Todas aquellas personas que defienden esta especie de ultra-capitalismo neo-libertario que actualmente nos esclaviza a todos, no deberían olvidar que el fin de la historia como se recoge en el libro de Francis Fukuyama El Fin de la Historia y el último hombre, solo és el pretencioso título de un ensayo publicado el año 1992. En pocas palabras, la tesis defendida en sus páginas es que la historia se ha acabado, ya que después de la guerra fría y la victoria del capitalismo frente el comunismo, no tiene sentido continuar la interminable lucha entre las diferentes ideologías. El mundo final resultante está basado en la democracia liberal y en la prosperidad generalizada. En definitiva, "el fin de la historia significaría el fin de las guerras y de las revoluciones sangrientas. Consecuentemente, los hombres satisfarán sus necesidades mediante la actividad económica, sin tener que arriesgar sus vidas en estas batallas". Fukuyama continua su fábula entre loas y elogios sobre la economía de mercado, los gobiernos representativos y la prevalencia de los derechos jurídicos por encima de todo. A la vez, dice, ha llegado el turno de la ciencia, de la globalización económica y política y de la nula intromisión del Estado -¡la maldita des-regulación!- en los negocios, para facilitar el movimiento del capital -privado, por descontado- con la mayor libertad y seguridad jurídica que sea posible imponer.
Este fragmento corresponde a mi artículo titulado EL FIN DE LA HISTORIA....O EL BUCLE ETERNO, publicado el uno de mayo de 2012. Viene a cuento con motivo de la aparición del fenómeno llamado Podemos y la incidencia que tiene en el escenario del Estado y en las formaciones políticas que hasta el presente han ido repartiéndose el poder, influencias y privilegios sin que hayan cambiado mucho o poco la realidad con la cual han venido gobernando -sometiendo- a los machacados ciudadanos de este malogrado Estado. El partidismo bicéfalo -en realidad, la misma cabeza con dos caras- que representan populares y socialistas, han causado tan gran desencanto entre la sociedad que ahora los ciudadanos se han fijado obsesivamente en aquellos que parece despiertan renovadas esperanzas y ofrecen mayor comprensión y garantias sobre las tribulaciones que sufren y necesidades no satisfechas. Podemos -un verdadero clavo ardiente- está compuesto por jóvenes profesores universitarios, preferentemente de ciencias políticas, que utilizan un lenguaje popular y dicen cosas que resultan muy gratas para los agotados oídos de gente descorazonada, como sucede actualmente en el Estado español. Hablar de "acabar con la casta y sus privilegios", no pagar la deuda pública y someterla a una auditoría", "denunciar las puertas giratorias que utiliza el PPSOE", "hacer pagar más impuestos a los ricos" o "que la gente pueda jubilarse a los sesenta años", suena a música celestial a todos aquellos que se hallan en el paro sin recibir prestaciones, o han tenido que emigrar para poder comer y subsistir como hicieron no hace mucho tiempo sus mayores, no pueden pagar las medicinas ni la calefacción, han abandonado los estudios por falta de recursos o tienen que alimentar a sus hijos y nietos con la escasa pensión de jubilación asignada a los abuelos. Pero....
Siempre existe un pero. Podemos ha devenido un artefacto político que crece y engorda a golpe de demagogia y populismo. Son un engendro creado para conseguir el poder -como cualquier otro partido político-; quieren substituir lo que llaman casta -PPSOE- por una especie de costra de hipsters universitarios -en otros tiempos llamados penenes-, preferentemente madrileños -también de otros orígenes-, los cuales se vanaglorian de ser patriotas españoles -no nacionalistas, por supuesto- y que se presentan como defensores de las clases populares, aunque reclaman y aceptan los votos de cualquier procedencia -derecha, centro e izquierda-. Creen que han conseguido aquello que anunció Fukuyama: desdeñar e ignorar la eterna lucha entre las diferentes ideologías. Para acoger y dar cabida en su seno a todo el mundo ya han empezado a matizar los eslóganes electorales -auténtica propaganda, no un programa de gobierno- que hasta ahora han venido utilizando. Todavía quieren substituir la casta por la costra, pero para que la casta no se espante, ahora afirman que pagarán la deuda pública renegociando cuidadosamente.... ¡con la misma casta de siempre!. La jubilación se fijará a los sesenta y cinco años y no a los sesenta. Respecto a la promesa de renta básica universal, ahora reconocen que no puede contemplarse. Se declaran rupturistas, aunque en realidad son reformistas, y defienden la regeneración de la vida política, económica y social, de igual forma que hacen C's o incluso los mismos PPSOE. Piden paciencia y seny a los catalanes para reformar primero la Constitución, y después encajar -¿tal vez con calzador?- los anhelos de libertad y soberanía -según ellos compartida- de Catalunya dentro del Estado. El derecho a decidir lo hacen extensible a cualquier asunto cotidiano y a todo el mundo -todo el pueblo español-, excepto para que los catalanes podamos votar sobre la autodeterminación de nuestro país. Con desvergonzada prepotencia y un punto de soberbia ya se ven gobernando antes de haber ganado ninguna elección.... Y, por descontado, su líder no se abrazará jamás con Artur Mas, la auténtica bestia negra del españolismo, tesis por cierto compartida por todo partido españolista que se precie.... ¡Como Dios manda!.
El Mundo gira y la historia se repite. Podemos será más de lo mismo. Al principio generará ilusiones y renovará las esperanzas. Como sucedió en su día con la ahora caducada y petrificada Constitución española, con el advenimiento de la democracia parlamentaria -tan maltrecha en la actualidad- y con el renacimiento de los partidos políticos -singularmente el PSOE-. Líderes carismáticos como Suárez y González nos condujeron a través del ilusionante entramado de la democracia occidental y dentro de la ubérrima y próspera Europa. Pero acabaron desencantando a la gente por su falta de honestidad y coraje políticos. Otros caudillos vacuos y vulgares -Aznar, Rodríguez-Zapatero, Rajoy- remataron el trabajo aniquilando anhelos e ilusiones, arrastrando nuestros pasos hacia la desconfianza y agnosticismo sobre la administración pública y haciéndonos dudar incluso de la honradez de partidos e instituciones, así como sobre los principales dirigentes y gobernantes del Estado. Y así, hasta ahora.
La Historia forma un infinito bucle, retorciéndose sobre si mismo. La lucha contra la injusticia, las arbitrariedades, los abusos, la falta de libertad resulta inacabable, además de insoportable. Ya sucedió en América y en Francia en el pasado. Se extendió por toda Europa. Provocó revoluciones y crueles guerras. Se extendió por todo el Globo terráqueo. Hasta nuestros días. Y vuelta a empezar. ¡Cuanta lucha por mantener, en nuestro propio beneficio!.¡Cuantas constituciones restan por escribir!. En este interminable camino se renuevan esperanzas y anhelos. De vez en cuando se consiguen migajas de justicia y libertad. Y son estos éxitos momentáneos los que nos permite al género humano avanzar, prosperar y creer en un futuro mejor y más justo para nuestros hijos....
Este es el camino que hemos emprendido la mayoría de catalanes. Nada ni nadie nos detendrá. Ni Podemos, ni el Partido Popular y mucho menos el Socialista. Ni los jueces, fiscales, policía o ejercito españoles. Ni la troika ni los mercados del Mundo. Y mucho menos el egoísmo o las flaquezas y equivocaciones que a menudo caracterizan nuestro carácter. Sabemos lo escarpado que es el camino. Conocemos las dificultades naturales y artificiales que hallaremos a nuestro paso. Los venceremos. Somos plenamente conscientes de las dificultades que nos aguardan cuando lleguemos a la meta deseada y más allá. Pero no desistiremos. Nuestro objetivo es demasiado importante para abandonar antes de conseguirlo. Antes que después conseguiremos la independencia de nuestro país: Catalunya. ¡Y vuelta a empezar!. El bucle volverá a retorcerse sobre si mismo..... El Mundo girará y la Historia se repetirá.
Este fragmento corresponde a mi artículo titulado EL FIN DE LA HISTORIA....O EL BUCLE ETERNO, publicado el uno de mayo de 2012. Viene a cuento con motivo de la aparición del fenómeno llamado Podemos y la incidencia que tiene en el escenario del Estado y en las formaciones políticas que hasta el presente han ido repartiéndose el poder, influencias y privilegios sin que hayan cambiado mucho o poco la realidad con la cual han venido gobernando -sometiendo- a los machacados ciudadanos de este malogrado Estado. El partidismo bicéfalo -en realidad, la misma cabeza con dos caras- que representan populares y socialistas, han causado tan gran desencanto entre la sociedad que ahora los ciudadanos se han fijado obsesivamente en aquellos que parece despiertan renovadas esperanzas y ofrecen mayor comprensión y garantias sobre las tribulaciones que sufren y necesidades no satisfechas. Podemos -un verdadero clavo ardiente- está compuesto por jóvenes profesores universitarios, preferentemente de ciencias políticas, que utilizan un lenguaje popular y dicen cosas que resultan muy gratas para los agotados oídos de gente descorazonada, como sucede actualmente en el Estado español. Hablar de "acabar con la casta y sus privilegios", no pagar la deuda pública y someterla a una auditoría", "denunciar las puertas giratorias que utiliza el PPSOE", "hacer pagar más impuestos a los ricos" o "que la gente pueda jubilarse a los sesenta años", suena a música celestial a todos aquellos que se hallan en el paro sin recibir prestaciones, o han tenido que emigrar para poder comer y subsistir como hicieron no hace mucho tiempo sus mayores, no pueden pagar las medicinas ni la calefacción, han abandonado los estudios por falta de recursos o tienen que alimentar a sus hijos y nietos con la escasa pensión de jubilación asignada a los abuelos. Pero....
Siempre existe un pero. Podemos ha devenido un artefacto político que crece y engorda a golpe de demagogia y populismo. Son un engendro creado para conseguir el poder -como cualquier otro partido político-; quieren substituir lo que llaman casta -PPSOE- por una especie de costra de hipsters universitarios -en otros tiempos llamados penenes-, preferentemente madrileños -también de otros orígenes-, los cuales se vanaglorian de ser patriotas españoles -no nacionalistas, por supuesto- y que se presentan como defensores de las clases populares, aunque reclaman y aceptan los votos de cualquier procedencia -derecha, centro e izquierda-. Creen que han conseguido aquello que anunció Fukuyama: desdeñar e ignorar la eterna lucha entre las diferentes ideologías. Para acoger y dar cabida en su seno a todo el mundo ya han empezado a matizar los eslóganes electorales -auténtica propaganda, no un programa de gobierno- que hasta ahora han venido utilizando. Todavía quieren substituir la casta por la costra, pero para que la casta no se espante, ahora afirman que pagarán la deuda pública renegociando cuidadosamente.... ¡con la misma casta de siempre!. La jubilación se fijará a los sesenta y cinco años y no a los sesenta. Respecto a la promesa de renta básica universal, ahora reconocen que no puede contemplarse. Se declaran rupturistas, aunque en realidad son reformistas, y defienden la regeneración de la vida política, económica y social, de igual forma que hacen C's o incluso los mismos PPSOE. Piden paciencia y seny a los catalanes para reformar primero la Constitución, y después encajar -¿tal vez con calzador?- los anhelos de libertad y soberanía -según ellos compartida- de Catalunya dentro del Estado. El derecho a decidir lo hacen extensible a cualquier asunto cotidiano y a todo el mundo -todo el pueblo español-, excepto para que los catalanes podamos votar sobre la autodeterminación de nuestro país. Con desvergonzada prepotencia y un punto de soberbia ya se ven gobernando antes de haber ganado ninguna elección.... Y, por descontado, su líder no se abrazará jamás con Artur Mas, la auténtica bestia negra del españolismo, tesis por cierto compartida por todo partido españolista que se precie.... ¡Como Dios manda!.
El Mundo gira y la historia se repite. Podemos será más de lo mismo. Al principio generará ilusiones y renovará las esperanzas. Como sucedió en su día con la ahora caducada y petrificada Constitución española, con el advenimiento de la democracia parlamentaria -tan maltrecha en la actualidad- y con el renacimiento de los partidos políticos -singularmente el PSOE-. Líderes carismáticos como Suárez y González nos condujeron a través del ilusionante entramado de la democracia occidental y dentro de la ubérrima y próspera Europa. Pero acabaron desencantando a la gente por su falta de honestidad y coraje políticos. Otros caudillos vacuos y vulgares -Aznar, Rodríguez-Zapatero, Rajoy- remataron el trabajo aniquilando anhelos e ilusiones, arrastrando nuestros pasos hacia la desconfianza y agnosticismo sobre la administración pública y haciéndonos dudar incluso de la honradez de partidos e instituciones, así como sobre los principales dirigentes y gobernantes del Estado. Y así, hasta ahora.
La Historia forma un infinito bucle, retorciéndose sobre si mismo. La lucha contra la injusticia, las arbitrariedades, los abusos, la falta de libertad resulta inacabable, además de insoportable. Ya sucedió en América y en Francia en el pasado. Se extendió por toda Europa. Provocó revoluciones y crueles guerras. Se extendió por todo el Globo terráqueo. Hasta nuestros días. Y vuelta a empezar. ¡Cuanta lucha por mantener, en nuestro propio beneficio!.¡Cuantas constituciones restan por escribir!. En este interminable camino se renuevan esperanzas y anhelos. De vez en cuando se consiguen migajas de justicia y libertad. Y son estos éxitos momentáneos los que nos permite al género humano avanzar, prosperar y creer en un futuro mejor y más justo para nuestros hijos....
Este es el camino que hemos emprendido la mayoría de catalanes. Nada ni nadie nos detendrá. Ni Podemos, ni el Partido Popular y mucho menos el Socialista. Ni los jueces, fiscales, policía o ejercito españoles. Ni la troika ni los mercados del Mundo. Y mucho menos el egoísmo o las flaquezas y equivocaciones que a menudo caracterizan nuestro carácter. Sabemos lo escarpado que es el camino. Conocemos las dificultades naturales y artificiales que hallaremos a nuestro paso. Los venceremos. Somos plenamente conscientes de las dificultades que nos aguardan cuando lleguemos a la meta deseada y más allá. Pero no desistiremos. Nuestro objetivo es demasiado importante para abandonar antes de conseguirlo. Antes que después conseguiremos la independencia de nuestro país: Catalunya. ¡Y vuelta a empezar!. El bucle volverá a retorcerse sobre si mismo..... El Mundo girará y la Historia se repetirá.
Te dejo un artículo muy interesante que va por el mismo camino, el pufo Podemos:
ResponEliminaContra el Lerroux de Podemos, medicina de Lenin http://sergicastanye.com/2014/12/25/contra-el-lerroux-de-podemos-medicina-de-lenin/