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dijous, 12 d’abril del 2012

LA VIRREINA.


Su excelencia, la señora María de los Llanos de Luna, es Delegada del Gobierno de España en Catalunya.  Se trata de una peripuesta dama de bien, que además es funcionario de carrera y tradición familiar. De origen andaluz y crianza murciana, taifa en la cual culminó sus estudios universitarios con el grado de  licenciada en Derecho. Decidió ampliar su currículum vitae en Catalunya, entre los años 1987 a 1993 como letrada de la Administración de la Seguridad Social. De 1996 a 2003 ascendió a subdirectora y es durante este período cuando alumbra la estrecha amistad con la pizpireta doña Alicia Sánchez-Camacho, actual, fotogénica, locuaz y preclara  líder del Partido Popular en Catalunya. 

No ha sido obstáculo para su rutilante carrera política en el Principado de Catalunya, la sólida formación funcionarial que ostenta, como muchos otros de sus correligionarios de partido. Al contrario, es normal en el sistema político español y especialmente entre los miembros del Partido Popular, iniciar el ciclo profesional, e incluso vital, después de un largo periodo de preparación para opositar y así alcanzar al fin la merecida recompensa de un puesto de trabajo vitalicio. Esto ofrece mucha tranquilidad y seguridad a los militantes de este partido que deciden implementar su vocación de servicio hacia "lo público", transitando alegremente hacia la representación política partidista. Si alguna vez pierden el escaño, siempre pueden retomar sus antiguos oficios en la Administración del Estado, puesto que disfrutan de la condición de empleados públicos per sécula seculórum. Al tiempo, también pueden optar a ingresar a la élite, al sancta sanctórum, donde culmina la vocación institucional de todo buen funcionario: el "aparato del partido" (preferiblemente, en el poder).  No es ocioso apuntar, así mismo, el hecho que entre la pléyade de brillantes miembros de la gran familia del funcionariado, está muy bien visto poseer tal blasón por tradición familiar. La culminación de esta circunstancia se halla en aquellas familias que remontan su historia "pública" a la época de la Restauración, entre 1875 y 1902. Período nítidamente galdosiano, conocido también como turno de partidos, o alternancia entre el conservador Antonio Cánovas del Castillo y el liberal Práxedes Mariano Mateo-Sagasta. (Un inciso: Diríase que esta es la ambición secreta que persiguen las actuales formaciones popular-conservadora y social-liberal. Alternarse ad eternum, hasta alcanzar el súmmum democrático como resulta ser la inefable "nueva" formación político-institucional española conocida como PPSOE).   

Tampoco ha sido un obstáculo en la trayectoria vital de la señora en cuestión, el hecho de haber nacido en Sevilla. Conocida es la entrañable anécdota protagonizada entre S.E. María de los Llanos de Luna y el insigne portavoz del grupo popular en la cámara catalana, señor Enric Millo en la cena navideña del PP catalán. Nuestra heroína sorprendió a los fascinados asistentes al ágape por sus buenas maneras en el cante andaluz, gracias la simpática complicidad del camaleónico portavoz parlamentario catalano-español. Como resulta evidente, puede afirmarse sin la menor duda que el funcionamiento del  ascensor social, en Catalunya, es notablemente eficiente. Como también  demostró en su día el Presidente de la Generalitat, M.H.S. José Montilla, casualmente hijo de Iznájar, allá por las soleadas tierras cordobesas; paisano andaluz (como S.E.) y catalán de adopción. Empero, cierto es que el M.H.S. no goza de los privilegios innatos a los  funcionarios, puesto que no posee tal condición, ni siquiera por tradición familiar. Con todo, ha conseguido estabilizar su carrera laboral, al amparo de las prebendas que, generosamente, dimanan del glorioso Senado español y gracias a las buenas maneras e intercesión del partido socialista, sección catalana.

El profundo arrobo que despierta la trayectoria vital de la señora Maria de los Llanos de Luna, no mengua un ápice los sólidos conocimientos económico-fiscal-identitarios que grácilmente exhibe la insigne dama, ante el asombro de la concurrencia. Efectivamente, recientemente se ha pronunciado sobre las consecuencias que acarrearía para los catalanes, la cacareada independencia de Catalunya. Con grandes dosis de autoconfianza, seguridad en si misma y vehemente contundencia en sus afirmaciones, opina que Catalunya “pasaría de ser una de las comunidades mas ricas de España, a uno de los países más pobres de Europa”. Sagaz cual lince de Doñana y legítimamente orgullosa de haber puesto la españolísina caperuza sobre la n de Cataluña, se permite contradecir al reputado economista Kenneth Rogoff, profesor de la Universidad de Harvard y ex alto empleado del Fondo Monetario Internacional que, por el contrario, afirma “que Catalunya aislada -por independiente- podría ser uno de los países más ricos del Mundo”. Opinión que incomprensiblemente comparten muchos miembros del exclusivo club de economistas con experiencia profesional y formación académica, plenamente contrastadas. 

No se anda con chiquitas cuando lanza sus invectivas contra la independentista bandera estelada, llegando a compararla con la enseña de una banda de música. Sin embargo, como rectificar es de sabios y ella lo es, no le han dolido prendas cuando reflexiona en voz alta, diciendo “no hay banderas ilegales, hay banderas oficiales o no oficiales”. Estas palabras zanjan la polémica que había iniciado y sostenido consigo misma, con motivo de los execrables incidentes ocurridos en el ayuntamiento de Sant Pol de Mar. Recordemos, unos desconocidos habían sustraído la enseña española, culminando la afrenta identitaria colocando en su lugar una estelada. Con todo, si bien no aclara si retirará la amenaza de perseguir judicialmente a los consistorios que no cumplan la Ley de Banderas, debe tenerse en cuenta la extremada generosidad y seny que ha demostrado en el devenir de su mandato institucional, hasta la fecha. Naturalmente, este proceder sobre los signos identitarios españoles se enmarcan dentro de la política que el Gobierno de España y singularmente el Partido Popular promueven, con la única intención de preocuparse intensa y exclusivamente de los problemas que "sí importan a los ciudadanos".

Dios me guarde de aparecer como excesivamente irónico, o incluso agrio y crítico, con las circunstancias que envuelven el proceder y decisiones, tanto de S.E. María de los Llanos de Luna, como por extensión del Partido Popular y el Gobierno de España. Al contrario, creo que es perfectamente entendible el grado de desasosiego, incluso frustración, que debe invadir los espíritus de las insignes personalidades e instituciones estatales, puesto que no resulta comprensible para estos esforzados responsables políticos, intrínsecamente españoles, que se informe impunemente a toda la sociedad que “el soporte a la independencia de Catalunya podría llegar al 70% el 2013”; según recientes estudios de algún reputado centro de opinión (sobre este centro de opinión, cabe destacar que no está domiciliado en la capital de España, por lo que se aconseja poner en cuestión la credibilidad de sus informes, ya que no goza del control y apoyo del PPSOE). Resulta pues explicable la turbación causada por tamaña muestra de desafecto hacia la Nación española. Turbación que se extiende transversalmente entre políticos conservadores y social-liberales. Y también en periodistas y medios de comunicación de la capital del Reino –por ejemplo el diario ABC y su director de cabecera, Bieito Rubido, entre otros-, siempre atentos todos ellos a cualquier tipo de inquietud que azore las formaciones políticas de sus amores. A las cuales intentan ayudar incondicionalmente, por ejemplo, señalando aquellos puntos más sensibles  a los intereses de España, especialmente en lo que hace referencia al Titulo VIII de la Constitución Española (Comunidades Autónomas, es decir, Catalunya y País Vasco), dictaminando la constitucionalidad o no, de las actividades y decisiones adoptadas por las autonomías. Denuncias, sentencias e informaciones que resultan de grande e inspiradora ayuda a los miembros del Tribunal Constitucional, integrado por conspicuos simpatizantes del PP y PSOE, y que les permite la adopción de las adecuadas resoluciones y dictámenes de constitucionalidad o no, en que puedan incurrir las distintas comunidades, especialmente la díscola Catalunya. Obviamente, siempre a favor de los justos y subjetivos intereses hispanos. 

Esta es, grosso modo, Su Excelencia María de los Llanos de Luna (y sus circunstancias). Una gran señora, si tuviera buenos siervos. A semejanza del Cid Campeador... Pero no es el caso. Por lo visto, los catalanes somos de la ceba, para desgracia y trastorno de la España castellana. Y encima, no pedimos perdón por ello. ¿¡Dios les/nos asista!?.

      



3 comentaris:

  1. Realment genial! M'encanta l'agilitat amb què escrius, toc d'ironia inclòs.

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  2. Sí, molt i molt bé. La única pega (si és que en hi ha alguna) és que ho faci en castellà.





































































































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