La Unión Europea ha recibido con alivio el resultado de las elecciones celebradas en Grecia este pasado fin de semana. Los mercados, por el contrario, se muestran expectantes. La prima riesgo de España se sitúa, a primeras horas de la mañana del lunes, en los 550 puntos y subiendo. La satisfacción que expresan tanto la Unión como el Gobierno de España resulta, cuanto menos, precipitada. El resultado de las elecciones helenas, apenas ha influido en la estabilidad y sosiego de la zona Euro, que continua convulsionada. Así pués, ¿qué está pasando?. ¿Qué hacer?.
Las respuestas a estas preguntas no las conocen ni tan solo los ministros de economía y finanzas de todos y cada uno de los gobiernos de la Unión. Ni siquiera los más prestigiosos economistas en ejercicio, ya sea en empresas públicas, privadas o de la docencia universitaria, pueden explicar con un mínimo de rigor y acierto, qué está ocurriendo y porqué. Por supuesto, la miríada de aficionados y probos aprendices de brujo que en nuestro tiempo nos atrevemos a opinar, aconsejar, proponer y recetar soluciones milagrosas con las cuales combatir y vencer la crisis económica que nos acosa, tampoco tenemos respuesta a las preguntas en cuestión.
Sí se observan algunas certezas incuestionables. Alemania no está dispuesta a seguir pagando la fiesta del sur de Europa. Razón por la cual aplica un severo control, con mano de hierro, sobre la política monetaria del Banco Central Europeo, su Bundesbank particular. Para beneficio de su propio sistema financiero, máximo acreedor de los paises presuntamente insolventes del sur de Europa. Impone ajustes, contención del déficits, reformas estructurales, etc... a su medida y conveniencia; no según las necesidades y posibilidades de los llamados PIGS. Por contra, ahora Grecia exige renegociar las draconianas condiciones del doble rescate sufrido, máxime después que desde España, muy satisfecha de si mismo y por boca de sus absurdos gobernantes, han calificado el suyo como "linea de crédito en condiciones muy ventajosas". Italia esconde sus propias debilidades y vergüenzas tras una manta de invisibilidad, más propia de Harry Potter que de unos gobernantes serios y formales. El primer ministro, Mario Monti, asesor de Goldman Sachs International durante el período en que esta empresa ayudó a ocultar el déficit público del Estado griego, recibe la benevolente complicidad de su tocayo y compatriota, Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo y cuyo curriculum vitae proclama, ufano, que entre 2002 y 2005 ejerció como vicepresidente para Europa y director general de.... ¡Goldman Sachs International!. Portugal e Irlanda, también levantan tímidamente la voz, pidiendo que la señora Merkel y por consiguiente la Comisión Europea, trate ambos paises de forma similar a España. Entretanto, desde la City de Londres, centro financiero mundial, prosiguen su incansable cruzada contra el Euro. Mediante análisis económicos pérfidamente insidiosos sobre los euro-paises; cuyas consecuencias no son otras que incentivar la especulación merced los grandes capitales financieros en permanente tocata y fuga, desde el sur hacia variopintos refugios financieros y recónditos paraísos fiscales, auténticos nidos de piratas, corsarios, bucaneros y filibusteros del siglo XXI. También utilizan la manipulación de la deuda soberana de los distintos estados, todos ellos en vías de acelerado empobrecimiento, para sustraer el último céntimo de sus vacías arcas. Actividades convenientemente orquestadas y bendecidas por las tres malditas marías. A saber: Standard & Poor's, Moody's y Fitch, agencias de rating, al servicio de los intereses financieros del Dolar y la Libra. Agencias de calificación que por cierto prefirieron permanecer con la boca cerrada antes que advertir de lo que nos venia encima. ¿Por ignorancia, por desidia o a sabiendas?. Tanto dá. Las tres alternativas les proporcionan pingües beneficios.
No es equivocado suponer que las consecuencias de las decisiones que están tomando los distintos protagonistas de la función, solo nos conducen al borde del abismo. Están llevando a países enteros a la ruina y con ellos a ciudadanos particulares, honrados y (si pueden) trabajadores, simples paganos de impuestos. El resultado previsible es el aumento de tensiones sociales, de huelgas y protestas, así como el acorralamiento, entre la espada y la pared, de millones de inocentes a los cuales agresivamente empujan hacia la última alternativa a su alcance: la legitima defensa. Incluso violenta. Y todo ello porque los políticos han renunciado a tomar decisiones puramente políticas en beneficio de los ciudadanos, para acabar actuando como simples títeres, en manos de perversos economicistas, al servicio del hiper-capitalismo salvaje y cuyo único objetivo es satisfacer los dictados financieros de vulgares Goldman, Standard, Fitch, Moody's y Mario's, ya sean Monti o Draghi.
Cuando estalló la crisis el año 2008, de infausta memoria, los gobernantes se entregaron en cuerpo y alma a los que la habian provocado. Goldman Sachs fué acusada por la SEC (U.S. Securities and Exchange Commission), de fraude por las hipotecas subprime. Así mismo, como se apunta anteriormente, se considera a Goldman uno de los actores principales en la ocultación del déficit público de Grecia. Todo ello en la goldman-época del inefable asesor Monti, cuya recompensa ha sido el nombramiento de Primer Ministro de Italia; y del entonces respetable vice-presidente Draghi que ejerce en la actualidad, como premio a su brillante trayectoria profesional, de presidente del Banco Central Europeo. Curiosamente, un ex-empleado de Lehman Brothers, director de la filial de este banco de inversión para España y Portugal -hasta llevarlo al absoluto fracaso-, es el actual responsable del Ministerio de Economía de España: Luis de Guindos. Pasó de gestionar la quiebra y bancarrota de la entidad a causa, como no, de las subprime, hasta alcanzar el cielo del Ministerio de Economía español, en la volátil situación económica de nuestros días. Nos hallamos ante tres profesionales de trayectorias paralelas y singulares. ¡Todo un éxito, sin duda!. La gran pregunta es, ¿cuantas personalidades de similares características rigen los destinos de nuestra atribulada Europa en nuestros dias?.
¿El Mundo se ha vuelto loco?. Los directos responsables del desastre económico-financiero actual, ¿son los que resolverán la crisis?. ¡Jamás!. El supramundo de las altas y lúgubres finanzas, solo pretenden cobrar sus alocados préstamos y de paso seguir obteniendo plusvalías. Los inocentes ciudadanos somos honestos, confiados, fieles, pero no bobos. Puede que los gobiernos tengan deudas que pagar a los mercados. Pero no con nuestro dinero que además es escaso. No a cambio del estado de bienestar, seña de identidad de Europa y auténtico objetivo secreto a destruir, del capitalismo talibán. No para limpiar la mala imagen de aquellos que han estafado, engañado y arruinado a millones de familias, ahora al borde de la desesperación y marginalidad. No a cambio de soslayar impúdicamente los valores democráticos de nuestra sociedad. ¡Y que los mercados y los especuladores se vayan al diablo de una puñetera vez!.
Sí se observan algunas certezas incuestionables. Alemania no está dispuesta a seguir pagando la fiesta del sur de Europa. Razón por la cual aplica un severo control, con mano de hierro, sobre la política monetaria del Banco Central Europeo, su Bundesbank particular. Para beneficio de su propio sistema financiero, máximo acreedor de los paises presuntamente insolventes del sur de Europa. Impone ajustes, contención del déficits, reformas estructurales, etc... a su medida y conveniencia; no según las necesidades y posibilidades de los llamados PIGS. Por contra, ahora Grecia exige renegociar las draconianas condiciones del doble rescate sufrido, máxime después que desde España, muy satisfecha de si mismo y por boca de sus absurdos gobernantes, han calificado el suyo como "linea de crédito en condiciones muy ventajosas". Italia esconde sus propias debilidades y vergüenzas tras una manta de invisibilidad, más propia de Harry Potter que de unos gobernantes serios y formales. El primer ministro, Mario Monti, asesor de Goldman Sachs International durante el período en que esta empresa ayudó a ocultar el déficit público del Estado griego, recibe la benevolente complicidad de su tocayo y compatriota, Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo y cuyo curriculum vitae proclama, ufano, que entre 2002 y 2005 ejerció como vicepresidente para Europa y director general de.... ¡Goldman Sachs International!. Portugal e Irlanda, también levantan tímidamente la voz, pidiendo que la señora Merkel y por consiguiente la Comisión Europea, trate ambos paises de forma similar a España. Entretanto, desde la City de Londres, centro financiero mundial, prosiguen su incansable cruzada contra el Euro. Mediante análisis económicos pérfidamente insidiosos sobre los euro-paises; cuyas consecuencias no son otras que incentivar la especulación merced los grandes capitales financieros en permanente tocata y fuga, desde el sur hacia variopintos refugios financieros y recónditos paraísos fiscales, auténticos nidos de piratas, corsarios, bucaneros y filibusteros del siglo XXI. También utilizan la manipulación de la deuda soberana de los distintos estados, todos ellos en vías de acelerado empobrecimiento, para sustraer el último céntimo de sus vacías arcas. Actividades convenientemente orquestadas y bendecidas por las tres malditas marías. A saber: Standard & Poor's, Moody's y Fitch, agencias de rating, al servicio de los intereses financieros del Dolar y la Libra. Agencias de calificación que por cierto prefirieron permanecer con la boca cerrada antes que advertir de lo que nos venia encima. ¿Por ignorancia, por desidia o a sabiendas?. Tanto dá. Las tres alternativas les proporcionan pingües beneficios.
No es equivocado suponer que las consecuencias de las decisiones que están tomando los distintos protagonistas de la función, solo nos conducen al borde del abismo. Están llevando a países enteros a la ruina y con ellos a ciudadanos particulares, honrados y (si pueden) trabajadores, simples paganos de impuestos. El resultado previsible es el aumento de tensiones sociales, de huelgas y protestas, así como el acorralamiento, entre la espada y la pared, de millones de inocentes a los cuales agresivamente empujan hacia la última alternativa a su alcance: la legitima defensa. Incluso violenta. Y todo ello porque los políticos han renunciado a tomar decisiones puramente políticas en beneficio de los ciudadanos, para acabar actuando como simples títeres, en manos de perversos economicistas, al servicio del hiper-capitalismo salvaje y cuyo único objetivo es satisfacer los dictados financieros de vulgares Goldman, Standard, Fitch, Moody's y Mario's, ya sean Monti o Draghi.
Cuando estalló la crisis el año 2008, de infausta memoria, los gobernantes se entregaron en cuerpo y alma a los que la habian provocado. Goldman Sachs fué acusada por la SEC (U.S. Securities and Exchange Commission), de fraude por las hipotecas subprime. Así mismo, como se apunta anteriormente, se considera a Goldman uno de los actores principales en la ocultación del déficit público de Grecia. Todo ello en la goldman-época del inefable asesor Monti, cuya recompensa ha sido el nombramiento de Primer Ministro de Italia; y del entonces respetable vice-presidente Draghi que ejerce en la actualidad, como premio a su brillante trayectoria profesional, de presidente del Banco Central Europeo. Curiosamente, un ex-empleado de Lehman Brothers, director de la filial de este banco de inversión para España y Portugal -hasta llevarlo al absoluto fracaso-, es el actual responsable del Ministerio de Economía de España: Luis de Guindos. Pasó de gestionar la quiebra y bancarrota de la entidad a causa, como no, de las subprime, hasta alcanzar el cielo del Ministerio de Economía español, en la volátil situación económica de nuestros días. Nos hallamos ante tres profesionales de trayectorias paralelas y singulares. ¡Todo un éxito, sin duda!. La gran pregunta es, ¿cuantas personalidades de similares características rigen los destinos de nuestra atribulada Europa en nuestros dias?.
¿El Mundo se ha vuelto loco?. Los directos responsables del desastre económico-financiero actual, ¿son los que resolverán la crisis?. ¡Jamás!. El supramundo de las altas y lúgubres finanzas, solo pretenden cobrar sus alocados préstamos y de paso seguir obteniendo plusvalías. Los inocentes ciudadanos somos honestos, confiados, fieles, pero no bobos. Puede que los gobiernos tengan deudas que pagar a los mercados. Pero no con nuestro dinero que además es escaso. No a cambio del estado de bienestar, seña de identidad de Europa y auténtico objetivo secreto a destruir, del capitalismo talibán. No para limpiar la mala imagen de aquellos que han estafado, engañado y arruinado a millones de familias, ahora al borde de la desesperación y marginalidad. No a cambio de soslayar impúdicamente los valores democráticos de nuestra sociedad. ¡Y que los mercados y los especuladores se vayan al diablo de una puñetera vez!.
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