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dimecres, 20 de febrer del 2013

ESPIONAJE Y GUERRA SUCIA.

Vaya por delante la certeza que en Catalunya no somos perfectos. Padecemos corruptelas y corrupciones, como todo el mundo. Los políticos, los partidos, las instituciones no son inmunes a las flaquezas y miserias de las personas. Catalunya tiene sus propios corruptos y corruptores. Como acontece en cualquier país, los escándalos, los intereses espurios, las envidias y chantajes se suceden con la misma cadencia e intensidad que el cualquier otro lugar. Sufrimos la corrupción, pero no más (ni menos) que en otros sitios. Sentimos vergüenza e indignación cuando se hacen públicos las deshonestidades o los saqueos que han cometido o cometen algunas relevantes personalidades, igual que ocurre a los franceses, italianos, alemanes, o.... españoles. Lo que no pasa en ninguna otra parte es que la corrupción que azota a Catalunya sea celebrada por algunos con júbilo y desenfrenado entusiasmo, al tiempo que es generosamente publicitada e incluso alentada desde determinadas tribunas mediáticas, que aprovechan la ocasión para reafirmar sus propios prejuicios, disfrazándolos de pretenciosas acciones de denuncia e investigación periodística.

Desgraciadamente, ni se trata de denuncia ni de periodismo de investigación. En la Caverna Mediática madrileña presumen de ejercer la profesión bajo principios democráticos, de ser amantes de la libertad y el pluralismo y de defender apasionadamente la Constitución española, al tiempo que amparan bajo el manto de la libertad de expresión lo que no son más que injurias o vulgares calumnias, rumores o habladurías de bar, a pesar de lo cual se jactan de poseer ética profesional y de actuar con diáfana verosimilitud. En realidad son siervos (esclavos) de su patrioterismo nacionalista, y de otras miserias; y lo que es más grave: no son más que meros instrumentos en manos de las cloacas del Estado, y por tanto, al servicio de un recalcitrante, excluyente y avasallador españolismo. Los cavernarios acuñaron en el pasado el término de oasis (en sentido irónicamente figurado) para referirse a la situación política catalana. Ahora utilizan todos los sinónimos de pantano que existen (ciénaga, fangal, lodazal, cenagal, etc...) para describir lo que pasa en Catalunya. ¿Que ha ocurrido para que hayan permutado el apacible oasis por el putrefacto pantano?. Muy sencillo. Desde hace aproximadamente tres años el sentimiento independentista ha crecido exponencial y transversalmente entre la sociedad catalana, hasta alcanzar una holgada mayoría.

Como sea que en el Estado español existen profundos conocimientos de como estrangular las finanzas autonómicas y apropiarse de competencias ajenas (también sobre corruptos y corruptores, fuerzas de seguridad partidistas, espionaje interior, guerra sucia, constitucionalismo intransigente y judicialización de la política), no resulta disparatado deducir que el combate contra el independentismo catalán se basa precisamente en la utilización masiva de este tipo de seculares competencias hispanas, para intentar provocar la derrota de las aspiraciones y ansias catalanas. Nunca se les podría ocurrir un comportamiento similar tan civilizado como el británico respecto al secesionismo escocés. En lo referido al Estado español -respecto Catalunya- solo se puede ser malpensado. Cabe deducir que el  traslado desde el País Vasco hacia Barcelona de centenares de agentes del CNI, la publicación de falsos informes de la UDEF en plena campaña electoral catalana, la exagerada publicidad en torno la supuesta corrupción e innumerables incriminados, así como variopintas filtraciones judiciales y el súbito estallido de presunto espionaje masivo entre políticos, partidos, empresarios, periodistas, etc..., guardan una indudable relación con las cloacas del Estado y la guerra sucia. La guerra contra la independencia de Catalunya se recrudece día a día. Sonadas mentiras periodísticas, presuntas imputaciones contra políticos catalanes -y sus familiares- que a día de hoy no se han consumado, escuchas telefónicas y dossieres contra todo catalán que se precie. Ya lo anunció el ex-presidente español José Maria Aznar López: "antes que España, se romperá Catalunya". Tal es la realidad y las perspectivas que ofrece España a los catalanes. Y de paso, el Estado aprovecha para esconder sus propias vergüenzas, ocultándolas con la mierda que lanza desaforadamente contra Catalunya. Así, los ciudadanos crédulos centran su atención sobre la colosal corrupción que parece sufre -¿en exclusiva?- Catalunya y no perciben la auténtica catástrofe que representa el escándalo Bárcenas para el Partido Popular y para el Gobierno de Mariano Rajoy. Y de rebote, para la cada día más deteriorada imagen exterior de España y de su maltrecho prestigio.

Resultan ciertamente sorprendentes las consecuencias que ha provocado el estallido del escándalo Bárcenas. Recordemos: tesorero del Partido Popular durante muchos años, contaminado por el caso Gürtel; promocionado a excelentísimo senador y finalmente expulsado (imaginariamente) de la formación conservadora. Después que la policía descubriera unas cuentas en Suiza con más de veinte millones de euros a su nombre, se supo que los miembros de la cúpula del partido presuntamente habían visto complementados sus emolumentos oficiales con sobres repletos de euros, el origen de los cuales era una hipotética caja B rebosante de negras donaciones dinerarias privadas, recibidas por del partido conservador español de forma fraudulenta para su irregular y obscura financiación. Así, el actual caso Gürtel de Madrid y sus tentaculares brazos extendidos hacia Valencia -Camps-, y la corrupción en las Islas Baleares -Mata-, el espionaje partidista en la comunidad de Madrid en tiempos de Esperanza Aguirre, la bomba BANKIA, sumados a los más añejos casos Naseiro, Fabra, el tamayazo, etc... y como no, el escándalo Bárcenas, alimentan la imagen de un Partido Popular con más agujeros que un queso emmental.... absolutamente corrompido. Imagen que por supuesto conviene difuminar ante los anonadados ojos de los ciudadanos del Estado aunque, para su desgracia sin el menor éxito. Por cierto, parece que el espionaje (y grabaciones) del encuentro entre Sánchez-Camacho y la ex-amante de Jordi Pujol jr. apunta al entorno de la líder popular catalana como inductor de la escolta. Esto es, un nuevo agujero en el corrupto queso pepero. Por supuesto, todo ello presuntamente.

En tales circunstancias, ante el previsible e ineludible acoso recibido de parte de los medios de comunicación (de grado o por fuerza, según la adscripción progresista o conservadora de la prensa que configura la Caverna Mediática), las cabezas pensantes del partido gubernamental, en defensa de sus intereses que naturalmente son los de España, han decidido esparcir la porquería indiscriminadamente sobre todo el mundo, en una sutil maniobra de distracción. Y como sea que aquello que une más a los españoles de bien no es otra cosa que meterse con los malvados y pútridos catalanes, proceden a explotar, una vez más, el siempre latente e irrefrenable anti-catalanismo, de larga tradición hispana, con la esperanza de desviar la excesiva atención de la opinión pública centrada en ellos, redirigiendo la mirada hacia la poza de corrupción que en su opinión domina Catalunya. Consecuentemente, para alcanzar su objetivo contaron con la inestimable y entusiasta colaboración de esta determinada prensa madrileña, bajo la influencia de las cloacas del estado y el secreto tutelaje de los servicios de inteligencia, en una estrambótica coalición de patriotas que ya estaban en pie de guerra a causa de la deriva soberanista que se vive en Catalunya.

Y efectivamente. Es cierto que las pequeñas corruptelas o grandes corrupciones, las escuchas y seguimientos, el espionaje ilícito privado o por cuenta del CNI, las tribulaciones judiciales y las evasiones financieras, los pelotazos y las burbujas económicas de toda índole y condición, gozan de larga tradición en la historia del actual Estado español. Del pasado y del presente.... Y quien sabe si también del futuro. Pues bien. ¿Qué mejor oportunidad podría presentarse a la España oficial para matar dos pájaros de un tiro?. Es una tentación irresistible destruir el sistema autonómico vigente, a los nacionalistas no españoles (especialmente el catalán), y a la vez defender la uniformidad de España, la unicidad inquebrantable del Estado español, ante la amenaza (y utilizándolo como excusa) del secesionismo de Catalunya. Como España tiene una pétrea Constitución, la Judicatura y las fuerzas de seguridad de su parte, y aprovechando la profunda crisis económico-financiera y la predisposición siempre favorable de la prensa madrileña, pusieron manos a la obra. Y en esas estamos.

"El PP dobla el presupuesto del CNI con una partida extraída de Presidencia". De 203,7 millones pasa a 371,4 millones de euros. "El objeto de este programa (912Q) es atender todas las necesidades de carácter general que al CNI le ocasiona el cumplimiento de sus misiones, entre las cuales predomina la de proporcionar al Gobierno la información e inteligencia necesarias para prevenir cualquier amenaza que afecte la independencia e integridad de España, los intereses nacionales y la estabilidad del Estado de Derecho y de sus instituciones", según se extrae de un análisis detallado del presupuesto del Ministerio de Presidencia español, del cual depende el CNI. A pesar de la grave crisis económica y financiera que sufre España, siempre existen recursos frescos que dedicar al espionaje y a la desinformación. Sin duda debe resultar muy caro contratar agencias de detectives y empresas de seguridad privadas como tapadoras. "Estas empresas trabajan normalmente pero derraman la información de interés a su enlace, el agente en cuestión. Método 3 es esto", según informa el Sindicato Unificado de Policía -SUP-. Esta es la empresa de detectives privados (supuestamente) que tiene en estado de excepción a toda la sociedad catalana. Por cierto, este mismo sindicato de policías defendió con uñas y dientes la verosimilitud del informe que acusaba a Artur Mas y Jordi Pujol senior, de poseer supuestas cuentas suizas (informe que resultó un auténtico fiasco) y que fue oportunamente filtrado al azaroso periodista de investigación Eduardo Inda -El Mundo- en plena campaña electoral catalana.

Juego de espías, tapaderas, desinformación, extorsiones, policías partidistas y politizados. Incluso el Consejo General del Poder Judicial denuncia la politización de la justicia y piden su democratización. Predomina el envilecimiento generalizado. ¿Estos son los que deben combatir la corrupción?. ¿Tiene credibilidad el Gobierno de España?. ¿El ministro del Interior o el de Presidencia, incapaces de controlar la UDEF o Método 3?. ¿Y el Partido Popular y su integrismo constitucionalista?. ¿Y la policía?. ¿El CNI, tal vez?. Por mi parte, desconfío profundamente de todos ellos. Lo cierto es que desde el punto de vista de muchos catalanes jamás se alcanzará, dependiendo de esta España tan gris, cutre y embrutecida, el grado de Justicia, Libertad y Honestidad que deseamos para Catalunya y para los catalanes.

Ninguna artimaña, ni guerra sucia, ni espionaje cutre, ni la madre de todas las conspiraciones, ni las oleadas de estiércol que lancen contra el proceso soberanista catalán, lograrán detener el camino emprendido hacia la plena soberanía de Catalunya. Por supuesto, contra más insistan en ello, más fuertes nos hacemos. Y Dios mediante, en breve acabaremos llegando a nuestra ansiada meta: la independencia.


divendres, 15 de febrer del 2013

CORRUPCIONES Y ESPERANZAS.

Hablar de corrupción es hablar de España. O por lo menos, eso parece. El empeño que ponen los muchos corruptores existentes (piezas básicas para entender la extensión y profundidad de este drama), junto a determinadas formaciones políticas, algunas cúpulas de partidos, y especialmente la caverna mediática madrileña, para que la lacra de la corrupción sea la principal seña de identidad y el Norte y Guía que ilumina el quehacer cotidiano de este desacreditado Estado, resulta realmente admirable. Tanto, que incluso la prensa extranjera se hace eco de la penosa imagen exterior que proyecta España. Y no digamos lo que pensamos muchos ciudadanos en el interior, que contemplamos entre estupefactos e indignados, el cinismo, la cobardía y la estulticia que caracterizan la mayoría de personajes que conforman lo que podríamos considerar las clases dirigentes que nos gobiernan.

El último escándalo afecta directamente al Partido Popular de Alicia Sánchez Camacho y Jorge Moragas (en calidad de fiel escudero de Mariano Rajoy); a los socialistas catalanes de la mano de José Zaragoza; y a la ex-novia (o ex-amante, no se sabe a ciencia cierta) de Jordi Pujol Ferrusola. Sucintamente, este es el relato: Presentación y recomendación de Jorge Moragas a Sánchez-Camacho de la ex-novia, que a su vez fue compañera de pupitre y amiga del mismo Moragas desde la escuela, y posteriormente militante de las juventudes populares. Comida de ambas damas en un reputado restaurante de Barcelona. Intercambio de información entre ellas, sobre los negocios de Pujol Ferrusola y unas andorranas y evasoras bolsas presuntamente repletas de billetes de 500 y 200 euros. Denuncia de supuesta violencia psicológica; amenazas, miedos y grandes dosis de despechados agravios sentimentales. Como colofón, espionaje y grabación del intercambio de dimes y diretes durante la sobremesa entre las dos rimbombantes señoras a cargo de la reputada agencia de detectives Método 3. Espías supuestamente contratados por José Zaragoza, a la sazón secretario de organización del PSC. Un auténtico guión cinematográfico digno de ser premiado con el Oscar.

Naturalmente esta rocambolesca historia no ha ocultado (como se pretendía), ni mucho menos, el escándalo previo de Gürtel, Bárcenas y los fantasmales sobresueldos supuestamente repartidos, con salero y alegría, entre la cúpula del Partido Popular. Simplemente se trata de una nueva fase en la interminable guerra mediática y política entre El País, El Mundo, y en consecuencia, entre el PSOE y el PP. Y en el fondo, ¡pim, pam, pum!, aparece Catalunya. El objetivo secreto de ambos bandos: abatir el proceso soberanista iniciado en Catalunya. Esta es mi opinión. Toda la exagerada publicidad y desmedida consideración que merece la corrupción catalana entre los españoles, gracias a la prensa, los partidos, el gobierno y las cloacas de España, van encaminadas a sabotear el independentismo. Denigrando instituciones y personalidades catalanes (Mas, la familia Pujol, etc...) pretenden destruir los anhelos de justicia y libertad, y las ansias de plena soberanía del pueblo catalán y ocultar o difuminar la porquería que reina en España. Pero... ¡Ah, repámpanos!. La verdad no la altera ni la peste y ni el estiércol que tan pertinazmente vierten desde el entramado estatal sobre y contra Catalunya, pues el vendaval desatado devuelve la porquería y el hedor putrefacto sobre quien lo lanza, al punto de partida. Y así, se evidencia la auténtica lacra de corrupción de toda índole que se ha  enseñoreado de este malhadado Estado. No debe olvidarse que hasta el presente, Catalunya sigue unida a España y consecuentemente, la corrupción catalana es la corrupción española, y viceversa. Las leyes e instituciones españolas que deberían regular, controlar y perseguir los excesos cometidos, han fracasado estrepitosamente. Es el precio que pagamos todos los ciudadanos desde la lejana, glorificada y nefasta transición, hasta nuestros días. De la dictadura a la democracia española, sin solución de continuidad. De la corrupción franquista a la corrupción democrática. El lector podrá hallar cumplida exposición de este maldito tránsito en varios de mis escritos. Por ejemplo, el publicado el 10 de noviembre de 2011, bajo el título de El ave Fénix, el pulpo y el Movimiento Nacional.

La corrupción acapara los titulares de la prensa española e internacional. Mariano Rajoy se halla en el punto de mira de los medios europeos y americanos. Y lo más significativo es que su nombre aparece asociado a conceptos como incompetencia y corrupción. Del Estado, del Madrid oficial, del Partido Popular e incluso de su propia persona. La imagen exterior (e interior) de España carece de credibilidad y se halla notablemente maltrecha. Fundida en negro. No ayuda precisamente a mejorar esta percepción, la recrudecida e interminable guerra entre El País y El Mundo. Ambos periódicos denuncian las corrupciones de los otros, se pisan las exclusivas, lanzan puyas, esparcen rumores y hacen mofa y befa del enemigo, a la espera de destruirle o al menos de humillarle. "Pedro J. está rabioso", se jactan desde El País, después que el rabioso manifestara en twitter que "sabía que si pedía prisión provisional para Bárcenas, los papeles se los daría a otros que lo tratasen mejor". Recordemos que este individuo se hizo el chulo después de los comicios catalanes alardeando de "haber ganado El Mundo las elecciones". La patología que delata la soberbia de Pedro J. no es otra que una profunda y evidente ictericia, pues el amarillenismo le sale hasta de las orejas. ¿Como puede sentirse orgulloso de la caza desatada contra la familia Pujol?. Según su opinión, todos los Pujol son merecedores de ser investigados, perseguidos, vilipendiados y condenados por corrupción, antes que la justicia decida si deben ser imputados formalmente por haber cometido algún delito. ¿Como puede vanagloriarse de haber manipulado las pasadas elecciones catalanas?. ¿Como y donde quedan sus principios democráticos?. ¿Como puede servirse de informes apócrifos, de policías anónimos y de habladurías callejeras como fuentes de supuesto periodismo de investigación?. Lo peor es que persigue boicotear el proceso soberanista catalán (esta es la secreta intención), a base centrar sus inmisericordes ataques sobre personas que se supone son merecedoras de la presunción de inocencia. De momento, su único delito ha sido posicionarse directa o indirectamente a favor del proceso soberanista catalán. Pero el fracaso de esta perversa estrategia está cantado. ¿Como se puede ser tan tonto al suponer que matando a Mas y a la familia Pujol, detendrá el proceso independentista?. Un millón y medio de manifestantes catalanes el 11 de septiembre, dos millones cien mil de votantes el 25 de noviembre, evidencian la estupidez de las pretensiones nacional-españolistas que obnubilan el entendimiento de políticos y periodistas de la España de Mariano Rajoy.

La hecatombe económica, el desastre institucional, el galopante desempleo, la catástrofe territorial, la corrupción generalizada y la independencia de Catalunya no permiten vislumbrar soluciones a corto y medio plazo para España. A pesar que influyentes periodistas -nuevamente desde El Mundo- apuestan decididamente por el retorno de José Maria Aznar López a la presidencia. ¿En calidad de nuevo salvador, de caudillo del siglo XXI, tal vez?. Desgraciadamente, volver la vista atrás no solucionará nada. Generalmente, la nostalgia es agridulce. En este caso, muy amarga. No se olvide que el adagio "cualquier tiempo pasado fue mejor" forma parte de las Coplas por la Muerte de su Padre, de Jorge Manrique (1440-1479, político, militar y escritor español). Decididamente, es preferible encarar el futuro con determinación y esperanza antes que con nostalgia del pasado. Combatir la realidad del presente mediante descalificaciones (la fundación Francisco Franco afirma que el Parlamento catalán es liliputiense y estrambótico), o vulgares insultos (el secretario general de CDC es calificado de sinvergüenza por El Mundo), cuando se producen hechos que no gustan a los españolistas, no conduce precisamente a solucionar la crisis general, integral y trasversal que afecta a España. Ya no cuela el mantra tan castizo que califica Catalunya y a los catalanes de pantanal de omertà y de mafiosos sicilianos. O a "los Pujol", como si de "los Soprano" se tratara. Entre otras razones porque por el momento no han sido imputados ninguno de ellos, a pesar de la reiteradas e inconsistentes denuncias de la caverna mediática madrileña. Incluso uno de los actores principales del caso de las ITV, Sergi Pastor, detenido e imputado por tráfico de influencias, ha declarado recientemente que "he fabulado sobre mi relación con Oriol Pujol" (El Periódico, 8/2/13).

El Portavoz del Gobierno catalán se declara estupefacto por el caso de espionaje a Camacho. La Vanguardia denuncia que las escuchas telefónicas son generalizadas desde hace años en Catalunya. Otros medios revelan que los espías del CNI español tienen pinchados miles de teléfonos de destacadas personalidades catalanas. La prensa de Madrid acusa a la sociedad catalana de ser un pantano de corrupción. Otros (Margallo, Vázquez, Pedro J., Inda...) acusan a los catalanistas de nazionalistas. Algunos populistas (UPyD, Ciudadanos) se declaran amantes de la libertad y se consideran anti-nacionalistas, pero niegan el derecho a decidir de los catalanes, a golpe de pétrea Constitución, al tiempo que se muestran como recalcitrantes nacionalistas españoles. El gobierno de Rajoy prosigue su política recentralizadora, anti-catalana y rotundamente autoritaria. Y el PSOE, ni es federal, ni es socialista, ni está a favor de los obreros. Supongo que ante este panorama, la estupefacción del Govern dará paso a una reacción acelerada hacia la independencia. Continuar como hasta ahora, aboca a Catalunya al más profundo de los abismos. Es necesario, es urgente, es inevitable, alcanzar cuanto antes la plena soberanía de nuestra nación.

"No entiendo por qué algunos quieren privar a los catalanes de España", se pregunta Mariano Rajoy Brey, presidente del Gobierno de España. "La mayoría de catalanes no quieren la independencia", se permite afirmar temerariamente. A la pregunta de si podrá mantener Catalunya dentro de España, responde voluntariosamente "sí, no se preocupe que sí". La respuesta a la primera pregunta es obvia: "Para alcanzar la luz y renovar las esperanzas". A la segunda afirmación cabe responder, ¿Porqué no lo pregunta?. En cuanto a la tercera, ¿Acaso utilizará la violencia para retenernos?.

España está fundida en negro. Y Catalunya no lo acepta. Nosotros tenemos esperanza en el futuro. Nos vemos capaces de sobreponernos a la crisis económica y social que padecemos a consecuencia de la dependencia actual de España. Combatiremos la corrupción heredada con leyes catalanas, con nuestros propios medios. Y como efectos colaterales pero positivos, nos libraremos para siempre de las vesanias, falacias, manipulaciones, mentiras y mala leche de la Caverna Mediática Madrileña, de las malolientes cloacas del Estado y de determinados políticos y partidos españoles, cuya razón de ser es única y exclusivamente mantener sus privilegios y prebendas por encima de los intereses de los infortunados ciudadanos españoles. Catalunya y los catalanes seremos independientes más pronto que tarde. Esperemos que los españoles sigan el ejemplo y alcancen la libertad y su propia independencia de las clases dirigentes que actualmente les humillan y explotan. Lo antes posible. Ambas independencias son un ferviente deseo y en el caso de Catalunya una ineludible y premiosa necesidad.






dimarts, 5 de febrer del 2013

DE CORRUPCIONES Y "REALES" QUIMERAS.

"Algo huele a podrido en Dinamarca", advierte el fiel Marcelo al príncipe Hamlet. ¿Que deben "oler" ahora en Europa sobre España?. ¿Corrupción  a tutti pleni?. ¿Presiones políticas sobre los medios de comunicación públicos?. ¿El hedor de las cloacas del Estado?. ¿La angustia de millones de desempleados?. España huele mucho peor que la Dinamarca de Shakespeare. Y no solo huele mal. La imagen exterior de España es absolutamente nefasta. Es tenida por frágil y susceptible de fragmentación. A pesar de ello, la imagen internacional es mucho menos lamentable que la percibida en el interior. Hasta ahora venía marcada por la crisis económica y por el debate catalán. La imagen de Catalunya en el exterior es positiva; es  presentada como una región endeudada, pero fuerte y capaz de sobreponerse a las dificultades actuales. No ocurre lo mismo en España, que la entiende como una comunidad corrupta, deudora, insolidaría y victimista. Pero si a la mala imagen de España sumamos la crisis económica, territorial, política, moral y social, la percepción de esta se torna oscura, negativa, insostenible. Pues bien, a este imagen tan dantesca cabe añadir, como guinda del pastel, la consolidación, extensión y profundidad de la corrupción desatada en múltiples ámbitos. Ya sean institucionales (Monarquía-Urdangarin), políticos (PP-Bárcenas), judiciales (CGPJ-Carlos Dívar), financieros (BANKIA-Rodrigo Rato), económicos (CEOE-Díaz Ferrán), medios de comunicación públicos (manipulación de TVE) o deportivos (Operación Puerto).... La corrupción, en España goza de una excelente salud y por el momento, disfruta de total impunidad. Los supuestos controles anti-corrupción, bien políticos o bien judiciales, han fracasado estrepitosamente. Y algunas unidades policiales (UDEF) prefieren dedicar parte de su valioso tiempo a fabricar dossieres contra el soberanismo catalán, antes que investigar y perseguir auténticos y escandalosos delitos.

¿Tiene solución este desastre?. Por supuesto. Pero en España suelen resolver los problemas a base de aplazar las posibles soluciones ad infinitum. Por ello, la hecatombe, si Dios no lo remedia, se prolongará indefinidamente. Además, no se olvide que estamos en manos de un presidente de Gobierno, Mariano Rajoy, que gusta de encarar las dificultades gobernando cachazudamente los tiempos. Es decir, a base de esperar que el paso de los días, semanas o meses, acaben resolviendo (pudriendo) los problemas. El peligro de este proceder, con la que está cayendo, es aumentar exponencialmente el hedor que asfixia a España entera. Lo cual puede provocar que los ciudadanos rompan los cristales de los ventanales y abatan las puertas del palacio de invierno (y verano) violentamente, para que el aire fresco y libre entre en el ruinoso edificio estatal español, sin absurdas restricciones políticas y/o mentales. O puede provocar que muchos huyan despavoridos, lejos de la podredumbre y miserias que les ofertan sin alternativas aceptables, a cambio de perder decencia, honradez y libertad.

Hasta tal punto los responsables gubernamentales españoles viven en su propio mundo virtual, al margen de la realidad, que prefieren aspirar profundamente y taparse las narices, para proceder a establecer un plan predeterminado con el cual combatir los anhelos y esperanzas de la mayoría de independentistas catalanes. En Barcelona se rumorea que el Ministerio del Interior y el de Defensa (CNI) han decidido unir recursos y fuerzas para que se asiente en la capital catalana un grupo de trabajo, integrado entre trescientos y mil agentes, encargados de estudiar -espiar- a la sociedad catalana a fin de conocer la extensión y profundidad del soberanismo, y de paso combatirlo sin miramiento alguno. Los efectos de esta auténtica guerra sucia que desarrollan estos notables y voluntariosos patriotas españoles, son ya constatables entre determinados círculos de la sociedad catalana. Como sea que existen miles de móviles intervenidos, la factura telefónica ha descendido notablemente, pues los interesados apagan sistemáticamente sus aparatos y, por supuesto, jamás hablan de las cosas importantes por teléfono. También se nota esta presencia en los múltiples comentarios de texto que intentan ridiculizar, desacreditar y sabotear los mensajes catalanistas publicados en la prensa digital. Así, al recurrente boicot comercial contra Catalunya, se ha unido el boicot digital.  El coste económico de tal operación ha sido minimizado, ya que la mayoría de agentes provienen del País Vasco. Como sea que allí ya no tienen excesivo trabajo -por el cese de la actividad de ETA-, el desplazamiento puede ser calificado como meros traslados de centro de trabajo. Traslados perfecta y legalmente contemplados en la Reforma Laboral aprobada ahora hace un año por el Gobierno Rajoy.

Lo más hilarante de todo, es que los medios de información se han hecho eco de la actividad de los servicios secretos -y putrefactas cloacas- del Estado Español, publicando con total desfachatez detalles como que el CNI intenta captar personas con información sobre el soberanismo, o incluso se insinúa el domicilio de la sede del espionaje establecida en Barcelona. Lógicamente, desde el centro de inteligencia "ni confirman ni desmienten si se está haciendo algo relacionado con la independencia de Catalunya". Así lo precisa cabalmente la revista Tiempo, en un artículo firmado por Fernando Rueda, bajo el novelesco titulo de El plan del CNI para evitar la independencia de Cataluña. Y mientras, la corrupción campa a sus anchas sin que los responsables políticos del Ministerio de Interior y del CNI dediquen los mismos esfuerzos -¡por lo menos!- a combatir esa auténtica lacra que está destruyendo la confianza,  ilusiones, esperanzas y alegrías de los sufridos ciudadanos de esta maldito Estado.... ¡Con lo sencillo que sería que España aceptara el derecho a decidir de los ciudadanos catalanes!. Y sería mucho más democrático. Y barato.

Sea como sea, no es intención del Gobierno de España sustentado por el Partido Popular, encarar el estigma de la corrupción que se extiende como una sucia y maloliente mancha de aceite, desde los populares al resto de formaciones e instituciones del Estado. El escandaloso caso Bárcenas -alias Gürtel- salpica al mismísimo Rajoy, a la inquisitorial Cospedal -la misma que apela a la presunción de su inocencia, pero nunca la ajena (Mas, Pujol)-, a varios ministros y señalados dirigentes -de ayer y de hoy- del partido conservador. La corrupción se propaga imparable a la totalidad de la cúpula del PP. Sus portavoces se defienden estúpidamente con argumentos infantiles -"y tu más"-, a base de intentar extender su propia mierda al resto de mortales. Si alguien lanza alguna crítica, propone algunas acciones para apagar el incendio o reprocha la torpeza comunicativa del PP, recibe un alud de descalificaciones e insinuaciones, incluso de insultos, en boca de una formación política que se sabe fatalmente herida, y por lo que parece con enfermizas intenciones de morir matando. Incluso el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, afirma que existen "indicios y razones" para investigar los supuestos sobresueldos con dinero negro a los dirigentes del PP. Recordemos que el fiscal general del Estado es nombrado por el ejecutivo español (Rajoy). Cabe desear que este hecho no sea un impedimento en el desarrollo de la investigación (que ya debería haberse iniciado). Antes de iniciar la investigación pepera ha decidido pedir la imputación de Oriol Pujol -caso ITV-, en base a filtraciones de investigaciones, policiales y mediáticas, que tanto menudean en el panorama informativo madrileño desde el pasado 11 de septiembre. De tal forma que prioriza la cruzada anti-independentista por encima del presunto envilecimiento generalizado que sobrecarga las entrañas del Partido Popular.

Hecatombe, podredumbre, cloacas, corrupción. Póquer de ases. España navega sin rumbo. Las vías de agua se agrandan cada hora que pasa. Y la tripulación de la nave es incapaz de reaccionar. Es consciente de que debe poner a salvo al pasaje, pero no sabe qué hacer. No sabe o no quiere hacerlo, puesto que en los botes salvavidas no caben todos. Y el capitán y los oficiales no quieren hundirse en el abismo. Esta endiablada cobardía es lo que pone en peligro a los inocentes pasajeros. Que se sienten hartos, irritados, asustados y agotados. Al borde del motín. Quien sabe si estas son las intenciones ocultas de los que nos gobiernan. Provocar revueltas para que con la inevitable represión posterior se impida la asunción de responsabilidades. Al fin y al cabo, esta es la táctica que emplea el ejecutivo español ante el proceso independentista catalán. Utiliza las cloacas del estado en la confección de dossieres contra el independentismo; los filtra a la prensa amiga, que los adereza con sal y pimienta y los publicita hasta el paroxismo; destaca a un millar de espías a Catalunya, para que informen y desinformen según convenga; utiliza sus competencias ejecutivas para estrangular las finanzas de la Generalitat; se sirve de sus medios de comunicación afines -casi todos- para presionar y condicionar a fiscales y jueces -¿donde está Montesquieu?- para acosar y judicializar -con o sin razón- a distintas personalidades políticas catalanas; se vale de chantajes y amenazas al mundo empresarial para exigir su adhesión inquebrantable al unitarismo pro-español. Todo vale para impedir la secesión de Catalunya. Todo, menos ser honrados y respetuosos con los principios democráticos. Reitero: ¿Porqué no permiten, convocan y promocionan un referéndum de autodeterminación?. ¿Porqué no quieren que los catalanes nos pronunciemos libremente sobre nuestro futuro?. ¿Porqué no intentan ganar la consulta con la verdad, sin apelar al miedo, sin amenazas, ni manipulaciones?...... La única respuesta posible es que temen perder... ¡Saben que perderían!. Carecen de argumentos válidos con los cuales seducir a la mayoría de catalanes. Y si a la falta de argumentos, de principios y de empatía unimos la espeluznante imagen que proyecta la España actual, en el interior y en el exterior, llegamos a la acertada conclusión que la unidad política entre Catalunya y España es una quimera. Una pura y real quimera.





divendres, 1 de febrer del 2013

"ESPAÑA ES UN INVENTO JURÍDICO".

Una vez más, el departamento de Economía  de la Generalitat de Catalunya se ha visto forzado a formalizar la petición de auxilio al Fondo de Liquidez Autonómica. Fondo que, por cierto, todavía no ha sido implementado en el 2013, aunque sí ha sido convenientemente publicitado por el Gobierno de España. En esta ocasión la demanda catalana es por un importe de 9073 millones de €, para poder hacer frente a los compromisos financieros del presente año. Montoro, como es habitual en él, amenaza con no otorgar la totalidad de lo solicitado, si no se cumplen determinados requerimientos. Es decir, nuevas imposiciones políticas y demandas propias de servidumbres coloniales, e infinito y forzado agradecimiento-como si el préstamo estuviera libre de intereses y no debiera devolverse- de aquellas comunidades que se acojan al mismo. El sometimiento financiero y acoso político del Gobierno de España sobre Catalunya es causa de las absurdidades que presiden las relaciones entre estas dos naciones. ¿Porque la Generalitat tiene que solicitar ayuda si la administración central le adeuda, por imperativo legal, más de 9000 millones €?. ¡Y que se niega a pagar!. ¿Es razonable que Catalunya pase estrecheces financieras y deba recortar el estado de bienestar cuando cada año sus ciudadanos pierden, en concepto de solidaridad interterritorial forzosa, entre catorce y dieciocho mil millones de euros, que van a Madrid y jamás vuelven?. ¡Incluso en los azarosos tiempos de profunda crisis económica, como sucede en la actualidad!. Morosidad y expolio, así se definen las relaciones entre la nación opresora, España, y los oprimidos, Catalunya. Y puede considerarse una relación entre opresores y oprimidos puesto que España utiliza como argumentos de cohesión  social e imposición nacional las amenazas económicas y jurídicas, la manipulación  social y las obligaciones políticas; todo ello aderezado con la presión y propaganda mediática madrileña, el chantaje financiero, las onerosas inversiones anti-económicas y las dramáticas actuaciones desde las cloacas del Estado, de las fuerzas de orden público, de los fiscales y del poder judicial, en un espectacular tótum revolútum. Es decir, una típica relación entre metrópoli y colonia. Incluso planea sobre los cielos de Catalunya una amenazante, tenue pero pesada bruma paramilitar.

Existe una rara confluencia de opiniones e intereses entre el nacionalismo español conservador y el pretendidamente progresista, representado por el PSOE. En efecto, ambos coinciden plenamente en considerar España como la única realidad nacional del Estado. Ni el fallido regionalismo popular, ni el falso federalismo de los socialistas han logrado colmar las exigencias y necesidades de las distintas naciones que configuran la realidad del Estado español. Fundamentalmente porque ambos comparten el unitarismo constitucional, ora en calidad de marcado centralismo, ora de recalcitrante jacobinismo. También comparten una evidente catalanofobia, ya sea explícita (derecha), o implícita (izquierda). El caso del PSOE es realmente curioso y sintomático. Se auto-definen como federalistas -es una organización que cuenta con órganos federales-, pero no dudan en cargarse políticamente y denostar públicamente el federalismo que defienden algunos -pocos- militantes, como hacen los ingenuos socialistas catalanes. Así actúa el ex-presidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Además de opinar que el modelo federal "no arreglaría los problemas de España, antes al contrario", propugna que se reafirme la definición del partido como inequívocamente españolista.... ¡Acabáramos! ¡Por fin un destacado miembro del PSOE se reconoce como nacionalista español!. ¿Recibirá el apoyo y la adhesión entusiastas de Felipe Gonzalez, Alfonso Guerra, José Bono, Francisco Vázquez o Carmen Chacón, entre otros muchos.... ¿¿socialistas???.

"España es un invento jurídico compuesto por zonas que estructuralmente no tienen nada que ver las unas con las otras, un invento jurídico que ha crecido como ha crecido porque no podía hacerlo de otra forma", proclama el afamado economista Santiago Niño Becerra. Yo me permito añadir que también es una entelequia política. Un Estado que ha pasado de dar lecciones económicas a Italia, Francia e incluso Alemania anunciando pomposamente la superioridad sobre ellos, a colocarse a la altura de Grecia y Portugal, donde realmente le corresponde. Un país que de alardear poseer el mejor y mas sólido sistema bancario del "mundo mundial", ha pasado a protagonizar el más vergonzoso espectáculo financiero -el escándalo BANKIA-, y la más nefasta gestión gubernamental del mismo. Campeona en desempleo e incumplimientos de programas electorales. Una nación perennemente inacabada, en perpetua construcción, en eterna consolidación; la más antigua del universo; una nación que se remonta según algunos iluminados a por lo menos 3000 años de antigüedad; un estado pletórico de ínfulas, de kilómetros de trenes de alta velocidad que apenas transportan pasajeros, y con aeropuertos que a falta de aviones son utilizados para que los amantes de la velocidad (a cuatro ruedas) disfruten como niños con scalextric nuevo. Un estado que se clasifica por detrás de Botswana en el ranking de naciones más corruptas. Definitivamente, España es un invento jurídico y una entelequia política.

No crea el lector que mis palabras son excesivamente duras o crueles, cuando me refiero a España. Desgraciadamente la pobreza intelectual de sus gobernantes, la carencia de ética de sus dirigentes e instituciones, la insolvencia y picaresca genética de relevantes personalidades económico-financieras y altos funcionarios, unido a la altivez, a la soberbia, hacen que la opinión de España en el exterior, y lo que es más grave, la nefasta imagen que proyectan en el interior, resulte descorazonadora e irritante para los anonadados ciudadanos. Incluso desde Europa se denuncian, entre otras muchas estulticias cometidas, las presiones del Estado español a los medios de comunicación públicos. Y todos sabemos que también se presiona a los privados. ¿O es la prensa que presiona al ejecutivo?. ¿No sienten vergüenza?...... Imagino que no mucha, puesto que ni siquiera el caso Barcenas, que en realidad es el caso Gürtel y el caso Camps y Matas; que llega hasta BANKIA, Urdangarin y los Eres andaluces; que es también el caso Millet y Montull o los informes fantasmas de la UDEF.... Ninguno de ellos, bien por separado, bien unidos, han logrado sonrojar las mejillas de las duras caras de los que gobiernan este desnortado estado..... Ellos no sienten vergüenza, pero los ciudadanos si sentimos vergüenza.... por lo menos vergüenza ajena. Y estupor.

En otras épocas, en tales circunstancias, esto se arreglaba con una revolución. En nuestro días, solo disponemos de nuestros votos. Es por esta razón que los catalanes exigimos poder ejercer el derecho a decidir. Queremos votar si merece la pena seguir como hasta ahora, o si por fin, Catalunya emprende su propio camino en paz y libertad. Por lo menos, la independencia es un objetivo que ilusiona y ofrece esperanza a la mayoría de catalanes. Tal vez desde la independencia, Catalunya este en disposición de prestar el apoyo y la ayuda que los ciudadanos españoles merecen. Al fin y al cabo, España siempre tendrá entre los catalanes el sincero afecto y entrañable consideración que sin duda se ha ganado en nuestros corazones. A pesar del PP y del PSOE.