Syriza acaba de pactar con la derecha nacionalista anti-europea griega la formación de gobierno y así poder enfrentarse juntos contra la troika, para intentar salir del pozo y la miseria causados por la UE de Merkel, el FMI de Lagarde y el BCE de Dragi. Esta clase de osadía y desafió griego, contra lo que se podía esperar, casi no ha tenido incidencia en los llamados mercados. Syriza es una formación netamente de izquierdas en la que se ven reflejadas algunas fuerzas políticas de otros países mediterráneos, con la esperanza de poder hacer lo mismo -en España, PODEMOS-. Es decir, plantar cara fundamentalmente a Alemania y su política antisocial a base de recortes indiscriminados sobre todo, como puede ser el añorado estado del bienestar, y todos, por ejemplo las agotadas clases medias y populares. La excesiva austeridad impuesta por Merkel la han hecho antipática e inhumana ante los ojos de la gente de aquellos países que están -estamos- sufriendo los reproches, imposiciones y latigazos germánicos. Pues bien, ahora los mercados no parecen muy preocupados por los resultados producidos en las elecciones griegas.
Que los mercados permanezcan tranquilos no quiere decir que no exista preocupación entre los hasta ahora partidos dominantes y tradicionales de cada país -los que han cortado el bacalao-. Tal es el caso de España. PODEMOS se ha apresurado en apropiarse de la victoria de Syriza y en mostrar gozo y alegría a diestro y siniestro. Esta desbordante ufanía de los profesores universitarios de ciencias políticas madrileños -la recién nacida costra- se transforma en angustia irreprimible en el caso de los populares y del gobierno del Estado. ¿Qué pasará si gana PODEMOS?. ¿Qué será de la vieja casta....?. Mil preguntas de momento sin respuesta se agolpan en sus agobiadas cabezas. En cambio para los socialistas a la angustia se le añade auténtico pánico. Sobre ellos planea la posibilidad de desaparecer como partido, a resultar irrelevantes en el escenario político de España. Tienen miedo de ser engullidos en crudo por la nueva costra emergente. Puede afirmarse pues que la victoria de Syriza ha causado un estruendoso terremoto en el mundo político español y, singularmente, entre la izquierda.
Pero, ¿y el escenario catalán?. ¿Qué daño hará al proceso soberanista la aparición de la costra?. ¿Tendrá alguna incidencia en las formaciones políticas catalanas?. PODEMOS, por lo que se refiere a Catalunya, tiene la misma conducta y prejuicios ideológicos que puedan tener PP, PSOE-PSC, C's, IU-ICV, UPyD y el resto de formaciones españolistas. Es marcadamente unionista -y nacionalista española, del tipo filo-falangista-. Es decir, PODEMOS no quiere que los catalanes ejerzamos el derecho de autodeterminación. Aún gracias que reconocen el derecho a decidir de todos los españoles sobre educación, sanidad y similares pero jamás a los catalanes en solitario. Y menos sobre la soberanía del nuestro país. También desean desacralizar y reformar la Constitución, para volver a sacralizarla después, como si esta tarea solo dependiera de ellos. Niegan contundentemente para Catalunya aquello que defienden y justifican para vascos y navarros: el concierto económico. Solo un posible concierto catalán -o pacto fiscal, o sistema de financiación nuevo y singular- merece la consideración de insolidario porqué perjudica a España, pero por lo que parece no sucede así en el caso vasco o navarro....., ¿porqué benefician al resto del Estado, tal vez?. No creo. En definitiva, del reconocimiento de una posible independencia o incluso una mínima soberanía para el pueblo catalán, ¡nada de nada!. En estas circunstancias la incidencia en las formaciones políticas catalanas -sobre sus respectivos electores- se limitarán a las unionistas, no las soberanistas que afortunadamente ahora somos mayoritarios.
Tanto PSC como ICV han visto las barbas del vecino -Pasok, en Grecia- afeitar y han puesto las suyas a remojar. Aunque no lo quieran. El PSC hace lo imposible para hacerse visible y para diferenciarse del resto de formaciones, por cierto con escaso éxito. Ello hace que a menudo sus movimientos tácticos sean muy forzados y un poco ridículos. Decir que la solución a todos los problemas de Catalunya pasan por el federalismo con la mala prensa que tiene en Madrit este concepto, es tanto como afirmar que llueve de abajo arriba. Comparar la hoja de ruta -que aún se esta negociando- de ERC y Convergència con un kleenex puede parecer muy ingenioso pero resulta verdaderamente patético en boca de alguien tan políticamente resfriado, que exuda y cosecha perdidas -en forma de votos- por todas partes. Por lo que se refiere a ICV, ha abrazado la causa de PODEMOS -y de Guanyem, y de Procés Constituent- con tanta intensidad y convicción que se han fundido como un cubito de hielo dentro de un vaso de agua. A mayor gloria de Herrera y Camats. ¡Están desapareciendo inexorablemente!.
Pero la realidad siempre acaba imponiéndose. Y ahora amenaza la credibilidad de PODEMOS y de sus deslumbrados socios porque Syriza les ha descolocado. Todos ellos suelen cargar las tintas siempre que pueden contra la derecha representada por el PP en España, ¡plenamente justificado!, y contra Convergència y Esquerra en Catalunya, por haber llegado a un acuerdo por la independencia. Siempre afirman con rotundidad que jamás pactarán con aquellos que han hecho de los recortes sociales su modus vivendi o que quieren romper España. Pero hete aquí que Syriza ha decidido pactar con la derecha griega más nacionalista y anti-europea que se haya conocido. También ha rebajado y suavizado el tono del discurso hacia la troika, buscando comprensión y entendimiento con los amos del dinero....¡Jo!. Y ahora, ¿que harán PODEMOS y compañía?. ¿Imitarán a los griegos....?. Si hace falta, harán lo mismo. Y por supuesto, ¡hará falta!. Se tragarán las palabras y abominaciones, pactarán, se arrugarán y acabarán....¡fracasando estrepitosamente!. El tiempo lo dirá.
Es una pena -y un error mayúsculo- que Esquerra Republicana haya decidido priorizar el eje de izquierdas en detrimento del eje independentista. Ahora querer hacer política con normalidad, a la manera clásica, es malgastar fuerzas, inteligencia y suerte, las cuales deberían que ser utilizadas para conquistar el objetivo prioritario que los catalanes tenemos planteado: la independencia. Todo aquello que ralentice o entorpezca el proceso soberanista va contra el sentimiento mayoritario de los catalanes. Hacer campaña electoral para ganar las elecciones municipales es bueno y legítimo. Hacer campaña contra Convergència para obtener la hegemonía en el mundo soberanista es hacer política clásica. Si además se hace en connivencia con los partidos unionistas -lo es pedir la comparecencia de Artur Mas en la comisión Pujol a petición de los contrarios a la independencia-, es hacer el juego a España perjudicando gravemente el camino hacia el 27 de septiembre que debería llevarnos a la plena soberanía de Catalunya.
Repito. Es una auténtica pena que el partidismo egoísta de Esquerra y la excesiva prudencia de Convergència estén poniendo en duda algo que hasta ahora parecía estar a nuestro alcance: la libertad y plena soberanía de Catalunya. Si el unionismo está debilitado y desconcertado, y el independentismo no lo aprovecha -sería absolutamente legítimo hacerlo-, es para hacérselo mirar.... ¿Tendremos los catalanes que conseguir la independencia sin los partidos políticos....?. ¡Si!. Y pasaremos por encima de ellos si hace falta.
Que los mercados permanezcan tranquilos no quiere decir que no exista preocupación entre los hasta ahora partidos dominantes y tradicionales de cada país -los que han cortado el bacalao-. Tal es el caso de España. PODEMOS se ha apresurado en apropiarse de la victoria de Syriza y en mostrar gozo y alegría a diestro y siniestro. Esta desbordante ufanía de los profesores universitarios de ciencias políticas madrileños -la recién nacida costra- se transforma en angustia irreprimible en el caso de los populares y del gobierno del Estado. ¿Qué pasará si gana PODEMOS?. ¿Qué será de la vieja casta....?. Mil preguntas de momento sin respuesta se agolpan en sus agobiadas cabezas. En cambio para los socialistas a la angustia se le añade auténtico pánico. Sobre ellos planea la posibilidad de desaparecer como partido, a resultar irrelevantes en el escenario político de España. Tienen miedo de ser engullidos en crudo por la nueva costra emergente. Puede afirmarse pues que la victoria de Syriza ha causado un estruendoso terremoto en el mundo político español y, singularmente, entre la izquierda.
Pero, ¿y el escenario catalán?. ¿Qué daño hará al proceso soberanista la aparición de la costra?. ¿Tendrá alguna incidencia en las formaciones políticas catalanas?. PODEMOS, por lo que se refiere a Catalunya, tiene la misma conducta y prejuicios ideológicos que puedan tener PP, PSOE-PSC, C's, IU-ICV, UPyD y el resto de formaciones españolistas. Es marcadamente unionista -y nacionalista española, del tipo filo-falangista-. Es decir, PODEMOS no quiere que los catalanes ejerzamos el derecho de autodeterminación. Aún gracias que reconocen el derecho a decidir de todos los españoles sobre educación, sanidad y similares pero jamás a los catalanes en solitario. Y menos sobre la soberanía del nuestro país. También desean desacralizar y reformar la Constitución, para volver a sacralizarla después, como si esta tarea solo dependiera de ellos. Niegan contundentemente para Catalunya aquello que defienden y justifican para vascos y navarros: el concierto económico. Solo un posible concierto catalán -o pacto fiscal, o sistema de financiación nuevo y singular- merece la consideración de insolidario porqué perjudica a España, pero por lo que parece no sucede así en el caso vasco o navarro....., ¿porqué benefician al resto del Estado, tal vez?. No creo. En definitiva, del reconocimiento de una posible independencia o incluso una mínima soberanía para el pueblo catalán, ¡nada de nada!. En estas circunstancias la incidencia en las formaciones políticas catalanas -sobre sus respectivos electores- se limitarán a las unionistas, no las soberanistas que afortunadamente ahora somos mayoritarios.
Tanto PSC como ICV han visto las barbas del vecino -Pasok, en Grecia- afeitar y han puesto las suyas a remojar. Aunque no lo quieran. El PSC hace lo imposible para hacerse visible y para diferenciarse del resto de formaciones, por cierto con escaso éxito. Ello hace que a menudo sus movimientos tácticos sean muy forzados y un poco ridículos. Decir que la solución a todos los problemas de Catalunya pasan por el federalismo con la mala prensa que tiene en Madrit este concepto, es tanto como afirmar que llueve de abajo arriba. Comparar la hoja de ruta -que aún se esta negociando- de ERC y Convergència con un kleenex puede parecer muy ingenioso pero resulta verdaderamente patético en boca de alguien tan políticamente resfriado, que exuda y cosecha perdidas -en forma de votos- por todas partes. Por lo que se refiere a ICV, ha abrazado la causa de PODEMOS -y de Guanyem, y de Procés Constituent- con tanta intensidad y convicción que se han fundido como un cubito de hielo dentro de un vaso de agua. A mayor gloria de Herrera y Camats. ¡Están desapareciendo inexorablemente!.
Pero la realidad siempre acaba imponiéndose. Y ahora amenaza la credibilidad de PODEMOS y de sus deslumbrados socios porque Syriza les ha descolocado. Todos ellos suelen cargar las tintas siempre que pueden contra la derecha representada por el PP en España, ¡plenamente justificado!, y contra Convergència y Esquerra en Catalunya, por haber llegado a un acuerdo por la independencia. Siempre afirman con rotundidad que jamás pactarán con aquellos que han hecho de los recortes sociales su modus vivendi o que quieren romper España. Pero hete aquí que Syriza ha decidido pactar con la derecha griega más nacionalista y anti-europea que se haya conocido. También ha rebajado y suavizado el tono del discurso hacia la troika, buscando comprensión y entendimiento con los amos del dinero....¡Jo!. Y ahora, ¿que harán PODEMOS y compañía?. ¿Imitarán a los griegos....?. Si hace falta, harán lo mismo. Y por supuesto, ¡hará falta!. Se tragarán las palabras y abominaciones, pactarán, se arrugarán y acabarán....¡fracasando estrepitosamente!. El tiempo lo dirá.
Es una pena -y un error mayúsculo- que Esquerra Republicana haya decidido priorizar el eje de izquierdas en detrimento del eje independentista. Ahora querer hacer política con normalidad, a la manera clásica, es malgastar fuerzas, inteligencia y suerte, las cuales deberían que ser utilizadas para conquistar el objetivo prioritario que los catalanes tenemos planteado: la independencia. Todo aquello que ralentice o entorpezca el proceso soberanista va contra el sentimiento mayoritario de los catalanes. Hacer campaña electoral para ganar las elecciones municipales es bueno y legítimo. Hacer campaña contra Convergència para obtener la hegemonía en el mundo soberanista es hacer política clásica. Si además se hace en connivencia con los partidos unionistas -lo es pedir la comparecencia de Artur Mas en la comisión Pujol a petición de los contrarios a la independencia-, es hacer el juego a España perjudicando gravemente el camino hacia el 27 de septiembre que debería llevarnos a la plena soberanía de Catalunya.
Repito. Es una auténtica pena que el partidismo egoísta de Esquerra y la excesiva prudencia de Convergència estén poniendo en duda algo que hasta ahora parecía estar a nuestro alcance: la libertad y plena soberanía de Catalunya. Si el unionismo está debilitado y desconcertado, y el independentismo no lo aprovecha -sería absolutamente legítimo hacerlo-, es para hacérselo mirar.... ¿Tendremos los catalanes que conseguir la independencia sin los partidos políticos....?. ¡Si!. Y pasaremos por encima de ellos si hace falta.
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