Uno de los espías imputados por la grabación en el restaurante La Camarga acusa a Alicia Sánchez-Camacho de denuncia falsa. Asegura que la mentada lideresa sabía que se estaba grabando la conversación que sostenía con Victoria Álvarez, resentida ex-amante de Jordi Pujol Ferrusola.
-En caso que ahora tuviéramos que hacer algo con esto... Tu y yo esta conversación no la hemos tenido.
-No, no, no. Evidentemente, no.
No es extraño que Alicia Sánchez haya perdido la memoria cuando se le pregunta sobre este dichoso ágape, supuestamente de negocios. Y más teniendo en cuenta que ha llegado a un acuerdo económico con Método 3 (ochenta mil euros de indemnización). Para su desgracia, el resto de mortales, singularmente los periodistas, no olvidan tan fácilmente. Por ello, cada pregunta sobre este tema es respondida con un escueto: "se trata de una conversación privada". En el diálogo sostenido entre Alicia la maravillosa y Victoria la desdeñada, se puede oir a la primera presumir de influencias y amistades con distintas instancias del Estado, con la intención que la segunda se sienta segura -y confiada-, y largue tranquila y alegremente contra Pujol y familia. En cuanto a la posible publicación de la conversación en los medios, recomienda no hacerlo o atenerse a las consecuencias. "Yo no amenazo, yo comunico", advierte retadora. "Existen unas medidas cautelares que prohíben su publicación", se escuda pudorosamente. Como sea que siente gravemente mancillado su honor, anuncia "demandas contra los digitales" que osen hacer públicos el contenido de la cuchipanda de marras. Y si se muestra interés sobre el cuestionado futuro de su maltrecha carrera política, responde secamente que "esta pregunta no hace falta ni contestarla".
Parece que las no amenazas han dado escasos frutos. Es lo que suele suceder ante los escándalos políticos. Son imparables. Tal acontece ahora, y no solo en medios digitales. Concretamente, en el programa Espejo Público de Antena 3 se informó del contenido sexual de la conversación sostenida entre ambas comadres; y 8TV reprodujo diversos tweets que transcribían frases textuales de la conversación. Un escamado Numeritos comentaba que "si alguien de segunda fila como Camacho tiene su fiscal de confianza, imaginad los Pujol, los Aznar o los Chávez...". Otro se preguntaba escandalizado: "¿Sánchez-Camacho recibe aviso previo de las detenciones en Catalunya que hacen las fuerzas de seguridad del Estado Español?".
En este provecto Estado ahora en manos del PP, la separación de poderes (Montesquieu, ¿donde estás?) brilla por su ausencia. Y la corrupción campa a sus anchas. Fiscales de confianza, acusadores que actúan como defensores, influencias y filtraciones policiales sectarias, jueces más o menos benévolos o malévolos según cuales sean los intereses (los partidos) juzgados, Magistrados del TC más partidistas que constitucionalistas y mayoritariamente afines (fieles) al partido hegemónico... En nuestros días se acepta con normalidad conspirar con los enemigos de los adversarios políticos, para destruirles implacablemente; también es perfectamente natural desinformar y manipular intensivamente a través de los mass-media afectos al régimen; y amenazar con utilizar todo el peso de la ley y orden contra cualquier opinión, relato o información que no resulten gratos al poder fáctico constituido, o según convenga a sus intereses. No resulta extraño que CiU -que también ostenta algo de poder- considere que la presidenta del PP hace guerra sucia. La coalición denuncia compungida que hace tiempo existe "una estrategia de juego sucio contra la federación". Lo cual resulta evidente "después de hacerse públicos fragmentos de la conversación registrada en el restaurante La Camarga". "Alicia Sánchez-Camacho admite tener interés en perjudicar CiU y asegura que cuenta con un fiscal de confianza, esta sospecha se puede confirmar", sentencia. Para concluir que "ha de comparecer para dar explicaciones sobre las graves afirmaciones que se le atribuyen, constatarían una guerra sucia institucionalizada contra la federación".... ¡Qué me has dicho!. La Fiscalía de Barcelona ha tocado arrebato. No contenta con la singular actuación de algunos fiscales, auténticos remedos de abogados defensores de notorios imputados antes que acusadores públicos, la fiscalía en este asunto se rasga teatralmente las vestiduras, porque CiU exige a Alicia Sánchez que se explique. Ha hecho público un inusitado comunicado en el cual defiende la legalidad e imparcialidad de su actuación y critica el proceder de CiU. Le reprocha que atribuya de forma interesada y apenas encubierta, actuaciones contrarias al principio de legalidad y desviadas de su función constitucional.... Pero a la señora Camacho, única autora de la deleznable y reveladora imputación, no le exige ni afea nada de nada.
No dudo de la honorabilidad de la fiscalía, pero la existencia de guerra sucia es incuestionable. Es cierto que se filtró un informe de la UDEF -ministerio del Interior-, avalado por el SUP -sindicato policial-, cuyas fuentes de inspiración están basadas parcial pero fundamentalmente en la conversación sostenida durante la francachela de La Camarga. Informe que ha resultado no tener autores y por tanto ser más falso que un duro sevillano. Informe utilizado por el director de El Mundo como excusa para proclamar la victoria -la manipulación- en la últimas elecciones catalanas. Guerra sucia avalada por Fernández Díaz, Montoro, Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría, por dar pábulo a las mentiras vertidas en lo que no era más que un burdo panfleto propagandístico, destinado a la desinformación. Y como colofón, Método 3 implica a Camacho y al entorno del PP como instigadores del espionaje a que supuestamente fue sometida la inefable lideresa.
El Partido Popular no es de fiar. Utiliza cualquier tipo de argumentos contra los adversarios políticos. Ya sean falsos, difamatorios y/o manipuladores. Todo vale. Su falta de escrúpulos le permiten justificar la utilización de las más diversas armas, de todo calibre y condición, para obtener réditos y ventajas en la res publica. Sin el menor remordimiento, ni autocrítica, ni freno. Por ejemplo, persiste en sus continuas, difamatorias y absurdas comparaciones entre soberanismo catalán y nazismo. El nazismo es un recurso literario común en ciertos y diversos especímenes hispanos, pero está singularmente arraigado en algunos populares -y aledaños-. Bien sea con un foto-montaje de Mas disfrazado de nazi, o símbolos nazis comparados con esteladas, o calificando a los independentistas de gentuza, mafia que pretenden imponer el pensamiento único -nazi, por supuesto-. Cualquier excusa es buena para injuriar con total impunidad.... El PP es víctima de su falta de principios democráticos. O lo que es casi lo mismo, de un exceso de nostalgia del pasado franquista. Dispara contra todo el mundo. Acuciado por los escándalos BANKIA (Blesa), Bárcenas, Gürtel, Camps, Matas, etc... Y ahora, la pendencia de Método 3. Y si a todo ello se añade la incompetencia en la gobernanza del Estado, el intransigente proceder económico-financiero, la insensibilidad social, la intolerante y continua agresión contra las autonomías, el indisimulado anticatalanismo practicante y el recalcitrante nacional-españolismo militante, el resultado de este colosal desvarío es una trasversal y total crisis económica, social, política y de valores que afecta e influye en todos los ciudadanos e instituciones del Estado....
Como es lógico -y prudente-, contra más alejados nos hallemos del PP, mejor que mejor..... Por todo ello, ¡la independencia de Catalunya es urgente y necesaria!. ¡Y sin duda será muy saludable!.
-En caso que ahora tuviéramos que hacer algo con esto... Tu y yo esta conversación no la hemos tenido.
-No, no, no. Evidentemente, no.
No es extraño que Alicia Sánchez haya perdido la memoria cuando se le pregunta sobre este dichoso ágape, supuestamente de negocios. Y más teniendo en cuenta que ha llegado a un acuerdo económico con Método 3 (ochenta mil euros de indemnización). Para su desgracia, el resto de mortales, singularmente los periodistas, no olvidan tan fácilmente. Por ello, cada pregunta sobre este tema es respondida con un escueto: "se trata de una conversación privada". En el diálogo sostenido entre Alicia la maravillosa y Victoria la desdeñada, se puede oir a la primera presumir de influencias y amistades con distintas instancias del Estado, con la intención que la segunda se sienta segura -y confiada-, y largue tranquila y alegremente contra Pujol y familia. En cuanto a la posible publicación de la conversación en los medios, recomienda no hacerlo o atenerse a las consecuencias. "Yo no amenazo, yo comunico", advierte retadora. "Existen unas medidas cautelares que prohíben su publicación", se escuda pudorosamente. Como sea que siente gravemente mancillado su honor, anuncia "demandas contra los digitales" que osen hacer públicos el contenido de la cuchipanda de marras. Y si se muestra interés sobre el cuestionado futuro de su maltrecha carrera política, responde secamente que "esta pregunta no hace falta ni contestarla".
Parece que las no amenazas han dado escasos frutos. Es lo que suele suceder ante los escándalos políticos. Son imparables. Tal acontece ahora, y no solo en medios digitales. Concretamente, en el programa Espejo Público de Antena 3 se informó del contenido sexual de la conversación sostenida entre ambas comadres; y 8TV reprodujo diversos tweets que transcribían frases textuales de la conversación. Un escamado Numeritos comentaba que "si alguien de segunda fila como Camacho tiene su fiscal de confianza, imaginad los Pujol, los Aznar o los Chávez...". Otro se preguntaba escandalizado: "¿Sánchez-Camacho recibe aviso previo de las detenciones en Catalunya que hacen las fuerzas de seguridad del Estado Español?".
En este provecto Estado ahora en manos del PP, la separación de poderes (Montesquieu, ¿donde estás?) brilla por su ausencia. Y la corrupción campa a sus anchas. Fiscales de confianza, acusadores que actúan como defensores, influencias y filtraciones policiales sectarias, jueces más o menos benévolos o malévolos según cuales sean los intereses (los partidos) juzgados, Magistrados del TC más partidistas que constitucionalistas y mayoritariamente afines (fieles) al partido hegemónico... En nuestros días se acepta con normalidad conspirar con los enemigos de los adversarios políticos, para destruirles implacablemente; también es perfectamente natural desinformar y manipular intensivamente a través de los mass-media afectos al régimen; y amenazar con utilizar todo el peso de la ley y orden contra cualquier opinión, relato o información que no resulten gratos al poder fáctico constituido, o según convenga a sus intereses. No resulta extraño que CiU -que también ostenta algo de poder- considere que la presidenta del PP hace guerra sucia. La coalición denuncia compungida que hace tiempo existe "una estrategia de juego sucio contra la federación". Lo cual resulta evidente "después de hacerse públicos fragmentos de la conversación registrada en el restaurante La Camarga". "Alicia Sánchez-Camacho admite tener interés en perjudicar CiU y asegura que cuenta con un fiscal de confianza, esta sospecha se puede confirmar", sentencia. Para concluir que "ha de comparecer para dar explicaciones sobre las graves afirmaciones que se le atribuyen, constatarían una guerra sucia institucionalizada contra la federación".... ¡Qué me has dicho!. La Fiscalía de Barcelona ha tocado arrebato. No contenta con la singular actuación de algunos fiscales, auténticos remedos de abogados defensores de notorios imputados antes que acusadores públicos, la fiscalía en este asunto se rasga teatralmente las vestiduras, porque CiU exige a Alicia Sánchez que se explique. Ha hecho público un inusitado comunicado en el cual defiende la legalidad e imparcialidad de su actuación y critica el proceder de CiU. Le reprocha que atribuya de forma interesada y apenas encubierta, actuaciones contrarias al principio de legalidad y desviadas de su función constitucional.... Pero a la señora Camacho, única autora de la deleznable y reveladora imputación, no le exige ni afea nada de nada.
No dudo de la honorabilidad de la fiscalía, pero la existencia de guerra sucia es incuestionable. Es cierto que se filtró un informe de la UDEF -ministerio del Interior-, avalado por el SUP -sindicato policial-, cuyas fuentes de inspiración están basadas parcial pero fundamentalmente en la conversación sostenida durante la francachela de La Camarga. Informe que ha resultado no tener autores y por tanto ser más falso que un duro sevillano. Informe utilizado por el director de El Mundo como excusa para proclamar la victoria -la manipulación- en la últimas elecciones catalanas. Guerra sucia avalada por Fernández Díaz, Montoro, Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría, por dar pábulo a las mentiras vertidas en lo que no era más que un burdo panfleto propagandístico, destinado a la desinformación. Y como colofón, Método 3 implica a Camacho y al entorno del PP como instigadores del espionaje a que supuestamente fue sometida la inefable lideresa.
El Partido Popular no es de fiar. Utiliza cualquier tipo de argumentos contra los adversarios políticos. Ya sean falsos, difamatorios y/o manipuladores. Todo vale. Su falta de escrúpulos le permiten justificar la utilización de las más diversas armas, de todo calibre y condición, para obtener réditos y ventajas en la res publica. Sin el menor remordimiento, ni autocrítica, ni freno. Por ejemplo, persiste en sus continuas, difamatorias y absurdas comparaciones entre soberanismo catalán y nazismo. El nazismo es un recurso literario común en ciertos y diversos especímenes hispanos, pero está singularmente arraigado en algunos populares -y aledaños-. Bien sea con un foto-montaje de Mas disfrazado de nazi, o símbolos nazis comparados con esteladas, o calificando a los independentistas de gentuza, mafia que pretenden imponer el pensamiento único -nazi, por supuesto-. Cualquier excusa es buena para injuriar con total impunidad.... El PP es víctima de su falta de principios democráticos. O lo que es casi lo mismo, de un exceso de nostalgia del pasado franquista. Dispara contra todo el mundo. Acuciado por los escándalos BANKIA (Blesa), Bárcenas, Gürtel, Camps, Matas, etc... Y ahora, la pendencia de Método 3. Y si a todo ello se añade la incompetencia en la gobernanza del Estado, el intransigente proceder económico-financiero, la insensibilidad social, la intolerante y continua agresión contra las autonomías, el indisimulado anticatalanismo practicante y el recalcitrante nacional-españolismo militante, el resultado de este colosal desvarío es una trasversal y total crisis económica, social, política y de valores que afecta e influye en todos los ciudadanos e instituciones del Estado....
Como es lógico -y prudente-, contra más alejados nos hallemos del PP, mejor que mejor..... Por todo ello, ¡la independencia de Catalunya es urgente y necesaria!. ¡Y sin duda será muy saludable!.
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