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divendres, 27 de setembre del 2013

"SI TU MAL TIENE REMEDIO, ¿POR QUÉ TE AFLIGES?. SI NO LO TIENE, ¿POR QUÉ TE AFLIGES?".

Felipe Gonzalez: "La independencia de Catalunya como objetivo es imposible, reitero imposible". 
José Luis Rodríguez Zapatero: "La consulta no es viable, ni política ni jurídicamente".
José Manuel García Margallo: "La secesión catalana no es posible".
Joaquín Almunia: "La parte segregada (Catalunya de España) no es (será) miembro de la UE".
José María Aznar: "Antes se romperá la unidad de Catalunya que la de España".
Mariano Rajoy: "Separar Catalunya de España va contra la evolución del mundo".

Solo son algunos ejemplos de las infinitas reacciones que los anhelos soberanistas catalanes han desatado en el mundo unionista español. Nos hallamos ante la etapa de negación absoluta de la realidad. En esta fase del duelo predominan la ira, el estupor y el desconcierto, así como la obnubilación del raciocinio, todas ellas características propias de las clases dirigentes españolas. Del presente y del pasado. Ya sean ex-presidentes (socialistas) o el actual ministro de Asuntos Exteriores (conservador); tanto dá que sea un vicepresidente de la CE (euro-burócrata), como si se trata de otro ex-presidente del Gobierno (redomado nacionalista español); y como guinda del pastel, incluso el apático primer ministro actual. Todos en apariencia investidos pomposamente de una supuesta autoridad intelectual, moral y política que les permiten anunciar lo que consideran ocurrirá a Catalunya en el futuro inmediato. Vaticinan una hecatombe, puesto que la independencia de Catalunya es inviable, inalcanzable, inasequible, inverosímil, insoportable, insufrible; es pura utopía, una ficción; es una absurdidad que provoca cólera y división... Me pregunto: si tan absurdo e inviable es el proceso que estamos protagonizando los catalanes, ¿de qué se preocupan?. Si tanta cólera despierta, ¿porqué los catalanes nos sentimos tan ilusionados?. Si la cohesión de la sociedad catalana se halla tan amenazada a causa de la independencia y provoca enfrentamientos entre los distintos miembros de las familias, ¿porqué tenemos tanta esperanza, manifestamos tanta alegría, no experimentamos temor alguno, confiamos en nuestras propias fuerzas y capacidades y actuamos tan pacíficamente, movidos exclusivamente por principios de libertad, justicia y democracia?. Si todas las amenazadoras desgracias que nos anuncian están provocadas por los desvarios independentistas, ¿porqué actualmente es la opción preferida por casi un 60% de los encuestados?. ¿Tan difícil de entender es que la torticera interpretación de la Constitución que hacen los unionistas (prohibiendo la celebración de un referéndum de autodeterminación), jamás podrá impedir que la consulta sea reclamada y apoyada por el 80% de la población catalana, según las últimas encuestas?. ¿Como evitará el Gobierno de España que los catalanes acaben pronunciándose a favor o en contra de la independencia de Catalunya?.

Basar toda la argumentación contra la autodeterminación en una supuesta falta de encaje constitucional es una auténtica necedad. Pensar que algo no ocurrirá apelando a la imposibilidad de que pueda ocurrir, porque no me gusta o no me interesa, es pueril. Aventurar la reacción de terceros sin tener en cuenta la disparidad de intereses y el libre albedrío de cada uno, es una tontería. Profetizar (desear) rupturas y enfrentamientos porque se carece de razones convincentes y continencia intelectual, es una absurda bravuconada.

Además, ¿como es posible que meros burócratas se permitan anunciar que Catalunya saldrá de la UE si se independiza?. ¿Acaso tomarán ellos las decisiones políticas al respecto?. ¿Lo hicieron así cuando se produjo la reunificación de Alemania, o fue una decisión política?. ¿Puede renunciar la UE a los recursos y solvencia que modestamente aportaría Catalunya?. ¿Prefieren un viejo Estado que es receptor neto de fondos europeos a cambio de uno joven y contribuyente nato?. Si Catalunya será un nuevo Estado, ¿la nueva España sin Catalunya no lo será?. Y finalmente, ¿están seguros que a los catalanes nos interesa permanecer dentro de la actualmente desprestigiada Unión Europea?. La Comunidad Europea ya no resulta atractiva, ni políticamente ni socialmente. Más bien al contrario. La voluntad y necesidades de los ciudadanos europeos están sometidas y condicionadas a los intereses de los lobbys que proliferan e imperan en Bruselas, y que además son los auténticos beneficiarios de los desvelos de la Comisión. Prima más el  interés de la gran banca (tan generosamente rescatada a cuenta de los impuestos pagados por los ciudadanos) que la justicia social, la educación y sanidad públicas de los países del sur del continente. Es más importante la estabilidad del Euro que el desarrollo y protección de las políticas de familia, las pensiones, dependencia o los subsidios de paro... ¿No es cierto que desde Bruselas (y desde Berlín, Londres, París...) se intentó influir (manipular) el resultado de las elecciones en Grecia, Italia, Portugal o España?. La UE actual ni siquiera es modelo a seguir de como deben respetarse los principios democráticos. La Unión está fracasando estrepitosamente. Europa se está suicidando mediante la exacerbada austeridad de inspiración claramente germánica que se impone a todos los países, con innumerables recortes en el estado de bienestar y sangrantes injusticias tipo minijobs, así como la marcada precariedad laboral y salarial que propicia, y cuyo resultado más evidente es una tasa de desempleo desbocado. Las decisiones que afectan a todos se toman de acuerdo con los intereses del DeutscheEuro, el BCE y frau Merkel.... En tales condiciones, no resulta extraño que gran parte de la sociedad catalana vea la Unión más como un problema que como una solución. Circunstancia que es compartida por muchos ciudadanos de Francia, Reino Unido, Italia, e incluso de la mismísima Alemania, entre otros países. De manera que la ambigüedad y amenazas vertidas desde Bruselas sobre la posible independencia de Catalunya no ayudan precisamente a siquiera mantener (y no digamos incrementar) el proverbial europeismo de los catalanes... No resulta vano imaginar la reacción de los mercados y el ejemplo que sería para otros países (medianos o pequeños), una posible negativa de Catalunya a permanecer en una Unión Europea tan debilitada e insensata como la actual, porque Europa no acepta que los principios democráticos prevalezcan sobre los intereses espurios de unos poderes fácticos cutres y decimonónicos, como los predominantes en la España de nuestros días (y no solo en España)... Además, más allá de la UE, del Euro y de España, también existe vida. En consecuencia los catalanes, si al fin acabamos optando por la libertad y plena soberanía, tenemos poco que perder y todo por ganar. Y francamente, no importa mucho si será dentro o fuera de la UE. En cualquier caso, ganaremos.

Aquellos que opinan que la independencia de Catalunya "va contra la evolución del mundo", nunca renunciarán a su propia soberanía. Tal vez la atenúen o compartan, pero jamás desistirán de la independencia alcanzada. Excuso decir que durante el último cuarto de siglo, las independencias se han prodigado como hongos en la vieja Europa. Y una buena parte de Estados (muchos sojuzgados por la antigua URSS) han recuperado su soberanía, que ahora comparten en el seno de la UE. Eslovenia, Croacia, República Checa, Estonia, Lituania, Eslovaquia, Hungría, Letonia, Polonia, etc... Y quien sabe si en el próximo futuro se unirán Escocia y Flandes, entre otros. Todas estás naciones, ¿también van contra la evolución natural del mundo?. Si así fuera, deseo que Catalunya vaya contra esa evolución natural del mundo. En las mismas condiciones disfrutadas por más de doscientos Estados de todo el orbe que, por muy absurdo que parezca, prefieren ser libres e independientes antes que rendir cuentas y escuchar cuentos constitucionales de otros estados, entre los que se encuentran unos pocos con una avasalladora vocación dominadora y marcado gusto por la (re)conquista territorial, la expoliación financiera y la imposición cultural y lingüística.

Creo que tanto a González, como a Zapatero, Margallo, Almunia, Aznar o Rajoy, harían bien en interiorizar y no olvidar jamás el sentido y las enseñanzas que brinda un viejo proverbio inglés: "Si tu mal tiene remedio, ¿por qué te afliges?. Si no lo tiene, ¿por qué te afliges?". Opino que cuando el 80% de ciudadanos de una nación apoyan y exigen la convocatoria de un referéndum de autodeterminación, nada ni nadie será capaz de impedir su celebración. Las continuas -y cansinas- apelaciones a la expulsión de la UE, o levantar la muralla constitucional como si de un nuevo Muro de Berlín se tratara, no detendrán el torrente de libertad y justicia que tan denodada y pacíficamente exigimos la inmensa mayoría de catalanes. La torpeza del proceder unionista y la aflicción que manifiestan acelerarán la arribada de la independencia de Catalunya. Este mal, para España, después de haber dilapidado 300 años de oportunidades, es inevitable... Entonces, ¿por qué se afligen?.

divendres, 20 de setembre del 2013

"NOTHING TO LOSE BUT THEIR CHAINS". (Nada que perder, excepto las cadenas).

Por fin el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha dignado contestar el requerimiento que formuló Artur Mas hace unas semanas sobre el proceso soberanista emprendido por Catalunya. La demanda de negociación y el ejercicio del derecho a decidir que se hacia en la misiva ha sido respondido a la gallega, esto es, instando al diálogo -inconcreto- sin fecha de caducidad y exigiendo respeto al marco jurídico español. Conociendo el proceder habitual del señor Rajoy, lo anterior quiere decir que España está dispuesta a negociar con la Generalitat indefinidamente -interminablemente- sobre cualquier tema, excepto el referéndum, siempre que se acepten las leyes españolas, además de someterse a los jueces y al estigmatizado Tribunal Constitucional del Reino de España. En definitiva, hablar hasta que todo se pudra, especialmente la petición del referéndum de autodeterminación. Y por si acaso, hacerlo con las cartas marcadas. Precisamente, a lo único que el señor Mas está obligado en cumplimiento de las demandas mayoritarias de los catalanes, es pactar la consulta, la fecha y la pregunta clara, directa y de respuesta Si o No; y hacerlo con luz y taquígrafos.

La fatua España fáctica sigue sin querer reconocer la realidad. Como sus argumentos son tan insustanciales, utiliza pertinazmente los de siempre: la pétrea Constitución, el deslegitimado Tribunal Constitucional y la voluble y lábil judicatura española. Y si el Gobierno del Partido Popular flaqueara y diera mínimas muestras de comprensión y voluntad de real entendimiento con Catalunya, la caverna mediática se encargaría de recordar -ya lo hacen- lo que no se puede permitir hacer el buen español: congraciarse y pactar con los catalanes. Además, ya sea La Razón, ABC, El Mundo, La Gaceta, El Confidencial, 13TV, Intereconomía TV y muchos periodistas absolutamente irreductibles en su nacionalismo, todos ellos se encargan de avivar las llamas de la catalanofóbia con las cuales iluminar a muchos crédulos españoles sobre la perversa maldad que motiva a un montón de catalanes unir sus manos en señal de esperanza, alegría, libertad y democracia. ¡Y además, hacerlo pacíficamente!.

Si los políticos y la caverna no cumplieran con esta unidad de destino en lo universal que para ellos es España, serán los ejércitos españoles los que se encargarán de domeñar los festivos anhelos catalanes. Así lo anuncia la Asociación de Militares Españoles en una nota de prensa publicitada el 12 de septiembre, un día después de celebrada la Vía Catalana. En la misma, insta al Estado a actuar contra la "Generalitat como lo hizo en la II República". Y como si del Rey Salomón se tratara, propone "la partición de la región en dos Estados", para satisfacer con dignidad a los pocos catalanes que se sienten exclusivamente españoles. Se supone que los muchos catalanes que se sienten catalanes no merecen la más mínima consideración. Después de acusar de alta traición a los diputados que acuden a actos independentistas, y reprochar contundentemente a quienes lo toleran, se comprometen a defender la "unidad indisoluble de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles". ¡Queda dicho!.

Así pues, hasta el momento, la España cañí quiere hablar de todo excepto de lo sustancial, el referéndum; propone dilatar la negociación hasta la consunción de una de las partes (preferiblemente Catalunya). Entretanto, la caverna mediática continuará sembrando anticatalanismo en los ciudadanos españoles y avivando el odio contra los catalanes; también ofertará a los soberanistas recibir el agresivo amparo de los militares, incluyendo el tradicional y sistemático bombardeo sobre Catalunya (reivindicado recientemente por el flamante premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, Juan Valverde, a través de la televisión pública madrileña). En definitiva, este peculiar contubernio estatal, tan bravucón y pendenciero, se permitirá seguir vilipendiando a Catalunya utilizando la judicatura española y el vergonzante TC y aquellos instrumentos en poder del Estado español que precise para avasallar a los catalanes con contundencia y total impunidad. Todo ello debidamente aderezado con insultos y comparaciones del catalanismo con el nazismo o el fascismo, según convenga a sus intereses; y los soberanistas serán convenientemente aporreados (una vez más) con el granítico texto constitucional español. Por supuesto, la utilización de la democracia como arma para resolver los conflictos políticos no entra en los planes de los gobernantes, ni de los periodistas y militares españoles. Ni por asomo. Prefieren apelar a los derechos de una supuesta mayoría silenciosa, como hacen Alicia Sánchez-Camacho y Soraya Sáenz de Santamaria que como es sabido, no son más que típicos españolistas sordos (voluntarios) como tapias y ciegos (tambien voluntarios) como topos. También existen los que amenazan con el estallido de una guerra civil, como hace Carlos Martínez Gorriarán, diputado y cofundador de UPyD (y agorero vocacional), formación política de creciente y amenazadora influencia en el escenario de la nueva España que se vislumbra en el futuro, bajo un horizonte abarrotado de negros nubarrones.

Cuando no es comparado con el nazismo, el independentismo catalán merece la misma consideración que ETA. "Ahora ETA mira a Catalunya como proyecto de ruptura". "Ahora es Catalunya, ahora es un gobierno -la Generalitat-. No es un movimiento liderado por ETA pero es lo mismo". Esta disparatada opinión la ha formulado Jaime Mayor Oreja, eurodiputado popular. Este personaje defendió el mes de octubre del año pasado hacer frente al independentismo catalán como se ha hecho con la banda terrorista. Es decir, en términos policiales, militares y jurídicos, además de económicos. Con o sin guerra sucia. Con participación de las cloacas del estado, o no. Pero hacerlo con agresividad y contundencia... Por lo visto, sus deseos se han convertido en realidad. En el caso de los populares, la responsabilidad de todo lo que acontece siempre es de Artur Mas y de Oriol Junqueras, a los cuales no dudan en insultar, ridiculizar y escarnecer impunemente. Las culpas nunca son del PP ni del PSOE. El expresidente del Congreso, José Bono (supuesto socialista español) atribuye la creciente deriva soberanista al socialismo catalán."Gran parte de la culpa es del PSC". "El aumento del independentismo se ha producido en los últimos años, en parte gracias a los gobiernos tripartitos...". Por lo visto, la prepotencia y la soberbia de los gobiernos de Aznar y su marcado nacional-españolismo; las falsas promesas e incumplimientos de Zapatero; la campaña del PP a lo largo y ancho de las Españas en busca de firmas contra Catalunya; la escandalosa manipulación del TC en manos de populares y socialistas, con fallecimientos y recusaciones entre sus magistrados afines, nunca sustituidos; la persistente discriminación en inversiones públicas que sufre Catalunya; la persecución judicial y política de la lengua y cultura catalanas; el injustificado e injusto ahogo financiero de la Generalitat; y las reiteradas deslealtades de los sucesivos Gobiernos españoles, ¿todo esto no ha contribuido al imparable incremento del independentismo en Catalunya?. En opinión de los nacionalistas españoles, no. La culpa es de Artur Mas, CiU, ERC y PSC. En opinión del nacionalismo español, todo lo anteriormente denunciado no ha tenido ninguna incidencia en el deterioro y desapego surgido entre ambas naciones; tampoco las amenazas o las mentiras vertidas por relevantes personalidades españolas sobre Catalunya, inspiradas por conspicuos y manipuladores opinadores madrileños. Ni el proceder propio de trileros de los sucesivos gobiernos de España, bien sean del PSOE o del PP... La culpa es de los insolentes y hartos ciudadanos catalanes, que en su gran mayoría han recuperado la ilusión y dignidad robadas por el cutrerío hispano y han agotado la paciencia con el Estado español, sus mediocres políticos, sus desacreditadas instituciones y sus medios de comunicación sectarios; es culpa de aquellos que se han empecinado en librarse de las cadenas que atenazan sus espíritus, desde hace ya trescientos largos y tediosos años. 

Esta España inveterada, repleta de corruptos y corruptores, de trileros y mentirosos, de hidalgos henchidos de soberbia y avaricia, de pícaros y truhanes. Esta España inmemorial nunca es culpable de nada, a pesar de ser la causante principal de casi todo lo malo que nos ocurre. Por ejemplo, de los vínculos de sangre existentes entre miembros del CNI y del fascismo hispano. Parentescos comprobados (y revelados) entre algún relevante militante del grupúsculo Alianza Nacional y el ministro de Defensa (primos entre si) y con el número dos del Centro Nacional de Inteligencia (hermano). Un Estado que subvenciona a la Fundación Francisco Franco, a las cloacas del estado y que transige con la extrema derecha. Que sufraga la restauración del mausoleo del dictador y niega becas para estudiantes sin recursos y promueve recortes en pensiones. Que gasta decenas de miles de millones en Defensa (incluyendo submarinos que no emergen), y escatima en Sanidad y Dependencia. Que ilegaliza a formaciones abertzales vascas pero tolera Falange Española, Alianza Nacional, Movimiento Católico Español o Democracia Nacional, formaciones descaradamente fascistas y agresivas, culpables cuanto menos del asalto violento perpetrado en la delegación madrileña de la Generalitat de Catalunya. Los fascistas ya no se ocultan (ni siquiera en lo más profundo de las cloacas del Estado). Actúan ya a cara descubierta con total impunidad y amenazan que "no habrá acción secesionista sin respuesta". Después de reconocer que el ataque a la delegación de Catalunya "solo es un primer paso", convocan un gran acto fascista en Barcelona el 12 de octubre, Día de la Hispanidad. Previamente, la ultra-derecha celebrará el 28 de septiembre una fiesta en Madrid para "luchar contra los enemigos de España y recaudar fondos para la manifestación del próximo 12 de octubre en Barcelona". Una de las actividades programadas será "la quema de trapos separatistas ". Incluso Falange se permite advertir que es intolerable la detención de los patriotas españoles, después de ser inculpados por el asalto violento ejecutado contra la delegación de la Generalitat... Esta es la España cutre y trasnochada que se permite tener un presidente del TC cuya característica principal, además de ser un recalcitrante, antiguo y leal militante popular, es un redomado anticatalanista confeso. ¿Alguien cree que las decisiones del TC serán respetadas o aceptadas por la mayoría de catalanes, después que nueve magistrados hayan decidido rechazar la recusación de su presidente?. ¿Donde queda la decencia, la legitimidad y la imparcialidad, si se permite que un declarado anticatalán pueda emitir juicio en los pleitos que se planteen entre España y Catalunya, sobre la cual no oculta sentir un profundo desprecio y animadversión?.

La bestia fascista va creciendo con absoluta naturalidad, ensombreciendo el futuro de los españoles. Menudean los ataques fascistas en la propia Catalunya, en sedes de partidos y asociaciones catalanistas. Se exhiben en las redes sociales, en la calle. Y hallan cobijo en algunos programas de TV, que esparcen su ideología sin vergüenza alguna. Las agrias amenazas que profieren algunos políticos y militares suben de tono. Las manipulaciones y mentiras contra Catalunya que vierte una cierta prensa, radio y TV madrileñas (mayoritariamente) no solo se consolidan, sino que también se intensifican. La impunidad y la indecencia se enseñorean del escenario político y social hispano. Y los demócratas españoles, entretanto, permanecen callados, inmóviles y pasivos. Cómplices al fin de todo aquello que acontece ante sus ojos. ¡Actitud cobarde y ciertamente impresentable!... En España está fracasando estrepitosamente la democracia.

Definitivamente,  comparto el sentido de la frase de Marx y Engels que se puede leer en el Manifiesto Comunista, que estos últimos días ha recordado The Economist (¡nada menos!): con la independencia, Catalunya y los catalanes no tenemos nada que perder, excepto las cadenas.






divendres, 13 de setembre del 2013

UN CORDIAL SALUDO Y ... ¡ADEU!.

Hacer oídos sordos es una necedad. Tener daltonismo voluntario es una estupidez. Hablar mucho y no decir nada es una tontería. ¿Como es posible que los políticos españoles y los medios informativos cavernarios no oigan, ni vean, y casi enmudezcan ante el nítido e inequívoco mensaje que les llega desde Catalunya?. ¿Son acaso necios, estúpidos o tontos?.

El 11 de septiembre de 2013, un serpenteante torrente de familias catalanas manifestamos nuestra voluntad de querer ejercer el derecho de autodeterminación para tener la oportunidad de pronunciarnos sobre las relaciones políticas entre Catalunya y el resto del Mundo. Y lo hicimos con respeto, alegría e infinita ilusión. Según la Consejería de Interior del gobierno catalán, un millón seiscientas mil personas expresamos nuestros anhelos de libertad y justicia, de forma pacífica y festiva. Padres, madres, niños, niñas, abuelos y abuelas, entrelazamos nuestras manos con optimismo, como signo de unidad  y resolución ante el futuro de nuestra nación, Catalunya. Pero... ¡Ah, España!. Siempre sorda, ciega y casi muda. El gobierno de España dice que escucha a todos, incluyendo las mayorías silenciosas que se quedan en casa.... Se me ocurre preguntar: ¿Como sabe el gobierno de España lo que dicen aquellos que permanecen callados?. ¿No cabe pensar que algunos (en realidad, muchos) de los que no participaron  en la Vía Catalana pudieran ser entusiastas independentistas?. ¿Que lleva al Gobierno de España a creer que seis millones de ciudadanos catalanes apoyaron los postulados unionistas porque prefirieron quedarse en casa?. ¿Oye Madrit el grito en demanda de un referéndum de autodeterminación proferido por la mayoría activa de catalanes?. Ante todo ello, la reacción de los dirigentes españoles es sencillamente una solemne tontería. Es hablar para no decir nada. Es agarrarse a un clavo ardiente para no tener que reconocer ni aceptar la cruda y dura realidad. El gobierno español haría bien oir antes el clamor ciudadano que el torpe balbuceo de Alicia Sánchez-Camacho, auto proclamada  interprete de la verdad absoluta de "la Catalunya real que se quedó en casa". ¿Qué verosimilitud ofrece una señora capaz de conspirar con amantes despechadas para obtener réditos políticos?. ¿Que confianza merece un político que pertenece a un partido campeón en falacias y presunta corrupción?. Alguien que llega a un acuerdo económico con supuestos espías para evitar que se conozca la verdad de lo acontecido en la comisión de un supuesto delito no merece ni consideración, ni credibilidad, ni siquiera respeto de ningún tipo. "La cadena humana no es representativa de la sociedad catalana. La Catalunya real se quedó en casa".... ¡Y los elefantes color rosa vuelan grácilmente!. Alicia Sánchez se permite pedir a Artur Mas que recupere la sensatez y el sentido de la legalidad. Yo, un sencillo ciudadano que no se quedó en casa, solicito a la maravillosa Alicia que recupere un mínimo de decencia y sentido común.

No reconocer que más de un millón y medio de personas han configurado un espectáculo cargado de civismo y esperanza, es absurdo. Que el Ministerio del Interior diga que debe dividirse por cuatro el número de asistentes porque para cubrir los 400 km. que separan Alcanar en el Sur, de El Pertús en el Norte, solo se necesitaban 400.000 participantes, según apreciaciones de la propia organización, es sufrir ceguera voluntaria. Es decir, una auténtica estupidez. Solo en la ciudad de Barcelona, la guardia urbana cifró los asistentes en más de medio millón. La Vía Catalana no estaba formada por un único espagueti interminable. Según puede apreciarse en las imagenes de TV y prensa, miles de personas acompañaban a dos, tres, cuatro o más filas a lo largo del recorrido. Al paso por el interior de las poblaciones, los espaguetis se tornaban una abigarrada multitud, que en Barcelona alcanzó varios centenares de miles de ciudadanos. Así pues, ¿es razonable negar la evidencia?. Hacerlo es pueril, impropio y ridículo. Algo que está resultando habitual cuando nos referimos a Jorge Fernandez Diaz, ministro del Interior de España. A los escándalos acumulados hasta la fecha (informe fantasma de la UDEF sobre Mas; exceso de celo en la protección -partidista- de los intereses de Alicia Sánchez en el caso Método 3), cabe añadir la prohibición por motivos de seguridad de la prolongación de la Vía en la provincia de Castellón, hasta Vinaroz. Afortunadamente, este arbitrario proceder de la Subdelegación del Gobierno fué rápidamente subsanado por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. No obstante, la policía y la Guardia Civil no pudieron contenerse y procedieron a la detención de dos manifestantes por un delito de desobediencia a los agentes de la autoridad. Claro que solo se trataba de Maiol Sanaüja, director del Cercle d'Estudis Soberanistas y del notario Alfons López Tena, ex-parlamentario catalán y ex-vocal del Consejo General del Poder Judicial. Tal vez por este exceso de dedicación policial en el País Valenciano, el ministro olvidó sus responsabilidades en Madrid y falto de efectivos, no procedió a asignar vigilancia ante la delegación de la Generalitat en la capital de España (por lo menos en tan señalada fecha). ¿El resultado de tal negligencia?. El previsible. Un grupo de veinte fascistas a cara descubierta (excepto el presunto cabecilla) invadió la sede catalana, al grito de "viva España" y "no nos engañan, Catalunya es España", mientras se celebraba el acto institucional de la Diada. ¿Consecuencias del ataque falangista?. Atemorizar a los sesenta asistentes entre empujones, insultos, violencia y lanzamiento de gases que provocaron tres heridos leves, intoxicaciones por inhalación de gases y destrozos en la delegación de Catalunya. ¿Nimiedades?. No. El fascismo, especialmente en Madrid y entre las juventudes del PP va in crescendo. Además, el Ministro de Interior sufre daltonismo agudo, lo que no le permite ver la realidad que le rodea tal y como es y por tanto, le impide dimitir. Aunque lo hiciera por dignidad (o hidalguía, si lo prefiere).

El nacionalismo español también utiliza el don de la palabra para no decir nada nuevo. Su discurso está confeccionado a base de mentiras, insultos y amenazas. Y si el que habla es militar, retirado o no, lo reviste de una solemne cantidad de patriotismo y belicosidad que encoge el estomago al más valiente entre mil. En un reciente debate sostenido en la cadena de TV más integrista que existe en la Europa de nuestros días (13 TV), que casualmente es propiedad de la Conferencia Episcopal Española, un venerable general del ejercito español, sumamente indignado con lo acontecido en Catalunya este 11 de septiembre, espetó desafiante y lleno de ira a un invitado soberanista: "¿Serán capaces de luchar como han hecho todos los pueblos que han obtenido la independencia?. Todos lo han conseguido a través de unas luchas sangrientas. ¿Ustedes están dispuestos a luchas sangrientas?". La respuesta, bajo el punto de vista soberanista en obvia: Catalunya será indefectiblemente independiente mediante el ejercicio de la democracia, en paz y libertad. Es cierto que España puede utilizar la violencia para impedirlo pero si así lo hiciere estaría legitimando el uso de la fuerza por parte de la comunidad internacional en defensa de los pacíficos y esperanzados ciudadanos de Catalunya. Y lo que resultaría más grave: España retrocedería hasta los años treinta del siglo pasado, tanto en ámbito político, como económico y social. La pregunta que deberían formularse aquellos que quieren parar la soberanía a base de bombas y tanques es: ¿Están dispuestos a contraponer democracia a una supuesta unidad indisoluble del estado, porque lo dice la constitución?. ¿Están dispuestos a ser considerados en el club de los países represores, violentos y tiránicos?. ¿Están dispuestos a volver a los míseros y tétricos años de la dictadura franquista?.

En Catalunya creemos firmemente en los principios democráticos, sin ambigüedades. Seremos una nación libre y soberana de forma pacífica. Nuestra independencia no va contra los españoles, sino a favor de los catalanes. ¿Cree España en la democracia?. ¿Es una nación pacifica?. Por mi parte creo que la dependencia de Catalunya a España si va contra los catalanes. La historia pasada así lo confirma. Y la realidad del renacido y fortalecido nacionalismo español lo rubrica plenamente. Por tanto, un cordial saludo a España y.... ¡Adeu!.

dijous, 5 de setembre del 2013

"EL PARTIDO QUE MÁS HA COLABORADO CON LA JUSTICIA"....

En opinión de María Dolores de Cospedal, flamante secretaria general del Partido Popular, este "es el partido que más ha colaborado con la justicia". Tan contundente afirmación fue realizada después que se conociera la noticia que la formación españolista había procedido a manipular dos ordenadores utilizados por el avispado -y ahora despechado ex-tesorero- Luis Bárcenas, destruyendo los discos duros que supuestamente contenían los apuntes contables oficiosos, correspondientes a la caja B del partido y que también recogían imágenes de empresarios amigos, presuntamente ávidos de suministrar recursos económicos fraudulentos a la formación en cuestión, en la mismísima sede social de los conservadores, calle Génova, número 13, de Madrid.

¿Como es posible que alguien que se supone es honesto, juicioso y abogado ¡del estado, nada menos!, sea capaz de tamaño descaro?. ¿Acaso la destrucción de pruebas de cargo bajo custodia del PP es la forma más adecuada de colaborar con la justicia?. ¿Lo es entorpecer impúdicamente una investigación judicial?. ¡Si incluso el juez prohibió al PP actuar como acusación particular en el caso Gürtel, para evitar intromisiones!. La vergüenza se siente cuando una persona comete una falta o hace el ridículo. Parece que Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal, números uno y dos del partido,  no tienen vergüenza ni mínimo sentido del ridículo. Por descontado, muchos militantes de a pie sienten una profunda vergüenza ajena. Toda la que les falta a sus ominosos dirigentes. Como consecuencia de su actuación, el Partido Popular en su conjunto carece de credibilidad y camina inevitablemente hacia el abismo de la ilegitimidad. A causa del reiterado incumplimiento de sus compromisos electorales. Y también, después del uso y abuso que hace de la mayoría absoluta que goza en el parlamento español, al impedir las actuaciones propias  y pertinentes de los grupos parlamentarios de la oposición utilizando métodos espurios, para ocultar o difuminar sus vergüenzas. Como el escándalo Bárcenas/Gürtel, que no es otra cosa que la madre del cordero, en el pasado, en el presente y quién sabe si en el futuro, del creciente envilecimiento del partido nacional-españolista.

A este descrédito popular contribuye activamente Alicia Sánchez-Camacho, enardecida líder del españolismo en Catalunya. La ruindad manifestada por los nacional-españolistas sobre el proceso soberanista impulsado por la sociedad catalana, se acrecienta por la nefasta gestión del escándalo Camacho/Método 3. A las mentiras, amenazas, manipulaciones y agresividad anti-catalana, suman indecencia y cinismo partidista. Los espías han declarado que Alicia Sánchez sabía que la grababan. La policía (española) cree que existió connivencia entre el PP y el PSC para urdir una trama encaminada a ensuciar la imagen de CiU. La agencia de detectives cree que Camacho encargó la grabación a través de un amigo íntimo. Apunta que los socialistas pagaron las facturas del trabajo, a cambio de tener acceso al contenido de la grabación. Así mismo, el director de Método 3 ha revelado que la policía (española) le exigió salvar la cara de Alicia Sánchez-Camacho ante el descomunal lío desatado: "Calla o te haremos callar", le espetaron. Francisco Marco también declaró ante la policía que un agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) le había ofrecido un pacto -a través de la periodista Mayka Navarro (El Periódico)-, para que no revelara información sensible en poder de la agencia. Y el juez instructor reconvino el excesivo favoritismo de la policía española, actuando más como una auténtica guardia pretoriana en favor de los intereses de Alicia Sánchez y del PP, que como servidores de la justicia.... La mierda ensucia a todo el mundo. Al PP, al PSC, al CNI, a la policía española y su máxima responsable en Catalunya, María de los Llanos de Luna, a los Ministerios del Interior y de Justicia, a periodistas unionistas y/o cavernarios. En el epicentro de drama, como protagonista principal de este monumental embrollo, aparece Alicia Sánchez-Camacho.

Por su parte, el ministro del Interior Jorge Fernández Díaz, siguiendo la estela marcada por el falso informe fabricado por la policía española -avalado por el Sindicato Unificado de Policías-, referido a Mas y Pujol y cuya filtración a la prensa (amarilla) madrileña tanto regocijo provocó en Pedro J. Ramírez (El Mundo) durante las pasadas elecciones catalanas, avienta otro informe pergeñado por la inteligencia policial española, el cual revela los supuestos vínculos existentes entre la izquierda abertzale vasca y la Asamblea Nacional Catalana.... ¡Voilà!. Cabe deducir que las cloacas del estado, en breve, pasarán a insinuar la falacia que la Vía Catalana por la Independencia es obra e inspiración de la fenecida ETA. Y, si no, al tiempo. Francamente, si esta vinculación entre abertzalismo e independentismo existiera, sería preferible a la que el Partido Popular mantiene con el glorioso pasado de la España franquista, tan reiterada y alborozádamente celebrado por sus jóvenes cachorros, virtualmente ataviados con la camisa vieja, brazo en alto y banderas (con aguilucho incorporado) al viento.

El Ministerio del Interior y el de Justicia españoles deberían preocuparse más de lo que ocurre a su alrededor, dentro de su propio partido y entorno su coro mediático, antes que en casa ajena. O mejor aún: deberían dimitir directamente, lo que en España es impensable. Viviane Reding, vicepresidenta de la Unión Europea, ha advertido al Estado Español que podrá ser inculpado -a partir de 2014- por banalizar el nazismo o hacer apología del franquismo. El detonante ha sido el homenaje promovido por  la virreina, María de los Llanos de Luna, a diferentes miembros de la División Azul celebrado en Barcelona hace pocas semanas, en dependencias de la policía nacional de España. Si la señora Reding navegara por la red, en facebook o twitter cercanos a los populares y asociados, encontraría una mina de simpatizantes del franquismo, nazismo y fascismo realmente apabullante. Se pondría las botas en la apertura de expedientes y multas contra España.

No puedo evitar la animadversión que siento hacia el Partido Popular. En mi opinión, es una formación política que hunde sus raíces en la más ancestral y prosaica de las ideologías que ha existido en España: el excluyente y agresivo (incluso violento) nacionalismo español, de origen castellano. Es un partido fundado por conspicuos franquistas, que bebe de fuentes emponzoñadas por el Movimiento Nacional, el Falangismo (fascismo) y el Opus Dei. Tiene como divisas inconmovibles la eterna reconquista de las Españas, el opresor centralismo madrileño y un atávico nacional-catolicismo recalcitrante, todas ellas características apenas disimuladas en la actualidad. ¿Consecuencias?: Catalanofóbia, corrupción desenfrenada, avaricia financiera, manipulación sin fin de la justicia, de la Constitución, de la economía, de las instituciones del Estado y de la sociedad española en general. Siempre al lado de los poderosos y contra los humildes, ya sean parados, pensionistas o inmigrantes.... No me cabe ninguna duda: Franco estaría orgulloso de este (su) partido.

Reconozco que otros partidos políticos de la escena hispana no son precisamente un dechado de virtudes. También son víctimas de incontables miserias, vicios y defectos. ERE fraudulentos, casos Pallarols, Palau, Pretoria, Campeón, ITV, son algunos de los que preocupan y ocupan a otras formaciones. En realidad, peccata minuta ante los méritos acumulados por los conservadores. El campeón de la vileza es el Partido Popular. Para desgracia de sus numerosos simpatizantes, que mientras soportan impertérritos como sus dirigentes siguen cometiendo mil y una tropelías, en beneficio de sus egos y en muchos casos de sus bolsillos, resultan ser cómplices necesarios y por tanto tan culpables como Rajoy, Cospedal, Camacho, Aznar, Aguirre, Llanos de Luna, Montoro, Fernández Díaz, Ruíz Gallardón, etc....., de los desmanes que han cometido en el pasado y cometan ahora y mañana, con total impunidad. Los buenos militantes  populares solo tendrán dos alternativas: darse de baja de las filas conservadoras y no volver a votar a esta formación, o bien revelarse y dar un puntapié en el culo de todos los actuales dirigentes cínicos y corruptos, y refundar el partido de nuevo, desde el vértice a la base, procurando que los efluvios antidemocráticos se disipen sin dejar el menor rastro.... ¡Ojalá!. Por el bien de los españoles.... ¿Y porqué no reconocerlo?. Para felicidad de los catalanes, próximamente independientes... ¡gracias a Dios!.