Prosigue la tormenta desencadenada sobre las cabezas -nunca mejor dicho- de populares y socialistas. Llueve a cántaros encima de ellos, pero lo que cae no es precisamente agua.... Son rayos y truenos en forma de pesados casos de corrupción, que surgen de las nubes que les envuelven, desde debajo de las piedras o dentro de su propia casa. Los populares del País Valenciano gritan desesperadamente ¡auxilio!, mientras imploran ayuda y desean que todo lo que sucede solo sea una pesadilla. Por parte de los socialistas se esfuerzan y gesticulan exageradamente, al tiempo que musitan atronadoramente aquella vieja y piadosa invocación bíblica, por más que se declaren ateos: "¡Dios mio, Dios mio!. Aparta de mi este cáliz...". Además, los pararrayos en forma de encuestas que tan generosamente utilizan delatan que ambas formaciones van de capa caída en la consideración y respeto político que reciben de los electores.... ¡Nada pueden hacer!. El Apocalipsis planea por encima de sus atribuladas almas, mientras el infierno abre sus puertas de par en par para acogerlos encantados de la vida.....¡o de la muerte!.
La sombra de Gürtel-Valencia no es menos alargada que la de los ERE's andaluces. País Valenciano y Andalucía, tierras cálidas, pletóricas de sol, luz y buena gente están recibiendo toda la mierda que el PP y PSOE son capaces de acarrear. Han desatado entre ellos una auténtica competición para establecer cual de los dos posee más larga e intensa tradición de putrefacción.... Los jugadores -los imputados- se cuentan por centenares en los dos territorios. Debemos reconocer que todos los contendientes se han esforzado al máximo para ocupar los últimos puestos en la clasificación de honestidad.... Incluso han sido acompañados en esta agotadora carrera por otros miembros de sus respectivos equipos enfrentados en otros encuentros; por supuesto, con mayor número de representantes populares que no socialistas, provinientes de los casos como Gürtel-Madrid-Bárcenas, BANKIA, Operación Púnica.... ¡y otros muchos!.
Al final, los jueces dirán que los dos tienen la misma caca que justificar y por tanto procederán a declarar el empate del partido.... Incluso, no resultaría extraño que ambas formaciones fueran declaradas como ganadoras.
No resulta pues inverosímil que tanto PP como PSOE, constituyentes originarios del bipartidismo imperfecto hispano, aunque actualmente se hallen íntimamente religados ante la adversidad que se otea en el horizonte como integrantes del PPSOE -¡la casta!-, vean como Podemos y Ciudadanos -¡la costra!- les pasen la mano por la cara en las encuestas, las cuales anuncian una debacle electoral definitiva para ambas castas formaciones. De nada les ha servido pactar reformas constitucionales para satisfacer a Angela Merkel a costa del bienestar de los ciudadanos, o aprobando la cadena perpetua con el nombre de prisión permanente revisable, i la nueva definición de terrorismo -ahora será considerado así todo aquel que vaya pacíficamente contra la Constitución, sin necesidad de ejercer violencia física-. Tampoco resultan atractivas los continuos recortes de los derechos sociales, laborales, de la libertad de expresión, manifestación, opinión.... impulsadas por el Gobierno de España, también conocido como Gobierno d'Escanya -¡ahoga, estrangula!-.... De poco sirve negarse a pactar una reforma constitucional -la fantasmagórica tercera vía-, o definirse como federalista de toda la vida, para ganarse el corazón de los agotados ciudadanos. No tienen ni una mínima credibilidad.... Su tiempo se agota inexorablemente.
Lamentablemente para los españoles, empero, el cambio de casta por costra no reportará, presumiblemente, ni renovadas esperanzas ni ningún tipo de mejora. Ni para el Estado en general, ni para los ciudadanos en particular. No puede obviarse que Podemos -neo falangista- y Ciudadanos -neo lerrouxista- basan sus discursos en el populismo más descarnado que se conoce y en la demagogia más manipuladora que existe. Sus propuestas políticas y económicas son etéreas, vaporosas.... inverosímiles. Y sus programas electorales, ¡imposibles de cumplir!.
No resulta osado pronosticar que el futuro de España se presenta muy negro, incierto.... El porvenir de los españoles se halla en saltar de la sartén a las brasas. En otros tiempos históricos esta situación se arreglaba con una revolución.... Ahora, ¡chi lo sa!.
Afortunadamente, los catalanes si tenemos esperanza. Porqué tenemos proyecto. Porqué sabemos lo que queremos y hacia donde vamos. No basamos nuestro futuro en constituciones petrificadas, ni en formaciones políticas fracasadas o ancladas en el pasado, por más glorioso que este pasado pudiera resultar. O sencillamente, no tenemos pájaros en la cabeza ni soñamos que aun contaremos relámpagos con alguien.... Queremos disponer de nuestros recursos financieros -generados por nosotros- sin restricciones ni condiciones previas. Queremos hacer las leyes de acuerdo con nuestras necesidades e idiosincrasia. Queremos jueces y justicia catalanes y no castellanos. Queremos construir las infraestructuras con criterios de rentabilidad y teniendo en cuenta nuestros intereses y no los ajenos.... Queremos la independencia.
¡Quién sabe....!. Puede que la próxima libertad y soberanía de Catalunya haga despertar de la pesadilla a los españoles. Puede que reaccionen y encuentren la solución adecuada al dilema que tienen planteado: ¿Casta o costra....?. ¡Ninguna de las dos....!. Que sigan el ejemplo de Catalunya y hagan lo mismo que hemos hecho nosotros: ¡escoger los deseos de la sociedad y los ciudadanos por encima de todo y todos!.
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