¿Y ahora, qué? Los independentistas que se han abstenido en las recientes elecciones a las Cortes españolas han conseguido aquello que querían: castigar a los partidos soberanistas porque les acusaban de habernos engañado, porque son unos traidores y porque sólo piensan en el comedero que les proporciona el hecho de ostentar la representación de los votos independentistas en el Congreso.
¿Y ahora, qué? Porque después de haber favorecido que el PSC barriera a las formaciones independentistas y que el PP y VOX consolidaran sus resultados, supongo que tendrán un plan alternativo. Es de suponer que van a confeccionar una lista independentista capaz de resurgir de las cenizas de los partidos aniquilados por esos arrebatados abstencionistas, que se auto consideran independentistas. ¿O el plan consistirá en hacer una campaña en la red y en la prensa para que el independentismo vuelva a ser independentista?. O seguir soñando sentados en sus mullidas butacas ante el ordenador denunciando las incompetencias de JUNTS, CUP y ERC sin dar el paso de proponer, al menos, una nueva hoja de ruta alternativa que vuelva a ilusionar a todos los independentistas. ¿O porqué no dejar de votar el partido independentista que te ha decepcionado y cambiar el voto a otra formación -¡aunque sea con la pinza en la nariz!- que no te ha decepcionado porque nunca le has votado....?.
¿Están satisfechos por el castigo que han proporcionado a JUNTS y principalmente ERC, pero también a las CUP, las cuales han desaparecido del mapa electoral del estado? Han perdido los sueldos de los diputados no elegidos y buena parte de las subvenciones que los partidos independentistas tenían que recibir en función de los votos obtenidos por su participación en las elecciones generales. Por cierto, sueldos y subvenciones que han ido a parar directamente a los bolsillos sobre todo del PSC pero también a PP y VOX, porque la abstención les ha permitido obtener unos resultados mucho mejores de lo que esperaban los españolistas. Y ahora estos partidos nacionalistas españoles, además, exhiben la medalla de la representación mayoritaria de los ciudadanos catalanes, ahora más españolizados como nunca antes han estado.
Promover la abstención del independentismo ha sido un mal negocio en lo que se refiere a la independencia. Los abstencionistas han actuado como tontos útiles del nacionalismo español. Han seguido con todo detalle las consignas que lanzaron soterradamente desde el Madrit institucional y sus cloacas para aniquilar el independentismo. Y ahora pueden proclamar que han vencido a las formaciones soberanistas y que los catalanes hemos dejado en un segundo plano nuestros anhelos a favor de la independencia de Catalunya. Para los españoles, trabajo realizado no estorba.
La abstención promovida a través de las redes, fundamentalmente ejecutada por encendidos justicieros independentistas de piedra picada, ha hecho un flaco favor al movimiento soberanista catalán. De 23 escaños hemos pasado a 14. Hemos perdido más de 700.000 votos. ERC ha perdido la mitad y las CUP han quedado fuera del Congreso. Junts ha aguantado aunque también ha perdido un buen puñado de votos, más de 100.000....
Pero los abstencionistas al fin y al cabo, ¿qué han conseguido?. Hacer un inmenso daño al independentismo. Y hacer un inmenso e inesperado favor al nacionalismo español.
Sólo deseo que lo que ha sucedido sirva de lección a todos estos intolerantes independentistas de salón que creen que castigando al independentismo conseguiremos la independencia. ¡Una soberbia falacia!.
Si no hay unidad ni lealtad dentro del movimiento independentista sólo conseguiremos ensanchar la base unionista y empequeñecer la independentista. La cual, a pesar de todo, sigue allí, bien viva, aunque sea de forma latente y amodorrada..... ¡Eh, por ahora!. Pero no mañana.....
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