Se han celebrado elecciones municipales en Cataluña. La participación ciudadana ha descendido un 6,5% respecto los pasados comicios. Las formaciones independentistas han perdido unos 315.000 votos que han ido a parar a la abstención..... El independentismo también ha perdido la hegemonía política, tan trabajosamente conseguida hasta ahora en todas las elecciones.
Es hora de señalar culpas y culpables. Podemos decir que la abstención se ha registrado mayoritariamente entre el movimiento independentista. Es cierto que se había iniciado una agresiva campaña mediática y en las redes sociales invitando a los catalanes a no votar las formaciones independentistas. Campaña que ha logrado el objetivo que se había propuesto. La abstención ha favorecido las formaciones unionistas y ha permitido, en consecuencia, la victoria de los socialistas en casi todas las capitales de las cuatro demarcaciones electorales y la consolidación de la hegemonía en la corona metropolitana de Barcelona. Y también ha favorecido la creciente presencia electoral de las formaciones españolas de derecha extrema y extrema derecha. La desaparición del partido Ciudadanos ha engordado al PP y especialmente a VOX. La extrema derecha extrema española aplauden incluso con las orejas por los resultados obtenidos aquí y en todo el estado.
Que los votantes independentistas se hayan abstenido significa que el movimiento se encuentra en una parálisis inducida por unos partidos incapaces de ofrecer las ilusiones y esperanzas necesarias para superar el aturdimiento dominante desde el 1 de octubre de 2017 hasta hoy. Sin embargo, el comportamiento de los líderes soberanistas no exculpa a ningún abstencionista de su responsabilidad. En resumen: No hemos ganado porque no han ido a votar masivamente a formaciones independentistas. Y esa menor participación siempre favorece a los partidos españolistas y, singularmente, PP y VOX.
¿Dónde se encuentra la responsabilidad principal de la decadencia soberanista? La primera responsabilidad es de todos los independentistas por haber escuchado los cantos de sirena del unionismo y por dejar que el desencanto y la desconfianza se hayan apoderado del movimiento. La segunda culpa la podemos cargar al enfrentamiento producido entre JUNTS y ERC y en la desunión que esta lucha cainita ha provocado entre la ciudadanía soberanista. También podemos atribuir la decadencia a la incalificable campaña que los más arrogados nacionalistas españoles e independentistas extremos han hecho desde las redes sociales, como twitter, facebook, Instagram, fomentando el abstencionismo y contra la necesidad de votar formaciones soberanistas, bajo la excusa de supuestas traiciones y descarnados insultos, como botiflers, converjuntos, Estrella de Tramontana, nazionalistas o tildando a los exiliados de fugados, vividores, cobardes y calificativos similares, adjudicados indistinta e injustamente a líderes, partidos y entidades soberanistas, todo ello aderezado con múltiples e injustificables exabruptos....
Pero en mi opinión la principal causa de esta decadencia ha sido y es el comportamiento de Oriol Junqueras, Pere Aragonès, Gabriel Rufián y las políticas emprendidas y defendidas por la cúpula de ERC, más cercanas a un autonomismo sumiso y derrotado antes que a la ilusionante independencia, en quienes recaen las mayores responsabilidades de este aturdimiento y decadencia del independentismo. Puesto qué.... ¿Cómo se puede liderar un partido independentista propiciando el entendimiento con quien te ha detenido, juzgado, sentenciado y encarcelado?. ¿Cómo se puede colaborar lealmente con un gobierno al que le aceptas que te indulte, reconociendo por tanto que has cometido un delito que no has cometido y que te arruine con multas por haber malversado un dinero que no has malversado?. Y mucho menos con un estado el cual sigue persiguiendo independentistas, juzgándolos, sentenciándolos y condenándolos en base a pruebas falsas, atestados fantasiosos y manipulando leyes y juicios, como sucedía en los mejores tiempos de la Santa Inquisición española. ¿Cómo se pueden ofrecer apoyos para los PGE a cambio de migajas cuanto sistemáticamente, en lo referido a inversiones en Cataluña, nunca se acaban de ejecutar, incumpliendo por tanto la ley orgánica presupuestaria? ¿Cómo se puede pedir una mesa de diálogo que no se reúne ni para jugar al mus?. ¿Cómo se puede afirmar que un partido es hegemónico cuando sólo ha sacado un escaño más que el segundo y que el tercero ha sacado nueve?. Por tanto, siendo minoritario dentro del independentismo -33 escaños de 74-?. ¿Cómo se puede buscar aumentar la base independentista con Comuns o colaborando con el gobierno de Madrid, cuánto estas formaciones se han declarado furiosamente contrarios a la independencia de Catalunya?. ¡En lugar de aumentar el independentismo consigues lo contrario, empequeñecerlo!. ¿Cómo se obtiene la independencia expulsando de la coalición del govern a uno de los socios porque te pide que cumplas los compromisos comprometidos para la investidura?. ¿Pretendes hacer la independencia sin JUNTS, las CUP, sin OMNIUM, la ANC y la AMI?. ¿Tan hegemónico crees ser....?. ¿Es éste el tipo de acuerdo de claridad que pretendes conseguir con las entidades de la sociedad civil catalana y con los partidos políticos?.
Oriol Junqueras, Gabriel Rufián, Pere Aragonés..... Líderes ya completamente amortizados y que resultan un estorbo para ERC y para el futuro del independentismo. A todos ellos hay que agradecerles la labor realizada y los sacrificios sufridos durante los años álgidos del proceso soberanista pero ahora son tiempos de buscar savia nueva y líderes valientes y decididos capaces de conseguir la independencia.
Si el independentismo no resurge de la decadencia actual, propiciada por el derroche que todos hemos hecho del movimiento, más vale que bajemos la persiana.... O hacer fuego nuevo que permita el resurgimiento desde las cenizas de un nuevo movimiento que no vuele tanto cerca del Sol como para que se nos quemen nuevamente las alas, como dicen que le pasa al Ave Fénix cada mil años.
Se encuentra en manos de todos los independentistas acallar a todos aquellos que creen que el independentismo se ha rendido y que está muerto y enterrado.
En cuanto a mí, ¡jamás será así!.
