Los nacionalistas españoles esgrimen dos nuevos argumentos contra el independentismo, con la estéril pretensión de someter y derrotar el vendaval soberanista desatado en Catalunya. El Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio Maria Rouco Varela, hasta hace poco presidente de la Conferencia Episcopal y el más claro exponente del resucitado nacionalcatolicismo que impregna, guía e inspira el actual gobierno español, ha utilizado la privilegiada tribuna que disfruta la Iglesia Española, con el objetivo de influir -a menudo negativamente- en la sociedad de un Estado teóricamente aconfesional, para alertar -y alentar- sobre las actitudes que antaño provocaron la Guerra Civil, y que en su santa opinión pueden reaparecer y causar una nueva y sangrienta contienda fratricida. Por otro lado pero simultáneamente, la caverna mediática madrileña y sus variados y destacados exponentes de periodismo amarillo que la caracterizan, maestros en la utilización de artimañas, subterfugios y triquiñuelas con las cuales manipular y desinformar más y mejor a los ciudadanos, han descubierto gracias a Internet que el azote del terrorismo practicado por una supuesta Nova Terra Lliure puede ser utilizado tramposamente contra proceso soberanista catalán, como todavía hacen hoy en día con ETA y el País Vasco.
¿Quién comprará la tesis que el independentismo catalán tiene algo que ver con un supuesto grupúsculo terrorista absolutamente inoperante y desconocido hasta la fecha?. Y ahora popularizado merced la propaganda gratuita que desde los medios de Madrit le hacen... Por lo menos Enric Millo, portavoz parlamentario del PP en Catalunya, lo ha hecho. Así pues, ademas de nazis, golpistas e ilegales, somos también terroristas... ¡porqué lo dice El Confidencial y La Gaceta y lo avala el sindicato Manos Limpias!. ¡Madre mía, que sarta de tonterías!. Si la caverna quiere investigar e informar decentemente, que se pregunte como es posible que una página web escrita en catalán macarrónico, de contenido supuestamente independentista, repleta de faltas de ortografía y de castellanismos, casi inactiva desde su activación -valga la redundancia- en mayo de 2013, repito, ¿alguien cree que es posible que pueda ser utilizada como látigo con el cual fustigar un movimiento pacífico, multitudinario y familiar de ciudadanos de todo orden y condición, rebosantes de ilusión y esperanza y de notable entereza democrática, como se ha demostrado reiteradamente estos últimos tiempos?. ¿Alguien cree tamaña estupidez?. El Partido Popular, con los recursos políticos, judiciales y policiales españoles en manos del Gobierno de España y con el fiscal general del Estado a sus órdenes, podría investigar -de oficio- los orígenes de la supuesta Nova Terra Lliure de marras, aunque es de suponer que los fundadores de la misma no se encuentran ni en desiertos remotos ni en montañas lejanas. Por el contrario, caso de existir se hallarán muy cerca -o dentro- de las cloacas del Estado, que tantos y tan buenos servicios ha prestado, presta y prestará a favor de la causa unionista.
El Cardenal Rouco, con cara de sufrir estreñimiento crónico y de penetrante mirada cargada de mala uva, decidió espolear las conciencias y las almas de sus feligreses, aprovechando la homilía pronunciada en los funerales de Estado celebrado en memoria de Adolfo Suarez. Con voz rasgada, engolada y tenebrosa, glosó la obra del difunto ante las más altas autoridades españolas y dirigiendo su execración hacia el público en general , dijo: "Buscó y practicó con tenacidad la reconciliación en los ámbitos más delicados de la vida política y social de aquella España que quería superar para siempre la Guerra Civil: los hechos y las actitudes que la causaron y la pueden (volver a) causar". Destacó también que "la concordia fué posible con Suarez" y se preguntó, ¿porqué no ha de serlo también ahora y siempre en la vida de los españoles, de las familias y de sus comunidades históricas?. Es bien cierto que pocas palabras bastan para expresar odio y carencia de empatía y sensibilidad. Rouco profetizó la posibilidad de una confrontación bélica causada por la falta de concordia de los españoles con las comunidades históricas. Es decir, Catalunya y País Vasco fundamentalmente, y también Galicia, según la sagrada Constitución del Reino de España. Rouco, en calidad de falso profeta, agorero vocacional y destilando veneno por los colmillos, de la forma más miserable que se puede imaginar e impropia en un santo varón, advirtió a los pobres mortales del advenimiento de un reino de sangre, lágrimas, sufrimiento y mil desventuras, por culpa de los anhelos de libertad e independencia de Catalunya. Por cierto, aunque reconocida por la Constitución como comunidad histórica, tal circunstancia cosecha los mismos efectos que tiene el proclamado aconfesionalismo del Estado Español: Cero.
Rouco, carente de valores cristianos, añorando pasadas cruzadas contra rojos, separatistas y masones; Rouco, capaz de apelar a la vez por la concordia y sobre las actitudes que pueden causar una nueva Guerra Civil... ¿Porqué no te callas?. Y recuerda: "Dar al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios". Y que Dios nos libre -a nosotros, los césares-, de los maléficos personajes como Rouco Varela. ¡Amén!.
¿Quién comprará la tesis que el independentismo catalán tiene algo que ver con un supuesto grupúsculo terrorista absolutamente inoperante y desconocido hasta la fecha?. Y ahora popularizado merced la propaganda gratuita que desde los medios de Madrit le hacen... Por lo menos Enric Millo, portavoz parlamentario del PP en Catalunya, lo ha hecho. Así pues, ademas de nazis, golpistas e ilegales, somos también terroristas... ¡porqué lo dice El Confidencial y La Gaceta y lo avala el sindicato Manos Limpias!. ¡Madre mía, que sarta de tonterías!. Si la caverna quiere investigar e informar decentemente, que se pregunte como es posible que una página web escrita en catalán macarrónico, de contenido supuestamente independentista, repleta de faltas de ortografía y de castellanismos, casi inactiva desde su activación -valga la redundancia- en mayo de 2013, repito, ¿alguien cree que es posible que pueda ser utilizada como látigo con el cual fustigar un movimiento pacífico, multitudinario y familiar de ciudadanos de todo orden y condición, rebosantes de ilusión y esperanza y de notable entereza democrática, como se ha demostrado reiteradamente estos últimos tiempos?. ¿Alguien cree tamaña estupidez?. El Partido Popular, con los recursos políticos, judiciales y policiales españoles en manos del Gobierno de España y con el fiscal general del Estado a sus órdenes, podría investigar -de oficio- los orígenes de la supuesta Nova Terra Lliure de marras, aunque es de suponer que los fundadores de la misma no se encuentran ni en desiertos remotos ni en montañas lejanas. Por el contrario, caso de existir se hallarán muy cerca -o dentro- de las cloacas del Estado, que tantos y tan buenos servicios ha prestado, presta y prestará a favor de la causa unionista.
El Cardenal Rouco, con cara de sufrir estreñimiento crónico y de penetrante mirada cargada de mala uva, decidió espolear las conciencias y las almas de sus feligreses, aprovechando la homilía pronunciada en los funerales de Estado celebrado en memoria de Adolfo Suarez. Con voz rasgada, engolada y tenebrosa, glosó la obra del difunto ante las más altas autoridades españolas y dirigiendo su execración hacia el público en general , dijo: "Buscó y practicó con tenacidad la reconciliación en los ámbitos más delicados de la vida política y social de aquella España que quería superar para siempre la Guerra Civil: los hechos y las actitudes que la causaron y la pueden (volver a) causar". Destacó también que "la concordia fué posible con Suarez" y se preguntó, ¿porqué no ha de serlo también ahora y siempre en la vida de los españoles, de las familias y de sus comunidades históricas?. Es bien cierto que pocas palabras bastan para expresar odio y carencia de empatía y sensibilidad. Rouco profetizó la posibilidad de una confrontación bélica causada por la falta de concordia de los españoles con las comunidades históricas. Es decir, Catalunya y País Vasco fundamentalmente, y también Galicia, según la sagrada Constitución del Reino de España. Rouco, en calidad de falso profeta, agorero vocacional y destilando veneno por los colmillos, de la forma más miserable que se puede imaginar e impropia en un santo varón, advirtió a los pobres mortales del advenimiento de un reino de sangre, lágrimas, sufrimiento y mil desventuras, por culpa de los anhelos de libertad e independencia de Catalunya. Por cierto, aunque reconocida por la Constitución como comunidad histórica, tal circunstancia cosecha los mismos efectos que tiene el proclamado aconfesionalismo del Estado Español: Cero.
Rouco, carente de valores cristianos, añorando pasadas cruzadas contra rojos, separatistas y masones; Rouco, capaz de apelar a la vez por la concordia y sobre las actitudes que pueden causar una nueva Guerra Civil... ¿Porqué no te callas?. Y recuerda: "Dar al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios". Y que Dios nos libre -a nosotros, los césares-, de los maléficos personajes como Rouco Varela. ¡Amén!.
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