¡A ver!. Procuro hacer el trabajo que me corresponde como independentista convencido que soy.
Para empezar declaro que no soy fundador de nada. Ni formo parte de ningún partido político, ni de ninguna asociación privada o pública favorable o no a la independencia. Nunca he representado políticamente a nadie más que a mí mismo. Por ello, porque no me he dejado arrastrar por ningún partido, siempre he estado a favor de la independencia de Catalunya. Creo sinceramente que permaneciendo dentro del Estado español ni nuestra nación en general ni los ciudadanos catalanes en particular tenemos nada que ganar y mucho que perder. Así lo corrobora tercamente la historia, desde al menos la Edad Media hasta nuestros días.
Por todo lo expuesto ahora y desde siempre, he ido a muchas manifestaciones y también he apoyado a todos los presos y exiliados políticos. Por eso creo que los indultados deben dar un paso al lado, en beneficio de sus partidos y en beneficio del movimiento independentista. Trabajo hecho no estorba pero ya lo han hecho y no hace falta que persistan porque por mucho que se esfuercen el peso de los indultos aceptados -unos más que otros- pesan como una gigantesca losa. Los aceptaron y al mismo tiempo aceptaban la culpa y la gracia real...... Sin embargo también me solidarizo con todos y cada uno de los perseguidos por la justicia española con acusaciones inquisitoriales y manipuladas por el mero hecho de ser activistas favorables a la independencia.
¡Pues bien!. Por todas estas razones no comparto ese ataque generalizado, absurdo e indiscriminado, hacia los líderes y partidos independentistas. Criticarlos es lícito y debe hacerse. Pero querer aniquilarlos es injusto y perjudica al movimiento. Siempre he sospechado que no lo han hecho mejor porque nosotros, los independentistas de la calle, no hemos estado a la altura de lo que requería el proceso emprendido. Si, ciertamente los hemos empujado con todas nuestras fuerzas hacia el camino que nos debía llevar a la ansiada Itaca votándolos, pero aparte de esto poco más hemos hecho. Porque la independencia no la hacen sólo los líderes de los partidos, sino sobre todo la hace la voluntad y la fuerza del pueblo movilizado. En cambio, incluso muchos han pedido la abstención en las últimas elecciones para castigarlos porque nos han decepcionado. Y con votos y abstenciones no es suficiente.
Va siendo hora de dejar las críticas cainitas a un lado. Va siendo hora de dejar de insultar injustamente a los líderes y los partidos. Va siendo hora de volver al principio del proceso, cuando la gente de los pueblos y ciudades organizamos las consultas populares, nos manifestamos masivamente y ocupamos calles y plazas públicas de todo el territorio bajo el grito "las calles serán siempre nuestras". Va siendo hora de volver a tomar las riendas del movimiento de liberación nacional y ganar la independencia de Catalunya por más sangre, sudor y lágrimas que nos cueste. San Volvamos nos lo pide.
¡Ocupemos otra vez las plazas y calles de nuestras ciudades!. Apoyemos masivamente a las fuerzas independentistas, las viejas, las nuevas y las que surjan en el futuro!. ¡Movilicémonos y convoquemos huelgas y paros generales!. Defendámonos de los brutales ataques de un estado débil en democracia, represivo y a menudo violento, inquisitorial y vengativo, que tiene como primer mandamiento de su sagrada Constitución aniquilar el independentismo por tierra, mar y aire en defensa de la España una, grande y libre.
Pero sobre todo debemos dejar de soñar y de lamernos las heridas. Abandonamos los insultos fratricidas y demos un tregua a los ataques de unos contra otros. Volvamos a cerrar filas porque eso sí que es bueno para la independencia y malo para los nacionalistas españoles. Porque a pesar de todo, nunca debemos dejar de ser independentistas.
¡Eh!. ¡Hasta conseguir la independencia!. Después ya tendremos tiempo para volver a pelearnos para hacer lo mejor por Cataluña. Por cierto, yo soy ya un viejo que no quiere que el abrazo de la parca llegue antes que Cataluña sea libre e independiente..... Así que, ¡adelante las antorchas!.
