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divendres, 15 de març del 2013

EL ESTADO "INMEMORIAL".

¿Puede un gobierno y el partido que lo sustente perder la decencia e integridad y anteponer sus propios y egoístas intereses e imponerlos a los habitantes del estado a los que se debe?. La respuesta es no. Pero el Gobierno de España, en manos de Mariano Rajoy Brey y con el inestimable apoyo del Partido Popular, no son de la misma opinión que el común de buenos ciudadanos de este desventurado Estado. El presidente del Gobierno y el PP suman a la deriva anticatalana que les caracteriza, la total ausencia de principios democráticos. Así, persisten en su ofensiva unitarista enviando al Tribunal Constitucional -bajo su control- la declaración soberanista aprobada el pasado 23 de enero en el Parlament de Catalunya por 85 votos a favor -de 135 escaños-, para que los magistrados populares la reprueben. A pesar que se trata de una declaración amparada por la libertad de expresión inherente al parlamentarismo democrático. Esta misma semana por iniciativa del grupo socialista catalán se ha producido la reafirmación, aumentada y corregida -104 votos a favor- de este histórico acto de naturaleza estrictamente política, que hace un llamamiento al diálogo entre España y Catalunya sobre el derecho a decidir de los catalanes. Solo ha merecido la hostilidad y desconsideración -la misma que antes, durante y después de la tramitación del vigente (¿?) Estatut- del Gobierno de España y de populares y socialistas. Ante la desaforada reacción tradicionalista española, ¿resulta extraño que un informe del Institut d'Estudis Autonòmics (IEA), entre otras recomendaciones, proponga una "proclamación unilateral de independencia"?. Lo cierto es que a la ausencia de voluntad de diálogo por parte española, debemos añadir la antidemocrática agresividad política, judicial, policial y financiera que emplean los populares en particular y las instituciones estatales en general contra Catalunya, "en defensa de la unidad de España".

El Partido Popular, supuestamente salpicado por el más grande escándalo de corrupción (Bárcenas, Gürtel) ocurrido en España -siendo un partido al cual se le atribuyen, antes y ahora, otras muchas jaranas de igual, menor o mayor calado-; aparente líder en mentiras y sistemáticos incumplimientos programáticos; presunto manipulador de constitucionalistas, fiscales (Martín Rodriguez-Sol) y juristas en general; verosímil filtrador (Ministerio del Interior) de falsos informes policiales (UDEF); hipotético adalid de las pútridas cloacas del estado (CNI, Método 3 y periodistas nacional-españolistas); en definitiva, posible campeón en ineptitud política, económica (BANKIA, entre otros) e institucional, sigue sumando más y más barbaridades en su curriculum vitae partidista. La última animalada ha corrido a cargo de la atolondrada Alicia Sánchez-Camacho, insigne lideresa conservadora de Catalunya. Presa del azoro provocado por el espionaje de Método 3, turbada ante la posibilidad que se hagan públicos el contenido de la conversación con la desPPechada amante de Jordi Pujol jr. y pillada por la sospecha que fue el entorno de su propio partido (¿Jorge Moragas, tal vez?) el que propició las escuchas en cuestión, ha decidido marear la perdiz al rehusar que la policía catalana siga brindándole protección y pedir la sustitución de la misma por la Policía Nacional española. Después de dar un sinfín de razones sobre la decisión tomada, todas ellas tan peregrinas como inconsistentes, se declara víctima de un complot, exige dimisiones de mandos policiales, requiere explicaciones al gobierno catalán y proclama una simulada (artificiosa) admiración y gratitud hacia el cuerpo policial catalán para hacerse perdonar el desprecio y deslealtad reiteradamente evidenciado hacia dicha policía. Todo ello entre teatrales rasgaduras de vestimenta y con semblante sonrojado por la vergüenza. ¿O es por la ira?. Con esta actitud, los populares abren un nuevo frente de combate, ahora contra los Mossos d'Esquadra -policía integral de Catalunya-, con la finalidad de desprestigiar (ultrajar, difamar, denigrar, vilipendiar) una vez más, a una institución catalana "por el bien y en defensa del estado de derecho".

Resulta revelador que parte del contenido de la conversación entre la maravillosa y popular Alicia y la repelente ex-amante, ex-militante popular y conocida de Jorge Moragas, sirviera para inspirar el mendaz y difamatorio informe de la UDEF -avalado por el Sindicato Unificado de Policía (SUP)-, sobre los señores Mas y Pujol, publicado por El Mundo en plena campaña electoral catalana y que sirvió para que Pedro J. Ramírez se autoproclamara vencedor de los comicios celebrados el pasado 25N. Informe que esta misma semana ha merecido la comparecencia en el Congreso español del ministro del Interior Jorge Fernández Díaz el cual, estupefacto, ha manifestado que ignora de donde salió el borrador y quien es el autor del mismo. También ignora quien lo filtró a El Mundo. Y en un inusitado arrebato de pundonor, este ignorante ministro se permite amenazar con la aparición de nuevos casos de corrupción en Catalunya, en la misma tesitura inaugurada hace poco por el ministro Montoro, el cual no duda en intimidar a los grupos parlamentarios de la oposición que supuestamente no pagan sus impuestos debidamente (¿!).

No puede considerarse que el ministro Fernández (y Montoro) sea poco serio, como afirma precipitadamente el portavoz del Gobierno catalán. Al contrario, los ministros españoles van muy en serio. Por esta razón, es exigible que respondan a las preguntas que se plantean ante sus trémulas y temibles actuaciones públicas. ¿Porqué se entrevistó la señora Camacho con la ex-amante de Jordi Pujol jr.?. ¿Para obtener información susceptible de ser utilizada políticamente como chantaje?. ¿O fue un simple cotilleo entre comadres?. ¿Es cierto que la ex-amante se entrevistó con Alicia Sánchez a petición de Jorge Moragas, destacado miembro del staff del presidente Rajoy?. Si la entrevista fue grabada por Método 3, ¿como es posible que parte del contenido literal de la misma fuera recogido en el borrador del falso informe de la UDEF, tres años después, si se desconocia su existencia?. ¿Acaso la agencia de detectives trabajó en alguna ocasión a petición de la policía nacional?. ¿Del CNI?. ¿Del PP?. ¿De El Mundo?. ¿De todos ellos?. ¿Puede un ministro utilizar información reservada para amenazar a representantes de otras formaciones políticas?. ¿Puede un ministro reservarse para sí el conocimiento de la comisión de supuestos delitos sin ponerlo a disposición de la justicia?. ¿Cree que el ministro del Interior, de Hacienda, la UDEF, el CNI, Método 3, etc... deberían ser considerados integrantes de las cloacas del estado?. ¿Existe en la estructura estatal española el ministerio de la guerra sucia?. ¿Es correcto que la policía española sea utilizada para la persecución de los adversarios políticos?. ¿Existen en el ministerio del Interior (y en el resto) personas que sean responsables políticos de sus actos?. ¿El señor Ministro del Interior dimitirá visto la impudicia de su gestión hasta el presente?. ¿No cree que su dimisión haría aumentar exponencialmente la credibilidad del ministerio y de sus funcionarios, que desde el PP se empeñan en hundir más y más, día tras día?.....

El empeño del Partido Popular en sabotear todo aquello que pudiera sugerir que Catalunya posee, ya ahora, estructuras de Estado -la policía catalana lo es-, solo se ve superado por los tics autoritarios del gobierno español. Véase sino la reacción que ha tenido ante las manifestaciones del fiscal superior de Catalunya, Martin Rodríguez-Sol, de adscripción ideológica conservadora y sentimientos profundamente españoles. Pero hete aquí que se manifestó a favor de la legitimidad de celebrar una consulta sobre la independencia, siempre que se hiciera dentro del marco legal. Consecuencias de tal osadía: este jurista ha sido cesado, o mejor dicho, ha sido obligado a dimitir fulminantemente. Según el fiscal general del Estado, "la decisión del fiscal de Catalunya ha sido libre y voluntaria".... Después de esta afirmación, ¡el hombre se quedó tan ancho...!.

Anticatalanismo, sabotaje, autoritarismo y cinismo. Señas de identidad típicamente hispano-populares. Como sea que la autocrítica no es precisamente una característica propia de los populares, de nada servirá que la dimisión de Rodríguez-Sol sea llevada ante la Comisión Europea por considerar que "es indicativa de los problemas del sistema judicial español". Los eurodiputados catalanes opinan que "el capítulo 23 de las condiciones que la UE impone a los estados para ser miembros, se dice literalmente que el establecimiento de la independencia judicial es de suprema importancia".....Pero el Estado español....¡ni caso!. Ni vergüenza.

Estas caracteristicas identitarias típicamente hispánicas denunciadas anteriormente, son compartidas transversalmente entre muchos miembros de distintas instituciones estatales. Como es el caso del Consejo de Estado. Entre sus afortunados miembros -no en vano este Consejo (junto con el Senado) es considerado como un auténtico chollo y cementerio de elefantes, conformado por personalidades ricamente institucionalizadas-, se encuentra el inefable y pedestre ex-presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Este buen hombre y mejor socialista, habitualmente áspero contra el catalanismo, se mostró doblemente enojado con el proceso que actualmente se desarrolla en Catalunya. "Los españoles hemos estado siempre acostumbrados que las Constituciones se las cargaban siempre los golpistas con metralletas y con tiros. Pero a un ataque al sistema desde dentro, no estamos acostumbrados. Los alemanes si, porque Hitler atacó el sistema desde dentro. Mussolini si, porque atacó el sistema desde dentro. Nosotros no. No estábamos vacunados y no sabemos qué decir". En su opinión, "Artur Mas con la determinación de celebrar un referéndum de autodeterminación, está atacando el sistema desde dentro del sistema, como hiciera en su tiempo Hitler en Alemanya y Mussolini en Italia". Remata su argumento afirmando que "es golpista todo aquel que quiere saltarse la Constitución y cuando quieren un referendum para decidir ellos solos, se están saltando el articulo 1 y 2 de la Constitución. Por tanto, a esto debe llamarse por su nombre. Cuando Tejero lo hizo fue golpismo, cuando lo hace alguno como el Parlament catalán, también es golpismo".

Anticatalanismo, sabotaje, autoritarismo, cinismo y además, antidemócratas. Señas de identidad típicamente hispano-populares, profundamente enraizadas en las entrañas políticas de numerosos mandatarios españoles. Y con muchas de sus personalidades públicas absolutamente corrompidas. Visto que estas características son sumamente perniciosas a la par que contagiosas, es urgente que Catalunya se aleje lo más que sea posible de este estado español inmemorial -anticuado, rancio, cutre-. Marchemos raudos por el camino de la autodeterminación. Hacia la revitalizadora independencia de Catalunya.







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