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divendres, 2 de gener del 2015

EL "IMPASSE".

"La unidad es lo que más teme el Estado, que nos quiere divididos", dijo Artur Mas durante el discurso dirigido a los catalanes en la noche de Fin de Año. Mientras tanto Joan Manuel Tresserras, auténtico guru del segundo tripartito patrocinado por ERC, ex-consejero de Cultura del gobierno de José Montilla y azote inmisericorde de CiU, declaraba al digital Público"ERC ya ha cedido en todo lo que tenía que ceder", refiriéndose a las negociaciones emprendidas por los partidos soberanistas sobre el inmediato futuro de Catalunya, conversaciones que hasta el momento no han fructificado. Dicen las malas lenguas que el señor Tresserras és el asesor que más influencia ejerce ahora sobre Oriol Junqueras. Cree que el giro de CiU hacia el soberanismo y el apoyo dado a Artur Mas ha desgastado a Esquerra Republicana por su flanco izquierdo. Y por esas no pasa. Parece añorar los tiempos del tripartito y por tanto se muestra dispuesto a preparar el terreno para que en un futuro no muy lejano puedan repetir la jugada. Si a esta añoranza le añadimos el trastorno -en realidad, acojonamiento- que sufre ante el fenómeno Podemos, podremos entender mejor porqué Oriol Junqueras, mal aconsejado por Tresserras, lleva a ERC cada vez más lejos de la deseada unidad de las fuerzas independentistas.

No es Joan Manuel Tresserras el único culpable de la aparente debilidad que padece actualmente el camino hacia la independencia de Catalunya. Desde UDC, socio preferente de CDC ahora y siempre, aprovechan todas las oportunidades que les ofrecen las dudas y miedos mostrados por los principales protagonistas del proceso para meter baza y casi siempre en contra. Se ha de agotar la legislatura es el mantra anti-secesionista que ahora utilizan a todas horas. Por descontado, continúan la desesperada búsqueda de la tercera vía la cual nunca acaba de hacerse realidad. En UDC no están tan obsesionados como los republicanos con Podemos. En realidad, como todos los partidos tradicionales y unionistas -PP, PSOE, IU, C's, UPyD-, Unió Democràtica está cagada de miedo por las consecuencias que tendrá -¡que ya tiene!- la irrupción de los demagogos populistas -en Catalunya además lerrouxistas- en el escenario político del Estado. En definitiva los democratacristianos, siempre condicionadas por sus filias y fobias, no son un socio muy cómodo al que soportar en las presentes circunstancias. Aún menos que sus líderes, exageradamente pusilánimes, indefinidos y empalagosos quisquillosos, los cuales prefieren actuar como una pesada ancla para detener aquello que puede alterar su hasta el momento provechoso estatus político, lo que les ha permitido vivir alegremente  sin arriesgar nunca más de la cuenta. Por ejemplo, nunca se han presentado solos a una elecciones pero siempre han obtenido diputados en las distintas cámaras. Y a menudo, excesiva representación.

Como puede imaginarse, el unionismo español se frota las manos ante estas supuestas desavenencias surgidas en el seno del soberanismo. La profecía hecha por José Maria Aznar hace algunos meses, ante los ojos españolistas ahora se está cumpliendo al pie de la letra. "Antes se romperá Catalunya que España", se regocijaba el ex-presidente español. Entretanto la caverna mediática madrileña hurga en la herida abierta para que no cicatrice. "Mas provoca ansiedad con su convocatoria electoral" , proclama La Gaceta pensando que el discurso de Artur Mas incluiría la convocatoria de elecciones, hecho que por cierto no pasó. ABC se hace eco de rumores sobre la inminente convocatoria electoral y la ansiedad de UDC ante esta posibilidad. Por su parte El Confidencial se aferra a Podemos -que para el nacionalismo español es el diablo con rabo y cuernos- para anunciar que "Pablo Iglesias revienta la burbuja separatista". El Mundo prefiere especular con las intenciones de Oriol Junqueras al cual atribuye chantajes y amenazas sobre Artur Mas para que se cumplan sus exigencias partidistas.... Como es habitual en las informaciones facilitadas por estos medios unionistas cuando se refieren a Catalunya, dan como informaciones veraces las que no són más que deseos propios mal disimulados, meros rumores interesados, informaciones manipuladas, medias verdades no contrastadas o sencilla y directamente, mienten impúdicamente.

Sin embargo, es cierto que desde Catalunya estamos dando carnaza a la fiera. Desde Esquerra parece que dan más importancia a los intereses de partido que no a la voluntad de todos los ciudadanos, ya sean militantes de ERC o no. No es la hora de reeditar viejas alianzas de izquierdas para volver a practicar viejas políticas fracasadas no hace mucho tiempo. Debemos recordar porqué fracasaron: por falta de recursos financieros, de instrumentos jurídicos y políticos y por la actitud hostil del Gobierno de Madrid, amo y señor de nuestros impuestos, interprete único de las leyes, del BOE, de la Constitución y capitoste de la justicia en general y del TC en particular; además se consideran como soberbios hidalgos poseedores de la verdad absoluta y del destino y voluntad de los ciudadanos catalanes. Así pues, ¿ERC quiere pactar con el PSC y ICV para rehacer una entente de izquierdas e imprimir un giro más social a las políticas de la Generalitat?. Las preguntas que antes deben formularse són: ¿Con qué dinero?. ¿Con qué leyes?. ¿Con que instituciones?. ¿Con qué herramientas? ¿Como y cuando podrán hacerlo?. Cuando posean todas las respuestas será la hora en Catalunya de las confrontaciones políticas normalizadas. Pero no antes de conseguir la independencia. Por lo que se refiere a Podemos, no se piense que podrá robar fácilmente votantes a ERC. Lo que se traduce en que el canguelo de Tresserras no está justificado. Los únicos que tendrían que preocuparse son los unionistas, por cierto nacionalistas españoles de siempre, ya que más allá de querer ocupar el espacio de centro -tan codiciado y concurrido en Espanya-, comparten las mismas manías con toda la nómina de partidos inequívocamente unionistas, los cuales comparten las mismas ideas univocas respecto la no independencia de Catalunya.

En cuanto a la Unión de Duran lo primero que deben hacer es ponerse al lado del PP, de C's, de PSC y de ICV, y defender sin rodeos ni eufemismos el unionismo. Algunas de estas formaciones también están buscando ansiosamente la tercera vía y tal vez juntos tengan más suerte. Si no la encuentran busquen la cuarta y si no, la quinta, la sexta.... Cuando se cansen de buscar, pueden volver como benditos al peix al cove -pájaro en mano- de los tiempos de Jordi Pujol, o apuntarse al confederalismo recientemente descubierto por ICV... Ustedes tienen una larga experiencia en defender la confederación con un Estado -el español- que no la quiere ni en sueños. Bueno, en realidad España no quiere ni terceras vías, ni una federación y mucho menos una confederación. Los políticos españoles están satisfechos siendo como són: uniformistas, centralistas o jacobinos, acaparadores, amos del poder y altaneramente mandones. Por descontado, también són talibanamente constitucionalistas. Si lo poseen todo, ¿porqué habrían de cambiar?. Enfin señor Duran, Vd. haga lo que quiera, pero por lo menos deje que los catalanes hagamos nuestro camino sin más dificultades añadidas. Y mucho menos si quien las provoca es Vd. mismo y sus miedos. Ya són suficientes con las que nos pone el Estado español.

Ni CDC, ni ERC, ni UDC, ni ICV, ni la CUP tienen ningún derecho de malograr las ilusiones y esperanzas de los ciudadanos catalanes. El pasado nueve de noviembre demostramos hasta donde podemos llegar todos aquellos que nos movilizamos para votar a favor de la independencia. Como mínimo existe un millón novecientas mil personas que dijimos Si. Y cerca de dos millones cuatrocientas mil personas  que lo queremos hacer mediante votaciones democráticas. No cuesta mucho imaginar como se incrementaría la participación si se tratara de elecciones oficiales. Aumentaría el número de participantes y también los dispuestos a hacerlo a favor de la independencia. Si tomamos los hechos del 9N como una encuesta -con 2,4 millones conformando el universo de la encuesta- los resultados són bastante contundentes.

Es hora de la generosidad. De la grandeza. Es el tiempo de dar a los ciudadanos la oportunidad de decidir nuestro futuro. El mundo soberanista tiene la obligación de ponerse de acuerdo, más allá de estrategias y tácticas partidistas. Tiene que dar y reconocer confianza en todos los líderes inequívocamente soberanistas, sin perjuicios ni restricciones mentales. No es tiempo de reproches, ni de egoísmos personales o de partido.

Si los afanes personales de Artur, Oriol o cualquier otro estropean esta oportunidad -¡única en siglos!-, como mínimo aquellos que hace dos meses dijimos Si y queremos votar les daremos la espalda, después de pasarles por encima. ¡Allá ellos.... y sus partidos!. Pero con nosotros, que no cuenten más.











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