Convergencia Democrática de Catalunya y Unió Democrática de Catalunya forman la coalición CiU. Es una alianza estratégica, creada para lograr que el nacionalismo moderado centre la vida política en Catalunya, independientemente de la ideología que sustenta a cada una de las formaciones que la integran. Ciertamente, los principios de ambas formaciones, aunque dispares, también son concurrentes. En efecto, Convergencia tiene una clara inspiración liberal en sus orígenes (Trias Fargas), socialdemócrata (Roca, entre otros) y cristiana (Pujol). Unió, con el señor Durán al frente, es un partido cristiano-demócrata e inamoviblemente autonomista.
CiU, la suma de las dos formaciones, es una amalgama de ideologías dispares que a menudo chirrían, se retuercen, para acabar coincidiendo en su meta: ganar elecciones.
¿Que podemos extraer de lo visto hasta la fecha? En principio que la influencia del señor Duran en la configuración del discurso en la coalición, es excesivo. Es el líder de una formación muy minoritaria, UDC, que nunca ha concurrido sola a unas elecciones. Tiene mas afinidad con el partido popular (democristiano y conservador, aparentemente regionalista pero fuertemente centralista), cuya única obsesión es atar a Catalunya a los destinos de España, negando la condición de nación cultural, lingüística, económica y política a esta tierra que cada día se siente más ajena y distante de la realidad española. En consecuencia, la influencia de UDC es excesiva. Continuamente está matizando el discurso convergente. Lo somete todo a un autonomismo fracasado y con la excusa de la centralidad y la gobernabilidad, unido a las ambiciones personales de su líder, deseoso de formar parte del gobierno de España, ha llevado a la federación ante una disyuntiva crucial: seguir siendo un partido nacionalista anticuado, inocuo por moderado, o dar el salto definitivo hacia el soberanismo que exigen la amplia mayoría de sus electores actuales y futuros.
La Convergencia del señor Más debe elegir. En mi opinión debería acentuar el discurso soberanista pro-independencia. Creo que la inmensa mayoría de los miembros de UDC de base, seguirian los postulados convergentes. Actualmente, las bases de Unió están muy mediatizadas (como en todos los partidos) por la cúpula dirigente, con unos intereses y unas expectativas muy alejadas de la realidad que vive la mayoría de las personas que les dan soporte sin entusiasmo alguno.
Convergencia Democrática no puede cometer lo mismos errores que tan perniciosos le han resultado en el pasado más reciente. No puede buscar la colaboración en el Partido Popular (que sí desea UDC). Sus votantes no olvidan el papel que este partido ha tenido en la cuestión del fracasado estatuto de autonomía, o en el clima de catalanofobia que, con la inestimable ayuda de sus medios afines, ha promovido por todo el estado, o por la posición que tienen los populares en el País Valenciano, o por exabruptos del señor Arenas, cacique y señorito andaluz. No olvidan el papel jugado por el Partido Popular en todo el escándalo que rodea al deslegitimado Tribunal Constitucional español.
Convergencia debe buscar su futuro únicamente en los intereses de Catalunya y los catalanes. Debe acentuar su liberalismo, alejándolo del conservadurismo sin futuro del señor Durán. Debe primar la socialdemocracia, en unos tiempos difíciles (e injustos) para la gran mayoría de ciudadanos. Pero sobretodo, el soberanismo independentista debe prevalecer como guía del futuro inmediato de Catalunya. ¿Cuanto tiempo más necesitan para darse cuenta de que la mayoría social independentista, es ya una realidad? ¿Que más humillaciones, discriminaciones, insultos, agravios, expolios y opresiones, deberán sufrir los catalanes, para que Convergencia dé el paso adelante que esperan la mayoría de sus electores?.
El señor Más puede hacer mucho para que este país recupere la autoestima, el empuje, el optimismo, es decir, todo lo que necesita para superar la crisis económica y política que atenaza a esta sociedad, víctima de la opresión de las instituciones, públicas y privadas de España. El señor Más y Convergencia Democrática de Catalunya deben elegir bien con quién pactan, con quién concurren a las elecciones, con quién gobiernan, porque en sus manos se encuentra el futuro inmediato y libre de los ciudadanos de este país: Catalunya.