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divendres, 28 d’octubre del 2011

HISTERISMO UNIONISTA.

Se ha hecho público el resultado de la encuesta de octubre del Centro de Estudios de Opinión, con una muestra de 2.500 entrevistas telefónicas. La pregunta 39 decía: si mañana se hiciera un referéndum para decidir la independencia de Catalunya, ¿Vd. que haría?. El 45,4% votaría a favor de la independencia, el 24,7% lo haría en contra y el resto, el 29,9% no saben, no contestan o se abstendrían. Esto se traduce en una participación declarada del 70,1%, de los cuales votarían si 64,28% y  no, 35,71%. Hasta aquí, los fríos datos estadísticos.

Por otro lado, el consejero de Economía de la Generalitat de Catalunya ha hecho públicos benévolos datos sobre la estimación del déficit fiscal catalán en el año 2.009, que asciende a 17.000 millones de €. Lo cual contradice la afirmación de los socialistas, que defienden el nuevo sistema de financiación autonómico como el único que contribuye a disminuir el expolio que sufre Catalunya; por el contrario, no solo no ha disminuido, sino que ha aumentado, a pesar de todas las triquiñuelas que suele emplear el Gobierno Central para minimizar el volumen del latrocinio que comete contra los catalanes.

Estos hechos descritos han propiciado todo tipo de reacciones agudas entre los españolistas de La Santa Alianza y La Caverna Mediática, caracterizadas por fuerte ansiedad, ataques convulsivos y otros trastornos psíticos, producto todos ellos de una gran e irracional excitación colectiva. El director de La Vanguardia, en la tertulia matinal de TV3 se ha mostrado notablemente alterado y con un gesto grotescamente teatral ha roto la encuesta (en realidad un folio de papel), a la vez que proclamaba que "esta encuesta del CEO no sirve para nada, ya que no está cocinada. Yo no la pagaría". Por otro lado, Albert Rivera, líder de Ciudadanos y adalid de los sufridos españolistas catalanes, en conferencia de prensa se ha preguntado, ¿cual es el modelo del señor Mas, Kosovo?.¿Hacia donde nos llevan, a los Balcanes?. ¡Sosiéguese señor Rivera!; el señor Más es de los que cree que "la autodeterminación nos llevaría  a una pelea". CiU pretende contentar a sus amos españoles promoviendo un imposible Pacto Fiscal, para  acallar las voces mayoritarias que claman por la independencia; evitará peleas, a costa de permitir que los unionistas continúen siendo los únicos a los cuales se les permite alcanzar sus objetivos políticos, a pesar de gozar, ya, ahora, una notable y minoritaria fuerza política. Por lo visto, para el señor Mas, el 35,71% de "noes" es mayor que el 64,28% de "sies". Esto será así hasta que  CiU crea y practique, realmente, la democracia y el derecho a decidir. Es decir, hasta que reciban un sonoro castigo de sus votantes independentistas -el 56,4% en el presente-, cuando se unan al resto de catalanes que si creemos en la democracia, el derecho de autodeterminación, en definitiva, en Catalunya.

Puede imaginarse el lector cual ha sido la reacción de la caverna madrileña. Es comprensible el malestar causado entre nacionalistas españoles la información que recoge la encuesta y el trabajo sobre el déficit fiscal catalán. Claman contra la falta de exactitud y oficiosidad del estudio fiscal, de la inutilidad del CEO, el dispendio económico que provoca este organismo, el sectarismo que muestra al no preguntar sobre el candidato Jorge Fernandez, del PP. Aspavientos mil ante la histeria que produce que se sepa la verdad, que la información sea verídica y que esta llegue al los ciudadanos tal cual es, sin trampa ni cartón. Por cierto, también el cinismo se suma a la tragicomedia nacional-españolista: acusar y deslegitimar al CEO de manipular una encuesta que no incluye el candidato popular es patético; lo cierto es que no se incluyó porque fue el propio PP quién informó por escrito al CEO que el político de su formación sujeto a valoración debía ser la presidenta, Alicia Sanchez-Camacho. Los lamentos de los populares no solo están fuera de lugar, además suenan ridículamente victimistas y falsamente melodramáticos.

La turbación que embarga el nacionalismo hispano debido a la confirmación de la hegemonía del independentismo catalán es de tal calibre que Gregorio Peces Barba, eminente jurista y uno de los padres de la Constitución, se permite bromear, en el Congreso de la Abogacía celebrado estos días en Cádiz, de esta guisa: "siempre digo en broma qué habría pasado si nos hubiéramos quedado con los portugueses y hubiéramos dejado los catalanes. Puede que nos hubiera ido mejor". Se refería al conflicto peninsular iniciado en 1.640, que propició la plena soberanía de Portugal y la desgraciada dependencia de Catalunya, lo cual, por cierto, provocó a su vez la perdida de las comarcas catalanas más allá de los Pirineos. Los abogados catalanes asistentes en el congreso han abandonado la sala,  lo que ha permitido a Peces Barba rematar su broma: "dejemos que salgan los que han de salir". Divertidos aplausos han cerrado la jocosa escena. No queda más que desear a tan ilustre e imperial personaje -¿quedado,dejado?- que siga predicando por las Españas estos singulares pensamientos, que permitirán a sus compatriotas españoles rectificar tan craso error, ya que rectificar es de sabios. A España no se si le iría mejor, pero a Catalunya, seguro que si.

Nervios. Exabruptos. Histerismo, puro histerismo colectivo. El inexistente nacionalismo español se manifiesta sin rubor, tal cual es. Lo realmente curioso es que son ellos, los nacionalistas hispanos, los que azuzan, con su estupidez y torpeza, el independentismo catalán. La Santa Alianza, La Caverna Mediática, periodistas de distintos medios de comunicación - de prensa, radio y televisión-, todos, absolutamente todos ellos han contribuido significativamente al aumento del soberanismo catalán. Y si a todo ello unimos la historia, la lengua, la cultura, la economía, comprenderemos la intensidad y fortaleza del independentismo en Catalunya. Saben, sabemos, que la independencia resulta ya imparable y cercana. Y esto es así, porque los catalanes tenemos a nuestro favor la más poderosa de las armas que un pueblo tiene a su alcance para colmar sus aspiraciones políticas: el derecho a decidir en democracia: El derecho de autodeterminación.

     



dijous, 27 d’octubre del 2011

MOVIMIENTOS ANTI-PACTO FISCAL.

Como era previsible ha comenzado la batalla contra el pacto fiscal. Tanto socialistas como populares han iniciado las maniobras tendentes a combatir el sueño de los convergentes, y frenar las ansias y esperanzas que esta formación política había despertado entre la ciudadanía. Naturalmente la intención de los unionistas es evitar una nueva frustración a la sociedad catalana, escarmentada como está a causa del fallido proceso estatutario; así pues, pretenden evitar un nuevo desengaño que pudiera conllevar un significativo aumento del sentimiento independentista, ya ahora muy mayoritario -y trasversal- en Catalunya.

El PSC propone un pacto fiscal federal, que debería permitir a Catalunya una financiación equivalente al Concierto Económico Vasco, previa revisión del cálculo del cupo para rectificar la anomalía que representa que los vascos no aportan a la caja de la solidaridad lo que les corresponde por su nivel de riqueza. En definitiva, significa que la cuota vasca debe revisarse al alza (deben pagar más), para que un hipotético cupo catalán pueda incluir la onerosa cuota de solidaridad que deberá aportar obligatoriamente a fin de seguir satisfaciendo económicamente la interminable fiesta española. Es decir, pretenden equiparar por la banda baja, la financiación per capita del País Vasco y de Catalunya. Con ello los socialistas conseguirían dos cosas: primero, que los ciudadanos vascos culpen a los catalanes por la revisión al alza de su aportación hacia España; y segundo, perpetuar la cultura de la falsa solidaridad hispana, recogida en un texto legal -y por tanto inamovible, según criterios españoles-, al objeto que Catalunya (acompañada ahora del País Vasco) sigan aportando ilimitadamente en tiempo y cuantía los fondos que España necesita para continuar (mal)gastando, en infraestructuras anti-económicas, perniciosos subsidios a los campesinos -que perpetúan corruptelas, miseria y sumisión- y cuantiosos recursos  para mantener algunos ministerios sin competencias pero con numerosos y ociosos funcionarios, así como también fondos que nutran a ciertas instituciones y fundaciones españolas, de rentabilidad y actividades más bien dudosas. En definitiva, lo que defienden los socialistas españoles es una leve modificación de la situación actual, es decir, seguir dentro de la LOFCA, sometidos a la voluntad de la mayoría de comunidades autónomas en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, y recortando la financiación de los vascos, en beneficio de una falsa solidaridad interterritorial.

Los populares no andan a la zaga de los socialistas en maniobras obstruccionistas contra el concierto catalán. Proclaman la perentoria necesidad de combatir prioritariamente la crisis económica de España, cuando hasta la fecha les ha importado un pimiento este asunto, pues se han limitado a la descalificación, a la critica populista, a no apoyar al gobierno, ni a proponer alternativas viables y posibilistas a las iniciativas gubernamentales; resulta extraño el elogio que recientemente monsieur Sarkozy ha dedicado al señor Rajoy, ponderando el sentido de responsabilidad del líder popular, cuando ha sido CiU la que ha apoyado al gobierno de Madrid cuando este ha necesitado aprobar las medidas dictadas por Europa. El PP sólo se ha sumado a la enmienda exprés de la Constitución -límite del 3% de déficit- así como la reforma de las cajas de ahorro -que ha permitido el desmantelamiento del sector financiero catalán-, ambas cuestiones a instancias del directorio europeo franco-alemán. Y ahora el PP exige que Catalunya tome la iniciativa de la recuperación económica del Estado, como locomotora tractora del farragoso tren español, sin tener en cuenta que Catalunya está exhausta por culpa del vergonzoso expolio fiscal que padece por parte de España. Por tanto, la prioridad popular es el combate contra la crisis, sin que nada, ni la petición del pacto fiscal pretenda enturbiar los planes del señor Rajoy. Recordemos además que Jorge Fernandez declaró que ahora el pacto solo serviría para repartir miseria. Pero, eso sí, escucharán las propuestas de CiU, siempre que sean plenamente constitucionales, según su opinión.

Los objetivos finales de ambas formaciones españolas son plenamente coincidentes: evitar que los catalanes podamos disponer plenamente de los recursos fiscales que generamos. Convergencia i Unió verá como sus pretensiones son convenientemente escuchadas; de la misma forma, sus peticiones serán distorsionadas hasta tornarse irreconocibles, para salvaguardar los unívocos intereses de España. Pasará lo mismo que con el Estatuto, aprobado por el 90% de los parlamentarios catalanes y modificado en el Parlamento Español por la pusilanimidad del PSOE, el filibusterismo del PP, la cobardía de las formaciones catalanistas y finalmente, el cinismo del Tribunal Constitucional.

Así pues, tanto populares como socialistas han comenzado las maniobras para impedir, una vez más, que Catalunya pueda conseguir un pacto de financiación más justo y acorde a sus intereses. Acompañan  las excusas de mal pagador, con argumentos tales como crear riqueza para repartir mejor, o el pacto fiscal que defiende CiU generará frustración, es anticonstitucional, inviable, es un asunto que no interesa ahora a la gente, etc... Ambas formaciones hispano-unionistas se someterán a la disciplina de los partidos españoles madre, y por tanto, defenderán los intereses de España por encima de los catalanes. Ante este panorama, CiU deberá asumir de una vez,  que un Pacto Fiscal que permita a Catalunya, recaudar, gestionar, administrar y legislar sobre la totalidad de los impuestos, directos e indirectos, tasas, tributos, cuotas de la seguridad social, etc...es imposible. Jamás se permitirá que Catalunya tenga una Agencia de Recaudación de Impuestos propia. Nunca permitirán que establezca una relación  bilateral exclusiva con el Estado. No aceptarán que la financiación de Catalunya quede al margen de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas y del Consejo de Política Fiscal y Financiera, pues ello significaría perder el control sobre unos recursos -recordemos, 22.000 millones de € anuales- que les ha permitido, hasta la fecha, vivir con desahogo y por encima de sus posibilidades.

CiU y el señor Duran i Lleida acabarán percatándose de tal circunstancia. Esperemos, por su bien, que no demoren la asunción de esta certeza por más tiempo. Las últimas encuestas indican que el independentismo está transitando desde la mayoría, hasta la hegemonía. Si no reconocen esta realidad, de nada valdrá que intenten disfrazar como supuesto éxito, el fracaso y la frustración que cosecharán con este imposible Pacto Fiscal, que solo creen algunos periclitados autonomistas en sectores muy minoritarios de su propia formación política. No podrán contener a sus votantes por más tiempo dentro del regionalismo español, por mucho empeño que ponga el señor Duran, UDC, La Santa Alianza...., puesto que ya ahora el 56,4% de votantes de CiU lo harían a favor de la independencia. Solo falta que los dirigentes de esta formación se sumen, de una puñetera vez, a la gran mayoría de ciudadanos de Catalunya que expresamos la firme e inequívoca voluntad de votar a favor de la plena soberanía de nuestra Nación: Catalunya.

     

dilluns, 24 d’octubre del 2011

HABLANDO DE ETA, DE PAZ, DE INDEPENDENCIA.

Esta ha sido una semana intensa en noticias positivas, colmada de esperanza hacia el futuro y reveladora de la generosidad -y miserias- de  formaciones y personalidades políticas. Los terroristas de ETA han decidido que la violencia, el asesinato, la extorsión, ya no son las armas mediante las cuales Euzcadi alcanzará la independencia. El  principio del fín de la banda terrorista ha tenido gran impacto entre la ciudadanía en general, así como en los distintos partidos políticos del estado. Incluso la Conferencia Episcopal Española se ha permitido fijar posición sobre este tema, obviando el mensaje evangélico, por otro lado esperable en esa institución. Los medios de comunicación, como es natural, también lo han hecho. La prensa catalana, y algunos medios madrileños, han acogido la noticia con esperanza y contenida satisfacción, pero desde la caverna mediática española incluso se intenta influir en las posiciones y reacciones de los distintos políticos, marcando lineas rojas infranqueables, posiciones rígidas inquebrantables y opiniones inmutables que son la única verdad "verdadera" a tener en cuenta.

Es revelador que las opiniones de los periódicos conservadores y de extrema derecha realcen que el comunicado de ETA no pide perdón a las victimas, alardean de los asesinatos cometidos y no se han disuelto, ni entregado las armas. Por lo visto es mucho más importante para ellos lo que, al parecer, no dice el anuncio explicitamente; lo realmente evidente del mismo, es decir, que cesan en la carrera de violencia y crímenes dando paso al diálogo y a la confrontación política mediante la palabra y la democracia, es ignorado o, en el mejor de los casos, minimizado.


"Ni olvidamos, ni olvidaremos". Este es el tipo de mensaje que destacan desde la derecha radical española. Parece dirigido a las victimas del terrorismo como recordatorio y sutil invitación para que exijan venganza; "mil asesinatos después, ETA ni se disuelve ni entrega las armas", "ETA emplaza al Gobierno a negociar". ¿Qué pretenden los medios cavernarios con semejante actitud?. Creen que será el Partido Popular quién deberá gestionar el proceso político que ahora se inicia, puesto que es previsible la victoria en las elecciones del próximo 20 N. Por consiguiente, están marcando la agenda, guiando los pasos hacia lo que ellos consideran debe ser la respuesta de España a este acontecimiento. No sirve el claro triunfo que representa la decisión de ETA de abandonar la lucha armada; no vale que sea así, debido al indudable éxito cosechado por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y por la judicatura, que con su trabajo y entrega han vencido a los enemigos de la democracia. Exigen humillación y rendición incondicional, que pidan perdón, para luego poder acusarles de hipócritas y de no sentir auténtico arrepentimiento; siguen fomentando el odio y cultivando el rencor, para que no se entablen negociaciones políticas al objeto de distender ahora y solucionar después el problema vasco, enquistado y putrefacto después de tantas décadas de terror e injusticia. En definitiva, continúan utilizando el terrorismo como coartada para negar el derecho a decidir del pueblo vasco.

El ala más dura del Partido Popular, se ha sumado -o ha inspirado- esta campaña mediática. El antiguo Ministro del Interior en tiempos del señor Aznar, Jaime Mayor Oreja,  se ha erigido en líder de este incipiente pero poderoso sector ultraderechista; utilizando los altavoces del medio de comunicación más sectario y antidemocrático que existe en España, se ha permitido afirmar que todo era producto de una infame negociación con el Gobierno, puesto que "ETA y Zapatero son aliados potenciales". Una vez más, Zapatero y los socialistas son unos traidores a la Patria,  falaz acusación recurrente en este retorcido sub-mundo ultra.

Juan Antonio Martinez Camino, sacerdote y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, ha hecho públicas las propuestas a los católicos ante las elecciones del 20 de noviembre próximo. La Conferencia, inmiscuyéndose una vez más en asuntos del Cesar, alerta de la "manipulación separatista" que puede sufrir la opinión pública, e invita a tutelar el bien común de la nación española, evitando los riesgos por causa de las pretensiones separatistas. Solo le ha faltado pedir directamente el voto para el Partido Popular, negándolo a los rojos, masones y separatistas, que para el clero hispano son carne de Satanás. La Iglesia Católica en España no solo es eterna, además es inmutable y como antaño, mezcla el mensaje evangélico y presiona a la sociedad haciendo públicos sus preferencias y apoyos políticos. En el pasado, elevó a la categoría de Cruzada la Guerra Civil y el dictador era recibido en los templos bajo palio. En la actualidad,  nos sermonea indicando cuales son los peligros que se ciernen sobre nosotros, pobres e incultos ciudadanos; qué hacer para vencer el mal de las políticas progresistas que nos alienan,  y quién debe ostentar el poder al cual debemos someternos como sumisos "corderitos", por nuestro bien y salvación. Por descontado, no condenan las posiciones maximalistas y muy poco cristianas que exhibe la extrema derecha española, puesto que son fieles seguidores de Monseñor Rouco Varela.

¡Qué desgraciado es el pueblo español!. Los hijos y nietos del franquismo le exigen dureza, condenan la generosidad y la grandeza que requiere la situación actual y conminan a los políticos para que demuestren lo mucho que odian y repudian a los aberzales vascos, a los separatistas de toda índole. Su bandera consiste en mostrar el rencor que corroe sus entrañas, la venganza que les pide el cuerpo y, por supuesto, ni olvidar, ni perdonar a nadie. Utilizan casi todas las asociaciones de victimas del terrorismo en favor de sus hipócritas postulados pués, en realidad, lo único que pretenden es preservar la unidad de su trasnochada patria  para que resulte incólume ante el incierto futuro que se avecina. Por cierto, porvenir colmado de esperanza para la inmensa mayoría de ciudadanos, españoles, vascos y catalanes. Reconforta la actitud mostrada por la familia de Ernest Lluch, asesinado a manos de ETA por defender el diálogo, la palabra como única arma política. Han declarado que "las víctimas hemos de ser algo más generosas", se muestran esperanzados con el paso dado por ETA y están convencidos que la reconciliación es posible; así mismo, creen que "las víctimas deben tener un rol secundario", en todo el proceso que ahora se inicia, puesto que, naturalmente, no son objetivas ni ecuánimes, a causa del dolor que les embarga. ¡Este es el tipo de grandeza que exige el momento actual!. La familia de Ernest Lluch ha conseguido ver hecho realidad lo que él quería: que abandonaran las armas, que cesaran los asesinatos y se produjera algo parecido al diálogo. Y esta es la auténtica victoria de un estado realmente democrático. ¿Lo es, lo será,  España?.   


dijous, 20 d’octubre del 2011

PERSONALIDADES HISPANAS: LOS "FARISEOS".

Frecuentemente, ante la realidad que condiciona nuestra existencia, tendemos a exhibir determinadas características de nuestra personalidad, ya sean positivas o negativas, que permiten a nuestros semejantes juzgar e identificar nuestros defectos y virtudes con una claridad meridiana. En política, tanto a nivel individual como colectivo, las características más evidentes -es decir, la personalidad que trasciende y predomina-, suelen ser desafortunadamente las negativas.

A mi entender, los hechos más deleznables que condicionan a una formación política y sus dirigentes, vienen definidos por la hipocresía, el cinismo y el fariseismo cargado de demagogia. En el Estado Español abundan los personajes mendaces -por fingidos-, tipo Gonzalez Pons, del Partido Popular, o Fernandez Vara, del PSOE, que hacen de la impostura un auténtico arte.

Esteban Gonzalez Pons, portavoz del PP, se ha permitido afirmar que los participantes de la Conferencia celebrada el pasado fin de semana en San Sebastian sobre el proceso de paz, señores Kofi Annan y Gerry Adams, "no tienen ni puñetera idea del tipo de conflicto que se ha vivido en el País Vasco". La desconsideración mostrada a las personalidades participantes en la reunión y las descalificaciones vertidas por el crac de la comunicación de los populares, así como por el entorno mediático de la derecha nacionalista española, demuestran hasta que punto las características negativas del PP y de buena parte de sus dirigentes, predominan ampliamente frente a las más bien escasas virtudes que imagino también adornan al Partido Popular; la imagen que ofrece este partido es pésima. La mezquindad, la ruindad de los conservadores ante la política antiterrorista practicada indiscriminadamente para combatir el nacionalismo vasco pacifico, con la utilización partidista y sectaria que ha hecho de las asociaciones de víctimas del terrorismo, el acoso mediático, judicial y económico empleado contra el mundo aberzale en general y la persecución a prensa vasca en particular, muestra claramente que la lucha de los populares no va, precisamente, encaminada exclusivamente a lograr el fin de la violencia de ETA, de acabar con el terrorismo; se extiende a la cultura, la economía, la política, en definitiva, va dirigida contra las ansias de plena soberanía que un gran número de vascos profesan. Es precisamente este sectarismo el que permite se extienda la idea que el Partido Popular ha utilizado a ETA como  espuria coartada para impedir la independencia de Euzcadi. Las características más visibles que definen al Partido Popular, a ojos de muchos ciudadanos, son precisamente, la hipocresía y el cinismo. Ya se sabe lo deleznables que resultan estos rasgos en manos de políticos fariseos, es decir, demagogos y mendaces. Tal es el caso del políglota en la intimidad ex-presidente Aznar, del exagerado y extravagante señorito andaluz Arenas, o del poeta de la épica bélica -recordemos la conquista de Perejil-, Don Federico Trillo. Todos ellos, y otros, se unen a Esteban Gonzalez Pons y configuran el grupo de coristas más variopinto que pueda encontrarse en la escena política española.  No cabe más que desear al Partido Popular que exija a sus dirigentes -como se hace con la mujer del Cesar-, además de ser honestos, la necesidad imperiosa de parecerlo.

El PSOE también anda sobrado de personalidades que podríamos calificar como auténticos catedráticos de la farsa, de la comedia, del teatro, de la superchería. Dejando al margen al amortizado señor Zapatero, es el caso del señor Bono, locuaz y florido maestro de la vacuidad; o del que hace honor a su apellido, que le define, el cortante Alfonso Guerra, profesor en el manejo del cepillo vaciador de estatutos; por no hablar de la pedestre Leire Pajin, suma sacerdotisa de históricas conjunciones planetarias. No anda a la zaga el señor Fernandez Vara, depuesto dirigente de la Comunidad Autónoma de Extremadura. Haciendo honor a las veleidades de su antecesor, señor Rodriguez Ibarra, ha sentenciado (refiriéndose a las declaraciones sobre el PER): "Al señor Durán se le ha ido la pinza". Con esta declaración pretende seguir manteniendo satisfecho y feliz a su devoto público, para que permanezca fiel y sumiso a los intereses de su periclitado partido, el mismo que ni es socialista, ni es obrero, aunque, por supuesto, si es muy español. En estas mismas declaraciones, el señor Guillermo Fernandez Vara, en un arrebato de falaz locuacidad, proclamó: "Catalunya nunca ha dado ni dará nada a España, porque las nacionalidades o regiones no dan, gobiernan y gestionan. No tributamos en función de los territorios, sino de las personas". Esta declaración me permitiría confeccionar una respuesta que por sí sola resultaría uno de los comentarios más largos de cuantos llevo escritos hasta la fecha. Baste decir que es cierto, Catalunya nunca a dado nada a España; a los catalanes nos sustraen una buena parte de nuestros recursos fiscales por fuerza. Nos expolian en nombre de una falsa solidaridad española. La magnitud del expolio que sufrimos es de tal calibre que no  tiene precedentes en ningún otro lugar del Mundo; ni siquiera los territorios alemanes, más ricos y prósperos que Catalunya, ni tampoco entre los estados americanos, existe el inmenso flujo de recursos fiscales, que circula desde el bolsillo de los catalanes -personas-, hasta el de los españoles -personas-, vía Madrid. En el caso de Catalunya, tampoco podemos gobernar ni gestionar nuestros propios recursos; de ello se encarga el gobierno central, que teóricamente reparte en función del supuesto atraso de cada comunidad autónoma, es decir, redistribuye finalistamente con criterios territoriales, lo que motiva, por ejemplo, que los ciudadanos extremeños reciban, per capita para la atención sanitaria, muchísimo más que los ciudadanos catalanes, también per capita. Y no impide de muchos ciudadanos extremeños utilicen la sanidad catalana, madrileña, o vasca, cuando requieren un costoso tratamiento por enfermedad grave; coste que no siempre es debidamente compensado por el gobierno central, como manda la legislación, lo cual contribuye a un significativo aumento del desequilibrio económico  en los sistemas de salud de las autonomías supuestamente ricas.

La hipocresía, el cinismo, forman parte del ADN político de algunos personajes de primera linea del PP y del PSOE. Esta impronta farisaica se extiende como una mancha de aceite en ambas formaciones, pringando los principios fundacionales de estos partidos, siendo ello la principal causa de la fragilidad y baja calidad democrática española. No resulta extraño que centenares de miles de ciudadanos, jóvenes y viejos, ricos y pobres, indignados al fin, se lancen a la calle exigiendo a sus políticos, especialmente aquellos que acaparan y dominan la escena pública estatal, el PPSOE, una actitud más veraz, sincera, franca, auténtica, lo cual, por cierto, es justo lo contrario de hipocresía, cinismo y fariseismo


dilluns, 17 d’octubre del 2011

COMENTARIOS VARIADOS Y CORTOS.



ENCUESTAS SOBRE LA INDEPENDENCIA.

La últimas encuestas confirman las posibles respuestas que los ciudadanos catalanes darían ante un hipotético referéndum de independencia. El 42% votaría a favor y el 38% en contra; un 20% se muestran indiferentes o no contestan, mitad y mitad. Resulta pues evidente que la mayoría de catalanes son partidarios de la plena soberanía de Catalunya, avanzando con claridad a los partidarios del no a la independencia. Este es el escenario que reclamaba el señor Más, cuando afirmó que solo era partidario de convocar una consulta para ganarla. Pues bien, este último sondeo, unido al anterior del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat, con una mayor muestra de encuestados, ya avanza que los partidarios a la independencia de Catalunya somos mayoría. Esperemos que sea suficiente para que el Gobierno de Catalunya decida convocar un plebiscito, declarándolo vinculante y legitimado por la mayoría cualificada de parlamentarios catalanes. Y todo ello, prescindiendo de las recriminaciones y amenazas que puedan provenir de España, que se escudará en su sacro santa Constitución, por cierto, cada vez utilizada con mayor frecuencia como agresiva arma defensiva de los intereses del nacionalismo excluyente español, tan abundantemente representado en los predios centrales del Reino.
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INTENCIÓN DE VOTO .

También se publican encuestas sobre intención de voto en las próximas elecciones generales. Todas pronostican una aplastante victoria del Partido Popular. La única incógnita radica en el número de escaños, por supuesto con mayoría absoluta, que alcanzarán los conservadores sobre los socialistas. Consecuentemente, el señor Rajoy y sus huestes se creen vencedores; harían bien en recordar que es nefasto vender la piel del oso antes de cazarlo, como acabó ocurriendo hace tan solo dos legislaturas.

El resultado de algunas encuestas circunscritas al ámbito catalán indican que el socialismo unionista perdería entre ocho y diez escaños, mientras que los populares ganarían entre cuatro y cinco, confirmando la tendencia de reconcentración del voto españolista en torno al Partido Popular. El catalanismo ganaría así mismo entre cuatro y cinco escaños, aumentando la fuerza y representación de los partidos soberanistas, CiU y ERC. Iniciativa per Catalunya se muestra asentada en los apoyos actuales.
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REACCIONES ANTE LAS DECLARACIONES DEL SEÑOR DURAN I LLEIDA.

La crucifixión del señor Duran i LLeida a manos de los políticos demagogos andaluces y extremeños sigue el curso previsible. Sus declaraciones contra el PER han provocado una esperpéntica e inútil  reprobación de la Asamblea de Extremadura, mientras que desde el Partido Andalucista se ha iniciado una campaña dirigida a los andaluces catalanes  para que no voten a CiU. Esperemos que hasta la formación andaluza no lleguen las opiniones de la mayoría de ciudadanos catalanes de origen andaluz que se han mostrado de acuerdo con las afirmaciones del señor Duran, y dolidos porque la imagen que proyecta Andalucía al exterior es precisamente la descrita por el político catalán. Quizás esta campaña deberían dirigirla hacia los políticos que están perpetuando la sumisión y cautiverio de los campesinos, es decir, contra los políticos andaluces y extremeños, por cierto, socialistas o populares.
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EL ARGUMENTARIO SOCIALISTA EN PRE-CAMPAÑA.

El principal leit-motiv que utilizan los socialistas, tanto en Catalunya, como en España, es el manido recurso del miedo por la llegada de la derecha al poder. La trasnochada apelación al pánico hacia el Partido Popular, que tan buenos resultados cosechó en el pasado -si tu no votas, ellos vuelven-, siendo "ellos" los populares, se está tornando en un demoledor "si tu no votas, ellos se quedan", referido ahora "ellos" a los socialistas.

Por supuesto, la señora Chacón afirma que los populares y CiU son la misma derechona; e ignora que lo que realmente pensamos una gran mayoría de catalanes es, en realidad, que los intereses de los conservadores y los pretendidamente progresistas españoles  son absolutamente coincidentes, en el fondo y el la forma.
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EL RESURGIR DE LOS INDIGNADOS.


El pasado fin de semana se ha producido un multitudinario renacimiento del movimiento del 15M, los llamados indignados. En diversas ciudades del Estado Español, así como en decenas de ciudades del resto del Planeta, las manifestaciones se han extendido coordinadamente en protesta por la situación en que se halla  la economía mundial y la actitud de los políticos ante la sumisión mostrada a mercados, entidades financieras y especuladores en general. Desde New York, hasta Atenas, pasando por Londres, Roma, Madrid, Bruselas, Manila, etc.... En Barcelona, el número de manifestantes fue de un cuarto de millón de festivos indignados, que en todo momento elevaron su protesta pacíficamente; en Roma se produjeron graves incidentes que han recibido la repulsa general del movimiento. ¿Estamos ante un  renacimiento del movimiento, o por el contrario, no son más que los estertores finales del mismo?. Sea como sea, la realidad es que ante la inoperancia e impotencia demostrada por gobiernos y políticos en general, no sería extraño que esta situación se enquistara, lo cual provocará episodios cada vez más violentos que desgraciadamente, pueden alcanzar una creciente  extensión, causando un alto grado de incertidumbre e inestabilidad en diversas zonas geopolíticas, a nivel global. Curioso: la globalización ha llegado también a las protestas ciudadanas.
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EL PRINCIPIO DEL FIN.


Se ha inaugurado en Euzcadi la Conferencia Internacional que inicia del proceso que debería  acabar con la pesadilla de ETA. Se han levantado grandes expectativas, así como grandes incógnitas. Ello no obstante, resulta realmente ignominiosa la actitud de la derecha española y sus medios afines, ante tal circunstancia. Parece les duele que pueda culminarse un proceso de auténtico fin de la violencia terrorista. Es como si temieran que la paz implique el fin de una coartada justificadora de una política antiterrorista que en realidad es, en general, anti-nacionalista y en concreto, anti-vasca. Temen que los vascos, ante la ausencia de violencia, reclamen aquello que les ha sido negado como consecuencia de los asesinatos de ETA: el  ejercicio del inalienable derecho de autodeterminación.


Asimismo son escandalosas las declaraciones de destacados portavoces populares, descalificando a los participantes internacionales en la conferencia, y también a la actitud del PSOE, al que acusan poco menos de traidores, rendirse a los terroristas y de ofender a las víctimas del terrorismo. Lo que esconde esta visceralidad conservadora, no es más que el temor que sea el Partido Socialista quien acabe apuntándose el tanto de la victoria sobre ETA, por si ello pudiera suponer un balón de oxigeno, ante las oscuras perspectivas electorales de los socialistas. Aunque resulte increible, esta es la impresión que causa tan lamentable y ruin reacción, mostrada por los populares y su entorno mediático.
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dijous, 13 d’octubre del 2011

"CATALONIA IS NOT SPAIN". "I AM A CATALAN".

Catalunya no es España. Esta frase resume con gran exactitud la realidad de los sentimientos que abrigamos muchos catalanes. Los españoles no aceptan en absoluto lo que expresa este eslogan, que en versión inglesa permite proyectar internacionalmente el mensaje con claridad, contundencia y concisión. Catalonia is not Spain, tiene la misma significación que la célebre declaración efectuada por el maestro Pau Casals en sede de Naciones Unidas el 24 de octubre de 1.971: "I am a catalan!".

Como es sabido, nos hallamos en plena antesala de la campaña electoral. La intensidad que los partidos políticos utilizan en sus consignas y mensajes propagandísticos, solo es comparable al grado de desasosiego que muestran algunos candidatos, atenazados por las evidencias que se acumulan ante sus atónitos ojos. Tal es el caso de Jorge Fernandez Díaz, cabeza de lista por Barcelona del Partido Popular, el cual sufre en sus propias carnes la intensa deriva soberanista que se respira entre la mayoría de ciudadanos de Catalunya. Consecuentemente, sus mensajes están trufados de consignas pro-unionistas, que pretenden contrarrestar la magnitud de la tragedia que se avecina ante el incierto futuro de España a causa de la fortaleza del catalanismo independentista. Pero entre los atributos del señor Fernandez no se hallan precisamente dotes de seducción suficientes como para lograr neutralizar los deseos mayoritarios del soberanismo, por lo que intenta trasmitir un mensaje supuestamente amistoso, a la búsqueda de una complicidad que, para su desgracia solo hallará entre los votantes españolistas más recalcitrantes. "Catalunya no saldrá de la crisis sin España". Este mensaje intenta transmitirnos la idea que solo con España será posible superar la crisis. Más allá de esta simpleza, los ciudadanos catalanes, al mostrarnos tan convencidos de nuestra capacidad para superar los avatares económicos que sufrimos, con nuestro propio y único esfuerzo, podemos interpretar que solo se nos permitirá salir de la crisis si arrastramos, cual pesada bola de presos, a España tras nosotros; parece más una amenaza que no una invitación a la superación de la situación actual. También asegura que ofrece la mano extendida a Catalunya. Suena a declaración de intenciones voluntariosa; pero, en realidad poner la mano, ¿tal vez para aumentar la magnitud del expolio fiscal al que estamos sometidos todos los ciudadanos?. Además, el señor Fernandez Díaz es contrario al pacto fiscal propuesto por CiU, pues cree que sería "un pacto para repartir miseria". Como puede verse, el candidato popular ha extendido la mano para abofetear sonoramente el rostro del señor Más, con la negativa al pacto fiscal el cual, supuestamente, debería colmar las necesidades financieras de la maltrecha Catalunya, según CiU. También nos acusa indirectamente de repartir miseria, pues no reconoce que los ciudadanos catalanes aportamos al bienestar de España lo suficiente como para que esta pueda seguir malgastando con absoluta impunidad nuestros recursos, a costa del bienestar y desarrollo económico de los ciudadanos catalanes.

Ha ocurrido también en esta precampaña, que el señor Durán y LLeida, candidato de CiU, ha osado mencionar el PER, atribuyéndole la condición de subsidio perverso para los campesinos, que desmotiva el trabajo y alimenta la pereza y el voto cautivo de los supuestos beneficiarios. No es la primera vez que el señor Durán critica esta prestación, si bien sus palabras no habían alcanzado nunca la contundencia y re-difusión como ahora lo han hecho. Concretamente ha manifestado: "Los campesinos reciben un PER para pasar una mañana o toda la jornada en el bar del pueblo". Como es lógico, políticos de derechas e izquierdas españoles, medios periodísticos, no sólo la caverna mediática, y  reputados tertulianos, se han lanzado a degüello sobre el candidato democristiano. Exigen que se humille y autoflagele, se disculpe y entone un sonoro mea culpa para alcanzar la misericordia hispana, sólo por decir lo que la mayoría de ciudadanos, catalanes y españoles, sabemos que ocurre con las peonadas, que no son otra cosa que abusos y corruptelas sin fin. El señor Durán fue tal vez excesivamente duro en sus declaraciones, pero la afirmación de fondo es cierta. Y no tienen ni punto de comparación con la efectuada por la Consejera de Bienestar andaluza, quién afirmó: mientras Catalunya recorta en residencias de ancianos, Andalucía a los ancianos se les ponen suites. Se permitió pavonearse de lo bien que tratan a los mayores andaluces, mientras que la miseria alcanza a los catalanes. Independientemente que los recortes, a día de hoy, no afectan a las residencias de ancianos catalanas, ¿esta señora consejera no puede reconocer, al menos, que si en su comunidad no existen recortes y les sobra estado del bienestar, es precisamente a causa de los fondos que los ciudadanos catalanes aportan a la caja común del Estado obligatoriamente, en beneficio de Andalucía y otras comunidades?.  La llamada solidaridad española sirve, entre otras cosas, para que el PER sea viable, para inflar la burocracia y los funcionarios en Andalucía, Extremadura, Castilla, etc... ¡Y todo nace por el falso concepto de solidaridad obligatoria española!; es decir, quitar el dinero a los otrora ricos, por ejemplo los catalanes, y entregarlo a  las comunidades españolas atrasadas, que en treinta años de recibir cuantiosos fondos, europeos y catalanes, gozan de unos dirigentes tan inútiles como para que no hayan avanzado nada en la autosuficiencia fiscal, ni apenas en desarrollo económico-social que, sin duda, merecen los andaluces.

No anda muy lejos la señora Chacón, atildada candidata socialista por la circunscripción de Barcelona, en declaraciones que podríamos definir, cuanto menos, de osadamente trasnochadas. El PSC, en su persistente y absurda cruzada pro-unionistaperomenos, se ha inventado el llamado Pacto Fiscal Federal, en contraposición al impulsado por el señor Más. La única pretensión de los socialistas es facilitar la pertinente coartada política al partido madre español, el PSOE, que niega y combate la propuesta convergente de cuasi-concierto, a semejanza del vasco en resultados finales. La señora Chacón vuelve a esgrimir la imposible idea de federalismo, siendo conocido que si algo distingue al socialismo hispano, es precisamente el jacobinismo indisimuladamente centralista que exhibe; además, ignora los fundamentos socialistas clásicos, arrinconados a favor del neoliberalismo que practica y tan del agrado resulta a los pretendidamente progresistas españoles del presente. El Pacto Fiscal Federal viene a ser parecido a lo que yo me atreví a bautizar como Pacto Fiscal Solidario, con "cupo negativo", cuyo objetivo es mantener "ad infinitum" el llamado café para todos, esto sí, convenientemente descafeinado y, por supuesto, dentro de la LOFCA y bajo la autoridad del Consejo de Política Fiscal y Financiera de las Comunidades Autónomas.

Visto el historial del PSC, no es muy comprensible que los votantes de la izquierda catalana entreguen su voto a un partido que en la actualidad ni es federal, ni es socialista y mucho menos obrerista y que practica un catalanismo tan invisible, tan irrelevante que, en realidad, diríase se trata de españcatalismo, es decir, "ni carne ni pescado".

En cuanto al señor Fernandez Diaz y el Partido Popular, el supuesto bonismo pseudo-catalán que abrazan en tiempos de elecciones, solo demuestra la hipocresía y el cinismo que derrochan cuando se encuentran tan cerca de alcanzar el poder. No desperdician ningún argumento, por falaz que sea,  ningún eslogan electoral, practican el más ignominioso populismo, retuercen y manipulan ideologías, conceptos y palabras; con tal de lograr hacerse con el poder político, son capaces de engañar y mentir hasta la saciedad. ¿Acaso creen que no recordamos los actos populares, profundamente hostiles practicados contra Catalunya estos últimos años?. Por ejemplo, respecto del Estatuto catalán, o todo lo acontecido entorno al Tribunal Constitucional; les hemos visto practicar el agresivo nacionalismo español -lo único auténtico que tienen- contra la lengua catalana, en Catalunya, en el País Valenciano, en las Islas Baleares y en la Franja. Hemos visto a la señora Sanchez Camacho utilizar ignominiosamente a su propio hijo en defensa de un falso bilingüismo y contra el catalán como única lengua vehicular en la escuela. Oímos el mensaje xenófobo lanzado por el señor Garcia Albiol y el inequívoco apoyo del PP a estas manifestaciones que rozan el racismo. Conocemos la opinión que le merece al señor Aznar, conceptos tales como autonomía, fractura social, cohesión política, nacionalismo -no español-, etc... El inefable señor Aznar declara en el documental Spains secret conflict: "no existe el nacionalismo español; lo que existe es un sentimiento nacional español muy fuerte".  Es como decir, no existe el integrismo en Irán; lo que existe es un sentimiento religioso muy fuerte. ¡Pamplinas!. Es increíble como alguien que ha ostentado tan altas responsabilidades políticas, pueda decir tales burradas. Este tipo de veleidades son propias del Partido Popular. No merecen ser tenidos en cuenta como alternativa de poder creíbles. La actitud de los conservadores frente la crisis económica que azota a  todo el Estado, puede ser considerada como rácana, miserable, ruin. No han hecho absolutamente nada para ayudar al gobierno -de su propio país, España- para salir de la sima económica en que se encuentra. Sus exacerbadas críticas no han aportado nada positivo. La falta de propuestas alternativas ha sido clamorosa. Y la arrogancia que están mostrando ahora, en la antesala del hundimiento electoral socialista, no solo resulta irritante, además es obscena. Alcanzarán el poder debido al fracaso de sus contrincantes, no por méritos propios. ¿Es esto lo que les llena de satisfacción, de orgullo?.

Catalonia is not Spain. I am a catalan. Este es el triunfo de Catalunya y los catalanes. No solo no nos sentimos españoles, es que estamos cada día más lejos de la España que ellos quieren, propalan y defienden. De nada servirá aglutinar el voto españolista que existe en Catalunya, entorno a conservadores o socialistas. El PPSOE ya ha fracasado entre la mayoría de votantes catalanes, pues tenemos la certeza que ambas formaciones son ajenas a nuestros intereses y a nuestra Nación. Este movimiento nacionalista español ya no engaña  a casi nadie; tal vez hallaremos algunas personas incapaces de pensar por sí mismas y en favor de sus propios intereses. A ellas vale la pena decirles que si quieren que todo siga igual, si desean que les sigan engañando y estafando como hasta la fecha, voten al PPSOE. Pero si prefieren alcanzar la prosperidad y la justicia, abran lo ojos y la mente y decidan a favor del catalanismo sin matices ni concesiones, es decir, a favor de Catalunya y los catalanes.        

      

dilluns, 10 d’octubre del 2011

"CATALUNYA NO SE ENTIENDE SIN ESPAÑA NI ESPAÑA SIN CATALUNYA".

La frase que encabeza este escrito ha sido pronunciada por la señora Cospedal, número dos del Partido Popular y prolija acaparadora de cargos políticos y de las correspondientes retribuciones dinerarias inherentes a los mismos. Ha verbalizado tan memorable pensamiento en Málaga, durante la intervención en el aquelarre popular, también conocido como Convención, ante un enfervorizado auditorio, encabezado, entre otros, por la exuberante señora Sanchez-Camacho que como es sabido, pasa por ser la lideresa de las huestes conservadoras hispanas en la díscola Catalunya. Por lo visto, los rumores del creciente soberanismo catalán comienza a resonar con fuerza entre los que se ven así mismo próximos y arrolladores vencedores de los comicios a celebrar el 20 de noviembre. Fecha, por otra parte, considerada por aquellos que solo siente nostalgia, gratitud y respeto por cuarenta años de dictadura, día de emocionado recuerdo y comedida celebración por la previsible victoria electoral de la derechona españolista de siempre. Ante tales perspectivas, desde el Partido Popular han iniciado los correspondientes y obligados cantos de sirena para intentar seducir a los montaraces catalanes a fin que desistamos de sueños imposibles, renunciemos a la ya cercana independencia y permanezcamos quietos, sumisos y paganos -en el doble sentido de pagadores y descreídos-, junto a España, por siempre jamás.


Para desgracia de la peripuesta Secretaria General de PP, la confesada ignorancia, la perplejidad, la obnubilación que trasmite y manifiesta ante el dilema Catalunya-España, indican cuan escaso es el entendimiento que tiene sobre la realidad y los sentimientos de la mayoría de ciudadanos catalanes. Porque en Catalunya si entendemos a nuestra nación sin España; es más, muchos lo que no entendemos es que Catalunya siga un minuto más sometida a ella. Al fin y al cabo, la mayoría de nosotros no somos masoquistas. Supongo sí  entenderá que es muy difícil para un ciudadano catalán seguir perteneciendo a un Estado tan hostil a  su lengua y cultura, por el mero hecho de no ser castellanas; que tiene un concepto de solidaridad -forzosa- que impide el combate contra la pobreza de al menos el 20% de sus conciudadanos catalanes; y como colofón, que nos obsequia con una pertinaz falta de inversiones en infraestructuras absolutamente necesarias para nuestro desarrollo económico y social. En fin, que exige y por tanto provoca, los actuales recortes presupuestarios en sanidad, educación, dependencia, bienestar social, etc... Sepa la señora Cospedal que este es el injusto y elevado precio que estamos pagando por permanecer unidos a un estado al cual, en exclusivo beneficio de la mayoría de ciudadanos españoles, solo le falta desposeernos de nuestra dignidad y de nuestras raíces. Nosotros si entendemos lo que el Estado Español  requiere de Catalunya: nuestros impuestos y nuestro trabajo, para mayor gloria y honor de España. Nosotros si entendemos que España quiere que los catalanes dejemos de serlo, para trasmutarnos en perfectos damas y caballeros españoles, es decir, castellanos de lengua, cultura, tradición e historia.


Desengáñese el Partido Popular. Desaliéntese el señor Rajoy. Desanímese la señora Sanchez-Camacho. Catalunya, para gozar de plenitud, solo puede entenderse independiente de España. Les garantizo que, con el tiempo, comprenderán a la perfección y aceptarán plenamente una España libre, por fin, de Catalunya. Porqué, ¿no es esto lo que España desea, vista toda la mala baba, mala leche y la bilis anticatalana derrochada, toda la irresponsable y hostil desconsideración mostrada, por partidos políticos, tribunales Constitucional y Supremo, gobiernos Central y autonómicos -con el café para todos-, así como gran parte de la prensa, radio y televisión, públicas y privadas, al igual que diversas instituciones y personalidades, de rancio abolengo nacionalista español, durante estos últimos años?.
    

dijous, 6 d’octubre del 2011

EVIDENCIAS Y SOBERANÍA.

-Desempleados registrados en Catalunya: + de 600.000.
-Tasa de pobreza de Catalunya: 20% de la población.
-Deuda acumulada de la Generalitat: + de 40.000 millones de €.
-Déficit Fiscal Catalán sobre el P.I.B:  el 10%, + de 20.000 millones de € cada año, 60 millones diarios.
-Escasa inversión en infraestructuras, para paliar las carencias y modernizar adecuadamente ferrocarriles, aeropuertos, autopistas, carreteras y puertos. Las infraestructuras catalanas son victima de discriminación negativa del Gobierno de Madrid, desde tiempos inmemoriales
-Insuficiente financiación en Educación y Sanidad, así como en Bienestar Social, Dependencia y ayudas a las familias y a los jubilados, especialmente a las viudas. Recortes draconianos en el estado de bienestar catalán.

Este es el resultado de la dependencia de Catalunya. A esta lista, el lector puede añadir todo aquello que le plazca. Por ejemplo, la creciente hostilidad y persecución mediática hispana hacia el catalanismo; el acoso judicial de la lengua catalana; las amenazas contra el delta del río Ebro, con la resurrección del popular Plan Hidrológico Nacional; el inacabable peaje en las autopistas catalanas; la utilización, a modo de garrote, de la Constitución Española; la amenaza de nueva ley electoral para limitar la representación de las formaciones nacionalistas -catalanas y vascas, no las españolas-; el control y desmantelamiento del sistema financiero catalán a través del negligente Banco de España, autoproclamándose irresponsable de los desmanes financieros incontrolados que en otras zonas de España ha causado el desastre de ciertas Cajas de Ahorro y que han acabado pagando las cajas catalanas, etc....

Me pregunto, ¿es beneficioso, para Catalunya, seguir unida a España?. ¿Qué ventajas, qué réditos pueden esperar los catalanes en la presente situación de perniciosa dependencia de nuestra nación?. Alguien tendrá que explicar como, sin tener ninguna competencia decisiva en materia de legislación laboral el gobierno catalán, puede combatir con eficacia y contundencia, el desempleo que padecen el 18% de la población en edad laboral de Catalunya. También deberán explicar, de paso, como podrá la Generalitat disminuir el terrible endeudamiento de más de cuarenta mil millones de euros, sin poder utilizar el teórico superávit fiscal catalán que asciende cada año a más de veinte mil millones de euros. Con el importe de dos anualidades de déficit fiscal, el gobierno de Catalunya podría saldar la totalidad de sus deudas, sin necesidad de subir impuestos. Si pudiera disponer de este superávit, ¿alguien tiene alguna duda que no existirían carencias, retrasos ni recortes, en infraestructuras viarias, sanidad, educación, dependencia, bienestar social, en definitiva, no estaría en peligro nuestro estado del bienestar?.

El hecho de seguir unidos a España, significa que la Ley que nos rige es española y por tanto, hostil a cualquier manifestación mínimamente catalanista. Los jueces españoles no sólo aplican la legislación contra nuestra lengua y cultura, además sufren las fobias anticatalanas tan arraigadas en el inconsciente colectivo de los españoles. Las leyes que aprueba el parlamento español, lógicamente intentan ser favorables a los intereses españoles y, por tanto, desprecian las necesidades catalanas. Porque, ¿los intereses comerciales e industriales de Catalunya, con la necesidad de inversiones, agilidad administrativa, proyección exterior, exportaciones, investigación e innovación, son acaso semejantes a los intereses de Andalucía, con su PER, a los de Castilla y sus aeropuertos fantasma y lineas de alta velocidad sin pasajeros, a los de Extremadura y su ejercito de empleados públicos, o a los del Madrid gubernamental como inmenso agujero negro depredador de los recursos ajenos, en ministerios de cuantiosos presupuestos, sin competencias y funcionarios sin tareas que realizar?. Los intereses españoles y los catalanes, ya en la actualidad, divergen notablemente, en lugar de converger. España sigue apostando por invertir en AVE's antieconómicos, ciudades y aeropuertos desiertos, subsidios sin fín ni control para el campo y los campesinos; los gobernantes españoles, con la callada complicidad de los ciudadanos, prefieren seguir aparentando riqueza y bienestar irreales, mientras que en Catalunya estamos recortando en educación, sanidad y bienestar social, porque cada año sufrimos una brutal mengua de nuestros recursos financieros que van a Madrid y no vuelven jamás. Recursos que son empleados para aparentar falsa riqueza y estatus internacional de España, de forma notablemente grotesca, ya que el Estado Español más que como nuevo rico, aparece como decrépito y arruinado viejo señor.    

Desde algunos medios de comunicación madrileños se permiten criticar los recortes en el estado de bienestar catalán, argumentando que debería recortarse en la TV pública catalana, en las ayudas que tienen algunos medios periodísticos e instituciones culturales, en las embajadas catalanas, en la inmersión lingüística y su proyección exterior, etc.....  Es decir, exigen al gobierno catalán que priorice los recortes en todo aquello que signifique catalanidad. Pero no dicen nada de los beneficios para la industria audiovisual que provoca TV3, ni que es la televisión con mayor audiencia de Catalunya, en torno al 20%, ni de la calidad de su programación, lejos de la tele-basura que predomina en las cadenas privadas españolas; pero sobre todo, ignoran olímpicamente que si no existiera TV3, el idioma catalán no formaría parte del mundo de la televisión, lo cual sería una notable injusticia para todos los ciudadanos catalanes. Las ayudas a la prensa en catalán tienen una intención similar, apoyar la difusión en la lengua catalana e intentar paliar las subvenciones encubiertas que tienen muchos periódicos españoles, con suscripciones millonarias de la administración pública española, a cargo de los impuestos de todos los ciudadanos, especialmente de los catalanes. Son decenas de miles de ejemplares diarios de prensa fundamentalmente madrileña la que va a parar a los ministerios, instituciones y organismos estatales, sin que ello provoque la más mínima crítica. ¿Alguien ha criticado los centenares de millones de euros de nuestros impuestos que van a parar al Teatro Real, al Museo de Prado, a la Real Academia de la Lengua Española, al Instituto Cervantes, a la fundación FAES, o a la Pablo Iglesias?. ¿Alguien ha calificado como despilfarro lo aportado a estas y otras instituciones españolas, en el pasado o en el presente?. Ni críticas, ni despilfarros; las aportaciones son plenamente asumibles y comprendidas por España. No resulta así en el caso de las aportaciones a la lengua y la cultura catalana; para la España oficial (y oficiosa), se trata de un imperdonable despilfarro, ignorando que los ciudadanos de Catalunya también contribuyen mucho más generosamente que otros -por lo menos, más que trece comunidades autónomas-, al sostenimiento, además, de la cultura y la lengua españolas. La críticas a la inversión en lo que desde España se nombra despectivamente como embajadas, solo merece una consideración: sugiero que trasladen sus objeciones a los exportadores catalanes que han hecho que una tercera parte de la exportación del Estado, tenga origen en Catalunya y que sea precisamente esta comunidad la que recibe mayor número de turistas e ingrese por ello más divisas que el resto de regiones españolas. Pueden preguntarles si la delegaciones de la Generalitat en el exterior han sido útiles, o no, en la expansión del comercio y el turismo de las empresas catalanas. En cuanto a la proyección exterior de la lengua catalana, decir que ha permitido que exista más interés, reconocimiento, así como mayor número de estudiantes de catalán en Alemania, Francia o el Reino Unido, que en España. Es un éxito, solo comparable con el cosechado por la inmersión lingüística del catalán en la escuela. La inmersión ha permitido que los castellano-parlantes catalanes, propensos al monolisgüismo genético hispano, sepan el catalán con la corrección suficiente como para compartir el bilingüismo innato que obligatoriamente sufrimos los ciudadanos de lengua catalana. Y todo ello, sin traumas ni imposiciones, ya que el hecho de que la lengua vehicular en la educación sea el catalán, no ha impedido en absoluto que un ciudadano español pueda vivir exclusivamente en castellano en Catalunya, mientras que un ciudadano catalán no puede hacerlo solo en catalán. Naturalmente, se exceptúan aquellos que por cuestiones de pura hostilidad política, rehusan utilizar al menos el catalán, en la rotulación de sus comercios, o en los menús de algunos restaurantes, o en la atención al público en los comercios, o en el doblaje de películas, contraviniendo la legislación catalana, aprobada por amplísima mayoría en el Parlamento de Catalunya.

El coste que tiene para Catalunya la dependencia de España, es insostenible. Es antinatural. Los ciudadanos catalanes no podemos seguir engañándonos con los absurdos cantos de sirena, absolutamente desafinados que suenan desde España. La independencia de Catalunya está tornándose una necesidad insoslayable, ineludible. Caso contrario, nos hundiremos en el abismo de la indiferencia a causa de la pesada e insoportable carga que padecemos por los continuos y displicentes abusos que nos llegan desde España. ¿Existe alguna duda que con el control de nuestros propios recursos, con una legislación acorde a nuestros  intereses, con las decisiones políticas favorables a los catalanes, existe alguna duda, repito, que Catalunya dejaría la crisis atrás con mayor rapidez?. Los recortes serían mínimos, nuestro estado del bienestar sería mucho más sólido y justo, los intereses de nuestros trabajadores y de nuestras empresas recibirían la cobertura legislativa adecuada y los estímulos y recursos económicos necesarios, nuestra lengua y cultura recibiría la atención mediática,  protección legal y difusión interna y externa, equivalentes a la recibida por otras lenguas y culturas de este Mundo. No hay ninguna duda que Catalunya sería mucho más próspera, justa y libre si gozáramos de  plena independencia. Entonces, ¿a qué esperamos?.











    

dilluns, 3 d’octubre del 2011

MARASMO. ATÓNITOS. ESPERANZADOS.

Acabo de leer una información reveladora. Decía que el Gobierno de España está actualizando el estudio sobre las balanzas fiscales, que  demuestra cómo el déficit catalán ha descendido hasta el 4% del PIB, debido al elevado coste de las prestaciones por desempleo satisfecho en los últimos años, a favor de los parados catalanes. De entrada me sorprende que haya descendido. Precisamente, el cuatro por ciento es una cifra que coincide casi con total exactitud con déficit que se permite, constitucionalmente, entre los estados federales alemanes. También me declaro expectante, pués los medios gubernamentales no aclaran cual de los seis resultados diferentes que ofrecieron en su día, en una insólita ceremonia de la confusión, servirá de base para calcular este inesperado descenso del déficit catalán. Es así mismo sorprendente que sea ahora cuando se actualizan las balanzas fiscales, es decir, cuando desde Catalunya exigimos el llamado Pacto Fiscal,  pretendidamente similar en  resultados finales al concierto económico vasco. Puesto a buscar coincidencias y contradicciones entre las últimas noticias, se me ocurre lo siguiente: el señor Blanco, flamante Ministro de Fomento, acaba de firmar con su homólogo francés un inequívoco apoyo al corredor ferroviario central -el Madrileño-, despreciando la necesidad de apoyos incondicionales, firmes y claros que requiere el corredor ferroviario mediterráneo, de mucha mayor urgencia y rentabilidad económica para toda la península, pero que transcurre, entre otras zonas, por territorio catalán; quizás ello sea un (ruin) impedimento.

Estos son algunos hechos que está dando la actualidad pre-electoral de España. Prescindiendo de lo  sospechoso que resulta que antes de producirse la puesta al día de las balanzas fiscales ya se haya cuantificado el déficit catalán en el 4%, ¿que indican todas estas decisiones y declaraciones formuladas por los prebostes gobernantes hispanos?. Primero, nos muestran el enorme nerviosismo  del gobierno socialista ante el previsible fracaso que cosechará en las próximas elecciones generales. Segundo, se percatan que desde Catalunya se está cuestionando el insólito concepto de solidaridad hispana, esto es, aquella que expolia a los supuestos ricos hasta provocar su real pobreza. Y tercero, en su afán progresista-igualitario, incomoda,  irrita y  enoja al mundo económico mediterráneo, por las continuas dudas e indefiniciones que muestra el señor Blanco, sólo para satisfacer los deseos de cuatro barones socialistas -y los de la señora Aguirre-, más preocupados por sus propios intereses regionales, radiales y partidistas, que de la necesidad e interés que tiene el Estado en adoptar las mejores y más provechosas decisiones, las cuales podrían contribuir a salir de la crisis económica y social que nos atenaza, con mayor rapidez.

No son sólo los prohombres socialistas los que titubean o, ante sus posibles votantes, amagan y se esconden, exasperándoles. También desde las filas populares están dando evidentes signos de agitación, nerviosismo e inquietud. Empezando por la señora Camacho, en estado de permanente alerta vigilante y celosía indisimulada, a causa del acercamiento producido entre CiU y ERC; pasando por el ¿bajar o tal vez subir? escaleras del registrador de la propiedad más gallego -y famoso- que se haya conocido, el señor Rajoy, afirmando que escuchará la propuesta del Pacto Fiscal, pero que su entorno mediático-partidista-político-electoral niega (cualquier posibilidad de consecución del mismo). Y culminando y redondeando el pastel, en la cumbre del conservadurismo hispano, el señor Aznar, exhortando pontificalmente a quién quiera oír que ya es hora que las autonomías pasen a formar parte de la memoria histórica y se tenga con ellas el mismo trato y consideración que se tiene, ¡o casualidad!, con la Ley de Memoria Histórica vigente: ninguna.

Los ciudadanos españoles son presa del marasmo y están atónitos. Una definición dice que marasmo indica paralización, inmovilidad, suspensión, en lo moral o en lo físico. Atónito se puede definir como estar muy sorprendido, estupefacto o espantado.

El Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español encarnan a la perfección la moral política -y el sentimiento de culpabilidad- que se extiende por todo el Estado Español. Son especialmente culpables de las consecuencias del estado anímico que proyectan sobre la gran mayoría de ciudadanos, los cuales soportan, casi estoicamente, tan pesado e incómodo yugo, resultado de la amoralidad indisimulada que exhiben ambas formaciones. No son los intereses ciudadanos los que condicionan e inspiran la política de los partidos, sino que son los partidos los que cargan sobre las espaldas de los ciudadanos todas las miserias que ellos arrastran. Traspasan a sus electores sorpresa y espanto ante las incertidumbres del presente y del futuro. Inmovilizan y paralizan las ilusiones de la gente normal, sencilla, con trifulcas sin sentido, bajas pasiones y egoísmos propios de la peor partitocracia. No derrochan precisamente mucha decencia. Véase sino la actitud de ambas formaciones ante las escandalosas evidencias de corrupción, por ejemplo en el País Valenciano, en las Baleares, o en Andalucía. Tienen una frágil ética política, como  demuestra el comportamiento de ambos, por ejemplo, en todo el asunto del Tribunal Constitucional, con presiones, recusaciones cruzadas, las no renovaciones de miembros constitucionales con mandato caducado, los múltiples ponentes y las variadas ponencias sobre el estatuto de Catalunya, hasta alcanzar el acuerdo de consenso, después de muchos años, que dió lugar a la vergonzosa y antidemocrática mutilación estatutaria,....


No puede ser de otra forma: los ciudadanos españoles están atónitos y sienten que el marasmo les atenaza. Los catalanes, por lo menos, tenemos la loca esperanza que con el nuevo análisis de las balanzas fiscales y la anunciada disminución del déficit fiscal catalán al konstitutionell cuatro por ciento alemán, será más fácil alcanzar la independencia de nuestra Nación, sin que sea un problema económico para España, dado el escaso rendimiento fiscal que el Estado Español saca de Catalunya. A este paso, pronto Catalunya provocará pérdidas a España. Por tanto, lo mejor que pueden hacer es echarnos afuera, a la intemperie, junto al resto de naciones libres y soberanas del Mundo.