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dilluns, 9 de juliol del 2012

PEDIR PERAS AL OLMO.

Imagino que para un mandatario público defender aquello que no resulta ni beneficioso, ni grato para la población del país que gobierna, cuanto menos debe provocarle una enorme desazón política. El M.H.S. Artur Mas i Gabarró, presidente de la Generalitat de Catalunya, ha defendido en sede parlamentaria la tercera oleada de recortes impuestos desde Madrid. Una vez más, aprovechó la oportunidad para denunciar una operación de escandalosa centrifugación del déficit del Estado hacia las comunidades autónomas. Como conclusión, pidió a los partidos políticos que dieran soporte al pacto fiscal, para arreglar definitivamente el oneroso sistema de financiación que sufre Catalunya.

A las pocas horas que Artur Mas defendiera lo indefendible, el presidente del Gobierno de España avisaba de nuevas exigencias a las comunidades autónomas para reducir el déficit público del Estado a los niveles demandados por los mercados. Era el anuncio de la cuarta oleada -para Catalunya- de ajustes. ¿Como actuará el señor Más ante esta cuarta tanda de recortes impuesta por España?. Lo cierto es que las tres anteriores apenas han servido para disminuir el déficit público catalán: del 4,6% en el 2010, al 3,9% en el 2011. Eso sí, los mercados y Madrid, están plenamente satisfechos por la obediencia y sumisión mostrada por la Generalitat. Al fin y al cabo, Catalunya ha asumido el 23,4% sobre el total de recortes estatales. De los 17.891 millones de € atribuidos al conjunto de las comunidades autónomas, 4.187 millones corresponden a ajustes catalanes. El Gobierno de España debe pensar que si no hay dos sin tres, tampoco debe haber tres sin cuatro, ni cuatro sin cinco.... Mientras el cuerpo y Catalunya aguanten, que vayan recortando...... ¡todo aquello que no se atreve hacer en la administración central del Estado!. Ni en funcionarios, ni subvenciones a la fiesta nacional, ni a los museos de Madrid, apenas en defensa, tampoco suprimiendo ministerios sin competencias... El Gobierno de España, parafraseando a Unamuno ("que inventen ellos") prefiere: "que recorten ellos". 


Los ciudadanos catalanes deberíamos negarnos a seguir dando satisfacción a Madrid. Al fin y al cabo Catalunya cada día depende menos del mercado español. Exporta más al extranjero que a España. Si Catalunya fuera un estado independiente, sería el tercer país más exportador del Mundo. El año 2010, las exportaciones catalanas al Mundo (incluyendo a España), supusieron el 59% del PIB (Alemania el 40%, Suiza el 35%, España sin Catalunya, 22%). El año 2011, la balanza comercial de Catalunya registró un superávit de 3.821 millones de €, con el resto del Mundo. Superávit que se eleva a 8.463 millones de €, si incluimos a España. Haciendo unas simples sumas y restas, si al déficit fiscal catalán con el Estado Español (16.500 millones €), le sustraemos el superávit comercial con España (4.600 millones €), hallaremos los beneficios netos que obtiene el Gobierno de Madrid de los ciudadanos catalanes: casi 12.000 millones de €. ¡Un negocio redondo para el Reino de España!. ¡La ruina absoluta para el Principado de Catalunya!. 


Señor Mas, esto no lo remedia ni siquiera el imposible pacto fiscal, aun contando con el apoyo del 80% de la población catalana. Pacto tan denodada e inútilmente defendido por su formación política. El concepto de concierto económico para Catalunya está anticipadamente condenado al fracaso. ¿Cree acaso que España se mostrará dispuesta a perder el control sobre tan pingües beneficios cosechados año tras año, con el  único esfuerzo, sudor y lágrimas de los generosos ciudadanos catalanes?. En reiteradas ocasiones el Partido Popular ha acusado a la Generalitat de "utilizar el pacto... como una arma de distracción masiva...". "La prioridad tiene que seguir siendo la salida de la crisis...". Es cierto que el PP aparenta mostrarse dispuesto a mejorar el sistema, pero no a costa de buscar "enfrentamientos y agravios" con otras comunidades. "El gobierno de Catalunya puede llegar a un acuerdo con las fuerzas políticas mayoritarias en el Congreso y en el Parlamento catalán para alcanzar un modelo mejorado y posible". "Todos los modelos que busquen una ruptura con nuestro marco constitucional y con el resto de España, está condenado al fracaso...". Es decir, el pacto fiscal según los conservadores no es prioritario, no debe menoscabar los recursos del resto de comunidades, debe ser una simple mejora basada en el sistema actual (dentro de la LOFCA) y debe ser plenamente constitucional, es decir, debe contar con la aprobación partidista del PP y PSOE. 


Por su parte el PSOE piensa algo parecido. La última andanada sobre el pacto fiscal la han disparado desde las filas de los socialistas andaluces. Han rechazado contundentemente el concierto y prometen recurrir todas las decisiones que perjudiquen a Andalucía. El congreso regional socialista celebrado el pasado fin de semana, ha aprobado una resolución  que expresa "su rechazo a cualquier pacto fiscal o sistema de financiación que pretenda privilegios al margen de la Constitución española o aliente renovadas desigualdades entre las comunidades autónomas". Estamos ante una auténtica declaración de guerra contra las tesis defendidas por la Generalitat. "Lucharemos para que la crisis no haga retroceder la convergencia de rentas entre regiones". ¡Convergencia de rentas a costa de los sacrificios catalanes!. Convergencia no como resultado de los propios esfuerzos de Andalucía, bajo el liderazgo de la Junta y sus ERE fraudulentos,  el humillante-alienante PER de los jornaleros y la masiva inflación de funcionarios y empleados públicos (casi el 20% de la población asalariada en Andalucía corresponde al sector público). Esta es la tesis que defiende el socialismo andaluz. Mantener el expolio catalán por los siglos de los siglos, para que Andalucía pueda seguir subvencionando -y también malgastando- tan alegremente a diestro y siniestro. Este es el tipo de igualdad que defiende el PSOE para Andalucía: antes muerta que sencilla; antes partía que doblá. Por cierto, opinión compartida por los populares del extremeño Monago. ¿Cabe mayor comunión de intereses políticos en el PPSOE?. ¡No!. ¡Convergencia por cuenta del real e injusto empobrecimiento de los catalanes!.


Lo único cierto, respecto el concierto para Catalunya, es que despierta una sólida unanimidad entre populares y socialistas. Ambas formaciones están en contra de reconocerlo para los catalanes. Los dos partidos de ámbito nacional(ista) español lo defienden, empero, fervientemente para el País Vasco y Navarra. Quieren alcanzar el consenso, para frenar y diluir el contenido gracias al café para todos, como hicieron tiempo atrás con el Estatuto catalán. Excluyen al resto de formaciones catalanas, puesto que las realmente imprescindibles, son ellas dos. Al fin y al cabo, ahora gobierno yo, mañana lo harás tú. Partido Popular y Partido Socialista Obrero Español -tanto monta, monta tanto- prefieren continuar exprimiendo la gallina de los huevos de oro mediante la perversión que resulta ser esa falsa solidaridad española al uso, antes que hacer justicia y reconocer mínimamente el derecho que tenemos los ciudadanos catalanes de controlar la riqueza que generamos, en nuestro propio beneficio, siendo solidarios en su justa medida y jamás con los que no estén dispuestos a ayudarse a sí mismo. Solidaridad voluntaria, limitada en el tiempo y en la cuantía, toda. Solidaridad a la española, ninguna.


El M.H.S. Artur Mas i Gabarró debería pedir el apoyo de los partidos de obediencia catalana para iniciar el camino hacia la plena soberanía de Catalunya. Pedir apoyos para el pacto fiscal, es pedir peras al olmo. Sobre todo hacerlo al PPSOE es ilusorio. Y además, proclamar la independencia de Catalunya es más realista y factible que esperar justicia y equidad de España. La historia así lo demuestra.













2 comentaris:

  1. La verdad es que los independentistas teneis razòn.
    Pedir la independencia,poner fronteras y a vender al extranjero, eso si, sin pertenecer a la UE, eso hay que ganarselo y creo que los españoles vetaríamos vuestra entrada en ella.

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    1. Gracias por reconocer nuestras razones soberanistas. Pedimos la independencia abiertamente, como refleja el resultado de las elecciones del 25N. Y no lo dudes, la conseguiremos, más pronto que tarde. Vendemos más en el exterior que a España. Hemos aprendido mucho a causa de los reiterados boicots a los productos catalanes. Por lo visto las fronteras las pondrán los españoles. En cuanto a la permanencia o no en la UE, ¿estás seguro que vale la pena después de los sacrificios que nos impone (Merkel?. En cualquier caso, no estés tan seguro que España no acabe de ser expulsada de su seno. Porque España no es en la actualidad precisamente "una ganga".

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