La asunción del máximo poder español por parte de Don Mariano Rajoy Brey, insigne registrador de la propiedad, preclaro líder del Partido Popular, también conocido como el desaparecido, significa que por fín ha mostrado su auténtica faz, como en su día hizo Darth Vader -soy tu padre- ante los atónitos ojos de Luke Skywalker. Soy el presidente del Gobierno de España, proclama henchido de sincero orgullo a sus fieles seguidores y a la humanidad entera, a la vez que se dispone a humillar y boicotear las autonomías, singularmente a Catalunya.
Mariano Rajoy ha delegado en su lugarteniente, Luis de Guindos, flamante ministro de Economía, para anunciar a través del Financial Times que en marzo se aprobará una ley para tutelar las cuentas de las comunidades autónomas. Para la aprobación de los presupuestos necesitarán la autorización previa del Estado, que se reserva el derecho a modificarlos según su voluntad e interés. Es decir, se resucita a todos los efectos la siempre latente LOAPA, a pesar que el Tribunal Constitucional de 1982 la había declarado inconstitucional. El mismo señor de Guindos en un alarde de suprema sinceridad justificó estas intenciones porque las dificultades de liquidez representa auténticamente una oportunidad para imponer duras condiciones y medidas para detener los déficits de las autonomías. Traducido quiere decir que autonomía se transformará en recentralización.
La vicepresidenta del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría se escuda en el compromiso que tiene el Estado Español con Bruselas, para cumplir un objetivo de déficit independientemente si es autonómico o estatal. Como puede entenderse, a su juicio las culpas son autonómicas pués aparentemente son estas las que incumplen los compromisos adquiridos por España. La mayoría de comunidades se han mostrado de acuerdo con los deseos gubernamentales. Catalunya y el País Vasco, no. El caso vasco por razones obvias, ya que sus cuentas públicas están saneadas, el déficit controlado y el desempleo se halla a nivel plenamente europeo y bajo control. Estas son las consecuencias del envidiado Concierto Económico Vasco. Pero el caso catalán es más sangrante.
Catalunya lleva un año de recortes y ajustes presupuestarios de un rigor e intensidad incomparables en el ámbito estatal español. La reducción del presupuesto de 2011 en un 10%, recortando entre otros ámbitos el estado de bienestar, no tiene parangón en España ni siquiera a nivel del gobierno central. Y esta disminución presupuestaría se ha llevado a término a pesar de la deslealtad y hostilidad mostrada por el gobierno de Madrid, que de forma arbitraria decidió quedarse para sí recursos correspondientes a Catalunya, estafando 1.450 millones de € a cuenta del Fondo de Competitividad y 759 millones de € de la Disposición Adicional Tercera del vigente Estatuto de Autonomía de Catalunya, ley orgánica sistemáticamente incumplida e ignorada por el Gobierno de España.
Artur Más i Gabarró, presidente del Gobierno de la Generalitat, teme por el futuro de la autonomía política y financiera de Catalunya. Pero como si de Obiwan Kenobi (Ben Kenobi) se tratara, se apresta a utilizar la seducción, el pactismo y el pragmatismo hasta sus últimas consecuencias; Ben Kenobi se auto-inmoló en un intento desesperado para que Luke Skywalker pudiera llevar a término la misión para la que había sido elegido. El señor Mas parece dispuesto a todo para salvar las últimas migajas de la maltrecha autonomía catalana, incluso sacrificar su credibilidad política en manos de la Estrella de la Muerte que representa España en su cruzada recentralizadora, unitarista y nacionalista. Nave gobernada por Darth Vader, alter ego de Mariano Rajoy. El señor Mas ofrece como punto de encuentro negociar un (imposible) Pacto Fiscal, a modo de acuerdo-tregua con España, para evitar que ambas naciones resulten heridas como consecuencia del encontronazo que se está produciendo entre ellas. Pero quiere ignorar que España es más sibilina, más astuta y más desinhibida que Catalunya. Tiene detrás de ella todos los recursos que poseen los estados-nación; su fuerza es incomparablemente superior; utiliza sus contactos y relaciones internacionales para buscar coartadas, presionar, chantajear, justificar y excusar sus actos al margen que sean más o menos justos, legítimos o lógicos. Artur Mas sabe que fracasará. Busca, implora desesperadamente la complicidad del gobierno de España; está dispuesto a negociar sin condiciones. Pero sus esfuerzos resultan vanos. El Partido Popular, envalentonado por la reciente victoria electoral que le ha conducido a los cuarteles en que se encuentra el auténtico Poder -después de dos legislaturas apartado de él por circunstancias que califica de espurias-, se dispone a cumplir lo que considera su ineludible deber: hacer de España la única Nación importante de la península Ibérica; alcanzar la hegemonía cultural y lingüística utilizando una vez más como ariete el idioma castellano; reconcentrar y recentralizar todo el poder financiero, económico y mediático en Madrid; hacer de la capital española una auténtica ciudad-estado, que pueda servirse de todo el territorio peninsular y sus habitantes como meros instrumentos para conseguir mayores cotas de prosperidad económica, poder político controlador y poder mediático propagandístico.
La estrella de la muerte, destruye el planeta Alderaan para alcanzar su objetivo de esclavizar y controlar a La Galaxia. Todo esto sucede porque el senador Palpatine, es decir Darth Sidious, es un ser de irrefrenable ambición que no cejará en su empeño hasta llegar a la cúspide, ser el Emperador de La Galaxia. Ignoro si el senador Palpatine hablaba catalán en la intimidad. Quién sí lo hacía era José María Aznar López, emperador in pectore de España, de la FAES y adalid inspirador de la liquidación del estado autonómico, desde tiempos pre-constitucionales. Cuando alcanzó la presidencia de gobierno buscó la complicidad catalana y se declaró ferviente seguidor del Jordi Pujol i Soley, que como es sabido, está considerado por muchos ciudadanos de Catalunya como el auténtico maestro Yoda. Título ganado a pulso después de veintitrés años al frente del gobierno de la Generalitat. Fué su obra más celebrada haber hecho renacer políticamente Catalunya, como si de un nuevo Alderaan se tratara. Pero reverso tenebroso del señor Aznar se ha impuesto a la fuerza de la razón y la justicia. Y para cumplir con las instrucciones dimanadas del think tank conservador, el Gobierno de España se dispone a consumar la destrucción de la Nación catalana, si bien es cierto que no utilizará ningún super-láser. Basta con la coartada europea, la estrangulación económica, el interminable expolio fiscal y el aplastamiento legislativo y constitucional.
Frente a tamaño desafío solo se halla la Princesa Leia, su hermano Luke Skywalker y Han Solo, el mercenario redimido. Es decir, el pactismo dialogante catalán -en horas bajas-, la ingenua heroicidad de los catalanes y la osadía irreductiblemente independentista, mayoritaria en la sociedad catalana. El propio Yoda, es decir, Jordi Pujol viene advirtiéndonos repetidamente que Catalunya se está jugando la supervivencia como Nación, ante la agresividad mostrada por el nacionalismo español. Nacionalismo que por cierto abrazan todas las formaciones españolas, desde el PP, cuna primigenia de la más rancia hispanidad; pasando por UPyD, formación emparentada con el franquismo sociológico de izquierdas, es decir de raíces españolistas ultraconservadoras; IU, verde ecológico, rojo y gualda inútilmente federalista; y concluyendo con el PSOE, que ha hecho suyo el mensaje de españolizar el partido, los principios e incluso el pseudo-socialismo de derechas que practica.
De los catalanes depende que el enfrentamiento con España concluya con la victoria que significará la independencia de Catalunya. Si somos capaces de imponer que nuestros parlamentarios se revistan con la representación de la plena soberanía que reside en el pueblo catalán, alcanzada después de debatir libre y extensamente en sede parlamentaria sobre las ventajas y los problemas que representa la posesión de un Estado propio, venceremos. Debemos reclamar a nuestros representantes que tengan la valentía, la osadía y el buen juicio de enfrentarse a la legalidad española. Deben votar la asunción de la soberanía plena de los catalanes y actuar en consecuencia. Nunca un país ha alcanzado la independencia respetando la legalidad del estado que le somete y explota. El Imperio fué vencido con heroísmo, esfuerzo y sacrificio; la independencia de Catalunya solo se logrará con estas mismas armas. The battle has begun.
Mariano Rajoy ha delegado en su lugarteniente, Luis de Guindos, flamante ministro de Economía, para anunciar a través del Financial Times que en marzo se aprobará una ley para tutelar las cuentas de las comunidades autónomas. Para la aprobación de los presupuestos necesitarán la autorización previa del Estado, que se reserva el derecho a modificarlos según su voluntad e interés. Es decir, se resucita a todos los efectos la siempre latente LOAPA, a pesar que el Tribunal Constitucional de 1982 la había declarado inconstitucional. El mismo señor de Guindos en un alarde de suprema sinceridad justificó estas intenciones porque las dificultades de liquidez representa auténticamente una oportunidad para imponer duras condiciones y medidas para detener los déficits de las autonomías. Traducido quiere decir que autonomía se transformará en recentralización.
La vicepresidenta del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría se escuda en el compromiso que tiene el Estado Español con Bruselas, para cumplir un objetivo de déficit independientemente si es autonómico o estatal. Como puede entenderse, a su juicio las culpas son autonómicas pués aparentemente son estas las que incumplen los compromisos adquiridos por España. La mayoría de comunidades se han mostrado de acuerdo con los deseos gubernamentales. Catalunya y el País Vasco, no. El caso vasco por razones obvias, ya que sus cuentas públicas están saneadas, el déficit controlado y el desempleo se halla a nivel plenamente europeo y bajo control. Estas son las consecuencias del envidiado Concierto Económico Vasco. Pero el caso catalán es más sangrante.
Catalunya lleva un año de recortes y ajustes presupuestarios de un rigor e intensidad incomparables en el ámbito estatal español. La reducción del presupuesto de 2011 en un 10%, recortando entre otros ámbitos el estado de bienestar, no tiene parangón en España ni siquiera a nivel del gobierno central. Y esta disminución presupuestaría se ha llevado a término a pesar de la deslealtad y hostilidad mostrada por el gobierno de Madrid, que de forma arbitraria decidió quedarse para sí recursos correspondientes a Catalunya, estafando 1.450 millones de € a cuenta del Fondo de Competitividad y 759 millones de € de la Disposición Adicional Tercera del vigente Estatuto de Autonomía de Catalunya, ley orgánica sistemáticamente incumplida e ignorada por el Gobierno de España.
Artur Más i Gabarró, presidente del Gobierno de la Generalitat, teme por el futuro de la autonomía política y financiera de Catalunya. Pero como si de Obiwan Kenobi (Ben Kenobi) se tratara, se apresta a utilizar la seducción, el pactismo y el pragmatismo hasta sus últimas consecuencias; Ben Kenobi se auto-inmoló en un intento desesperado para que Luke Skywalker pudiera llevar a término la misión para la que había sido elegido. El señor Mas parece dispuesto a todo para salvar las últimas migajas de la maltrecha autonomía catalana, incluso sacrificar su credibilidad política en manos de la Estrella de la Muerte que representa España en su cruzada recentralizadora, unitarista y nacionalista. Nave gobernada por Darth Vader, alter ego de Mariano Rajoy. El señor Mas ofrece como punto de encuentro negociar un (imposible) Pacto Fiscal, a modo de acuerdo-tregua con España, para evitar que ambas naciones resulten heridas como consecuencia del encontronazo que se está produciendo entre ellas. Pero quiere ignorar que España es más sibilina, más astuta y más desinhibida que Catalunya. Tiene detrás de ella todos los recursos que poseen los estados-nación; su fuerza es incomparablemente superior; utiliza sus contactos y relaciones internacionales para buscar coartadas, presionar, chantajear, justificar y excusar sus actos al margen que sean más o menos justos, legítimos o lógicos. Artur Mas sabe que fracasará. Busca, implora desesperadamente la complicidad del gobierno de España; está dispuesto a negociar sin condiciones. Pero sus esfuerzos resultan vanos. El Partido Popular, envalentonado por la reciente victoria electoral que le ha conducido a los cuarteles en que se encuentra el auténtico Poder -después de dos legislaturas apartado de él por circunstancias que califica de espurias-, se dispone a cumplir lo que considera su ineludible deber: hacer de España la única Nación importante de la península Ibérica; alcanzar la hegemonía cultural y lingüística utilizando una vez más como ariete el idioma castellano; reconcentrar y recentralizar todo el poder financiero, económico y mediático en Madrid; hacer de la capital española una auténtica ciudad-estado, que pueda servirse de todo el territorio peninsular y sus habitantes como meros instrumentos para conseguir mayores cotas de prosperidad económica, poder político controlador y poder mediático propagandístico.
La estrella de la muerte, destruye el planeta Alderaan para alcanzar su objetivo de esclavizar y controlar a La Galaxia. Todo esto sucede porque el senador Palpatine, es decir Darth Sidious, es un ser de irrefrenable ambición que no cejará en su empeño hasta llegar a la cúspide, ser el Emperador de La Galaxia. Ignoro si el senador Palpatine hablaba catalán en la intimidad. Quién sí lo hacía era José María Aznar López, emperador in pectore de España, de la FAES y adalid inspirador de la liquidación del estado autonómico, desde tiempos pre-constitucionales. Cuando alcanzó la presidencia de gobierno buscó la complicidad catalana y se declaró ferviente seguidor del Jordi Pujol i Soley, que como es sabido, está considerado por muchos ciudadanos de Catalunya como el auténtico maestro Yoda. Título ganado a pulso después de veintitrés años al frente del gobierno de la Generalitat. Fué su obra más celebrada haber hecho renacer políticamente Catalunya, como si de un nuevo Alderaan se tratara. Pero reverso tenebroso del señor Aznar se ha impuesto a la fuerza de la razón y la justicia. Y para cumplir con las instrucciones dimanadas del think tank conservador, el Gobierno de España se dispone a consumar la destrucción de la Nación catalana, si bien es cierto que no utilizará ningún super-láser. Basta con la coartada europea, la estrangulación económica, el interminable expolio fiscal y el aplastamiento legislativo y constitucional.
Frente a tamaño desafío solo se halla la Princesa Leia, su hermano Luke Skywalker y Han Solo, el mercenario redimido. Es decir, el pactismo dialogante catalán -en horas bajas-, la ingenua heroicidad de los catalanes y la osadía irreductiblemente independentista, mayoritaria en la sociedad catalana. El propio Yoda, es decir, Jordi Pujol viene advirtiéndonos repetidamente que Catalunya se está jugando la supervivencia como Nación, ante la agresividad mostrada por el nacionalismo español. Nacionalismo que por cierto abrazan todas las formaciones españolas, desde el PP, cuna primigenia de la más rancia hispanidad; pasando por UPyD, formación emparentada con el franquismo sociológico de izquierdas, es decir de raíces españolistas ultraconservadoras; IU, verde ecológico, rojo y gualda inútilmente federalista; y concluyendo con el PSOE, que ha hecho suyo el mensaje de españolizar el partido, los principios e incluso el pseudo-socialismo de derechas que practica.
De los catalanes depende que el enfrentamiento con España concluya con la victoria que significará la independencia de Catalunya. Si somos capaces de imponer que nuestros parlamentarios se revistan con la representación de la plena soberanía que reside en el pueblo catalán, alcanzada después de debatir libre y extensamente en sede parlamentaria sobre las ventajas y los problemas que representa la posesión de un Estado propio, venceremos. Debemos reclamar a nuestros representantes que tengan la valentía, la osadía y el buen juicio de enfrentarse a la legalidad española. Deben votar la asunción de la soberanía plena de los catalanes y actuar en consecuencia. Nunca un país ha alcanzado la independencia respetando la legalidad del estado que le somete y explota. El Imperio fué vencido con heroísmo, esfuerzo y sacrificio; la independencia de Catalunya solo se logrará con estas mismas armas. The battle has begun.
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