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dimecres, 28 d’agost del 2013

¡TAN SENCILLO COMO ESTO!.

El próximo 11 de septiembre a las 17:14 horas los ciudadanos de Catalunya han sido invitados a participar en la Vía Catalana hacia la independencia. Por el momento casi 400.000 personas se han apuntado para unir sus manos formando una larga cadena que, partiendo de la frontera entre Catalunya y Francia en el norte, recorrerá todo el territorio nacional hasta la frontera sur, con el País Valenciano. La Asamblea Nacional Catalana es la organizadora de este movimiento cívico y reivindicativo, cuya inspiración se halla en la Cadena Báltica de 1989, celebrada en las Repúblicas de Estonia, Letonia y Lituania, que acabarían recuperando la independencia de la URSS dos años después, en 1991.

Cabe destacar que los participantes de la Vía Catalana serán ciudadanos de todas las ideologías políticas, credos religiosos y condición social. Jóvenes, maduros y viejos. Trabajadores, parados, estudiantes o pensionistas. Hombres, mujeres y niños. Con idioma materno catalán o castellano... Todos uniendo las manos en pos de un ideal común, fraternal, transversal y mayoritario: alcanzar la plena soberanía de Catalunya, lo antes posible. De forma festiva y alegre, pero firme. Y hacerlo en paz, libertad y con la democracia como únicas armas de que servirse.

Ante la ilusión y esperanza desatada entre los partidarios de la independencia, los agoreros de siempre anuncian la intención de romper la cadena, en defensa de una Catalunya española, colonizada y sometida para siempre a los intereses de la metrópoli. Tal ha sido la consideración que España ha tenido sobre Catalunya. Un conglomerado de fuerzas nacionalistas hispanas amenazan para este mismo día 11 de septiembre, a las 17:05, con cercar la basílica de la Sagrada Familia, de Barcelona, justo el punto en que transitará la Vía Catalana. Esta concentración de extremistas estará avalada por Alicia Sánchez-Camacho y patrocinada por el Partido Popular, con la única intención de provocar un enfrentamiento entre ciudadanos. Es conocida la estulticia que se gastan los conservadores. Véase sino los casos Bárcenas/Rajoy,  Método 3/Camacho, la podredumbre de Gürtel, la mezquindad del ministro Montoro, el sectarismo del ministro Wert, la cortina de humo de Gibraltar, o el desastre de BANKIA protagonizado por Rodrigo Rato y Guindos, entre otros notorios escándalos perpetrados por el nacionalismo hispano. Todos ellos no son más que prosaicas maquinaciones y trapicheos del Partido Popular. Pués bien, la alumna más aventajada de la pandilla conservadora ha resultado ser la incontinente Alicia Sánchez-Camacho. El más listo y agresivo de los aguerridos dirigentes regionales del obsceno partido nacionalista español.

Así pues, Alicia y sus muchachos no dudarán en provocar el enfrentamiento contra ciudadanos pacíficos que solo pretenderán manifestar su apoyo, esperanza e ilusión sobre la próxima independencia de Catalunya. ¿Qué persiguen los populares con tamaño disparate?. Solo una cosa. Dar por buenas la continuas afirmaciones hechas por los unionistas -tanto dá si son populares, C's, o una parte del PSC-, de que se está quebrando la armonía en el seno la sociedad catalana. En definitiva, propiciar la confrontación -incluso la violencia- para atemorizar y vituperar el proceso emprendido por el soberanismo catalán. Recordemos que este es el ferviente deseo expresado por Aznar. He aquí los argumentos utilizados por el nacionalismo hispano, soberanamente cutre y caducamente imperialista. Contramanifestación, confrontación, fraude y grandes dosis de vileza. Son propios de aquel que carece de razones y credibilidad. Y son peligrosamente parecidos a los utilizados por el fascismo.

La parte jacobina del unionismo, además, se ha enfrascado en una sórdida y fratricida guerra intestina con la parte catalanista del socialismo. Pere Navarro y su fiel escudero Antonio Balmon, están mostrando su cara más intolerante y autoritaria contra otros dirigentes del PSC, los cuales se han mostrado más catalanistas -y por tanto, comprensivos- sobre el derecho a decidir que debería disfrutar el pueblo catalán. Por ello, entre teatralmente dolido y manifiestamente furibundo, Antonio Balmon invita a Nadal, Geli, Ros, Tura o Martí, abandonar el partido socialista por haberse mostrado excesivamente críticos con la cúpula y con el posicionamiento marcadamente unionista adoptado por la dirección, sobre el proceso de emancipación nacional de Catalunya. En definitiva, el socialismo catalán está en pleno proceso de supresión de la C de Catalunya de sus siglas históricas, para sustituirla -figuradamente- de una vez por todas por la O y la E, aceptando ser nuevamente la sucursal catalana de PSOE, y sometido por tanto al férreo control  y tutela del mismo... La crisis en el PSC es total. Parece que el españolismo es ideológicamente pernicioso para la buena salud de los partidos estatales -nacionales-. De todas las formaciones políticas. El nacional-españolismo es excluyente, agresivo, inmutable, demodé y terroríficamente antidemocrático. Por tanto, es fuente de crisis, confrontación y destrucción.

Entretanto, Mariano Rajoy Brey, presidente del Gobierno de España, permanece callado, ausente del escenario público. Absorto por el escándalo Bárcenas. Petrificado por las consecuencias que de él se desprende. Parapetado tras el muro parlamentario de la mayoría absoluta que disfruta su (des)gobierno. Como sea que la parte más significativa de su filosofía política consiste en no abordar los problemas, no dar soluciones a los mismos y dejar que los asuntos se arreglen por sí mismo, o se pudran después de reposar largo tiempo en los cajones de su mesa de trabajo, ha decidido dar la callada por respuesta a la carta en la que Artur Mas solicitaba iniciar negociaciones formales para que los ciudadanos de Catalunya podamos ejercer el derecho a decidir nuestro futuro político, económico, fiscal, cultural, social e internacional. El Presidente Mariano Rajoy Brey ha decidido vilipendiar al M.H.S. Artur Mas i Gabarró, al mostrar este desprecio, esta ofensa y humillación, que hace extensible a la totalidad de los catalanes. De los independentistas y de los unionistas. Y como sea que la carpeta catalana no se pudrirá -nosotros no lo permitiremos- a pesar de los intentos de Mariano Rajoy y los suyos, los ciudadanos catalanes hemos decidido arreglar por nosotros mismos el contencioso con España.

El 11 de septiembre se inicia la cuenta atrás que permitirá a Catalunya alcanzar la plena soberanía nacional. Comienza el adiós a España, después de 300 años de agresión, sometimiento, imposición lingüística y cultural y depredación financiera. Adiós a la soberbia, prepotencia e hidalguía de gobernantes arrogantes y cínicos. Dejamos atrás a políticos mediocres y manipuladores capaces de coquetear con la corrupción con notable desparpajo y frescura, e instigar la confrontación e incluso la violencia, para mantener una unión estatal imposible pero conveniente a sus egoístas intereses. Nos despedimos de aquellos que pervierten los principios democráticos universalmente aceptados y utilizan los instrumentos propios del estado de derecho de forma despótica y manipuladora. Lamentamos sinceramente que los ciudadanos españoles sean víctimas de tales desaguisados políticos -y económicos, y sociales-. Pero...¡ya se sabe!, el instinto de supervivencia es más fuerte que la adhesión inquebrantable a un proyecto que ya nos resulta extraño y cada día más lejano. Y los catalanes queremos vivir como tales, de acuerdo con nuestros valores e identidad. Sin condiciones ni restricciones. Queremos que nuestra nación sea capaz de vivir en libertad y democracia, sin adjetivos que deformen o distorsionen el sentido de tan nobles conceptos. Queremos disponer de un Estado que no nos resulte ajeno ni hóstil. Y que nos ayude a superar la profunda crisis que padecemos, como nación y como individuos. Queremos tener esperanza en el futuro y afrontarlo con ilusión y con plena confianza en nuestra capacidad de trabajo y superación, en calidad de pueblo libre y soberano. Creemos en la independencia de Catalunya. ¡Tan sencillo como esto!.


divendres, 23 d’agost del 2013

PÍCAROS, TRUHANES, CORRUPTOS Y ANTI-DEMÓCRATAS.

Entre los militantes de partidos españolistas se está produciendo un notable incremento de actitudes que podríamos calificar como inequívocamente antidemocráticas. Concretamente, en algunos dirigentes de la formación más hipernacionalista que existe en el Estado Español: el Partido Popular. Tal es el caso del presidente de las juventudes del PP en Sant Cugat del Vallés, Ignacio Fuentes Albesa. Recientemente, como corresponde -por inmadurez- a su edad, se ha manifestado mediante twitter afirmando que "un buen regalo para el 11 de septiembre sería la modificación de la ley de partidos, que permitiera ilegalizar a los que atenten contra la unidad de España". Este lenguaraz patriota español advierte furioso que "la soberanía nacional y el territorio nacional no se vota, se defienden con uñas y dientes, ante los posibles enemigos que la quieren destruir, porque es sagrada". No contento con todo ello este novel dirigente político, inexperto además de inmaduro, incluso se ha permitido amenazar con ridícula chulería al Reino Unido y a Gibraltar: "se pueden ir preparando porque se han acabado las tonterías. Las reglas del juego irán cambiando".

Por su parte, el actual ministro de Defensa, Pedro Morenés, acusa al soberanismo catalán de utilización política (¡!) del Ejercito español. Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, advierte que "en política, lo que es importante es el sentido de responsabilidad, y lo que es relevante en el ejercicio del poder es saber de verdad cuales son los objetivos de la política y como desde estos objetivos se sirve al interés general". Insiste que un discurso que no prevea el interés general "acaba siempre en un despertar triste y no soy partidario de estos despertares tristes cuando se puede vivir en una armonía evidente, como se ha vivido durante muchos años". Prosigue afirmando: "no soy partidario de buscar sistemas alternativos que no se sabe adonde nos llevan". Y concluye, sentenciando: "debilitar España como unidad política perjudica a todos los españoles, incluyendo a los catalanes".

Los comentarios del dirigente de Nuevas Generaciones se califican por sí mismo. Lo preocupante es que este jovencito conservador tiene bien aprendida la lección de sus mayores. Como ya resulta corriente, el partido Popular nunca ha dudado en utilizar la ley y retorcerla hasta desvirtuar el principio de Justicia, y de servirse de leguleyos impúdicos e infames, en beneficio propio, para obtener lo que el juego democrático le niega en buena lid. Así pues, manipular leyes y juristas, cambiar "las reglas del juego" a mitad del partido, amenazar "con uñas y dientes", e insultar impunemente a los supuestos enemigos, son algunos de los argumentos políticos que tan diligentemente ha aprendido Ignacio Fuentes Albesa y otros muchos correligionarios suyos. Del País Valenciano y Madrid por ejemplo, que constantemente se exhiben (en twitter, también) envueltos en banderas franquistas y saludando brazo en alto al modo fascista. Es una pena que los conservadores no enseñen a sus cachorros buenas maneras y unos mínimos principios democráticos. Lo cierto es que los políticos bisoños no tienen culpa alguna por sus limitaciones intelectuales, sus carencias ideológicas, ni por su falta de empatía con los adversarios políticos. Al fin y al cabo, no son más que un espejo amorfo que refleja la imagen que proyectan sus mayores. Desgraciadamente, la imagen que actualmente ofrece el partido Popular no puede ser más antidemocrática y cargada de procacidad. Algunos de sus dirigentes destacan entre los pícaros, truhanes y como presa fácil de corrupción. Basta con escuchar sus discursos, observar sus actuaciones públicas y leer lo que la prensa informa y opina sobre ellos y su partido, para que la vergüenza, incredulidad y estupefacción suscitadas se manifiesten con toda intensidad y crudeza.

Parece que el ministro Morenés estuviera pensando en los suyos cuando apeló al sentido de responsabilidad y a la verdad como objetivos al servicio del interés general. Es precisamente la mentira persistente, la irresponsabilidad manifiesta y la falta de armonía y lealtad, es decir, la disonancia entre España y Catalunya, lo que impide que el statu quo entre ambas naciones continúe inalterable como si nada hubiera ocurrido, y debiera seguir siendo así por los siglos de los siglos. Confiesa que no es partidario de buscar sistemas alternativos "que no se sabe adonde nos llevan", como si el ejercicio de la democracia fuera algo extraño a la realidad del Estado Español de nuestros días. Más no existe otro sistema mejor que sirva para solventar los desencuentros políticos que no sea permitir a los ciudadanos expresarse a través de las urnas, o mediante la votación en un referéndum de autodeterminación en el caso que nos ocupa. Pero el partido Popular carece, aparentemente, del sentido de responsabilidad que el ministro Morenés exige a los otros -a Catalunya-. Y Catalunya no busca debilitar España, como sentencia Morenés. Catalunya solo pretende subsistir como nación libre y soberana, sin renunciar a su naturaleza, sentimientos y recursos. Los que perjudican a los españoles no son ni los políticos catalanes, ni los ciudadanos catalanes, ni la nación catalana. Son los nacional-españolistas antidemócratas que utilizan, siempre a Catalunya y ahora también a Gibraltar, como excusa para ocultar sus felonías, sus trapicheos y su ilimitada avaricia pecuniaria y ansias de poder político, con los cuales satisfacer sus egos y afanes de dominación absoluta, sobre personas y territorios de un Estado que solo la fuerza ha mantenido bajo una apariencia de unidad, que en realidad jamás ha existido. La causa de esta falta de unidad no es otra que la pretenciosa hegemonía castellana históricamente impuesta sobre todos los pueblos y naciones del Estado. Y como sea que el Partido Popular ha abrazado esta preponderancia castellana como si de un acto de fe se tratara, con mayor ímpetu y desconsideración si cabe que en tiempos de Franco, el encontronazo está servido.

Así pues, el partido Popular se halla atrapado en una maraña de intereses económicos y políticos, de servidumbres y fidelidades espurias y de absoluta carencia de escrúpulos y empatia hacia los que no piensan o sienten como ellos.... ¡Pobres españoles en manos de vulgares trileros!. Como los que dicen "Catalunya t'estimo", pero en realidad acaban apuñalándola por la espalda. Que si Catalunya quedará fuera de la UE. Que si los productos catalanes no podrán venderse en España y Europa. Que tendrá que cambiar de moneda. Que se quedará sin sanidad, educación o pensiones para poder pagar su ejercito, los servicios secretos, diplomáticos, inspectores de hacienda o magistrados. Que si la secesión se consuma España sufrirá como mínimo un amago de golpe de Estado y no será contra los catalanes sino contra todos los españoles.... ¡Cuanta boutade, cuantas paradojas, cuanto cliché preestablecido!. Por enésima vez: Catalunya acapara una tercera parte de las exportaciones del Estado. A Europa y al resto del Mundo. ¿Porqué la UE desechará un socio solvente, fiable y contribuyente neto como será Catalunya, para satisfacer la mezquina voluntad de los que nos quieren fuera de Europa (los ultra-nacionalistas hispanos, por ejemplo)?. ¿Porqué deberemos cambiar de moneda?. El partido alemán AfD aboga porque España deje el euro, excepto Catalunya y el País Vasco. O si continua dentro de la eurozona, supedita la permanencia a que reduzca los salarios un 30%. Es decir, que aumente la miseria y precariedad de los españoles. Por cierto, ¿acaso los catalanes no pagamos ya ahora ejercito, servicios secretos y diplomáticos, inspectores de hacienda y jueces, todos ellos tan españoles como la mismísima fiesta nacional?.... Cualquier reproche que hace el unionismo sobre la independencia olvida sistemáticamente que ya ahora pagamos muchísimos más impuestos de los que nos tocan por población y por PIB aportado al Estado. ¡Cada año entre el 9 y el 11% de la riqueza generada por los catalanes se queda en Madrid y no vuelve jamás a Catalunya bajo ningún concepto ni condición!. ¡Incluso en estos tiempos de profunda crisis!. ¿Creen los unionistas que si los catalanes dispusiéramos de todos los recursos que generamos, nuestra sanidad, educación o pensiones sufrirían más de lo que actualmente sufren, bajo yugo español?. ¿La Generalitat no vería aliviadas sus estrecheces financieras, actualmente estranguladas por el gobierno de España?. Todas las dificultades que cause la independencia de Catalunya, serán vencidas por los catalanes. Con trabajo, dedicación y grandes dosis de realismo. Pero especialmente, con muchísima ilusión y esperanza en un futuro mejor.

En cualquier caso, peor que sometidos a España no estaremos.  En lo que hace referencia al amago de golpe de Estado no busquen culpables entre los catalanes. Los encontrarán más cerca de lo que creen. Entre algunos destacados miembros de la caverna mediática madrileña. También entre aquellos que guardan en su corazón banderas con aguilucho incorporado, saludan brazo en alto o asignan 200.000 euros para obras de mejora en el Valle de los Caídos, el megalomaníaco mausoleo del dictador Franco. Y sobretodo, busquen entre algunos militares, retirados o no, que siempre se muestran dispuestos para salvar la Patria, aun a costa de no respetar la voluntad democrática de los ciudadanos expresada mediante votos. Ya sean catalanes o españoles.

Como dice el M.H.S. Jordi Pujol i Soley en su artículo Te tota la lògica (La Vanguardia, 14/8/2013) el gran incremento del sentimiento independentista entre el pueblo catalán es absolutamente lógico. Yo añado que además, es insoslayable e imparable. ¿Como no va a ser mayoritario el independentismo ante este acusado incremento del número de antidemócratas, truhanes y corruptos que pululan por el PP, así como el PSOE, o en instituciones básicas del Estado, como los partidistas TC y Consejo General del Poder Judicial, la patronal empresarial o los sindicatos clasistas?. ¿Como aceptar las afirmaciones de renombrados unionistas -por ejemplo Francesc de Carreras, padre putativo de C's- que niegan que exista falta de respeto hacia la cultura, la lengua y los sentimientos catalanes?. ¿Acaso no se acosa el catalán en el País Valenciano, las Baleares o la Franja aragonesa?. ¿No es cierto que los unionistas vituperan a instituciones como Òmnium Cultural, o el Instituto Ramón Llull a las cuales acusan de estar generosamente subvencionadas por la Generalitat, mientras guardan un vergonzoso silencio ante la financiación que consideran normal (pública, oficial y recogida en los PGE) de la Real Academia Española o el Instituto Cervantes?. En cuanto a los sentimientos catalanes, siempre topan con la santa Constitución española o el derecho del Estado (que no del Estado de Derecho) nacionalista español. El más reciente choque se está produciendo con la intolerable negativa española ante la petición de una consulta para decidir el futuro político de los catalanes. De todos los catalanes. De los que son partidarios de la independencia y los que son partidarios de la unión.

Esta es la principal diferencia que existe entre catalanes y españoles. Mientras los catalanes (más del 80%) exigimos poder ejercer el derecho de autodeterminación, la inmensa mayoría de españolistas reunidos en torno al PP, PSOE, C's y UPyD, niegan este anhelo, este sentimiento incontestáblemente democrático, con el peregrino argumento que no lo permite la Constitución ni el Estado de Derecho españoles. Excusas propias de antidemócratas, de trileros, de corrompidos.

Si. La independencia de Catalunya tiene toda la lógica. Lo irracional es permanecer como hasta ahora.... Esperemos que el próximo 11 de septiembre sea el último que Catalunya vea constreñidas sus ansias de libertad. A partir del 12, a por la soberanía plena. Por la independencia. Como diría el Presidente Obama: Yes, we can!.






dimecres, 14 d’agost del 2013

TRESCIENTOS AÑOS DESPUÉS.

Faltan poco más de tres semanas para la conmemoración del 11 de septiembre, Día Nacional de Catalunya. Esta emblemática celebración alcanzó su punto álgido el pasado año con la masiva manifestación que significó el disparo de salida de la carrera hacia la independencia a conseguir el próximo 2014, trescientos años después que las tropas borbónicas aplastaran la soberanía y desterraran la justicia que Catalunya y los catalanes habíamos disfrutado hasta aquella fatídica fecha. Desde siempre, aunque estos últimos tiempos con mayor intensidad, la mayoría de ciudadanos albergamos esperanza y confianza en el porvenir que el destino nos tiene reservado como nación libre y soberana. Un futuro repleto de esfuerzos, de trabajo, incluso de incertidumbre y temores, pero también cargado de libertad, justicia y prosperidad. No en vano ya conocemos la realidad pasada y presente y lo que ha significado y aun significan la dependencia y sometimiento a España y a los gobiernos de Madrid. Peor que bajo el dominio español seguro que no estaremos. Por ello la independencia se presenta con redoblados optimismo e ilusión. La plena soberanía de Catalunya es la única alternativa posible a la fragilidad democrática, a la estupidez y mezquindad económico-financiera de los distintos gobiernos españoles y a la corrupción que corroe a partidos políticos, instituciones y empresas que se han apoderado de esta España, ahora casposa y cutre, en manos de hidalgos altaneros y zoquetes empeñados en profundizar el hoyo en el que han metido a los desvalidos ciudadanos españoles.

Así pues, para los catalanes la independencia representa ilusión y esperanza. Para los españolistas, ira y frustración. La cercanía del 11 de septiembre ha desatado toda la furia, agresividad y mala leche que son capaces de generar, entre otros, los neofascistas hispanos; también los descarados franquistas siemprevivos y omnipresentes; y los trasnochados nacional-católicos renacidos. Este poti-poti de patrióticas asociaciones han redoblado su particular ofensiva en pos de la unidad de un Estado hegemónicamente castellano y de imperturbable inmovilismo constitucional. Los que podríamos considerar como típicos fascistas han procedido a precintar el monumento a Lluis Companys, presidente de la Generalitat de Catalunya arrestado en París por la gestapo en 1940, entregado a la justicia franquista y fusilado por soldados de la dictadura. Pues bien, estos dignos herederos de los asesinos de Companys han cubierto el monumento con plástico negro y han proclamado que "se trata de un acto más de la campaña de rechazo y oposición a la deriva separatista del gobierno catalán de CiU, sus socios de ERC y sus aliados del independentismo radical de extrema izquierda". Estos valientes y leales españoles son especialistas en ultrajar y mancillar monumentos y símbolos catalanes en un desesperado intento de combatir el soberanismo y reforzar los lazos de unión con España.... A la vista están los resultados obtenidos en su particular -y fracasada- contienda. Cruzada iniciada, por cierto, el 18 de julio de 1936.

Otros fieles, incansables y taimados españoles, próximos ideológicamente al franquismo de toda la vida, han organizado para el 28 de septiembre una fiesta en la cual se procederá a "una gran quema de trapos separatistas". El lema de tan enternecedora verbena, a celebrar en Madrid, es "Juntos por España". El motivo del aquelarre, además de fomentar el necesario anticatalanismo sustentador del más añejo y puro patrioterismo españolista, no es otro que recaudar fondos para asistir el 12 de octubre a una magna manifestación en Barcelona para proclamar la unidad de España en tan señalado día de la Hispanidad y la Raza, según los cánones ideológicos pergeñados por la dictadura franquista. El manifiesto conjunto firmado por las más variopintas y estrambóticas organizaciones ultra-nacionalistas que existen, asegura que es "la hora de la revolución nacional". "Abandonemos todos la actitud pasiva, apática y nihilista para responder como se merece a los constantes agravios y vejaciones a que está sometida nuestra nación por parte de sus enemigos, con la vergonzosa indiferencia, cuando no colaboración, de la clase dirigente, responsable última de la pérdida de la conciencia nacional y del orgullo de pertenencia a nuestro pueblo". Así es como los franquistas, falangistas, movimientos católico y democrático nacionales, todos ellos nacionalistas españoles de pro, pretenden seducir y reconquistar a los catalanes y a Catalunya. Teniendo la misma consideración con los catalanes que tuvieron sus gloriosos antepasados con moros, judíos, indios americanos, rojos y separatistas.

El Día de la Raza es una fecha icónica para los nacionalismo hispano. Ya intentaron el pasado año, al rebufo de la manifestación independentista, concentrar a millares de unionistas en la plaza Catalunya de Barcelona, como respuesta a la multitud congregada días antes tras las banderas esteladas. Apenas reunieron seis mil personas, contando incluso a los voluntarios desplazados desde diversas ciudades españolas. Cierto es que Maria de los Llanos de Luna -la virreina- multiplicó por diez el número real de participantes, enseñando al mundo mundial una peculiar forma de recontar asistentes a las manifestaciones espontáneas como aquella. Para el presente curso los convocantes de la próxima concentración, tan hispana y racial como el año pasado, anuncian significativos cambios organizativos con objeto de no hacer nuevamente el ridículo. Según se puede leer en La Razón, uno de los panfletos oficiosos del nacionalismo español, "saldrán autocares desde ciudades como Madrid, Valencia, Sevilla, Santiago de Compostela, Pamplona y Santander". La convocatoria corre a cargo, además de PP y Ciudadanos, de entidades como Convivencia Cívica, Foro Abril, Cruz de San Andrés, Liga Tradicionalista, Acción Cultural Miguel de Cervantes, Foro España Hoy y la Asociación Católica Quiero Vivir. Entidades aliadas del unionismo radical de extrema derecha, en la nomenclatura utilizada por los fascistas del Movimiento Social Republicano Español que, recordemos, son los autores del escarnio al monumento de Luis Companys; y al de Rafael de Casanova; y al Pi de les Tres Branques... Auténticos angelitos unionistas reunidos al calor de la quema de banderas esteladas.

Esta es la curiosa forma que tienen los nacional-españolistas de defender la hispanidad en Catalunya. Quemando banderas independentistas en Madrid, desplazando en autobuses a miles de patriotas desde España a Catalunya e invocando una revolución nacional para fortalecer la conciencia de pertenencia al pueblo español. Y de paso, dispuestos a celebrar en Tarragona el 13 de octubre la beatificación de 522 mártires de la Iglesia católica, víctimas de la persecución marxista durante la Guerra Civil. Es una pena que no beatifiquen, también, a los miles de mártires que sucumbieron a manos de los verdugos franquistas durante la larga y oscura posguerra, que sufrieron millones de personas cuyo único delito fué haber perdido una guerra desencadenada por un dictador hiper-nacionalista y sanguinario. Y además, católico, apostólico y romano.

Comparar nacionalismo español con nacionalismo catalán no solo es un grave error. Es un auténtico disparate. Es como comparar exclusión con integración. O unicidad con pluralismo. Mientras que el catalanismo es tolerante, festivo, respetuoso y generador de ilusión y esperanza, el nacional-españolismo es agresivo, arrogante, intolerante y causante de frustraciones y desalientos. El catalanismo no tiene voluntad de imponerse sobre nada ni nadie, mientras que el españolismo porfía por desplazar o sustituir sentimientos que le resultan ajenos y por tanto, prescindibles. La disposición impositiva del nacional-españolismo es su auténtica razón de ser, de existir. A cualquier precio. De cualquier manera. Incluso trasladando a millares de voluntarios hacia tierras a reconquistar para que parezcan ser muchos más de los que en realidad son. Por esta razón siempre resulta un fiasco. Un eterno fracaso. Un monumental ridículo. Este nacional-españolismo, cutre y decimonónico, solo pretende vencer por la fuerza, pues es imposible que convenza con razones y argumentos a personas sensatas.

Como Catalunya y la mayoría de catalanes no solemos comulgar con ruedas de molino, ni aceptamos imposiciones de nadie y al igual que otros pueblos del Planeta nos creemos invencibles, buscamos en la plena emancipación de nuestra nación, la esperanza e ilusión que nos ha hurtado la hispanidad y la raza  (clases) dominantes de esta España vetusta (a pesar de los buenos y cándidos españoles), desde el 11 de septiembre de 1714. Trescientos años después, recuperaremos la anhelada libertad. La independencia. En paz y con democracia.

divendres, 9 d’agost del 2013

ARGUMENTOS Y SINRAZONES UNIONISTAS.

Los únicos argumentos que utilizan los unionistas para combatir el independentismo mayoritario de los catalanes, no son más que vulgares insultos, descalificaciones y falsedades. Una absurda sinrazón. No parecen ser conscientes de lo que en realidad logran con tales exabruptos: fortalecer e incrementar las ansias de libertad y soberanía de Catalunya. Y avivar la urgencia en conseguirlo. Se distinguen especialmente en tal cometido los miembros de lo que popularmente es conocida como "caverna mediática". Los integrantes de este club típicamente madrileño, bien sea en su vertiente televisiva, radiofónica o de prensa escrita, porfían incansables en las manipulaciones e injurias, en el supuesto que así hacen un servicio a la unidad de la patria y a la preservación de los intereses políticos, económicos y culturales de la España eterna y castellana. Pero en realidad consiguen justo lo contrario de lo que pretenden. Además, lo hacen a costa del Estado de Derecho y de principios democráticos internacionalmente aceptados, pues los confunden y sustituyen por el derecho del estado a imponerse por la fuerza mediante la sacrosanta y pétrea constitución española. Esta perversa tergiversación conceptual es la principal causa de debilidad y penuria que sufren los fundamentos de Justicia y Democracia en el Estado Español.   

Lo más grave que ocurre es la deriva anticatalana -y antidemocrática- que propalan los mass media españoles, que se está contagiando y extendiendo entre toda la ciudadanía con notable rapidez y aparente eficacia. Así se aprecia en los comentarios de texto que se publican a pie de página o en las cartas al director, en artículos, opiniones y análisis, ya sea en medios digitales, prensa escrita o tertulias políticas. Los ciudadanos comienzan a utilizar expresiones tales como "nazionalistas", "adoctrinamiento", "desobediencia", o "fomentar el odio, la división y la confrontación", con la misma ligereza y agresividad que hacen los periodistas cavernarios. Unos confiesan sentir rabia ante la exhibición de esteladas y las comparan con la bandera nazi. Otros muestran su ira porque en las escuelas se enseña en catalán y no en castellano. Algunos auguran que los nazionalistas deberán huir a Francia cuando los españoles decidan poner fin (¡a saber de qué forma!) a la aventura independentista. Desde la esfera militar no se cortan ni un pelo y amenazan directamente con una intervención violenta para restablecer el orden constitucional y la españolidad, que consideran amenazados. Incluso destacados intelectuales se permiten insultar y denigrar con total impunidad y absoluta desvergüenza a los cada vez más apabullados ciudadanos catalanes.... Estas son las respuestas que ofrece el nacionalismo español, ante el requerimiento inequívocamente democrático que formulamos la mayoría de ciudadanos (entre el 75% y el 85% de catalanes con derecho a voto), de celebrar una consulta para decidir las relaciones políticas entre España y Catalunya. En este sentido cabe destacar las dudas que invaden a Arcadi Espada sobre si los catalanes estamos mentalmente capacitados para la consulta. "Viendo los últimos años de la historia, la hipótesis más compasiva que se puede trazar sobre el sobado "seny" catalán es al mismo tiempo la más perturbadora. Para que una banda secuestre un pueblo ni tan solo es necesario que sea una banda de asesinos. Basta que estén locos", sentencia este periodista nacional-españolista, ofuscado por la identificación ideológica que tiene con C's y UPyD.

Tampoco desde las filas de formaciones más nacionalistas (españolas) no ahorran "mala leche" ni improperios ante las pretensiones catalanas. Alicia Sánchez-Camacho, siempre presta a figurar en el candelero de actualidad, ha propuesto crear un frente común contra el separatismo, por supuesto liderado por ella misma. Impulsa conformar una gran coalición integrada por PP, PSC, C's y UDC, que debería combatir el desafío de ruptura y secesión, con información "cierta y veraz respecto a los riesgos de la salida de Catalunya de España y de los beneficios de que los catalanes sigan siendo españoles". Para conseguirlo, ¿acaso existe mejor forma que no sea propiciar la división y el enfrentamiento de la sociedad catalana entre unionistas buenos y juiciosos, contra separatista malos y enloquecidos?. ¿O porqué no impedir a base de triquiñuelas escasamente democráticas la celebración de un referéndum de autodeterminación en paz y libertad?. Aunque observando la paranoia desatada en las filas españolistas por el hecho que la waterpolista Roser Tarragó exhibiera un símbolo independentista (//*//) en su cuenta de twitter, hace pensar que la locura no se halla precisamente entre los soberanistas. Es sintomático que estos exacerbados patriotas españoles hayan sustituido admiración, respeto y gratitud -por la hazaña conseguida por los deportistas catalanes (la mayoría) en los campeonato del Mundo de natación-, por odio, sectarismo y desprecio. Así pues, ¿porqué no reprochar e insultar a los deportistas catalanes que tienen la obligación de asistir a las convocatorias de las selecciones españolas?. ¿Ignoran acaso que existe la ley 10/1990 -ley del Deporte- que castiga como infracción muy grave la falta de asistencia no justificada a las convocatorias de las selecciones deportivas españolas, bajo amenaza de "inhabilitación, suspensión o privación de licencia federativa, con carácter temporal o definitivo"?. Roser Tarragó ha tenido que cerrar su cuenta en twitter ante el alud de improperios y amenazas que ha sufrido en manos de esta enardecida masa buenos y juiciosos unionistas.... Después dirán que los catalanistas hacemos política con el deporte. "Información cierta y veraz... de los beneficios de que los catalanes sigan siendo españoles". La arrebatada Alicia Sánchez-Camacho dixit.

Este desaforado paroxismo españolista es la principal causa del temor que sienten 150.000 catalanes residentes en el extranjero, que pueden quedar al margen de la consulta del 2014. Ya sucedió en las pasadas elecciones catalanas de noviembre de 2012. La falta de colaboración de las legaciones diplomáticas españolas y del servicio de Correos, impidieron a la mayoría de ciudadanos que querían votar hacerlo en libertad. Un boicot más o menos encubierto imposibilitó el ejercicio del derecho al voto, porque al servicio exterior español no le pareció adecuado y patriótico permitirlo. También deberemos permanecer atentos ante las previsibles maniobras que realizarán para manipular el censo electoral, a conveniencia de España. Recordemos que la manipulación marroquí del censo saharaui impide la celebración del referéndum de autodeterminación en la República del Sahara, con unas mínimas garantias de libertad y democracia. Los unionistas españoles son muy capaces de seguir el ejemplo norteafricano con tal de impedir la consulta en Catalunya; e incluso de enviar tanques para impedirlo. Es la pregunta que se hace el periodista y filósofo Josep Ramoneda (próximo al socialismo) desde las páginas de El País, bajo el título Hagan política, señores: "Desde septiembre pasado la independencia catalana es ya una cuestión política ineludible. Sin embargo, el Gobierno de España todavía no ha hecho una sola propuesta política concreta a los catalanes. Se ha limitado a decir que el referéndum es imposible, que lo prohíbe la ley, que está fuera de la Constitución y que corresponde a los tribunales sancionar cuanto ocurra en este proceso. Cargar a los jueces con problemas que corresponden a los gobernantes es siempre un  grave error que solo puede tener consecuencias negativas para la democracia y para la convivencia. Si la justicia no resuelve, ¿qué pasa entonces?. ¿Los tanques?. El proyecto independentista, con una base social amplia en Catalunya, es un problema político y es una insensatez tratarlo de otra manera".

Somos cada vez más los que pensamos que entre las autoridades españolas se encuentran muchos insensatos. Y también entre los periodistas. Lo cierto es que la caverna unionista no ceja en su empeño de sembrar el odio hacia Catalunya y los catalanes. Injuriar, mentir, difamar, intimidar y amenazar. Estos son sus únicos argumentos constitucionales. Esta es su divisa democrática. Empiezan a parecerse peligrosamente a La Radio Television Libre des Mille Collines, también conocida como la "Radio del Odio" en Ruanda y Burundi. Esperemos que los unionistas recapaciten, que acepten el juego de la política y la democracia. No somos precisamente los independentistas los que estamos enloquecidos. Nosotros queremos alcanzar la libertad y soberanía de Catalunya mediante la democracia. Pero, ¿y España?. ¿Quiere impedir la independencia catalana utilizando amenazas, insultos, odio y tanques?. ¿Cree en la solidaridad intercomunitaria y unidad del Estado impuestas mediante el estrangulamiento financiero, la persecución judicial, lingüística y cultural y el menosprecio y negación políticos?. ¿En España creen realmente en la democracia?. Si así fuera, negociarían con la Generalitat la celebración del referéndum de autodeterminación. Y aceptarían el resultado. A pesar que el a la independencia de Catalunya coseche un rotundo triunfo frente al no.


divendres, 2 d’agost del 2013

ASÍ SEA. AMÉN.

"Quiero deciros que si por alguna cosa se caracteriza Catalunya es por su capacidad de acogida y por la pluralidad de su sociedad. Estoy convencida por esto que esta bella tierra no solo es el lugar de vuestro primer destino, sino que será también vuestro hogar".

Esta es la bella loa que la Virreina, María de los Llanos de Luna, ha pronunciado ante los 231 nuevos agentes del Cuerpo Nacional de Policía destinados en Catalunya. Recién salidos de la Academia, estos antiguos cadetes, ora agentes, han merecido tan florido pensil saludo de bienvenida, revelador de las melancólicas remembranzas que embebe el alma de tan gentil y alta damaSe suman a los "siete mil agentes armados españoles -Guardia Civil y policía nacional- a las órdenes de la Delegada del Gobierno español en Catalunya", según apercibió Alicia Sánchez-Camacho en sede parlamentaria el pasado mes de mayo. Así pues 7.231 servidores del orden público del Reino de España, convenientemente armados, velarán por la paz, seguridad, contención y vigilancia de siete millones y medio de catalanes. Naturalmente, esta cifra se incrementa con los centenares de agentes -espías- adscritos al CNI -antes CESID-, aun cuando estos últimos actúan con total impunidad y autonomía. Y haciendo buenas las sentidas palabras de la señora De Luna, los recién llegados procederán a integrarse en la sociedad de esta comunidad autónoma, cuya animada vida política vive horas esperanzadoras. Será por esta razón que el director general de policía manifestó en su arenga ante estos futuros ciudadanos integrables que deberían demostrar la voluntad de permanencia en Catalunya, a pesar de que la policía catalana tiene plenas competencias en orden público -excepto en terrorismo yihadista y fronteras- y se halla desplegada por todo el territorio de Catalunya. Me pregunto, ¿no hubiera sido mejor aumentar la plantilla de los mossos d'esquadra, antes que desplegar la mitad de la nueva promoción de Policía Nacional solo para Catalunya?..... ¡Ah, no!. ¡De ninguna manera!. Puesto que entonces la policía española no podría cumplir la "vocación de ser una de las instituciones vertebradoras de España".

¡Grande es la tarea que pesa sobre los gráciles hombros de Su Excelencia!. Otrosí:  Lo es denunciar ante la ley, por supuesto española, a los seiscientos ayuntamientos que han osado aprobar mociones a favor del derecho a decidir y de la independencia de Catalunya. Denuncias que por cierto están siendo desestimadas, una tras otra, por la propia justicia española. Primer otrosí: también amenazar a los centenares de consistorios que han optado por exhibir sin recato ni mínimo rubor la senyera estelada, símbolo y evocación de la próxima soberanía catalana. Último otrosí: contar manifestantes a ojo, añadiendo o restando asistentes, según se trate de manifestaciones españolistas (12 de octubre) o independentistas (11 de septiembre) según convenga a la Patria y al Rey.... ¡Uf!. ¡Qué agotamiento!.

Más arduo y farragoso resultará el trabajo que deberá desarrollar la señora De los Llanos para contener la indignación que sin duda se desatará, por ejemplo, entre la población del delta del río Ebro -y del resto de Catalunya-, después de la aprobación del Plan de Cuenca a instancias del orondo ministro Arias Cañete. Rememorando el periclitado Plan Hidrológico o como si de construir miles de kilómetros de AVE absolutamente superfluos y antieconómicos se tratara (tareas en las que España, la Marca España, goza de una gran experiencia y prestigio), el Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha autorizado la conversión de 445.000 nuevas hectáreas de regadío, hasta llegar a 1,4 millones de vergel cultivable en toda la cuenca del río, con el consiguiente aumento exponencial del consumo de agua, si Dios y la Unión Europea no lo remedian. Lo cual provocará que por el tramo final solo fluyan -en teoría- 3.100 hm3/año. Ello quiere decir que el agua del Mar Mediterráneo entrará hasta más allá de 20 km. desde la desembocadura, lo que arruinará el delta. El Delta del Ebro es zona ZEPA y espacio del Convenio de Ramsar y forma parte de la Reserva de la biosfera. No quiero ser malpensado, pero parece que al ministro de Agricultura y Medio Ambiente (¡?) le importa un pimiento que desaparezca.... ¿Tal vez porqué el delta se encuentra en Catalunya?.

Debemos convenir que los compatriotas de la Virreina no le facilitan mucho las cosas, precisamente. Otro ejemplo: el Partido Popular de las Islas Baleares anuncia que prohibirá por ley la exhibición de la senyera e instará a usar la rojigualda en todos los edificios de la administración autonómica, especialmente en escuelas e institutos públicos y concertados. ¿La razón?. Como sea que la mayoría del mundo educativo balear anda revolucionado a causa de las medidas adoptadas por la consejería de educación, restrictivas -en realidad, persecutorias- con la lengua propia de las Islas -el catalán-, una forma de mostrar el desacuerdo consiste en colgar en las fachadas de los edificios lazos con la senyera como seña identitaria reivindicativa. A partir de la entrada en vigor de la ley, quien la infrinja será sancionado con una multa entre 500 y 2000 euros (en realidad ya se están produciendo destituciones, dimisiones e incluso cruzamiento de denuncias). Así pues, es comprensible que María de los se muestre preocupada por la incidencia que esta nueva legalidad isleña pudiera tener en la cada vez más cabreada población catalana, hartos de sufrir esta interminable agresión estatal contra nuestra lengua..... O no le preocupa en absoluto. Puede que quiera seguir el ejemplo isleño e intente trasladarlo a la realidad de Catalunya. Lo cual tampoco resultará fácil, pues el españolismo, en el Parlament, va de capa caída. Esperemos que no se les ocurra promover la enseñanza en lapao -reciente invento lingüístico del PP- en las escuelas de la Islas. Aunque en cuestiones que atañen al idioma catalán y las reacciones que este provoca en el PP, todo es posible y nada es descartable.

Confiamos que las preocupaciones de los unionistas, encabezados por Su Excelencia María de los Llanos de Luna, Virreina, no tengan mayores incidencias negativas para los catalanes. Esperamos que la integración de la policía española no perturbe la armonía de la sociedad catalana. Y que su desplegamiento fuera de las fronteras españolas no cause desprotección ni inseguridad en la ciudadanía de España, ni entorpezca la labor policial de los mossos d'esquadra dentro de Catalunya. Deseamos que la convivencia prevalezca por encima de las amenazas, del espionaje y del sometimiento de los ciudadanos, y que nuestros derechos se vean amparados y reforzados, a pesar de la Constitución Española. Rogamos para que no vuelva la pertinaz sequía y puedan regarse tan generosamente estos centenares de miles de hectáreas de nuevo regadío, y se mantenga el caudal ecológico en el delta, pues de lo contrario el desierto de los Monegros llegará hasta Amposta y el agua del Mediterráneo, hasta Zaragoza. Y oramos para que el entendimiento, ya sea en catalán, valenciano o lapao, se imponga sobre el enfrentamiento y la intolerancia en castellano, andaluz, extremeño o cántabro. Pero sobre todo, encarecidamente exigimos que el Partido Popular y sus muchachos (y muchachas) dejen de tocar las narices y los cataplines a la concurrencia de una puñetera vez. Por lo menos, los catalanes. Así sea. Amén.