Los catalanes ya hemos hablado. Lo hemos hecho con suficiente contundencia y claridad. Casi dos millones de ciudadanos -el 48% de los votos- hemos apoyado a los partidos inequívocamente independentistas. Un millón y medio -el 39% sobre el total- votaron las opciones inexorablemente unionistas, mientras que cuatrocientos cincuenta mil -11,5% de los votos- decidieron votar a aquellas opciones que no se han pronunciado con claridad ni a favor ni en contra -aún están deslumbradas con la tercera vía, que no acaba de cuajar-. Se trata de formaciones indefinidas: puede que si, puede que no..... Esta es la única lectura correcta -no partidista- que debe hacerse de los resultados del domingo 27 de septiembre de 2015.
La jornada fue una auténtica fiesta de la democracia, hecha con tranquilidad, libertad, rebosante de ilusiones y también de impaciencia. Eso es lo que se puede leer en cualquier manual del buen demócrata. Pero Spain is different -según decretó el ministro franquista Manuel Fraga Iribarne en plena dictadura-, de forma que las elecciones también están repletas de angustias y negras sombras que se ciernen sobre los ciudadanos. Sombras y angustias desgraciadamente previsibles. Cosas propias de un Estado que se autoproclama de derecho pero que verdaderamente se halla en manos de trileros, embaucadores y estafadores sin escrúpulos, desde tiempos inmemoriales.
Los unionistas más exaltados negaron durante la campaña electoral la naturaleza plebiscitaria de las elecciones. Ahora se apresuran en señalar que la independencia ha perdido porqué el 52% de los votantes no lo hicieron a favor de la independencia. De nada sirven las quejas de CSQEP y de Unió Democrática los cuales no quieren que sus votos sean contados como opuestos a la secesión, puesto que piden se haga un referéndum oficial y vinculante pactado con el Estado y se oponen a una Declaración Unilateral de la Independencia. Por cierto, DUI que sólo defendían las CUP y a la cual ya han renunciado. Pero los unionistas, no contentos con hacer esta apropiación política indebida, suman además los votos nulos y en blanco a favor de su causa..... Resultado: 52% de votos favorables al no. ¡Una auténtica estafa democrática!. Una vez más, la manipulación ha sido la principal arma utilizada por los poderes fácticos de Madrit para intentar desdibujar y aniquilar la abrumadora victoria obtenida por el independentismo.
A la vez, no se avergüenzan en absoluto de haber impedido que doscientos mil catalanes residentes en el extranjero no hayan podido votar libremente por culpa del comportamiento partidista mantenido por el Estado. En realidad y sin eufemismos, por culpa de la mala praxis y prevaricación cometidos por el servicio exterior de España. Por ejemplo, se extraviaron los votos emitidos por los residentes en Italia o no pudieron registrarse en los consulados para poder solicitar el voto debido a las martingalas que les pusieron; o por la negligencia del servicio de correos ya que casi todas las papeletas llegaron a los ciudadanos después de celebradas las elecciones; y por la parcialidad y el sectarismo de la Junta Electoral Central, cuando alargaron el plazo para que pudieran votar los militares en misión en el extranjero, tal vez porque eran fácilmente manipulables por cuestiones de jerarquía y negaron en cambio el mismo trato para los civiles catalanes emigrados fuera de Catalunya, pero con un criterio propio no manipulable -más del 64% de los pocos votos emitidos lo hicieron a candidaturas independentistas-....
No merece la pena hablar del favoritismo o la arbitrariedad demostrada por las televisiones y radios privadas -y la pro-gubernamental TVE- las cuales sistemáticamente se olvidaron de invitar a las candidaturas soberanistas en los muchos espacios dedicados a las elecciones autonómicas, pero si lo hicieron ampliamente con el PP, PSC, C's, Unió e incluso CSQEP, por aquello de la proximidad ideológica con los partidos tradicionales españoles..... y con PODEMOS. Por contra, la Junta Electoral Central si se atrevió a imponer la programación electoral de TV3 para compensar a los partidos unionistas por la retransmisión efectuada el Once de Septiembre. "Muera la libertad de información", debieron pensar los patrióticos magistrados de la JEC..... De la prensa escrita cavernaria vale más no decir nada de nada. Solamente felicitar a La Razón por su capacidad premonitoria cuando anunció el plena jornada de reflexión que Artur Mas seria imputado después del 27S. Así ocurrió dos días después de la jornada electoral. ¡Lógico!. Como la realidad siempre acaba por imponerse, el gobierno de España ha activado nuevamente la imputación política contra Artur Mas, Irene Rigau y Joana Ortega -aún no han digerido la consulta realizada el 9 de noviembre de 2014-, para cumplir su propia hoja de ruta antidemocrática. Pretenden descabezar el proceso como si este dependiera de un solo hombre. Creen que como en España existe una pulsión histórica autoritaria innata la cual hace y deshace lo que quiere, al gusto de un caudillo, el resto del Mundo también padece esta patología.... ¡Pues no!, Los catalanes elegimos nuestros líderes en función del servicio que puedan prestar a los ciudadanos. Y cuando uno falla, escogemos otro. Es decir, el liderazgo, en nuestro caso, es de los ciudadanos. Y francamente, no creo que España sea capaz de cortar la cabeza a más de dos millones de ciudadanos que amamos la democracia casi tanto como amamos a nuestra nación..... La cual queremos libre y soberana. ¡Somos así!. Y no cambiaremos porqué a España no le guste....
A pesar de este comportamiento tan antidemocrático e inmoral del unionismo españolista, la independencia ha ganado holgadamente. Sin las triquiñuelas prevaricadoras practicadas sobre los votantes del exterior, la mayoría absoluta en votos y escaños hubiera resultado apabullante. ¡Esto va a misa....!. Y como sea que nuestra hoja de ruta es plenamente respetuosa con la democracia, es justa, ilusionante y esperanzadora, acabará imponiéndose por encima de los trileros, embaucadores y estafadores nacionalistas españoles.
La jornada fue una auténtica fiesta de la democracia, hecha con tranquilidad, libertad, rebosante de ilusiones y también de impaciencia. Eso es lo que se puede leer en cualquier manual del buen demócrata. Pero Spain is different -según decretó el ministro franquista Manuel Fraga Iribarne en plena dictadura-, de forma que las elecciones también están repletas de angustias y negras sombras que se ciernen sobre los ciudadanos. Sombras y angustias desgraciadamente previsibles. Cosas propias de un Estado que se autoproclama de derecho pero que verdaderamente se halla en manos de trileros, embaucadores y estafadores sin escrúpulos, desde tiempos inmemoriales.
Los unionistas más exaltados negaron durante la campaña electoral la naturaleza plebiscitaria de las elecciones. Ahora se apresuran en señalar que la independencia ha perdido porqué el 52% de los votantes no lo hicieron a favor de la independencia. De nada sirven las quejas de CSQEP y de Unió Democrática los cuales no quieren que sus votos sean contados como opuestos a la secesión, puesto que piden se haga un referéndum oficial y vinculante pactado con el Estado y se oponen a una Declaración Unilateral de la Independencia. Por cierto, DUI que sólo defendían las CUP y a la cual ya han renunciado. Pero los unionistas, no contentos con hacer esta apropiación política indebida, suman además los votos nulos y en blanco a favor de su causa..... Resultado: 52% de votos favorables al no. ¡Una auténtica estafa democrática!. Una vez más, la manipulación ha sido la principal arma utilizada por los poderes fácticos de Madrit para intentar desdibujar y aniquilar la abrumadora victoria obtenida por el independentismo.
A la vez, no se avergüenzan en absoluto de haber impedido que doscientos mil catalanes residentes en el extranjero no hayan podido votar libremente por culpa del comportamiento partidista mantenido por el Estado. En realidad y sin eufemismos, por culpa de la mala praxis y prevaricación cometidos por el servicio exterior de España. Por ejemplo, se extraviaron los votos emitidos por los residentes en Italia o no pudieron registrarse en los consulados para poder solicitar el voto debido a las martingalas que les pusieron; o por la negligencia del servicio de correos ya que casi todas las papeletas llegaron a los ciudadanos después de celebradas las elecciones; y por la parcialidad y el sectarismo de la Junta Electoral Central, cuando alargaron el plazo para que pudieran votar los militares en misión en el extranjero, tal vez porque eran fácilmente manipulables por cuestiones de jerarquía y negaron en cambio el mismo trato para los civiles catalanes emigrados fuera de Catalunya, pero con un criterio propio no manipulable -más del 64% de los pocos votos emitidos lo hicieron a candidaturas independentistas-....
No merece la pena hablar del favoritismo o la arbitrariedad demostrada por las televisiones y radios privadas -y la pro-gubernamental TVE- las cuales sistemáticamente se olvidaron de invitar a las candidaturas soberanistas en los muchos espacios dedicados a las elecciones autonómicas, pero si lo hicieron ampliamente con el PP, PSC, C's, Unió e incluso CSQEP, por aquello de la proximidad ideológica con los partidos tradicionales españoles..... y con PODEMOS. Por contra, la Junta Electoral Central si se atrevió a imponer la programación electoral de TV3 para compensar a los partidos unionistas por la retransmisión efectuada el Once de Septiembre. "Muera la libertad de información", debieron pensar los patrióticos magistrados de la JEC..... De la prensa escrita cavernaria vale más no decir nada de nada. Solamente felicitar a La Razón por su capacidad premonitoria cuando anunció el plena jornada de reflexión que Artur Mas seria imputado después del 27S. Así ocurrió dos días después de la jornada electoral. ¡Lógico!. Como la realidad siempre acaba por imponerse, el gobierno de España ha activado nuevamente la imputación política contra Artur Mas, Irene Rigau y Joana Ortega -aún no han digerido la consulta realizada el 9 de noviembre de 2014-, para cumplir su propia hoja de ruta antidemocrática. Pretenden descabezar el proceso como si este dependiera de un solo hombre. Creen que como en España existe una pulsión histórica autoritaria innata la cual hace y deshace lo que quiere, al gusto de un caudillo, el resto del Mundo también padece esta patología.... ¡Pues no!, Los catalanes elegimos nuestros líderes en función del servicio que puedan prestar a los ciudadanos. Y cuando uno falla, escogemos otro. Es decir, el liderazgo, en nuestro caso, es de los ciudadanos. Y francamente, no creo que España sea capaz de cortar la cabeza a más de dos millones de ciudadanos que amamos la democracia casi tanto como amamos a nuestra nación..... La cual queremos libre y soberana. ¡Somos así!. Y no cambiaremos porqué a España no le guste....
A pesar de este comportamiento tan antidemocrático e inmoral del unionismo españolista, la independencia ha ganado holgadamente. Sin las triquiñuelas prevaricadoras practicadas sobre los votantes del exterior, la mayoría absoluta en votos y escaños hubiera resultado apabullante. ¡Esto va a misa....!. Y como sea que nuestra hoja de ruta es plenamente respetuosa con la democracia, es justa, ilusionante y esperanzadora, acabará imponiéndose por encima de los trileros, embaucadores y estafadores nacionalistas españoles.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada