A medida que avanzamos imparablemente hacia la independencia, van surgiendo ante nuestro camino los obstáculos que estaban previstos. Por parte del Estado, además de la rotunda negativa del gobierno en celebrar un referéndum de autodeterminación, existe también la actuación descabelladamente inhabilitadora del TC -en funciones de juzgado de guardia-, de la fiscalía -siempre a punto para imputar a diestro y siniestro supuestos separatistas-, de las más altas instancias judiciales -dispuestas a fingir que imparten justicia-, de la policía pretoriana filo-nacionalcatólica encargada de filtrar mentiras a la caverna, de los servicios de inteligencia de SSS -¡alto!. Me refiero a Soraya Sáenz de Santamaria, no confundir-, ocupados en fabricar la mierda más apestosa para esparcirla generosamente contra el proceso catalán; y de la misma caverna mediática madrileña, siempre a punto para publicar noticias falsas y desinformar a todo el mundo todo el tiempo......
Lo más inesperado, empero, es que también aparecen otros impedimentos que provienen directamente del lado independentista y cercanías. ¡Bien....!. ¡Supuestamente independentistas!. Este es el caso del grupo Endavant y de Anna Gabriel. No me refiero a todos aquellos miembros de las CUP que se vanaglorian "de haber enviado a Artur Mas a la papelera de la historia", una vez ejercida la explotación electoral del odio contra el president, mucho mejor que lo hicieran Gemma Ubasart -autora de la frase- y los podemitas de turno durante la última campaña electoral. ¡No!. Me refiero a la entrevista que Pablo Iglesias le hizo recientemente a Anna Gabriel y que tanto revuelo ha levantado.
La entrevista, difundida a través de Internet, parecía hecha más para alejar a las CUP del ideal independentista y acercarles más al unionismo, vergonzante, camuflado que practica PODEMOS, antes que informar a la audiencia española sobre la realidad catalana. A preguntas del entrevistador, Gabriel decía : "La gente ha dicho que no gana Junts pel Si, que no tenga mayoría, y que la CUP sea imprescindible. No se hace esta lectura y comienza el 'pressing CUP'. Nos han llevado a un terreno para destrozarnos; nos han querido eliminar y aun hay gente que trabaja para destrozarnos".
Esta respuesta ha merecido los reproches de algunos ex-cupaires de renombre, como Antonio Baños que le ha dicho que "se tiene que venir llorado de casa", así como la rotunda negativa del Govern de la Generalitat en boca de la consejera de Presidencia Neus Munté, negando contundentemente que Junts pel Si pretenda destrozar la CUP.
¡Anna Gabriel derrapó en una recta....!. Su respuesta ha servido para que el unionismo se frote las manos ante la evidencia de las desavenencias existentes entre las formaciones soberanistas. Pero, ¿son reales estos desacuerdos?. ¡Rotundamente, no!. La inmensa mayoría del soberanismo tenemos claro tanto los objetivos como la hoja de ruta que nos ha de conducir hasta la independencia. Cierto es que existen sectores, minúsculos, que no lo tienen tan claro. Dentro de Junts pel Si y también dentro de las CUP. En la formación del govern hay un puñado de pusilánimes -¡miedosos!- que sienten vértigo ante el porvenir pero lo llevan en silencio mediático casi siempre. Y si no, en cuanto salen a la luz sus manías, siempre acaban por matizar los temores mostrados. Pero en las CUP existe un núcleo duro que prioriza la lucha revolucionaria por encima de todo, incluso de la independencia. Tal es el caso de Endavant y de Anna Gabriel.
La respuesta no fue precisamente acertada, ni mucho menos. Ni en la forma -por anti-independentista-, ni en el fondo -por ser exageradamente inexacta-. Porque resulta evidente que JpelS no ganaron por mayoría absoluta, pero no es menos cierto que las CUP cosecharon un resultado marcadamente escuálido. Y este resultado no permite a nadie imponer su propia hoja de ruta o vetos políticos absolutamente fuera de lugar. Ni por votos -1.620.000 frente 336.000- ni en escaños -62 ante 10-. A pesar de esta desproporción, la transigencia de JpelS y el sentido histórico de Artur Mas para no malograr el proceso hacia la independencia permitieron que las CUP pudieran decir que habían tirado a Artur Mas a la papelera de la historia. Por tanto, las CUP son tan imprescindibles como Junts pel Si, pero no más..... ¡Esta es la lectura que debería haber hecho Anna Gabriel!. El 'pressing CUP' fue instigado por los resultados inverosímiles alcanzados en la asamblea que acabó empatando..... Yo aun sigo pensando que empataron debido a las presiones -e incluso manipulaciones- de grupúsculos como Endavant obsesionados en aniquilar Mas y de paso al independentismo. Tienen como prioridad cobijarse bajo el paraguas de Els Comuns -¡Podemos!- para hacer la revolución social que tienen pendiente desde siempre y que jamás podrá tirar endavant -adelante-..... ¡Así comenzó la autodestrucción de las CUP!. Buena parte de sus votantes se arrepintieron de haberlo hecho viendo que, como todas las formaciones políticas institucionalizadas, las CUP también eran capaces que caer en los mismos defectos -¡puñaladas!- y carencias -¡falsedades!- que el resto. El resultado es que ahora las encuestas dicen que han perdido la mitad de sus votantes y, consecuentemente, de sus escaños.....
La semi-destrucción de las CUP ha sido autoimpuesta. Que no carguen el mochuelo a espaldas de los demás y que lo hagan sobre aquel que tiene la obligación de asumirlo: Endavant y Anna Gabriel.
El resto del soberanismo estamos demasiado ocupados en alcanzar la independencia como para tener que soportar bobadas como estas.....
Lo más inesperado, empero, es que también aparecen otros impedimentos que provienen directamente del lado independentista y cercanías. ¡Bien....!. ¡Supuestamente independentistas!. Este es el caso del grupo Endavant y de Anna Gabriel. No me refiero a todos aquellos miembros de las CUP que se vanaglorian "de haber enviado a Artur Mas a la papelera de la historia", una vez ejercida la explotación electoral del odio contra el president, mucho mejor que lo hicieran Gemma Ubasart -autora de la frase- y los podemitas de turno durante la última campaña electoral. ¡No!. Me refiero a la entrevista que Pablo Iglesias le hizo recientemente a Anna Gabriel y que tanto revuelo ha levantado.
La entrevista, difundida a través de Internet, parecía hecha más para alejar a las CUP del ideal independentista y acercarles más al unionismo, vergonzante, camuflado que practica PODEMOS, antes que informar a la audiencia española sobre la realidad catalana. A preguntas del entrevistador, Gabriel decía : "La gente ha dicho que no gana Junts pel Si, que no tenga mayoría, y que la CUP sea imprescindible. No se hace esta lectura y comienza el 'pressing CUP'. Nos han llevado a un terreno para destrozarnos; nos han querido eliminar y aun hay gente que trabaja para destrozarnos".
Esta respuesta ha merecido los reproches de algunos ex-cupaires de renombre, como Antonio Baños que le ha dicho que "se tiene que venir llorado de casa", así como la rotunda negativa del Govern de la Generalitat en boca de la consejera de Presidencia Neus Munté, negando contundentemente que Junts pel Si pretenda destrozar la CUP.
¡Anna Gabriel derrapó en una recta....!. Su respuesta ha servido para que el unionismo se frote las manos ante la evidencia de las desavenencias existentes entre las formaciones soberanistas. Pero, ¿son reales estos desacuerdos?. ¡Rotundamente, no!. La inmensa mayoría del soberanismo tenemos claro tanto los objetivos como la hoja de ruta que nos ha de conducir hasta la independencia. Cierto es que existen sectores, minúsculos, que no lo tienen tan claro. Dentro de Junts pel Si y también dentro de las CUP. En la formación del govern hay un puñado de pusilánimes -¡miedosos!- que sienten vértigo ante el porvenir pero lo llevan en silencio mediático casi siempre. Y si no, en cuanto salen a la luz sus manías, siempre acaban por matizar los temores mostrados. Pero en las CUP existe un núcleo duro que prioriza la lucha revolucionaria por encima de todo, incluso de la independencia. Tal es el caso de Endavant y de Anna Gabriel.
La respuesta no fue precisamente acertada, ni mucho menos. Ni en la forma -por anti-independentista-, ni en el fondo -por ser exageradamente inexacta-. Porque resulta evidente que JpelS no ganaron por mayoría absoluta, pero no es menos cierto que las CUP cosecharon un resultado marcadamente escuálido. Y este resultado no permite a nadie imponer su propia hoja de ruta o vetos políticos absolutamente fuera de lugar. Ni por votos -1.620.000 frente 336.000- ni en escaños -62 ante 10-. A pesar de esta desproporción, la transigencia de JpelS y el sentido histórico de Artur Mas para no malograr el proceso hacia la independencia permitieron que las CUP pudieran decir que habían tirado a Artur Mas a la papelera de la historia. Por tanto, las CUP son tan imprescindibles como Junts pel Si, pero no más..... ¡Esta es la lectura que debería haber hecho Anna Gabriel!. El 'pressing CUP' fue instigado por los resultados inverosímiles alcanzados en la asamblea que acabó empatando..... Yo aun sigo pensando que empataron debido a las presiones -e incluso manipulaciones- de grupúsculos como Endavant obsesionados en aniquilar Mas y de paso al independentismo. Tienen como prioridad cobijarse bajo el paraguas de Els Comuns -¡Podemos!- para hacer la revolución social que tienen pendiente desde siempre y que jamás podrá tirar endavant -adelante-..... ¡Así comenzó la autodestrucción de las CUP!. Buena parte de sus votantes se arrepintieron de haberlo hecho viendo que, como todas las formaciones políticas institucionalizadas, las CUP también eran capaces que caer en los mismos defectos -¡puñaladas!- y carencias -¡falsedades!- que el resto. El resultado es que ahora las encuestas dicen que han perdido la mitad de sus votantes y, consecuentemente, de sus escaños.....
La semi-destrucción de las CUP ha sido autoimpuesta. Que no carguen el mochuelo a espaldas de los demás y que lo hagan sobre aquel que tiene la obligación de asumirlo: Endavant y Anna Gabriel.
El resto del soberanismo estamos demasiado ocupados en alcanzar la independencia como para tener que soportar bobadas como estas.....
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