En la sesión de control que ha tenido lugar en el Parlamento de Catalunya el día 20 de julio, se ha formulado una pregunta al M.H.S. Artur Más, cuya respuesta ha servido para clarificar las auténticas intenciones y hoja de ruta del gobierno de CiU, durante la presente legislatura. La pregunta, formulada por el parlamentario no adscrito señor Joan Laporta, ha sido: "¿Piensa el presidente de la Generalitat liderar el proceso hacia la independencia?. Si no, ¿porqué?. Y si sí, ¿cual es la estrategia?".
La respuesta del señor Más ha sido que no liderará el proceso, ya que si fuera así, seria un fraude a los electores pues no figuraba en el programa electoral de CiU, ni en el discurso de investidura sometido a la consideración de la cámara.
Como puede verse, el señor Más ha optado por no escuchar el clamor que existe en Catalunya, por parte de una gran mayoría de ciudadanos que ya hemos optado nitidamente a favor de la independencia. Ante el hecho de que, según la última encuesta publicada, un 43% sobre el total de los electores se inclinan claramente por plena soberanía, el M.H.S. Artur Más i Gabarró ha decidido atender los deseos del 28% de los ciudadanos que se manifiestan contrarios a la independencia. Recordemos que con una participación declarada del 71%, se mostraron favorables al SI el 61%, mientras que el NO alcanzó el 39%.
Los argumentos que aduce son, cuanto menos, peregrinos. ¿Acaso llevaba en el programa electoral ajustar a la baja un 10% el presupuesto?. ¿En que parte de la oferta electoral de CiU se dice que se recortarán recursos en Sanidad y Educación?. ¿Advirtió a sus electores que pactaría con el Partido Popular?.
La respuesta a las tres preguntas es negativa. Las decisiones que ha tomado el gobierno de la Generalitat han sido como consecuencia de la realidad que se ha encontrado. Nadie le reprochará que no lo anunciara previamente. Puede que se le critique la cuantía y el alcance de los recortes en el estado de bienestar, o en los pactos que formule con las distintas fuerzas políticas con representación parlamentaria, pero no le reprocharan que se haya visto obligado a adoptar decisiones "no previstas" inicialmente. Y si esto es así, ¿porque no puede adoptar una decisión favorable a la independencia, visto que la gran mayoría de la ciudadanía así lo requiere?.
Prefiere optar por el llamado pacto fiscal, tipo concierto económico (vasco). Jamas logrará tamaña hazaña. España no cederá nunca el control de una tercera parte de los ingresos fiscales del total del estado, para cederlo a Catalunya. Nunca la Generalitat obtendrá el mismo grado de soberanía fiscal que tienen el País Vasco y Navarra. El señor Más debería saber que la estructura fiscal (y económica) de España está montada sobre la base del expolio a los catalanes y por tanto, la modificación de esta situación provocaría el hundimiento del andamiaje en el que se sustenta toda la política de inversiones públicas en España, los subsidios, las subvenciones, las pensiones, en definitiva, todo el estado de bienestar español y todo el bienestar del estado. ¿Creen seriamente en CiU que lograrán la aquiescencia de los altos funcionarios del estado, de los políticos, de los partidos, de las instituciones públicas y privadas, de los sindicatos, para que sea desde Catalunya donde se controle el destino de una tercera parte de recursos que ellos creen propios y que hasta ahora han sido de libre disposición del Estado Español?.
No han escarmentado los de CiU suficientemente con los continuos desplantes, las desconsideraciones, la falta de respeto, las abundantes muestras de deslealtad que el gobierno español y por extensión, el conjunto del Estado Español, ha propinado al conjunto de la ciudadanía de nuestra Nación, Catalunya.
El señor Más prefiere oir las tenues voces del 28% de unionistas; prefiere pensar que alcanzará un imposible pacto fiscal tipo concierto económico; prefiere negociar con el que no muestra ni respeto ni consideración hacia los exhaustos ciudadanos de Catalunya. El Presidente de la Generalitat de Catalunya, M.H.S. Artur Más i Gabarró, prefiere seguir unido por siempre jamás a España, antes de atender los deseos ampliamente mayoritarios de sus conciudadanos.
No debería olvidar, pero, que son los ciudadanos los que deciden. Que las decisiones que estos tomen serán plenamente soberanas y que los deseos y ensoñaciones de los señores Más, Duran i Lleida, Nadal, Sanchez Camacho y similares, no podrá detener el curso de la corriente que se abalanza, pues esta es imparable. Cuando se desata un torrente, suele arrastrar a todo lo que se le pone por delante. No intenten parar la fuerte corriente independentista que se les viene encima. No podrán detenernos.
Yo espero que el no al concierto economico sea la palanca que nos ayude a saltar a la independencia, creo q Mas no tendra otra opcion a este No.
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