En opinión de María Dolores de Cospedal, flamante secretaria general del Partido Popular, este "es el partido que más ha colaborado con la justicia". Tan contundente afirmación fue realizada después que se conociera la noticia que la formación españolista había procedido a manipular dos ordenadores utilizados por el avispado -y ahora despechado ex-tesorero- Luis Bárcenas, destruyendo los discos duros que supuestamente contenían los apuntes contables oficiosos, correspondientes a la caja B del partido y que también recogían imágenes de empresarios amigos, presuntamente ávidos de suministrar recursos económicos fraudulentos a la formación en cuestión, en la mismísima sede social de los conservadores, calle Génova, número 13, de Madrid.
¿Como es posible que alguien que se supone es honesto, juicioso y abogado ¡del estado, nada menos!, sea capaz de tamaño descaro?. ¿Acaso la destrucción de pruebas de cargo bajo custodia del PP es la forma más adecuada de colaborar con la justicia?. ¿Lo es entorpecer impúdicamente una investigación judicial?. ¡Si incluso el juez prohibió al PP actuar como acusación particular en el caso Gürtel, para evitar intromisiones!. La vergüenza se siente cuando una persona comete una falta o hace el ridículo. Parece que Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal, números uno y dos del partido, no tienen vergüenza ni mínimo sentido del ridículo. Por descontado, muchos militantes de a pie sienten una profunda vergüenza ajena. Toda la que les falta a sus ominosos dirigentes. Como consecuencia de su actuación, el Partido Popular en su conjunto carece de credibilidad y camina inevitablemente hacia el abismo de la ilegitimidad. A causa del reiterado incumplimiento de sus compromisos electorales. Y también, después del uso y abuso que hace de la mayoría absoluta que goza en el parlamento español, al impedir las actuaciones propias y pertinentes de los grupos parlamentarios de la oposición utilizando métodos espurios, para ocultar o difuminar sus vergüenzas. Como el escándalo Bárcenas/Gürtel, que no es otra cosa que la madre del cordero, en el pasado, en el presente y quién sabe si en el futuro, del creciente envilecimiento del partido nacional-españolista.
A este descrédito popular contribuye activamente Alicia Sánchez-Camacho, enardecida líder del españolismo en Catalunya. La ruindad manifestada por los nacional-españolistas sobre el proceso soberanista impulsado por la sociedad catalana, se acrecienta por la nefasta gestión del escándalo Camacho/Método 3. A las mentiras, amenazas, manipulaciones y agresividad anti-catalana, suman indecencia y cinismo partidista. Los espías han declarado que Alicia Sánchez sabía que la grababan. La policía (española) cree que existió connivencia entre el PP y el PSC para urdir una trama encaminada a ensuciar la imagen de CiU. La agencia de detectives cree que Camacho encargó la grabación a través de un amigo íntimo. Apunta que los socialistas pagaron las facturas del trabajo, a cambio de tener acceso al contenido de la grabación. Así mismo, el director de Método 3 ha revelado que la policía (española) le exigió salvar la cara de Alicia Sánchez-Camacho ante el descomunal lío desatado: "Calla o te haremos callar", le espetaron. Francisco Marco también declaró ante la policía que un agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) le había ofrecido un pacto -a través de la periodista Mayka Navarro (El Periódico)-, para que no revelara información sensible en poder de la agencia. Y el juez instructor reconvino el excesivo favoritismo de la policía española, actuando más como una auténtica guardia pretoriana en favor de los intereses de Alicia Sánchez y del PP, que como servidores de la justicia.... La mierda ensucia a todo el mundo. Al PP, al PSC, al CNI, a la policía española y su máxima responsable en Catalunya, María de los Llanos de Luna, a los Ministerios del Interior y de Justicia, a periodistas unionistas y/o cavernarios. En el epicentro de drama, como protagonista principal de este monumental embrollo, aparece Alicia Sánchez-Camacho.
Por su parte, el ministro del Interior Jorge Fernández Díaz, siguiendo la estela marcada por el falso informe fabricado por la policía española -avalado por el Sindicato Unificado de Policías-, referido a Mas y Pujol y cuya filtración a la prensa (amarilla) madrileña tanto regocijo provocó en Pedro J. Ramírez (El Mundo) durante las pasadas elecciones catalanas, avienta otro informe pergeñado por la inteligencia policial española, el cual revela los supuestos vínculos existentes entre la izquierda abertzale vasca y la Asamblea Nacional Catalana.... ¡Voilà!. Cabe deducir que las cloacas del estado, en breve, pasarán a insinuar la falacia que la Vía Catalana por la Independencia es obra e inspiración de la fenecida ETA. Y, si no, al tiempo. Francamente, si esta vinculación entre abertzalismo e independentismo existiera, sería preferible a la que el Partido Popular mantiene con el glorioso pasado de la España franquista, tan reiterada y alborozádamente celebrado por sus jóvenes cachorros, virtualmente ataviados con la camisa vieja, brazo en alto y banderas (con aguilucho incorporado) al viento.
El Ministerio del Interior y el de Justicia españoles deberían preocuparse más de lo que ocurre a su alrededor, dentro de su propio partido y entorno su coro mediático, antes que en casa ajena. O mejor aún: deberían dimitir directamente, lo que en España es impensable. Viviane Reding, vicepresidenta de la Unión Europea, ha advertido al Estado Español que podrá ser inculpado -a partir de 2014- por banalizar el nazismo o hacer apología del franquismo. El detonante ha sido el homenaje promovido por la virreina, María de los Llanos de Luna, a diferentes miembros de la División Azul celebrado en Barcelona hace pocas semanas, en dependencias de la policía nacional de España. Si la señora Reding navegara por la red, en facebook o twitter cercanos a los populares y asociados, encontraría una mina de simpatizantes del franquismo, nazismo y fascismo realmente apabullante. Se pondría las botas en la apertura de expedientes y multas contra España.
No puedo evitar la animadversión que siento hacia el Partido Popular. En mi opinión, es una formación política que hunde sus raíces en la más ancestral y prosaica de las ideologías que ha existido en España: el excluyente y agresivo (incluso violento) nacionalismo español, de origen castellano. Es un partido fundado por conspicuos franquistas, que bebe de fuentes emponzoñadas por el Movimiento Nacional, el Falangismo (fascismo) y el Opus Dei. Tiene como divisas inconmovibles la eterna reconquista de las Españas, el opresor centralismo madrileño y un atávico nacional-catolicismo recalcitrante, todas ellas características apenas disimuladas en la actualidad. ¿Consecuencias?: Catalanofóbia, corrupción desenfrenada, avaricia financiera, manipulación sin fin de la justicia, de la Constitución, de la economía, de las instituciones del Estado y de la sociedad española en general. Siempre al lado de los poderosos y contra los humildes, ya sean parados, pensionistas o inmigrantes.... No me cabe ninguna duda: Franco estaría orgulloso de este (su) partido.
Reconozco que otros partidos políticos de la escena hispana no son precisamente un dechado de virtudes. También son víctimas de incontables miserias, vicios y defectos. ERE fraudulentos, casos Pallarols, Palau, Pretoria, Campeón, ITV, son algunos de los que preocupan y ocupan a otras formaciones. En realidad, peccata minuta ante los méritos acumulados por los conservadores. El campeón de la vileza es el Partido Popular. Para desgracia de sus numerosos simpatizantes, que mientras soportan impertérritos como sus dirigentes siguen cometiendo mil y una tropelías, en beneficio de sus egos y en muchos casos de sus bolsillos, resultan ser cómplices necesarios y por tanto tan culpables como Rajoy, Cospedal, Camacho, Aznar, Aguirre, Llanos de Luna, Montoro, Fernández Díaz, Ruíz Gallardón, etc....., de los desmanes que han cometido en el pasado y cometan ahora y mañana, con total impunidad. Los buenos militantes populares solo tendrán dos alternativas: darse de baja de las filas conservadoras y no volver a votar a esta formación, o bien revelarse y dar un puntapié en el culo de todos los actuales dirigentes cínicos y corruptos, y refundar el partido de nuevo, desde el vértice a la base, procurando que los efluvios antidemocráticos se disipen sin dejar el menor rastro.... ¡Ojalá!. Por el bien de los españoles.... ¿Y porqué no reconocerlo?. Para felicidad de los catalanes, próximamente independientes... ¡gracias a Dios!.
¿Como es posible que alguien que se supone es honesto, juicioso y abogado ¡del estado, nada menos!, sea capaz de tamaño descaro?. ¿Acaso la destrucción de pruebas de cargo bajo custodia del PP es la forma más adecuada de colaborar con la justicia?. ¿Lo es entorpecer impúdicamente una investigación judicial?. ¡Si incluso el juez prohibió al PP actuar como acusación particular en el caso Gürtel, para evitar intromisiones!. La vergüenza se siente cuando una persona comete una falta o hace el ridículo. Parece que Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal, números uno y dos del partido, no tienen vergüenza ni mínimo sentido del ridículo. Por descontado, muchos militantes de a pie sienten una profunda vergüenza ajena. Toda la que les falta a sus ominosos dirigentes. Como consecuencia de su actuación, el Partido Popular en su conjunto carece de credibilidad y camina inevitablemente hacia el abismo de la ilegitimidad. A causa del reiterado incumplimiento de sus compromisos electorales. Y también, después del uso y abuso que hace de la mayoría absoluta que goza en el parlamento español, al impedir las actuaciones propias y pertinentes de los grupos parlamentarios de la oposición utilizando métodos espurios, para ocultar o difuminar sus vergüenzas. Como el escándalo Bárcenas/Gürtel, que no es otra cosa que la madre del cordero, en el pasado, en el presente y quién sabe si en el futuro, del creciente envilecimiento del partido nacional-españolista.
A este descrédito popular contribuye activamente Alicia Sánchez-Camacho, enardecida líder del españolismo en Catalunya. La ruindad manifestada por los nacional-españolistas sobre el proceso soberanista impulsado por la sociedad catalana, se acrecienta por la nefasta gestión del escándalo Camacho/Método 3. A las mentiras, amenazas, manipulaciones y agresividad anti-catalana, suman indecencia y cinismo partidista. Los espías han declarado que Alicia Sánchez sabía que la grababan. La policía (española) cree que existió connivencia entre el PP y el PSC para urdir una trama encaminada a ensuciar la imagen de CiU. La agencia de detectives cree que Camacho encargó la grabación a través de un amigo íntimo. Apunta que los socialistas pagaron las facturas del trabajo, a cambio de tener acceso al contenido de la grabación. Así mismo, el director de Método 3 ha revelado que la policía (española) le exigió salvar la cara de Alicia Sánchez-Camacho ante el descomunal lío desatado: "Calla o te haremos callar", le espetaron. Francisco Marco también declaró ante la policía que un agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) le había ofrecido un pacto -a través de la periodista Mayka Navarro (El Periódico)-, para que no revelara información sensible en poder de la agencia. Y el juez instructor reconvino el excesivo favoritismo de la policía española, actuando más como una auténtica guardia pretoriana en favor de los intereses de Alicia Sánchez y del PP, que como servidores de la justicia.... La mierda ensucia a todo el mundo. Al PP, al PSC, al CNI, a la policía española y su máxima responsable en Catalunya, María de los Llanos de Luna, a los Ministerios del Interior y de Justicia, a periodistas unionistas y/o cavernarios. En el epicentro de drama, como protagonista principal de este monumental embrollo, aparece Alicia Sánchez-Camacho.
Por su parte, el ministro del Interior Jorge Fernández Díaz, siguiendo la estela marcada por el falso informe fabricado por la policía española -avalado por el Sindicato Unificado de Policías-, referido a Mas y Pujol y cuya filtración a la prensa (amarilla) madrileña tanto regocijo provocó en Pedro J. Ramírez (El Mundo) durante las pasadas elecciones catalanas, avienta otro informe pergeñado por la inteligencia policial española, el cual revela los supuestos vínculos existentes entre la izquierda abertzale vasca y la Asamblea Nacional Catalana.... ¡Voilà!. Cabe deducir que las cloacas del estado, en breve, pasarán a insinuar la falacia que la Vía Catalana por la Independencia es obra e inspiración de la fenecida ETA. Y, si no, al tiempo. Francamente, si esta vinculación entre abertzalismo e independentismo existiera, sería preferible a la que el Partido Popular mantiene con el glorioso pasado de la España franquista, tan reiterada y alborozádamente celebrado por sus jóvenes cachorros, virtualmente ataviados con la camisa vieja, brazo en alto y banderas (con aguilucho incorporado) al viento.
El Ministerio del Interior y el de Justicia españoles deberían preocuparse más de lo que ocurre a su alrededor, dentro de su propio partido y entorno su coro mediático, antes que en casa ajena. O mejor aún: deberían dimitir directamente, lo que en España es impensable. Viviane Reding, vicepresidenta de la Unión Europea, ha advertido al Estado Español que podrá ser inculpado -a partir de 2014- por banalizar el nazismo o hacer apología del franquismo. El detonante ha sido el homenaje promovido por la virreina, María de los Llanos de Luna, a diferentes miembros de la División Azul celebrado en Barcelona hace pocas semanas, en dependencias de la policía nacional de España. Si la señora Reding navegara por la red, en facebook o twitter cercanos a los populares y asociados, encontraría una mina de simpatizantes del franquismo, nazismo y fascismo realmente apabullante. Se pondría las botas en la apertura de expedientes y multas contra España.
No puedo evitar la animadversión que siento hacia el Partido Popular. En mi opinión, es una formación política que hunde sus raíces en la más ancestral y prosaica de las ideologías que ha existido en España: el excluyente y agresivo (incluso violento) nacionalismo español, de origen castellano. Es un partido fundado por conspicuos franquistas, que bebe de fuentes emponzoñadas por el Movimiento Nacional, el Falangismo (fascismo) y el Opus Dei. Tiene como divisas inconmovibles la eterna reconquista de las Españas, el opresor centralismo madrileño y un atávico nacional-catolicismo recalcitrante, todas ellas características apenas disimuladas en la actualidad. ¿Consecuencias?: Catalanofóbia, corrupción desenfrenada, avaricia financiera, manipulación sin fin de la justicia, de la Constitución, de la economía, de las instituciones del Estado y de la sociedad española en general. Siempre al lado de los poderosos y contra los humildes, ya sean parados, pensionistas o inmigrantes.... No me cabe ninguna duda: Franco estaría orgulloso de este (su) partido.
Reconozco que otros partidos políticos de la escena hispana no son precisamente un dechado de virtudes. También son víctimas de incontables miserias, vicios y defectos. ERE fraudulentos, casos Pallarols, Palau, Pretoria, Campeón, ITV, son algunos de los que preocupan y ocupan a otras formaciones. En realidad, peccata minuta ante los méritos acumulados por los conservadores. El campeón de la vileza es el Partido Popular. Para desgracia de sus numerosos simpatizantes, que mientras soportan impertérritos como sus dirigentes siguen cometiendo mil y una tropelías, en beneficio de sus egos y en muchos casos de sus bolsillos, resultan ser cómplices necesarios y por tanto tan culpables como Rajoy, Cospedal, Camacho, Aznar, Aguirre, Llanos de Luna, Montoro, Fernández Díaz, Ruíz Gallardón, etc....., de los desmanes que han cometido en el pasado y cometan ahora y mañana, con total impunidad. Los buenos militantes populares solo tendrán dos alternativas: darse de baja de las filas conservadoras y no volver a votar a esta formación, o bien revelarse y dar un puntapié en el culo de todos los actuales dirigentes cínicos y corruptos, y refundar el partido de nuevo, desde el vértice a la base, procurando que los efluvios antidemocráticos se disipen sin dejar el menor rastro.... ¡Ojalá!. Por el bien de los españoles.... ¿Y porqué no reconocerlo?. Para felicidad de los catalanes, próximamente independientes... ¡gracias a Dios!.
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