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divendres, 30 de gener del 2015

¡ACABAREMOS PASANDO POR ENCIMA DE LOS PARTIDOS!.

Syriza acaba de pactar con la derecha nacionalista anti-europea griega la formación de gobierno y así poder enfrentarse juntos contra la troika, para intentar salir del pozo y la miseria causados por la UE de Merkel, el FMI de Lagarde y el BCE de Dragi. Esta clase de osadía y desafió griego, contra lo que se podía esperar, casi no ha tenido incidencia en los llamados mercados. Syriza es una formación netamente de izquierdas en la que se ven reflejadas algunas fuerzas políticas de otros países mediterráneos, con la esperanza de poder hacer lo mismo -en España, PODEMOS-. Es decir, plantar cara fundamentalmente a Alemania y su política antisocial a base de recortes indiscriminados sobre todo, como puede ser el añorado estado del bienestar, y todos, por ejemplo las agotadas clases medias y populares. La excesiva austeridad impuesta por Merkel la han hecho antipática e inhumana ante los ojos de la gente de aquellos países que están -estamos- sufriendo los reproches, imposiciones y latigazos germánicos. Pues bien, ahora los mercados no parecen muy preocupados por los resultados producidos en las elecciones griegas.

Que los mercados permanezcan tranquilos no quiere decir que no exista preocupación entre los hasta ahora partidos dominantes y tradicionales de cada país -los que han cortado el bacalao-. Tal es el caso de España. PODEMOS se ha apresurado en apropiarse de la victoria de Syriza y en mostrar gozo y alegría a diestro y siniestro. Esta desbordante ufanía de los profesores universitarios de ciencias políticas madrileños -la recién nacida costra- se transforma en angustia irreprimible en el caso de los populares y del gobierno del Estado. ¿Qué pasará si gana PODEMOS?. ¿Qué será de la vieja casta....?. Mil preguntas de momento sin respuesta se agolpan en sus agobiadas cabezas. En cambio para los socialistas a la angustia se le añade auténtico pánico. Sobre ellos planea la posibilidad de desaparecer como partido, a resultar irrelevantes en el escenario político de España. Tienen miedo de ser engullidos en crudo por la nueva costra emergente. Puede afirmarse pues que la victoria de Syriza ha causado un estruendoso terremoto en el mundo político español y, singularmente, entre la izquierda.

Pero, ¿y el escenario catalán?. ¿Qué daño hará al proceso soberanista la aparición de la costra?. ¿Tendrá alguna incidencia en las formaciones políticas catalanas?. PODEMOS, por lo que se refiere a Catalunya, tiene la misma conducta y prejuicios ideológicos que puedan tener PP, PSOE-PSC, C's, IU-ICV, UPyD y el resto de formaciones españolistas. Es marcadamente unionista -y nacionalista española, del tipo filo-falangista-. Es decir, PODEMOS no quiere que los catalanes ejerzamos el derecho de autodeterminación. Aún gracias que reconocen el derecho a decidir de todos los españoles sobre educación, sanidad y similares pero jamás a los catalanes en solitario. Y menos sobre la soberanía del nuestro país. También desean desacralizar y reformar la Constitución, para volver a sacralizarla después, como si esta tarea solo dependiera de ellos. Niegan contundentemente para Catalunya aquello que defienden y justifican para vascos y navarros: el concierto económico. Solo un posible concierto catalán -o pacto fiscal, o sistema de financiación nuevo y singular- merece la consideración de insolidario porqué perjudica a España, pero por lo que parece no sucede así en el caso vasco o navarro....., ¿porqué benefician al resto del Estado, tal vez?. No creo. En definitiva, del reconocimiento de una posible independencia o incluso una mínima soberanía para el pueblo catalán, ¡nada de nada!. En estas circunstancias la incidencia en las formaciones políticas catalanas -sobre sus respectivos electores- se limitarán a las unionistas, no las soberanistas que afortunadamente ahora somos mayoritarios.

Tanto PSC como ICV han visto las barbas del vecino -Pasok, en Grecia- afeitar y han puesto las suyas a remojar. Aunque no lo quieran. El PSC hace lo imposible para hacerse visible y para diferenciarse del resto de formaciones, por cierto con escaso éxito. Ello hace que a menudo sus movimientos tácticos sean muy forzados y un poco ridículos. Decir que la solución a todos los problemas de Catalunya pasan por el federalismo con la mala prensa que tiene en Madrit este concepto, es tanto como afirmar que llueve de abajo arriba. Comparar la hoja de ruta -que aún se esta negociando- de ERC y Convergència con un kleenex puede parecer muy ingenioso pero resulta verdaderamente patético en boca de alguien tan políticamente resfriado, que exuda y cosecha perdidas -en forma de votos- por todas partes. Por lo que se refiere a ICV, ha abrazado la causa de PODEMOS -y de Guanyem, y de Procés Constituent- con tanta intensidad y convicción que se han fundido como un cubito de hielo dentro de un vaso de agua. A mayor gloria de Herrera y Camats. ¡Están desapareciendo inexorablemente!.

Pero la realidad siempre acaba imponiéndose. Y ahora amenaza la credibilidad de PODEMOS y de sus deslumbrados socios porque Syriza les ha descolocado. Todos ellos suelen cargar las tintas siempre que pueden contra la derecha representada por el PP en España, ¡plenamente justificado!, y contra Convergència y Esquerra en Catalunya, por haber llegado a un acuerdo por la independencia. Siempre afirman con rotundidad que jamás pactarán con aquellos que han hecho de los recortes sociales su modus vivendi o que quieren romper España. Pero hete aquí que Syriza ha decidido pactar con la derecha griega más nacionalista y anti-europea que se haya conocido. También ha rebajado y suavizado el tono del discurso hacia la troika, buscando comprensión y entendimiento con los amos del dinero....¡Jo!. Y ahora, ¿que harán PODEMOS y compañía?. ¿Imitarán a los griegos....?. Si hace falta, harán lo mismo. Y por supuesto, ¡hará falta!. Se tragarán las palabras y abominaciones, pactarán, se arrugarán y acabarán....¡fracasando estrepitosamente!. El tiempo lo dirá.

Es una pena -y un error mayúsculo- que Esquerra Republicana haya decidido priorizar el eje de izquierdas en detrimento del eje independentista. Ahora querer hacer política con normalidad, a la manera clásica, es malgastar fuerzas, inteligencia y suerte, las cuales deberían que ser utilizadas para conquistar el objetivo prioritario que los catalanes tenemos planteado: la independencia. Todo aquello que ralentice o entorpezca el proceso soberanista va contra el sentimiento mayoritario de los catalanes. Hacer campaña electoral para ganar las elecciones municipales es bueno y legítimo. Hacer campaña contra Convergència para obtener la hegemonía en el mundo soberanista es hacer política clásica. Si además se hace en connivencia con los partidos unionistas -lo es pedir la comparecencia de Artur Mas en la comisión Pujol a petición de los contrarios a la independencia-, es hacer el juego a España perjudicando gravemente el camino hacia el 27 de septiembre que debería llevarnos a la plena soberanía de Catalunya.

Repito. Es una auténtica pena que el partidismo egoísta de Esquerra y la excesiva prudencia de Convergència estén poniendo en duda algo que hasta ahora parecía estar a nuestro alcance: la libertad y plena soberanía de Catalunya. Si el unionismo está debilitado y desconcertado, y el independentismo no lo aprovecha -sería absolutamente legítimo hacerlo-, es para hacérselo mirar.... ¿Tendremos los catalanes que conseguir la independencia sin los partidos políticos....?. ¡Si!. Y pasaremos por encima de ellos si hace falta.












dijous, 22 de gener del 2015

¡RAYOS....!.

Hace una semana que las dos principales fuerzas políticas de Catalunya llegaron a un principio de acuerdo para convocar elecciones avanzadas, plebiscitarias, el 27 de septiembre del presente año. De entrada es justo reconocer que pocos analistas sospechaban que esto acabara pasando, dadas las evidentes diferencias existentes entre Convergència i Esquerra Republicana. Esta circunstancia era mucho más evidente del lado unionista, siempre excitado cuando se insinúa división y enfrentamiento, tan deseado por ellos, dentro del mundo soberanista. Las ansias de querer hacer tambalear el proceso catalán son mayores que la necesaria prudencia que aconseja la experiencia acumulada. Pero el unionismo no atiende razones ni realidades y en este caso, no ha entendido -¡desde siempre!- que el proceso soberanista se halla en manos de los ciudadanos y no de los partidos. Y hemos sido los ciudadanos, a través de la ANC, de Òmnium y de la AMI, los que hemos forzado el entendimiento entre ambos partidos, para consensuar y establecer la hoja de ruta y reforzar y acelerar el camino hacia la libertad de nuestro pueblo: la anhelada independencia.

Como era previsible, este acuerdo ha causado un auténtico terremoto entre los principales líderes opositores , contrarios a aceptar que la voluntad de los catalanes prevalezca por encima de los intereses de partido o coloniales hacia Catalunya. Se muestran nerviosos, alterados, agotados y sin ideas, verbalmente violentos y con una sensación de impotencia y de miedo impropios de personas maduras y juiciosas, con mucho poder político y financiero entre manos y grandes responsabilidades gubernamentales. Todo ello les hace especialmente peligrosos.... y a la vez, ¡ridículos!.

El novel líder socialista, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, más voluntarioso que realista, ha decidido que lo mejor que puede hacer es merodear por las tierras de Catalunya para intentar disuadir a los indígenas que la nuestra es una batalla perdida. Para conseguir tal hazaña no duda en utilizar toda clase de recursos semánticos aderezados de cháchara populista -característica ampliamente compartida en las filas españolistas- alrededor de una única idea-fuerza: la solución a todos los males de los catalanes es el federalismo. Por cierto, rotundamente rechazado por el Partido Popular. Defiende "la Catalunya real, de la concordia y convivencia, frente las mentiras del presidente Artur Mas y de Oriol Junqueras, que dicen que se preocupan por los catalanes, pero solo gobiernan para los independentistas". Cabe señalar que esta opinión es compartida por Miquel Iceta, primer secretario del PSC -partido sucursal del PSOE, en Catalunya-, el cual dice "estar hasta las narices de las estructuras de Estado" -catalanas, por supuesto-. Tanto uno como otro parecen olvidar que la llamada Catalunya real también incluye al menos dos millones cuatrocientas mil personas que solo hace tres meses decidimos votar voluntariamente -si o no- sobre nuestro futuro como pueblo. También ignoran las mentiras y falacias que los últimos años hemos tenido que soportar los ciudadanos cuando continuamente apelan al pluralismo político, la diversidad territorial -en su boca, palabras vacías-, la lealtad institucional entre gobiernos, la legalidad vigente, o utilizando la Constitución como si de un garrote se tratara con el que aporrearnos sin compasión alguna. A la vez, excluyendo los partidos periféricos de las grandes decisiones del Estado -reforma exprés de la sagrada Constitución-, sin pedir opinión y exigiendo adhesión inquebrantable al nuevo texto impuesto por los mercados. Recortando y discriminando las inversiones en Catalunya a favor de otros territorios y prioridades, por ejemplo el corredor mediterráneo aplazado, para invertir en un desmesurado y antieconómico AVE, o rescatando financieramente autopistas en quiebra, pero ¡madrileñas!. También denunciando ante el Alto Tribunal el Estatuto catalán aprobado en referéndum, copiándolo antes otras autonomías literalmente, pero no siendo recurridos ante el TC. Persiguiendo con auténtica rabia y enfermiza obstinación la lengua catalana, política y judicialmente, o inventándose nuevos idiomas -lapao-, dificultando su normal desarrollo y utilización en los territorios de habla catalana. Y ahora amenazan con poner en la sombra al presidente de Catalunya acusándolo de cumplir la palabra dada a los catalanes y por haber facilitado que pudiéramos votar sobre nuestro futuro. Esta es la realidad de Catalunya y los catalanes y no las ocurrencias que explica Pedro Sánchez.

Por parte de Podemos, una marcada prepotencia fruto sin duda de la inexperiencia propia de la adolescencia política que padecen, les provoca gran ansiedad aderezada con grandes dosis de demagogia -¡casi tanta como C's!-, que hace que cada dos por tres estén matizando lo que antes habían matizado para volver a matizar las promesas hechas y su programa electoral, adaptándolo según sople el viento y diciendo aquello que la gente quiere oir. Ahora se hallan enfrascados en escoger los representantes de la delegación catalana. Sin el menor rubor, la secretaria de análisis político y social, la gallega Carolina Bescansa, profesora universitaria como todos y por tanto miembro de pleno derecho de la nueva costra dirigente española, ha sentenciado que "las elecciones del 27 de septiembre no pueden entenderse como plebiscitarias, como no sea sobre la figura del presidente de la Generalitat y la continuidad de su gobierno". Creo que lo más pertinente es que se dé cuenta que ella es solo un proyecto de dirigente -no se ha sometido a ninguna contienda electoral-, por más enemiga de la casta que se declare. Por tanto, no es la más indicada para decir si unas elecciones pueden ser consideradas o no como plebiscitarias. Esta consideración solo la podemos dar los electores exclusivamente catalanes. Si no le gusta, que se consuele con lo que pasó el 14 de abril de 1931, cuando se proclamo la segunda república española después de unas elecciones municipales. Pablo Iglesias, pontífex máximum de Podemos nos ha deleitado con algunas perlas añadidas: "¿Independencia?. Todo tiene que discutirse". Se ha mostrado contrario al derecho de autodeterminación de Catalunya, pero favorable al derecho a decidir sobre todo aquello que interesa a la gente, educación, sanidad, etc. "Catalunya habría de ser lo que los catalanes quisieran". "El pueblo catalán no es sujeto político ni jurídico porqué el ordenamiento jurídico no lo permite". "Yo no entraré en el juego de monarquía o república....". Como resulta evidente, el señor Iglesias no se caracteriza precisamente por la honestidad y claridad de sus planteamientos. Esto es así tanto en lo referente a Catalunya como en asuntos más prosaicos: deuda pública -antes se negaba a pagar, ahora quiere renegociar-, jubilación y pensiones -antes a los 60 años, ahora qui lo sa-, conciertos económicos forales -si los vasco-navarro, no a Catalunya-, proceso constituyente.... Todo es posible y negociable, nada es inmutable.... Especialmente su voluble programa electoral y la evanescencia de sus principios, adaptables y flexibles como un chicle, según convenga a los intereses de la costra emergente de la nueva España: la de siempre. Por tanto, sobre Catalunya opinan exactamente lo mismo que la denostada casta. Si no, que le pregunten a Alba García, de Podemos Girona y maestra de escuela: "Los impuestos de los catalanes se tienen que decidir entre todos y todas en España". ¡Lo mismo que piensa el PSOE!. ¡Lo mismo que dice el PP!. ¡Lo mismo que escribe la caverna....!. Definitivamente, la casta es lo mismo que la costra.

Del Partido Popular no hay mucho más que decir. La última de Sánchez Camacho ha sido anunciar que "recuperaremos la presencia de España en Catalunya con el Ejército y la Guardia Civil". Apela constantemente a la supuesta mayoría silenciosa -que solo percibe ella- y decreta el fin del proceso soberanista por enésima vez, como si aquí no hubiera pasado nada.... ¡Y no estuviera pasando aún!. A la vez implora que los socialistas, ciudadanos y populares unan fuerzas para derrotar al independentismo el próximo 27 de septiembre, conformando un frente constitucionalista. El agotamiento mental es la causa de la falta de ideas que padece... ¡Y las incongruencias que dice aumentan cada día que pasa!. Más nervioso se muestra Mariano Rajoy, el cual ha pasado de desbordante euforia a causa del desencuentro entre Convergència y Esquerra, hacia una angustia irreprimible por la convocatoria electoral. Esta sensación de renovada impotencia, esta alteración en su alma, le delatan: ¡no le gustan nada las elecciones catalanas!. Las cuales servirán para que los ciudadanos escojamos aquello que más nos convenga y guste: dependencia o independencia. Sumisión o libertad. En definitiva, parece que no es un apasionado defensor de los principios democráticos comúnmente aceptados, los cuales practica de mala gana solo para guardar las apariencias. Para él hay demasiadas elecciones, municipales, catalanas, generales. ¡Bufff....!.

No cuesta mucho imaginar qué hubiera pasado si el acuerdo entre Convergència y Esquerra incluyera la lista unitaria y transversal que proponía Artur Mas. El llanto y crujir de dientes españolistas serian ensordecedores, históricos, inenarrables. La histeria desatada sería generalizada y los temblores alcanzarían el grado 10 de la escala Richter.... Suerte han tenido los unionistas que Oriol Junqueras les haya hecho este inmenso favor. Rehusó la propuesta que nos hubiera llevado a la independencia veloces como un relámpago. ¡Rayos....!. ¡Qué "tonto" ha sido Junqueras!. Esperemos que no se tenga que arrepentir. Muchos no se lo perdonaríamos jamás. Ni a Esquerra Republicana de Catalunya, tampoco.










dijous, 15 de gener del 2015

CAPITOSTES, CELOS, EGOS E INFANTILISMO.

Parece que el desencuentro producido entre Artur Mas y Oriol Junqueras, y en consecuencia entre Convergència Democràtica y Esquerra Republicana, está entorpeciendo el escarpado camino hacia la independencia de Catalunya, que ahora se vislumbra cada vez como más lejana. Después del incuestionable éxito alcanzado el 9 de noviembre pasado por parte del presidente de la Generalitat, con la convocatoria y celebración de la consulta a pesar y contra todo el mundo nacionalista español, que tantos quebraderos de cabeza y miedos provocó en Madrit, se produjo una inesperada crecida en la autoestima del señor Mas. Nadie podrá negar el espectacular triunfo conquistado por los ciudadanos catalanes que defendemos el derecho de autodeterminación, ejerciéndolo -2,4 millones de votantes-; y singularmente por la aplastante victoria de los que queremos nuestro país libre y soberano -1,9 millones de votos a favor de la independencia-. No se puede negar que todo ello sucedió así gracias a la tenacidad y osadía de Artur Mas y el empuje y determinación de la ANC, de OMNIUM y de la AMI.

Esquerra Republicana de Catalunya se sumó a la alegría generalizada para no quedar al margen del éxito obtenido por CDC y la sociedad civil, para así poder situarse en una buena posición de salida en la carrera que entonces se convocaba: el último y definitivo tramo hacia la independencia. El último, el bueno, el decisivo. Esquerra -Oriol Junqueras- no podía reconocer ni aceptar que los celos y la desconfianza que sentía hacia el señor Mas, en su opinión un recién llegado al independentismo, pudiesen malograr sus ambiciones partidistas y personales -él es historiador- para liderar el proceso soberanista de Catalunya. Pues bien. Artur Mas dictó una conferencia en la que expuso su hoja de ruta, la cual no había sido negociada -ni comunicada- previamente ni a su propio partido ni a la oposición; y mucho menos a la sociedad civil, como la más elemental prudencia política aconsejaba. El líder republicano decidió rechazar todas las propuestas del presidente de la forma más infantil y ridícula que se le pudiera ocurrir: mediante una conferencia imitando la hecha por Artur Mas y proponiendo un cuarto planteamiento en substitución de los tres de Artur Mas. Uno propone-impone tres escenarios sin someterse ni a dios ni al diablo, mientras otro decide ignorarlas ofreciendo la suya porqué es la mejor. Y aquí estamos.

Por más inverosímil que pueda parecer, el desencuentro político proviene de un exceso de ego incontrolado enfrentado a unos ridículos celos, todo ello más propio de niños pequeños que de hombres maduros. Esta absurdidad, aumentada por la desenfrenada competencia -ya viene de lejos- entre CDC y ERC a la búsqueda de la primacía dentro del mundo soberanista, ha causado la parálisis en el proceso catalán. No tienen en cuenta ni la propiedad del mismo -¡los dueños somos toda la sociedad!-, ni las movilizaciones -¡millonarias y reiteradas!-, ni los centenares de miles de ilusiones depositadas, ni las esperanzas de la gente ante un futuro que sabemos será mejor porqué nosotros lo haremos mejor. Nada de todo ello cuenta ante el egoísmo partidista y las ambiciones personales.

Al tiempo de escribir este texto. Artur Mas, Oriol Junqueras, CDC, ERC. ANC, ÒMNIUM y la AMI se hallan reunidos en el Palau de la Generalitat para decidir que harán y que pasará en los próximos meses. No lo sé. Solo sé que si estropean el proceso, si no encuentran el acuerdo, si hacen prevalecer sus intereses egoístas, personales o de partido por encima de los nacionales, se estarán enfrentando a millones de ciudadanos que no deseamos ver nuestros anhelos frustrados por la mezquindad de unos cuantos tiquismiquis puntillosos soberbios e inmaduros.

No tengan ninguna duda. Si por su culpa no conseguimos la independencia, lo pagarán en las urnas. Y adiós Mas, Junqueras, egos, celos, partidos y capitostes ridículos e infantiles. Porqué lo único importante, ahora, es conseguir la independencia de Catalunya sin más dilaciones.





PS. Finalmente se ha llegado a un acuerdo. Las elecciones se anuncian para el 27 de septiembre. Y la unidad de acción del mundo soberanista se ha restablecido. Por el bien de todos, que dure y se culmine el proceso satisfactoriamente. Por nuestra parte, estaremos en guardia.




dijous, 8 de gener del 2015

SYRIZA, PODEMOS Y EL LADO OSCURO DE LA FUERZA.

Frau Ángela Merkel se ha permitido advertir a los ciudadanos griegos que no le importaría nada que Grecia saliera de la unión monetaria y en consecuencia quedara fuera del euro, si los electores decidieran votar a favor de dejar de pagar la deuda pública acumulada -incluso de querer renegociarla-, contraída por su país durante los años de vacas gordas, fundamentalmente -pero no exclusivamente- con la banca teutona.

Lo cierto es que la adusta cancillera, como toda la derecha europea más arisca y dogmática, no aceptan que las nuevas formaciones políticas surgidas en los diferentes países como consecuencia de la crisis económica y social que todos estamos padeciendo, pongan en duda las bondades y la idoneidad de las decisiones adoptadas -a instancias y a favor de los mercados- para salir del atolladero que nos han llevado precisamente estas malditas políticas las cuales, curiosamente, siempre recaen sobre las maltrechas espaldas de las clases populares y medias. 

Resulta altamente preocupante la impudicia con la que se conducen determinados líderes -en este caso, lideresa- ante la voluntad expresada democráticamente por el pueblo soberano de un determinado país. Es como si no le gustara que los votos de unos no alemanes fueran tan dignos de respeto y consideración como los de sus conciudadanos, que lamentablemente optaron por dar la mayoría parlamentaria a la candidatura  encabezada por ella en lugar de otros políticos tan o más capacitados y honestos que la valquiria nacida en la ciudad-estado de Hamburgo. Puede que esté traumatizada por este hecho y por haberse criado en la Alemania del Este durante los peores años de la guerra fría, sin el amparo de la democracia. Sea como sea, ahora se permite humillar a los griegos porqué las encuestas dicen que las próximas elecciones las ganaran Syriza, formación que podríamos encuadrar dentro de la izquierda radical. No es la primera vez que el gobierno de Alemania practica esta tipo de injerencias en los asuntos internos de otros países. Y por lo que parece, no será la última. Lo hizo con la misma Grecia antes de las pasadas elecciones celebradas en aquel país, así como también con Italia. En España no hizo falta inmiscuirse demasiado, ya que Mariano Rajoy además de formar parte de la misma familia política de la cancillera, comparte punto por punto el mismo pensamiento económico y social merkeliano y por tanto, se muestra dispuesto a cumplir fielmente cualquier sugerencia o petición formuladas por la intrépida defensora de los mercados, o por los propios mercaderes y prestamistas -vulgares especuladores, en realidad- que tengan a bien pedírselo personalmente.

Y ahora Syriza osa amenazar el capital y los réditos obtenidos por la gran banca alemana a cargo de los ciudadanos griegos porqué parece que el país no quiere -¡no puede!- pagar las pesadas cargas financieras que les exigen. Los merkelianos no aceptan atenuantes, como pudiera ser el empobrecimiento generalizado de la población o las insoportables tasas de paro que padecen, o los recortes sufridos en el estado de bienestar: pensiones, sanidad, educación y subsidios de paro. Pero lo más grave es que no reconocen el rotundo fracaso de las políticas patrocinadas por ellos. Ni Grecia ni ningún otro país no salen de la crisis a base de recortes sociales, ni aumentando la productividad despidiendo trabajadores y disminuyendo salarios y prestaciones. Los recursos económicos que tan generosamente le prestan las grandes instituciones financieras del planeta -incluyendo la Unión Europea- para subsistir -¡para continuar pagando la deuda e intereses!-, han entrado en fase de bola de nieve que no cesa de hacerse más y más grande. Y por tanto, insoportable. En consecuencia, las altas esferas políticas y financieras -alemanas, europeas y mundiales- se están esforzando todo lo que pueden y más para meter el miedo en el cuerpo de los sufridos ciudadanos griegos que solo pretenden salir de la indigencia más absoluta que padecen como país por culpa de los mercados y de sus valedores, para que no voten una formación política que cuestiona el actual estatus quo dominante -y terriblemente injusto- en todo el mundo.

La Unión Europea se va a pique. La prepotencia alemana, espoleada por los mercados y por la gran banca acreedora, se muestran obsesionados en salvaguardar sus intereses, plenamente legítimos pero absolutamente inmorales. Las instituciones comunes, como pueden ser el Banco Central o la Comisión hacen todo y más para no contradecir la voluntad germánica agrandando y profundizando su propio desprestigio a unos niveles antes jamás alcanzados. La UE cree que las políticas de austeridad y recortes antisociales son el elixir mágico que nos sacará del actual cul de sac en el que nos han colocado unos gobernantes ineptos, los cuales han demostrado sobradamente que solo sirven para cumplimentar y satisfacer a sus verdaderos dueños: especuladores disfrazados de financieros o grandes industriales, y burócratas vestidos de políticos. A esto lo llaman mercados.

Es perfectamente lógico que los griegos se subleven ante la arbitrariedad de estos malditos mercados. En consecuencia, es normal que practicando sencillamente la democracia quieran ser gobernados y defendidos por políticos auténticos, Syriza, que se pone al lado del pueblo y no de los poderosos. Lo mismo se puede decir de España. Alemania tiene miedo por el efecto contagio que pueden padecer los Estados del sur de Europa, los más castigados por las políticas de austeridad patrocinadas por ellos. Yo particularmente creo que el auténtico destinatario de las amenazas de Ángela Merkel es el Estado español. Podemos posiblemente sean los escogidos para liderar el cambio en España. La formación española se inspira en Syriza y también quiere re-negociar la deuda pública y dar por concluidas las políticas de recortes sociales, salariales y de los derechos fundamentales -laborales, de manifestación, de opinión....- auspiciadas por la derecha más talibana que existe en el continente, el Partido Popular, con la complicidad del socialismo menos de izquierdas de la Unión Europea, el PSOE. Pero aquí se acaban las similitudes entre ambas formaciones. Podemos no se reconoce como izquierda radical, sino como una formación política de centro y moderada que abarca desde los populares hasta los socialistas -ambos inclusive-. No se si es el caso de Syriza, pero Podemos reviste todo su discurso político con mucha demagogia y descarado populismo. Eso si, sirviéndose de los favores que le hace un determinado grupo mediático, paradójicamente en manos de uno de los capitalistas -¡ínclito representante de la casta!- más poderosos y tradicionalistas de todo el Estado, José Manuel Lara Bosch, propietario del grupo Planeta. Les hacen la publicidad gratis y les regalan miles de horas de TV al año para poder difundir su mensaje sin trabas ni limitaciones de ningún tipo.... Sin embargo estos son precisamente sus puntos flacos: el exagerado populismo, la exacerbada demagogia y el uso y abuso que hace de la televisión privada. Tarde o temprano le presentarán al cobro la factura correspondiente a tanta generosidad recibida, que tendrá que pagar religiosamente para poder así satisfacer a todos aquellos que tan desinteresadamente de han ofrecido el apoyo y ayuda que han acabado siendo absolutamente determinantes para su crecimiento y consolidación electoral.

Primero fue la lucha entre Capitalistas vs. proletariado. Después Burgueses vs. progresistas. Hoy es la Casta vs. ciudadanía. Siempre Derecha contra izquierda. Bien. Siempre no. Porqué mientras la Derecha no cambia nunca -por esto me permito escribir la inicial con mayúsculas-, resulta inmutable y contundentemente nítida y transparente en sus intenciones y objetivos, la izquierda va modulando y dulcificando gradualmente sus mensajes, principios y propósitos para adaptarlos a los nuevos tiempos y circunstancias. Esto, empero, comporta que poco a poco la izquierda se va desdibujando y diluyendo hasta parecerse tanto a la Derecha de siempre que se acaban confundiendo.

Es lo que pasará con Podemos.... Y puede que también Syriza. Será así porque la izquierda decidió hace tiempo arrinconar la ruptura y la revolución incluso democráticas dentro del baúl de los viejos recuerdos más añorados y entrañables, cambiándolos por una inconcreta regeneración política, por la institucionalización y el acomodo más vulgares, propios.... de pequeño burgueses y funcionarios. Este es el caso de Podemos, repleto de profesores universitarios -¡el rebrote/rebote de los Profesores No Numerarios!-, en proceso de constituirse como la nueva clase dominante. La nueva casta emergente, tan denostada por ellos mismos....

A estas alturas de la partida no se si a los catalanes nos conviene algo esta fantasmagórica Unión Europea, huérfana de principios, democráticamente maltrecha, en manos de los mercaderes y secuestrada por unos Estados que solo piensan en sus intereses económicos nacionales antes que en los intereses de todos los europeos, desatendiendo incluso a sus respectivos conciudadanos. Una Europa así no resulta demasiado atractiva, antes al contrario, provoca rechazo. Una Unión fundamentada en el dinero, el euro, que obvia las personas y solo escucha a los mercados, provoca angustia y asco. Una UE que comienza a interesar solo a los lobbys financieros y comerciales, a los burócratas europeos y a unos cuantos políticos abducidos por el lado oscuro de la fuerza: los mercados. España aun nos hará un favor si se opone a que una Catalunya independiente permanezca dentro de la Unión.

De una tacada, Catalunya puede saltar muy lejos de la sartén que quema -la UE- y de las brasas que la rodean -el Estado español, Podemos- para librarnos de tanta fachendería. Ya se sabe, después de las grandes crisis surgen las grandes oportunidades. Con la independencia ganaremos la libertad total..... ¡Ahí es nada!.

















divendres, 2 de gener del 2015

EL "IMPASSE".

"La unidad es lo que más teme el Estado, que nos quiere divididos", dijo Artur Mas durante el discurso dirigido a los catalanes en la noche de Fin de Año. Mientras tanto Joan Manuel Tresserras, auténtico guru del segundo tripartito patrocinado por ERC, ex-consejero de Cultura del gobierno de José Montilla y azote inmisericorde de CiU, declaraba al digital Público"ERC ya ha cedido en todo lo que tenía que ceder", refiriéndose a las negociaciones emprendidas por los partidos soberanistas sobre el inmediato futuro de Catalunya, conversaciones que hasta el momento no han fructificado. Dicen las malas lenguas que el señor Tresserras és el asesor que más influencia ejerce ahora sobre Oriol Junqueras. Cree que el giro de CiU hacia el soberanismo y el apoyo dado a Artur Mas ha desgastado a Esquerra Republicana por su flanco izquierdo. Y por esas no pasa. Parece añorar los tiempos del tripartito y por tanto se muestra dispuesto a preparar el terreno para que en un futuro no muy lejano puedan repetir la jugada. Si a esta añoranza le añadimos el trastorno -en realidad, acojonamiento- que sufre ante el fenómeno Podemos, podremos entender mejor porqué Oriol Junqueras, mal aconsejado por Tresserras, lleva a ERC cada vez más lejos de la deseada unidad de las fuerzas independentistas.

No es Joan Manuel Tresserras el único culpable de la aparente debilidad que padece actualmente el camino hacia la independencia de Catalunya. Desde UDC, socio preferente de CDC ahora y siempre, aprovechan todas las oportunidades que les ofrecen las dudas y miedos mostrados por los principales protagonistas del proceso para meter baza y casi siempre en contra. Se ha de agotar la legislatura es el mantra anti-secesionista que ahora utilizan a todas horas. Por descontado, continúan la desesperada búsqueda de la tercera vía la cual nunca acaba de hacerse realidad. En UDC no están tan obsesionados como los republicanos con Podemos. En realidad, como todos los partidos tradicionales y unionistas -PP, PSOE, IU, C's, UPyD-, Unió Democràtica está cagada de miedo por las consecuencias que tendrá -¡que ya tiene!- la irrupción de los demagogos populistas -en Catalunya además lerrouxistas- en el escenario político del Estado. En definitiva los democratacristianos, siempre condicionadas por sus filias y fobias, no son un socio muy cómodo al que soportar en las presentes circunstancias. Aún menos que sus líderes, exageradamente pusilánimes, indefinidos y empalagosos quisquillosos, los cuales prefieren actuar como una pesada ancla para detener aquello que puede alterar su hasta el momento provechoso estatus político, lo que les ha permitido vivir alegremente  sin arriesgar nunca más de la cuenta. Por ejemplo, nunca se han presentado solos a una elecciones pero siempre han obtenido diputados en las distintas cámaras. Y a menudo, excesiva representación.

Como puede imaginarse, el unionismo español se frota las manos ante estas supuestas desavenencias surgidas en el seno del soberanismo. La profecía hecha por José Maria Aznar hace algunos meses, ante los ojos españolistas ahora se está cumpliendo al pie de la letra. "Antes se romperá Catalunya que España", se regocijaba el ex-presidente español. Entretanto la caverna mediática madrileña hurga en la herida abierta para que no cicatrice. "Mas provoca ansiedad con su convocatoria electoral" , proclama La Gaceta pensando que el discurso de Artur Mas incluiría la convocatoria de elecciones, hecho que por cierto no pasó. ABC se hace eco de rumores sobre la inminente convocatoria electoral y la ansiedad de UDC ante esta posibilidad. Por su parte El Confidencial se aferra a Podemos -que para el nacionalismo español es el diablo con rabo y cuernos- para anunciar que "Pablo Iglesias revienta la burbuja separatista". El Mundo prefiere especular con las intenciones de Oriol Junqueras al cual atribuye chantajes y amenazas sobre Artur Mas para que se cumplan sus exigencias partidistas.... Como es habitual en las informaciones facilitadas por estos medios unionistas cuando se refieren a Catalunya, dan como informaciones veraces las que no són más que deseos propios mal disimulados, meros rumores interesados, informaciones manipuladas, medias verdades no contrastadas o sencilla y directamente, mienten impúdicamente.

Sin embargo, es cierto que desde Catalunya estamos dando carnaza a la fiera. Desde Esquerra parece que dan más importancia a los intereses de partido que no a la voluntad de todos los ciudadanos, ya sean militantes de ERC o no. No es la hora de reeditar viejas alianzas de izquierdas para volver a practicar viejas políticas fracasadas no hace mucho tiempo. Debemos recordar porqué fracasaron: por falta de recursos financieros, de instrumentos jurídicos y políticos y por la actitud hostil del Gobierno de Madrid, amo y señor de nuestros impuestos, interprete único de las leyes, del BOE, de la Constitución y capitoste de la justicia en general y del TC en particular; además se consideran como soberbios hidalgos poseedores de la verdad absoluta y del destino y voluntad de los ciudadanos catalanes. Así pues, ¿ERC quiere pactar con el PSC y ICV para rehacer una entente de izquierdas e imprimir un giro más social a las políticas de la Generalitat?. Las preguntas que antes deben formularse són: ¿Con qué dinero?. ¿Con qué leyes?. ¿Con que instituciones?. ¿Con qué herramientas? ¿Como y cuando podrán hacerlo?. Cuando posean todas las respuestas será la hora en Catalunya de las confrontaciones políticas normalizadas. Pero no antes de conseguir la independencia. Por lo que se refiere a Podemos, no se piense que podrá robar fácilmente votantes a ERC. Lo que se traduce en que el canguelo de Tresserras no está justificado. Los únicos que tendrían que preocuparse son los unionistas, por cierto nacionalistas españoles de siempre, ya que más allá de querer ocupar el espacio de centro -tan codiciado y concurrido en Espanya-, comparten las mismas manías con toda la nómina de partidos inequívocamente unionistas, los cuales comparten las mismas ideas univocas respecto la no independencia de Catalunya.

En cuanto a la Unión de Duran lo primero que deben hacer es ponerse al lado del PP, de C's, de PSC y de ICV, y defender sin rodeos ni eufemismos el unionismo. Algunas de estas formaciones también están buscando ansiosamente la tercera vía y tal vez juntos tengan más suerte. Si no la encuentran busquen la cuarta y si no, la quinta, la sexta.... Cuando se cansen de buscar, pueden volver como benditos al peix al cove -pájaro en mano- de los tiempos de Jordi Pujol, o apuntarse al confederalismo recientemente descubierto por ICV... Ustedes tienen una larga experiencia en defender la confederación con un Estado -el español- que no la quiere ni en sueños. Bueno, en realidad España no quiere ni terceras vías, ni una federación y mucho menos una confederación. Los políticos españoles están satisfechos siendo como són: uniformistas, centralistas o jacobinos, acaparadores, amos del poder y altaneramente mandones. Por descontado, también són talibanamente constitucionalistas. Si lo poseen todo, ¿porqué habrían de cambiar?. Enfin señor Duran, Vd. haga lo que quiera, pero por lo menos deje que los catalanes hagamos nuestro camino sin más dificultades añadidas. Y mucho menos si quien las provoca es Vd. mismo y sus miedos. Ya són suficientes con las que nos pone el Estado español.

Ni CDC, ni ERC, ni UDC, ni ICV, ni la CUP tienen ningún derecho de malograr las ilusiones y esperanzas de los ciudadanos catalanes. El pasado nueve de noviembre demostramos hasta donde podemos llegar todos aquellos que nos movilizamos para votar a favor de la independencia. Como mínimo existe un millón novecientas mil personas que dijimos Si. Y cerca de dos millones cuatrocientas mil personas  que lo queremos hacer mediante votaciones democráticas. No cuesta mucho imaginar como se incrementaría la participación si se tratara de elecciones oficiales. Aumentaría el número de participantes y también los dispuestos a hacerlo a favor de la independencia. Si tomamos los hechos del 9N como una encuesta -con 2,4 millones conformando el universo de la encuesta- los resultados són bastante contundentes.

Es hora de la generosidad. De la grandeza. Es el tiempo de dar a los ciudadanos la oportunidad de decidir nuestro futuro. El mundo soberanista tiene la obligación de ponerse de acuerdo, más allá de estrategias y tácticas partidistas. Tiene que dar y reconocer confianza en todos los líderes inequívocamente soberanistas, sin perjuicios ni restricciones mentales. No es tiempo de reproches, ni de egoísmos personales o de partido.

Si los afanes personales de Artur, Oriol o cualquier otro estropean esta oportunidad -¡única en siglos!-, como mínimo aquellos que hace dos meses dijimos Si y queremos votar les daremos la espalda, después de pasarles por encima. ¡Allá ellos.... y sus partidos!. Pero con nosotros, que no cuenten más.