidos de forma directa o indirecta en este patético melodrama hispano. Una situación que desgraciadamente tiende a empeorar con el transcurso de las semanas. Afecta de forma trasversal a casi todas las instituciones y asociaciones tanto públicas como privadas que congregan las élites dirigentes de esta malhadada y rancia España. La Corona y el caso Urdangarin (Nóos), el Gobierno Rajoy y los papeles de Bárcenas, el Partido Popular y Gürtel, el PSOE y los ERE andaluces, el caso Palau-Millet y CDC, Campeón-Pokemon y los socialistas, paro desbocado, desahucios, bancos zombies, etc..... Un sinfín de supuestos casos de corrupción, chantaje, sobornos, comisiones, tráfico de influencias, espionaje, ineptitud, injusticia... que pringan a personas y formaciones políticas de izquierda y derecha, de Norte a Sur, de Este a Oeste. Al Gobierno de España y a los autonómicos. A ayuntamientos y partidos. A medios de comunicación y empresas públicas o privadas. ¡A todo el mundo!. Incluso alcanza al presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, lenguaraz y declarado anti-nacionalista (es decir, anti-catalanista) y reconocido y leal ex-militante del Partido Popular, poseedor de fracasadas pretensiones como garante de imparcialidad y buen juicio, pero.... en la quinta dimensión (no en el desprestigiado Tribunal Constitucional de España).

El drama español afecta a la moral individual y colectiva. Mejor dicho, denota la inmoralidad que impregna muchas personalidades del mundo político, económico, mediático, incluso judicial e institucional, que se consideran así mismo que están por encima del bien y del mal. Rajoy dará explicaciones sobre las acusaciones de Bárcenas, después de recibir la amenaza de una moción de censura, de haber sufrido vergonzantes presiones internacionales, y observar como las encuestas hunden las expectativas electorales de su partido a causa de la indecencia acumulada en su haber. Pérez de los Cobos el impertérrito, aguanta estoicamente el escándalo y la menguante ética demostrada y se arriesga a ser recusado por todo aquel que considere que es arte y parte en los asuntos que impliquen al Partido Popular. Es decir, en todos los asuntos presentes y futuros existirá un conflicto de intereses entre el fiel y antiguo militante y su glorioso partido, que por lo visto carece de los más elementales de principios democráticos, pues es la formación conservadora la protagonista y dominadora de la acción que actualmente se desarrolla desde Madrid hasta el último rincón de la piel de toro. Ambas personalidades no han tomado estas decisiones pensando en la sociedad, en la justicia o en el savoir faire. Lo han hecho por propio y egoísta interés, particular o de partido, con absoluta amoralidad y sin el menor escrúpulo. Tanto uno como otro no se han planteado, ni por asomo, dimitir. Por supuesto.

Alicia Sánchez-Camacho -y el PP en general-, ha dado pruebas suficientes de su fea catadura moral, después de hacerse pública la transcripción de la conversación que sostuvo con la ex-amante de Jordi Pujol Jr. ¿Que pretendía?. ¿Que buscaba?. Lo único cierto es que la mierda ya cubre a ella y a su partido, cuya secretaria general María Dolores de Cospedal, después de dar pábulo (como también hicieron Montoro y Fernández Diaz) al informe putativo de la UDEF sobre Mas y la familia Pujol, es mencionada en los papeles de Bárcenas (o Gürtel) como receptora de fondos de financiación aparentemente de procedencia irregular (ilícitos). Otros destacados dirigentes son acusados de cobrar sobresueldos con dinero negro, cuyo origen fueron las pingües comisiones recibidas de grandes constructoras, asiduas conseguidoras de favores en el palco presidencial del estadio Bernabeu. Y al mismo tiempo, el inagotable Bárcenas filtra los mensajes SMS, a través de El Mundo, intercambiados entre Mariano Rajoy y el extesorero del PP. "Yo estaré ahí siempre... Luis (Bárcenas), sé fuerte". Cuando Bárcenas se queja de la actitud de María Dolores de Cospedal, la respuesta de Rajoy es: "No es cierto, Luis. Para qué va a hacer daño. Yo hablé con ella... Esto no es fácil, no hay que equivocarse. Tranquilidad... Es lo único que no se puede perder. Un abrazo". El escándalo Bárcenas ya se ha transformado en un castizo sainete madrileño. O en una soberana farsa española.

No contentos con este proceder, los conservadores continúan acumulando porquería a la mínima oportunidad que se les presenta. El alcalde de Callosa de Segura, Francisco Javier Pérez Trigueros (también del PP) escribió en Facebook, refiriéndose a los catalanes: "que les den de una puñetera vez la independencia a estos mierdas ya, y que nos dejen tranquilos (pero que se construya un muro de 10 metros de altura para no verlos más)". Por su parte, Juan Carlos Gafo, diplomático (¡?) y director adjunto del organismo Marca España (creado para promover la buena reputación de España en el Mundo), no halló mejor manera de acaparar caca que twitteando: "Catalanes de mierda. No se merecen nada". Estas son las reacciones desatadas por los pitidos y abucheos proferidos al son del himno español, durante la ceremonia de inauguración de los campeonatos del Mundo de natación que se celebran en Barcelona. Paco Muñoz es un antimilitarista que osó protestar delante de la sede del PP en Elche. Fue denunciado el pasado 18 de julio por utilizar el valenciano -catalán-, al ser requerido por un agente de la Policía Nacional para que se identificara. "A mí no me hables en el valenciano de los cojones", conminó el agente. Es curioso pero la Marca España del Partido Popular, acumula la mayoría de anécdotas anticatalanas que actualmente se originan en las esferas oficiales. A diplomáticos iracundos, alcaldes desinhibidos y recalcitrantes policías nacional-españolistas, se unen aprendices de lingüistas intelectualmente analfabetos. E inventores de idiomas artificiales, tipo Lapao. O promotores del segregacionismo en el idioma catalán, como hace la Marca España diferenciando catalán y valenciano por cuestiones meramente políticas. Una auténtica aberración lingüística. Del mismo calibre que sería segregar el castellano, andaluz, peruano o argentino, del español.

No resulta extraño que desde Catalunya, el conseller de Empresa Felip Puig, considere que la Marca España es un lastre que no aporta valor añadido a los negocios, antes al contrario. O que desde Alemania, el diplomático Juan Carlos Gafo sea calificado como racista por el semanario Focus. Por su parte, The Telegraph -mayo 2013, Jeremy Warner-, recomendó "sacar el dinero de España mientras sea posible", pues la economía española es "insolvente". Mientras, Georges Baur, secretario general adjunto de la EFTA, asegura que una Catalunya independiente es perfectamente viable.

En Catalunya existe una Oficina Antifraude. Su director, Daniel de Alfonso, asegura que "en la lucha contra la corrupción, yo daría un 7 a Catalunya y un 4,5 al Gobierno central". Considera que los casos catalanes son antiguos y que actualmente son muchísimos menos. Si de mí dependiera, el Gobierno de España y su Marca España recibirían un sonoro suspenso. Un cero patatero, como diría Aznar..... Incluso en subvenciones a la prensa (que es una cierta forma de corromper la libertad de información), contra la opinión sustentada por la caverna mediática madrileña, los diarios catalanes reciben mucho menos dinero público que la prensa de Madrid o Andalucía. Desde La Vanguardia, reiteradamente acusada de vivir de las subvenciones de la Generalitat, se denuncia que "no se puede ser tan cínico desde Madrid al decir que solo reciben ayudas los medios catalanes". Si existiera un ranking de diarios subvencionados "nunca saldría ningún medio catalán entre los 10 primeros. ¡Nunca, nunca, nunca!". ¡Y eso lo dice José Antich, reconocido españolista y destacado miembro de la Santa Alianza!.

"Una historia de siete o más siglos... y cuatro centurias de inquietud. De inquietud para Catalunya y de preocupación para el resto de España. No ha habido sosiego ni para Catalunya ni para el resto de España en ese largo período...Y es hora de que la inquietud y la preocupación terminen. Catalunya tiene derecho a vivir su vida. El resto de España debe, sin más dilación, hacer que Catalunya viva su vida...". Así opinaba José Martínez Ruíz, "Azorín" en el articulo titulado En su integridad -Crisol, 19 agosto de 1931-. Va siendo hora que Catalunya renuncie a seguir participando en este insoportable sainete madrileño. En esta gran farsa española. Y eso solo se logrará con la independencia de Catalunya.

SOBERBIA vs. INDEPENDENCIA.

La soberbia es la característica más definitoria que poseen las autoridades españolas. La soberbia española, fundida y moldeada en los antiguos hornos de la hidalguía castellana y forjada y templada en sus toscos yunques, deviene en mera pedantería, en vulgares y anacrónicas ínfulas. Resulta inalterable y perdura a lo largo y ancho de la procelosa historia de Castilla. Esto es, de España. Las élites dirigentes, bien sean en ámbito político, funcionarial, jurídico, económico, mediático o militar, utilizan esta peculiaridad de aparente supremacía moral para doblegar anhelos, torcer voluntades, imponer ideas y defender sus propios y egoístas intereses, aún a costa de violentar la Libertad, secuestrar la Justicia, manipular la Verdad  y atropellar la Ética.

Un claro ejemplo de soberbia se encuentra en el proceder de María de los Llanos de Luna, añeja alto funcionario al servicio del Gobierno de España, y representante del mismo en Catalunya. Se trata de una autoridad eminentemente política, que ha sido requerida por el parlamento catalán para dar explicaciones sobre el injustificado aumento de la presencia policial española en Catalunya; también por la relación existente entre CNI y el incremento de casos de espionaje percibidos y denunciados por la población catalana; así como sobre la ofensiva judicial desatada contra los ayuntamientos catalanes que han impulsado y aprobado declaraciones de soberanía, denuncias que por cierto están siendo desestimadas por los jueces; o por la renovada guerra de banderas declarada por esa agria y exasperante señora, en permanente batalla contra los consistorios catalanes. Pues bien, esta trasnochada dama se considera así mismo que se halla por encima del Parlament y del poder legislativo de Catalunya, negándose a comparecer en la Comisión de Interior que había osado exigir su asistencia. Parece considerar que su rango y distinción, el de Virreina, se encuentra en un estadio muy superior al resto de mortales y en consecuencia, como sucede con el Rey, no debe someterse al control del Parlament y por tanto, goza de total impunidad. Y más, si la exigencia proviene de la cámara catalana.

Otro ejemplo palmario de vanidad lo encontramos en Alicia Sánchez-Camacho. La lideresa popular, marcadamente exhibicionista y adicta a la figuración y la fotogenia, aprovecha la mínima oportunidad que se le brinda para aparentar muchísimo más de lo que en realidad representa; de simular que nos hallamos ante una persona importante, imprescindible e influyente, actuación ciertamente patética. Lo demuestra continuamente con sus intervenciones en el parlamento catalán o en el Senado español, exageradamente teatrales que incluso provocan vergüenza ajena. ¿Como se pueden dar lecciones de honestidad y transparencia al resto de partidos, con la que está cayendo sobre el PP por el caso Bárcenas-Gürtel?.... Recientemente se coló por sorpresa en un acto castrense celebrado en la Academia de suboficiales de Talarn. Con enorme soltura y desparpajo, procedió a la entrega de despachos a los licenciados, después de poner en un brete a los encargados de protocolo del acto militar. Como es lógico, pronto empezaron a formularse algunas preguntas que naturalmente no recibieron respuesta ni atención de ningún tipo. ¿Quién la invitó al acto?.¿En calidad de qué entregó despachos a los suboficiales?. ¿Tiene la señora Camacho sentido del ridículo?. ¿Y de mesura?.

El universo militar merece una especial consideración. Cuando se habla del ejército se está hablando de honor, disciplina, patriotismo, valentía y.......conmiseración. Últimamente no cejan en su empeño de avisar encarecidamente sobre la deriva emprendida por la mayoría de catalanes, que califican como revuelta. Si, de acuerdo. Lo hacen por nuestro bien -de Catalunya-. O eso creen ellos. Consideran que se trata de un sarpullido nacionalista que debe ser tratado con entrañable paternalismo pero con rotunda contundencia. En opinión del teniente Coronel Enrique Area Sacristán, el M.H.S. Artur Mas i Gabarro no es más que un "falsario" y un "propagandista de café". Como sea que son ellos los "últimos en hablar", es decir, que están en posesión de la última palabra, de la verdad y del ordeno y mando, "vengan de fuera o nazcan dentro de casa esos aires de revuelta, debemos servir con fidelidad y lealtad al juramento que prestamos ante nuestra sagrada Bandera". Así se podía leer en el artículo titulado Los Falsarios y publicado en el diario MediterráneoDigital. Los militares, en general, no solo escriben patrióticos artículos. Si se tercia, también lanzan sus soflamas de viva voz. Precisamente en el acto protagonizado por Alicia Sánchez-Camacho, el director de la Academia de suboficiales de Talarn arrancó el enfervorecido entusiasmo de la concurrencia cuando recordó que "en estas tierras tan profundamente catalanas y, por tanto, tan naturalmente españolas...".  Las palmas echaban humo y la atronadora ovación hubiera silenciado el estruendo desatado en Montserrat por el timbaler del Bruc a principios del siglo XIX. Especialmente apasionada se mostró María de los Llanos de Luna, también asistente al acto. La Virreina debió ser quién invitó a su íntima amiga, la maravillosa Alicia, lo cual explicaría la intromisión de esta en tan ceremonioso acto castrense.... ¡Misterio aclarado!.

Ciertamente, lo único natural que muestran muchos militares españoles cuando de política se trata, es la total ausencia de sentido democrático. Carencia a la que se suman los más conspicuos hidalgos castellanos que todavía pululan por la vieja piel de toro. No dudan en amenazar, invocar la fuerza bruta, ponerse por encima del bien y del mal, y mostrarse siempre dispuestos a salvar y someter a los revoltosos, es decir, a los malditos catalanes, bajo el yugo español para toda la eternidad. No se trata de otra cosa que redoblar la sumisión de Catalunya ante España. No piensan que los ciudadanos catalanes solo utilizamos votos para decidir nuestras preferencias políticas; y en defensa propia. No se les ocurre respetar los principios democráticos que incondicionalmente abrazamos, sin restricciones de ningún tipo. No aceptan que la mayoría hayamos optado por la independencia de nuestra nación. En definitiva, siguen considerando a Catalunya como una posesión colonial española cuyos indígenas no merecen ni justicia, ni libertad, ni prosperidad y mucho menos, mínimo respeto. Es por esta razón que Camacho se permite amedrentar inmigrantes o pensionistas para que desechen el derecho de autodeterminación y teman la independencia. O medrar en actos donde no pinta nada. Es por ello que los unionistas más recalcitrantes retuercen las palabras y las ideas invocando y fomentando entre catalanes enfrentamientos, sectarismo, división y catalanofobia. Dentro de Catalunya y también en España y el resto del Mundo. Utilizan los altavoces mediáticos que les brindan sus periodistas de confianza (como si de fiscales se tratara, ¿eh, Camacho?) para manipular y falsear, ya sea en cuestiones políticas, judiciales, policiales o económicas. Se sirven de sus leyes y sus jueces para imponer, sentenciar y ejecutar todo cuanto se aparte de la visión castellana (española) de la vida. Coaccionan a empresas y empresarios, profesionales liberales, a jubilados y parados, a trabajadores autónomos o no, a federaciones deportivas, entidades y asociaciones, tanto públicas como privadas y en general a toda la sociedad catalana, al objeto de que los anhelos de libertad y las ansias de independencia que tan amplio apoyo cosechan entre la ciudadanía, no puedan alcanzarse y no colmen las aspiraciones de Catalunya. La agresión es interminable, persistente, pública y a la vez taimada. Nos hallamos ante una ofensiva total. El nacionalismo español no repara en gastos. Ni en gestos.

Recientemente el conseller de cultura Ferrán Mascarell, ha denunciado: "No se ni la hora ni el lugar que se encuentran, pero existe una célula en el Estado con cuatro objetivos: destruir la figura del Presidente de la Generalitat, menospreciar la clase política catalana, ahogar la autonomía y dividir la sociedad catalana". Advirtió que la principal tarea del Estado consistía en boicotear la consulta de autodeterminación. Es decir, estas tierras tan profundamente catalanas y naturalmente tan españolas, están sufriendo los envites amorosos -odio, en realidad- de España, con el riesgo añadido que si fuera conveniente y necesario -para España-, no importaría que Catalunya muriera estrujada por sus aguerridos abrazos.

Existe un convencimiento generalizado entre los ciudadanos que Madrid espía a través de teléfonos pinchados a políticos y relevantes personalidades catalanes, especialmente los soberanistas. Con total impunidad. Es un hecho constatado que el Estado Español debe a Catalunya más de 8.500 millones de euros (al margen el expolio fiscal anual), deuda acumulada en estos largos años de crisis, que reiteradamente se niega a pagar. Esta desvergonzada morosidad de España provoca que año tras año, el presupuesto de la Generalitat disminuya más y más, hasta la actual consunción financiera. Por otro lado, la hostilidad mediática se mantiene tan campante como siempre, presionando y aflojando rítmicamente, siguiendo una perniciosa cadencia en función de los intereses cavernarios de cada momento. La desinformación, la extorsión financiera, las presiones diplomáticas, militares, económicas y judiciales, la hostilidad lingüística y cultural, la perversión del lenguaje -"nazis", "sediciosos", "Goebbels", "racistas"...-, contra Catalunya y los catalanes van in crescendo..... 

¡Cuantas energías dilapidadas inútilmente!. ¡Cuanta mezquindad, odio, agresividad y estulticia gastadas en vano!. Todo ello como consecuencia que una de las partes -España- no acepta el democrático ejercicio del derecho de autodeterminación de los pueblos y naciones. La soberbia de las élites españolas no tiene límites. Su hostil agresividad anticatalana es infinita e infamante. Pero la paciencia de los ansiosos ciudadanos catalanes, aun siendo muy grande, no es infinita. Va siendo hora que la comunidad internacional tome cartas en el asunto. Es necesario que aquellos que creen en la democracia, que aman la libertad y la justicia, den un paso al frente y se inmiscuyan descaradamente en el contencioso entre España y Catalunya. Porque de lo contrario, la tragedia se cernerá sobre unos inocentes ciudadanos, que llegaron a creer que en paz y democracia, todo era posible. Incluso, la independencia de Catalunya.

SOCIALISTAS: LAMPEDUSSA, BOABDIL Y OTROS "CUENTOS DE LA ALHAMBRA".

Se acaba de producir el enésimo intento socialista de cambiarlo todo para que nada cambie. En la bella ciudad de Granada, que contempló como un compungido Boabdil lloraba desconsoladamente la derrota infligida por los Reyes Católicos -llora como mujer lo que no has sabido defender como un hombre-, el PSC acaba de rubricar con el PSOE una nueva versión (horrorosa) de Los cuentos de La Alhambra (Washington Irving) absolutamente descorazonadora. Consagra a Catalunya no como nación, sino como nacionalidad expuesta al estrafalario concepto de solidaridad española -es decir, eternamente expoliada-, sometida al Consejo de Política Fiscal y Financiera y a la LOFCA por siempre jamás, con un escaso reconocimiento de la ordinalidad del sistema de financiación autonómico -según los partidistas criterios del TC- y condicionada a una menesterosa bilateralidad en la negociación y relación política con el Estado, supeditadas al marco multilateral español. ¿Como se conseguirá alcanzar estos aparentes cambios, calificados exageradamente como históricos por Pere Navarro?. Sencillamente, con las reformas del Senado y la Constitución del Reino de España.... Y después, ¡todos contentos!.

La entusiasta reacción del primer secretario de los socialistas catalanes no se corresponde con las impresiones del resto de formaciones catalanas. Incluso entre destacados miembros del mismísimo PSC abundan las reprobaciones y juicios negativos ante la firma del acuerdo. Especialmente acentuados en el sector más catalanista del partido. Por ejemplo, Montserrat Tura ha dicho: "No reconozco la política valiente que se anticipaba a los tiempos. El texto podría corresponder a quince años atrás". También ha opinado Joaquim Nadal: "Me gustaría ver progresar la convivencia plurinacional pero lamento decir que la sentencia del TC sobre el Estatut no puede ser ninguna referencia". Más contundente se ha mostrado Jordi Martí, líder del PSC en Barcelona: "El documento es una versión actualizada del café para todos, añadiéndole líquido (aguado) a todas las tazas". Desde el sector españolista, Maurici Lucena, portavoz del PSC, peca por exceso -¿o tal vez se sirve de la ironía?- al afirmar que el acuerdo de Granada "dará a Catalunya casi tanto autogobierno como la independencia". Así pues, mientras Pere Navarro asegura que Catalunya ya tiene bastante y debe conformarse con el reconocimiento de una supuesta "ordinalidad" -absolutamente vacua- y que puede sentirse cómoda con la incierta reforma constitucional anunciada a bombo y platillo en un futuro más incierto si cabe, algunos de sus propios correligionarios muestran gran escepticismo e incluso, abierta y despiadada crítica.

Si las consecuencias para algunos socialistas -catalanistas- puede calificarse cuanto menos de profundamente decepcionantes, imagínese el rechazo cosechado entre los adversarios políticos. Ernest Maragall, consejero de educación de la Generalitat bajo gobierno socialista, ex-militante del PSC y actual líder de Nova Esquerra Catalana, opina que no es otra cosa que "un pacto de rendición". Opinión compartida por el convergente Jordi Turull: "El PSC sigue arrodillado ante el PSOE". El eco-socialista Joan Herrera afirma que no se trata de una propuesta federal: "Incluso los federalistas saben que la propuesta del PSOE no es federalista". Más contundentes han sido las reacciones de Artur Mas y Oriol Junqueras. El líder de ERC ha sido el más claro y mordaz: "Navarro: La declaración de Granada del 6 de julio pasará a la historia. Ciertamente. De hecho... ya es historia". Por su parte, el presidente de la Generalitat celebra que se quiera hablar y negociar, pero se muestra escéptico y advierte: "No debemos dejarnos engañar por determinados cantos de sirena, porque a la hora de la verdad la política española es la que es, y la mentalidad de los partidos españoles durante muchos años han demostrado que es la que es. En absoluto se puede caer en la trampa de pensar que nos abrirán las puertas fácilmente".

En definitiva, más allá de la artificial y forzada alegría exhibida por Pere Navarro, la realidad del acuerdo de Granada ha resultado un auténtico fiasco. No trataba de encontrar respuestas al conflicto político desatado entre Catalunya y España. Solo pretendía cumplir con la vieja paradoja expuesta en El gatopardo por Guiseppe Di Lampedussa: Si queremos que todo siga igual como está, es necesario que todo cambie. Por ejemplo, la Constitución española.... Lo que resulta imposible, según declaraciones efectuadas por la secretaria general del Partido Popular, Mª Dolores de Cospedal, la cual se ha manifestado con rotundidad contra tal reforma. Su partido defiende el modelo constitucional de las autonomías plasmado en la Constitución de 1978, orientándolo ahora más hacia la recentralización absoluta de todo el Estado. Justo lo contrario de aquello que tímidamente pretende hacer el PSOE. En opinión de los populares, la reforma federal de la Constitución es inaceptable, pues se propone para "resolver un problema interno socialista, que ha cedido a las presiones del PSC". Así pues, de federalismo light o café para todos corregido y aumentado, nada de nada. Además, los conservadores tienen otro tipo de preocupaciones. Los devastadores papeles de Bárcenas, por ejemplo. Y el Partido Popular es imprescindible para alcanzar los 2/3 de votos necesarios en el parlamento español para afrontar cualquier cambio constitucional con posibilidades de éxito. Improbable. Imposible. Inalcanzable.... A menos que el PSOE obtenga una rotunda victoria en unas elecciones generales -2/3 de escaños- y afronte en solitario la utópica y roñosa reforma constitucional que propone.... Lo que continua siendo altamente improbable, imposible e inalcanzable.

Boabdil lloró como una mujer por no haber defendido su amada Granada como un hombre. Navarro se muestra sarcásticamente exultante por el acuerdo firmado a la sombra de La Alhambra con su primo de zumosol particular. El primo de zumosol, es decir el PSOE, cree erróneamente que sus cantos de sirena tenuemente federalizantes seducirán y contendrán a los muchos catalanes que hemos optado al fin por la libertad e independencia de nuestra nación. Y muchos votantes socialistas lloran amargamente la nueva renuncia pactada por Pere Navarro y compañía. Los intereses de los ciudadanos de izquierda catalanes han quedado, una vez más, al albur de los intereses del jacobinismo hispano. Los catalanistas socialistas están más desamparados que Oliver Twist. ¿Hasta cuando las lágrimas vertidas por el socialismo autóctono seguirán distorsionando la percepción de la realidad de Catalunya?. ¿Acaso deberán reconocer y asumir por fin, que el PSC no es más que una sumisa delegación -sucursal- catalana del PSOE?. ¿O por el contrario, defenderán a sus compatriotas catalanes contra y frente el oportunismo de los socialistas españoles?. Deberían olvidar los malhadados tics propios de siervos más que de hombres libres, adquiridos en el último cuarto del siglo pasado. Y renegar ya de las incontables renuncias acumuladas a lo largo de la historia común forjada junto el PSOE. ¡Afirmen de una vez su catalanismo sin condiciones ni restricciones de ningún tipo!. ¡Estamos en la segunda década del siglo XXI!. Los tiempos de trileros, aquellos que propugnan cambios inocuos para que todo continúe igual, ya han pasado. ¿O no se han enterado?.

La mayoría de ciudadanos catalanes estamos en condiciones de exigir a determinados políticos que dejen de marear la perdiz de una puñetera vez y de hacer el ridículo más espantoso. Especialmente el que hacen los socialistas. Permitan que las amargas lágrimas de Boabdil y la cínica ideología lampedusiana, descansen apaciblemente en el nostálgico baúl de los recuerdos. Guarden la declaración de Granada de 2013 en el mismo archivo que la declaración de Santillana de 2003. Y sobretodo, no hagan una vez más el ridículo el próximo 2023 -¡maldita cadencia de diez años!- con una nueva propuesta de pacto federal socialista, como si la renovada glosa de los Cuentos de La Alhambra se tratara.... Para entonces, Catalunya hará años que habrá alcanzado la plena soberanía. Ya seremos independientes. Con o sin permiso de la federación catalana del PSOE.

"DIMES Y DIRETES". COSAS DEL PARTIDO POPULAR.

Uno de los espías imputados por la grabación en el restaurante La Camarga acusa a Alicia Sánchez-Camacho de denuncia falsa. Asegura que la mentada lideresa sabía que se estaba grabando la conversación que sostenía con Victoria Álvarez, resentida ex-amante de Jordi Pujol Ferrusola.

-En caso que ahora tuviéramos que hacer algo con esto... Tu y yo esta conversación no la hemos tenido.
-No, no, no. Evidentemente, no. 

No es extraño que Alicia Sánchez haya perdido la memoria cuando se le pregunta sobre este dichoso ágape, supuestamente de negocios. Y más teniendo en cuenta que ha llegado a un acuerdo económico con Método 3 (ochenta mil euros de indemnización). Para su desgracia, el resto de mortales, singularmente los periodistas, no olvidan tan fácilmente. Por ello, cada pregunta sobre este tema es respondida con un escueto: "se trata de una conversación privada". En el diálogo sostenido entre Alicia la maravillosa y Victoria la desdeñada, se puede oir a la primera presumir de influencias y amistades con distintas instancias del Estado, con la intención que la segunda se sienta segura -y confiada-, y largue tranquila y alegremente contra Pujol y familia. En cuanto a la posible publicación de la conversación en los medios, recomienda no hacerlo o atenerse a las consecuencias. "Yo no amenazo, yo comunico", advierte retadora. "Existen unas medidas cautelares que prohíben su publicación", se escuda pudorosamente. Como sea que siente gravemente mancillado su honor, anuncia "demandas contra los digitales" que osen hacer públicos el contenido de la cuchipanda de marras. Y si se muestra interés sobre el cuestionado futuro de su maltrecha carrera política, responde secamente que "esta pregunta no hace falta ni contestarla".

Parece que las no amenazas han dado escasos frutos. Es lo que suele suceder ante los escándalos políticos. Son imparables. Tal acontece ahora, y no solo en medios digitales. Concretamente, en el programa Espejo Público de Antena 3 se informó del contenido sexual de la conversación sostenida entre ambas comadres; y 8TV reprodujo diversos tweets que transcribían frases textuales de la conversación. Un escamado Numeritos comentaba que "si alguien de segunda fila como Camacho tiene su fiscal de confianza, imaginad los Pujol, los Aznar o los Chávez...". Otro se preguntaba escandalizado: "¿Sánchez-Camacho recibe aviso previo de las detenciones en Catalunya que hacen las fuerzas de seguridad del Estado Español?".

En este provecto Estado ahora en manos del PP, la separación de poderes (Montesquieu, ¿donde estás?) brilla por su ausencia. Y la corrupción campa a sus anchas. Fiscales de confianza, acusadores que actúan como defensores, influencias y filtraciones policiales sectarias, jueces más o menos benévolos o malévolos según cuales sean los intereses (los partidos) juzgados, Magistrados del TC más partidistas que constitucionalistas y mayoritariamente afines (fieles) al partido hegemónico... En nuestros días se acepta con normalidad conspirar con los enemigos de los adversarios políticos, para destruirles implacablemente; también es perfectamente natural desinformar y manipular intensivamente a través de los mass-media afectos al régimen; y amenazar con utilizar todo el peso de la ley y orden contra cualquier opinión, relato o información que no resulten gratos al poder fáctico constituido, o según convenga a sus intereses. No resulta extraño que CiU -que también ostenta algo de poder- considere que la presidenta del PP hace guerra sucia. La coalición denuncia compungida que hace tiempo existe "una estrategia de juego sucio contra la federación". Lo cual resulta evidente "después de hacerse públicos fragmentos de la conversación registrada en el restaurante La Camarga". "Alicia Sánchez-Camacho admite tener interés en perjudicar CiU y asegura que cuenta con un fiscal de confianza, esta sospecha se puede confirmar", sentencia. Para concluir que "ha de comparecer para dar explicaciones sobre las graves afirmaciones que se le atribuyen, constatarían una guerra sucia institucionalizada contra la federación".... ¡Qué me has dicho!. La Fiscalía de Barcelona ha tocado arrebato. No contenta con la singular actuación de algunos fiscales, auténticos remedos de abogados defensores de notorios imputados antes que acusadores públicos, la fiscalía en este asunto se rasga teatralmente las vestiduras, porque CiU exige a Alicia Sánchez que se explique. Ha hecho público un inusitado comunicado en el cual defiende la legalidad e imparcialidad de su actuación y critica el proceder de CiU. Le reprocha que atribuya de forma interesada y apenas encubierta, actuaciones contrarias al principio de legalidad y desviadas de su función constitucional.... Pero a la señora Camacho, única autora de la deleznable y reveladora imputación, no le exige ni afea nada de nada.

No dudo de la honorabilidad de la fiscalía, pero la existencia de guerra sucia es incuestionable. Es cierto que se filtró un informe de la UDEF -ministerio del Interior-, avalado por el SUP -sindicato policial-, cuyas fuentes de inspiración están basadas parcial pero fundamentalmente en la conversación sostenida durante la francachela de La Camarga. Informe que ha resultado no tener autores y por tanto ser más falso que un  duro sevillano. Informe utilizado por el director de El Mundo como excusa para proclamar la victoria -la manipulación- en la últimas elecciones catalanas. Guerra sucia avalada por Fernández Díaz, Montoro, Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría, por dar pábulo a las mentiras vertidas en lo que no era más que un burdo panfleto propagandístico, destinado a la desinformación. Y como colofón, Método 3 implica a Camacho y al entorno del PP como instigadores del espionaje a que supuestamente fue sometida la inefable lideresa.

El Partido Popular no es de fiar. Utiliza cualquier tipo de argumentos contra los adversarios políticos. Ya sean falsos, difamatorios y/o manipuladores. Todo vale. Su falta de escrúpulos le permiten justificar la utilización de las más diversas armas, de todo calibre y condición, para obtener réditos y ventajas en la res publica. Sin el menor remordimiento, ni autocrítica, ni freno. Por ejemplo, persiste en sus continuas, difamatorias y absurdas comparaciones entre soberanismo catalán y nazismo. El nazismo es un recurso literario común en ciertos y diversos especímenes hispanos, pero está singularmente arraigado en algunos populares -y aledaños-. Bien sea con un foto-montaje de Mas disfrazado de nazi, o símbolos nazis comparados con esteladas, o calificando a los independentistas de gentuza, mafia que pretenden imponer el pensamiento único -nazi, por supuesto-. Cualquier excusa es buena para injuriar con total impunidad.... El PP es víctima de su falta de principios democráticos. O lo que es casi lo mismo, de un exceso de nostalgia del pasado franquista. Dispara contra todo el mundo. Acuciado por los escándalos BANKIA (Blesa), Bárcenas, Gürtel, Camps, Matas, etc... Y ahora, la pendencia de Método 3. Y si a todo ello se añade la incompetencia en la gobernanza del Estado, el intransigente proceder económico-financiero, la insensibilidad social, la intolerante y continua agresión contra las autonomías, el indisimulado anticatalanismo practicante y el recalcitrante nacional-españolismo militante, el resultado de este colosal desvarío es una trasversal y total crisis económica, social, política y de valores que afecta e influye en todos los ciudadanos e instituciones del Estado....

Como es lógico -y prudente-, contra más alejados nos hallemos del PP, mejor que mejor..... Por todo ello, ¡la independencia de Catalunya es urgente y necesaria!. ¡Y sin duda será muy saludable!.