La degradación democrática que sufre España es verdaderamente alarmante. Ciertamente, el talante democrático de este estado siempre ha sido bastante sui generis. Todo empezó cuando el dictador nombró heredero del régimen al Principe de España Juan Carlos de Borbón a título de rey, cuando la democracia orgánica española se encontraba en su apogeo. Continuó con la reconversión y normalización del Movimiento Nacional como una especie de partido que se apropió del centro político e incluso llegó a abrazar la democracia parlamentaria durante el periodo conocido como transición. "De la ley a la ley" proclamaban satisfechos los franquistas al tiempo que las fuerzas armadas ponían sobre la mesa de negociación las pistolas, los uniformes y las medallas como el tahúr que pone seis ases sobre el tapete verde. Así se negoció la sagrada Constitución española, lo cual fue aceptado e incluso aplaudido por los partidos políticos democráticos, socialistas, comunistas, liberales y demócrata cristianos, que hasta no hacía mucho tiempo habían combatido denodadamente contra la dictadura y a favor de la democracia, desde dentro y desde fuera del estado. Es decir, la dictadura, el franquismo, impuso las condiciones para perpetuar el régimen surgido del golpe de estado del año 1936 y posterior guerra civil, escondiéndose tras una tenue capa de polvo de maquillaje translúcido para aparentar ser una democracia normal, lo cual siempre había combatido encarnizadamente, antes incluso con violencia.
Las ansias por alcanzar la democracia hicieron que los demócratas renunciaran a defender y ejercer los principios democráticos con firmeza, por lo que cerraron los ojos y bajaron sumisamente la cabeza ante el franquismo..... ¡Y de aquellos polvos vienen estos lodos!. Han pasado más de cuarenta años y todas las instituciones de este malogrado estado se encuentran sepultadas en mierda. Desde el jefe de estado hasta la última familia de funcionarios tradicionales y institucionalizados, hijos o nietos de la dictadura que aún perviven trabajando en las administraciones públicas. Este franquismo sempiterno e inmoral no sólo se encuentra muy presente en las actuales instituciones españolas, puesto que también ha arraigado sigilosamente o descaradamente en muchos políticos de formaciones de derechas, centro o izquierdas que ostentan o han ostentado el poder ejecutivo, legislativo y sobre todo judicial. Por no hablar del poder mediático, claro..... ¡Y así hasta hoy!.
Catalunya también sucumbió ante los anhelos de democracia que existía entonces. Todos sabemos, sin embargo, qué ha pasado después de más de cuarenta años de reinado de los herederos del antiguo régimen. ¡Decidimos que ya basta!. Por lo tanto desatamos el embate, la confrontación política liberadora más estimulante como nunca habíamos hecho antes contra el estado español para conseguir la ansiada independencia de Catalunya.
Un conflicto que actualmente se encuentra a las puertas de unas elecciones al Parlamento las cuales, aunque autonómicas, pueden acelerar o detener la marcha hacia la independencia según qué resultado obtengan las fuerzas que defienden esta opción. Todas las encuestas dicen que ERC, JxCat y CUP -más otros partidos independentistas muy minoritarios- obtendrán una mayoría absoluta aplastante y que más de 50% de los votos emitidos serán para estas formaciones políticas. Pues bien, estas previsiones han desatado espanto, pánico y temblor de piernas entre las fuerzas constitucionalistas, que han acentuado la guerra sucia, oscura e ilegítima contra el independentismo. La caverna mediática, la fiscalía, los jueces, el ejecutivo, el legislativo, la policía e incluso las fuerzas armadas han llamado una vez más a la movilización general contra el independentismo. Con todas las armas legales, ilegales y alegales a su alcance.
En estos momentos a la formación JxCat de Carles Puigdemont le han negado los espacios electorales gratuitos en los medios públicos y estos mismos medios hacen lo imposible para invisibilizar la formación encabezada por el presidente. Se hacen llamamientos para que la gente vote por correo cuando está más que demostrado que Correos nunca ha funcionado como es debido en ningún proceso electoral anterior. Ponen obstáculos insalvables para disuadir a los votantes catalanes en el exterior para que voten, sabedores que mayoritariamente lo hacen a favor de la independencia. Por otra parte sabemos que la GC escudriñó y retuvo -¡violó la correspondencia!- decenas de miles de sobres electorales antes y durante el proceso del 1O. Por tanto, ¿qué garantías tenemos de que no harán todo lo que crean conveniente para boicotear cientos de miles de votos depositados en Correos para las elecciones al Parlament?. ¡Ni una!. La inmensa mayoría de catalanes no nos fiamos de una empresa estatal dispuesta a hacer todo lo que considere necesario en defensa de la sagrada unidad de la patria. Así mismo a ERC le están colgando el sambenito de colaboracionista con el unionismo porque Els Comuns quieren abducirlos para conformar un nuevo tripartito con el apoyo directo o indirecto de los socialistas. Los republicanos tiene a su líder encarcelado -¡secuestrado!- en manos de verdugos castellanos y el actual liderazgo circunstancial es notoriamente pusilánime y sumiso al poder central, por lo cual el síndrome de Estocolmo preside y condiciona todas las decisiones y actuaciones que toma el partido. Los socialistas han prescindido de Miquel Iceta como primer candidato y en su lugar han puesto al ministro de Sanidad Salvador Illa porque quiere atraerse a los antiguos votantes españolistas de derechas de C's. Quieren aglutinar todo el españolismo alrededor de su lista. A su vez la prensa del régimen esconde la información de JxCat, maquillan y manipulan las de ERC, ignoran las de las CUP pero a todas horas nos muestran las de C's disimulando la hecatombe electoral que se vislumbra para ellos. También nos muestran las novedades que atañen al PP escondiendo la corrupción endémica que sufre, haciendo propaganda de fichajes provenientes de tránsfugas de C's, mientras blanquean y encorajan a VOX para que obtenga representación en el Parlament nutriéndose de antiguos votantes nacional-católicos de C's. Partido por cierto que podríamos situar en liquidación. Todas las formaciones españolistas quieren atraer a los votantes del partido de Arrimadas -de Rivera- antes que, desengañados, vayan hacia la abstención. Els Comuns-Podemos enfatizan las ansias de tripartito y de mandar a cualquier precio para fortalecer la izquierda estatal puesto que solo ellos están en posesión de la verdadera verdad. Por último, todos los medios hacen propaganda del PSC exageradamente anunciando anticipadamente la insoslayable victoria que le pronostican debido a la buena gestión de la pandemia que dicen que ha hecho el ministro en cuestión. Lo califican como el efecto Illa. Por supuesto, todo ello aderezado con encuestas trucadas y sesgadas donde se cocinan, muy torpemente por cierto, los resultados favoreciendo, como no, las formaciones constitucionalistas, mientras sesudos analistas, tertulianos y opinadores unionistas barren para casa descaradamente mientras se publican multitud de informaciones sesgadas o directamente falsas para intentar cambiar la previsible victoria que sin duda se producirá a favor de las formaciones independentistas....
¡Y hasta aquí hemos llegado!. Leyendo o viendo mentiras en lugar de información, escuchando tonterías en lugar de propuestas y mirando atónitos cómo se disputan los despojos sobrantes de un partido en quiebra. No menciono a ninguna formación política en particular cuando me refiero a un partido en quiebra porque en realidad, para mí, Ciudadanos, VOX, PP, PSC-PSOE y Els Comuns-Podemos son partidos que se encuentran en quiebra técnica en cuanto a Catalunya y los catalanes se refiere. Sólo ofrecen que todo siga igual y que Catalunya siga desangrándose dentro de un estado que se va a pique.....
¡En nuestras manos y con nuestros votos está evitarlo!.
