La meva llista de blogs

dilluns, 28 de gener del 2013

EL PRIMER PASO.

El día 23 de enero se aprobó en el Parlamento de Catalunya, por mayoría de 2/3, la Declaración de Soberanía. Los 41 votos en contra del Partido Popular, Ciudadanos y una parte del Partido Socialista, fueron ampliamente derrotados por los 85 a favor de CiU, ERC, IC y un voto de la CUP (Candidatura d'Unitat Popular). Lo más relevante que ocurrió además de la aprobación, fue la actitud de cinco parlamentarios del PSC que se negaron a emitir voto, rompiendo la disciplina del grupo socialista en protesta por la decisión adoptada por la cúpula del partido de apoyar al recalcitrante unionismo nacional-españolista y en consecuencia, de renegar indecentemente del catalanismo que siempre ha caracterizado a esta formación política. Y auténticamente cínica fue la decisión del PP de abandonar rápida y teatralmente el hemiciclo una vez emitido el voto, antes de hacerse público el resultado.

Ha sido el primer paso hacia la libertad de Catalunya. Un paso firme, pero responsable. Pletórico de júbilo y esperanza.  A la alegría soberanista se contrapone una mezcla de irritación y desazón unionista. "Va en serio. No hay vuelta atrás", se duele el españolismo. Lamentos, rabia y agresividad. Estos son los sentimientos españoles respecto a Catalunya, hoy en día. No comprenden la obcecación de la mayoría de catalanes. No aceptan que la opción independentista alcanza ya, según las últimas encuestas, el entusiasta apoyo del 57% de los electores. Prefieren ignorar que el 70% de los ciudadanos exigimos la convocatoria de un referéndum vinculante para decidir el futuro político de Catalunya. Suponen que acosando política, fiscal y judicialmente a partidos y personalidades catalanas, empezando por el señor Mas, siguiendo por CiU, ERC y de tutti quanti y ajusticiándoles públicamente previo escarnio y posterior lapidación, lograrán torcer la voluntad soberana de los catalanes. No ha bastado el burdo intento de manipular, descalificar y ningunear el resultado de las últimas elecciones celebradas hace apenas un mes, mediante infamias pseudo-periodísticas irresponsablemente publicadas por la cavernaria prensa madrileña. Creen que con esas acciones contendrán al independentismo, pues saben que puede acabar con los abusos del Estado español y los privilegios de la casta dirigente madrileña, soportados y cometidos en nombre de la sagrada unidad de España, de sus abusivos e insaciables intereses económicos y financieros y de sus lúgubres intentos obscenamente asimiladores, culturalmente uniformadores y políticamente centralizadores. Tal puede deducirse de las reacciones manifestadas en la prensa de Madrid, después de la votación en el Parlamento catalán. Esto es, ira, temor y desconcierto, auténticas señas de identidad del poder hispano.

Parece que el Gobierno de España no sabe qué hacer con la Declaración de Soberanía. Rajoy declara que "no sirve para nada". Apela al diálogo y a la convivencia, mientras que la vicepresidenta Sáenz de Santamaría esgrime amenazadoramente su Constitución y pone en marcha la burocracia de la abogacía del Estado para que "estudie las consecuencias jurídicas del desafío catalán". Todo ello ejecutado con ostentosa y falsa tranquilidad y contención. Y aprovecha la ocasión para promover un proyecto de Ley de Unidad de Mercado que, como no, es una nueva vuelta de tuerca hacia la imparable recentralización de España, nuevamente UnaGrande y Libre (cada vez menos). Mientras, en Catalunya, tanto la virreina Maria de los Llanos de Luna, como el PP de Alicia Sánchez-Camacho continúan e incrementan las hostilidades contra el catalanismo. La señora Llanos de Luna prosigue su particular y ridícula cruzada exigiendo que en todos los edificios municipales de Corbera del Llobregat ondee la bandera española. En el ayuntamiento, en polideportivos, campo de fútbol, escuelas, bibliotecas, urinarios públicos.... Pretende emular a los centenares de miles de ciudadanos de toda Catalunya que exhiben en balcones, ventanas y fachadas de sus hogares (desde el pasado 11 de septiembre) senyeras esteladas, como símbolo y demanda de independencia. Mala imitación española que por supuesto fracasará estrepitosamente. Además de ser un derroche imperdonable para las exangües arcas municipales. Y Sánchez-Camacho, con la inestimable ayuda de Albert Rivera, de Ciudadanos, continúan denunciando los presuntos enfrentamientos, divisiones, fracturas y rupturas que el tema independentista se supone provoca en el seno de la sociedad catalana.  Es como si desearan incentivar la inexistente confrontación -por el momento-, como último recurso para impedir una transición sosegada y pacifica de los catalanes hacia la libertad, plena soberanía y esforzada prosperidad futura. ¿Porqué el independentismo mayoritario causará confrontación entre catalanes?. ¿Acaso cuando la opción unionista era mayoritaria sufrió acoso y hostilidad por parte de los independentistas?. ¿No es cierto que el independentismo acató democráticamente aquella mayoría?. No parece que los principios democráticos sean gratos al PP y a Ciudadanos. Esgrimen el Estado de Derecho y la Constitución españoles como quien blande un garrote, y los contraponen e imponen al derecho a decidir en libertad sobre el futuro de nuestro país que tenemos los ciudadanos catalanes. Hurgan y amenazan al mundo empresarial de Catalunya para que se alineen a favor del unionismo, al tiempo que desde el País Valenciano, Aragón y la Comunidad de Madrid lanzan codiciosos cantos de sirena para que trasladen sus negocios desde Catalunya hacia España. Así, el derecho del Estado y la constitución se ven reforzados y secuestrados por la prosaica y mundanal avaricia. Tal es el caso de presidente extremeño Monago, que no oculta su oposición a cambiar el injusto principio de solidaridad interterritorial vigente, por el de ordinalidad, ya que Extremadura perdería "500 millones de euros anuales". Es decir, que antepone los pingües beneficios para su comunidad a los insoportables sacrificios que se exigen a los ciudadanos de Catalunya, que después de ser excesivamente solidaria, desciende de la tercera posición en renta per cápita a la duodécima en renta disponible bruta por habitante, entre las 17 comunidades autónomas del Estado español.

Parece un sinsentido, por otra parte propio de La Santa Alianza, manifestar el respeto a la voluntad popular y exigir que los gobiernos, tanto catalán como español, inicien conversaciones para lograr un pacto fiscal más justo y acorde a las necesidades de Catalunya. Confían que presionando a la Generalitat con sutiles apelaciones a la estabilidad política, a la seguridad jurídica que requieren los empresarios y a la grave crisis económica que exige dedicación exclusiva, lograrán reconducir el soberanismo desatado hacia posiciones meramente autonomistas.... ¡nuevamente!. ¡Manda güevos!, que diría Federico Trillo... Lo siento, ya es demasiado tarde para retomar el diálogo sobre imposibles pactos fiscales.

Primero: El Gobierno de España, con Mariano Rajoy a la cabeza, rechazó ¡tres días después! de la manifestación del 11S, la mano tendida del señor Mas, su propuesta de pacto fiscal y la enésima oferta de negociación que ofreció el catalanismo autonomista. Segundo: ¿De qué seguridad jurídica cabe hablar con aquel que en nombre de la uniformidad, recentralización y nacionalismo (español) se dedica a invadir competencias ajenas, promover leyes sin dotarlas de los recursos financieros necesario, rechazar un rescate de la UE por razón de hidalguía española y centrifugar el déficit de la administración central hacia las autonomías?. ¿Como se puede negociar con una administración que gestiona el 20% del gasto público, pero se reserva el 85% del déficit permitido por Bruselas?. Si fueran mínimamente coherentes, exigirían a Rajoy que eliminara ministerios incompetentes, que se abstuviera de promover leyes que incrementan el déficit de las comunidades y que fuera leal con los compromisos adquiridos. ¡Por Dios bendito!. ¡Si el moroso Gobierno de España debe a la Generalitat más de 8000 millones de €, y encima exige el cumplimiento del déficit, bajo amenaza de intervención!. Tercero: La crisis económica se ve agravada, en el caso catalán, por la falta de recursos y competencias de la Generalitat, tanto financieros como legislativos y políticos. La responsabilidad del Gobierno Rajoy es total, exclusiva. Es el Estado quien tiene las competencias y los recursos (fundamentalmente catalanes) en su poder para invertir, financiar, promover, legislar y ejecutar en materia económica, fiscal y laboral. ¿Que quieren que haga la Generalitat?. ¿Constituir inútiles comisiones para estudiar como puede promoverse el empleo?. ¿O como promocionar y apoyar las exportaciones?. El último anuncio del Gobierno de España consiste en  torpedear e impedir que las oficinas comerciales de la Generalitat en el exterior promuevan las exportaciones , bajo la excusa de que se trata de una competencia del Estado y que es necesario ahorrar. ¿Tal vez estudiar qué medidas laborales deben implementarse para abaratar, aun más si cabe, el despido?. No deben olvidar nunca que el auténtico poder político reside en Madrid, y no en Barcelona. Y en consecuencia, poco margen de actuación tiene, bajo el yugo de España, el cada vez más capidisminuido autogobierno de Catalunya.

Si La Santa Alianza ha decidido apoyar el unionismo nacional-españolista, que lo digan sin ambages. Y de paso, que informen a los ciudadanos porqué prefieren seguir ligados a un estado que es campeón en corrupción, en morosidad y en falta de lealtad con instituciones y ciudadanos de todo el Estado. Un gobierno que si practica la dedicación exclusiva cuando se trata de combatir inmisericordemente contra la autonomía y por supuesto, contra el soberanismo catalán y las pretensiones de votar en paz, libertad y justicia, para decidir sobre el futuro político, económico y social de nuestra Nación. Por mi parte, solo recordar a cada uno de los empresarios, grandes, medianos y pequeños adscritos a tal hermandad,  que en democracia cuentan lo mismo que los ciudadanos individuales: Un voto. Ni más, ni menos. Y la mayoría, gana.

La primera consecuencia del 11S ha sido las elecciones del día 25N. El resultado, un parlamento claramente soberanista. La inevitable secesión de Catalunya está provocando que las distintas formaciones políticas presentes en el hemiciclo sufran convulsiones y reposicionamientos internos. Las tensiones son más acusadas en aquellas formaciones que pretender ignorar el sentir mayoritario y dominante de la sociedad catalana. Y el desconcierto e irritación se acentúa en las formaciones nacionalistas españolas, que se niegan a aceptar la realidad y especialmente la voluntad popular. Utilizan métodos y discursos que rayan en el autoritarismo antidemocrático, por lo visto plenamente vigente en el pensamiento político actual de muchos españoles y especialmente, de sus dirigentes. Pero ello no es óbice para que los catalanes prosigamos nuestra marcha. Arrastramos con nosotros a políticos y servidores públicos, cargamos con pusilánimes e inmovilistas y obviamos algunos empresarios de mentes estrechas y bolsillos rebosantes, capaces de cualquier cosa, antes que aceptar los principios democráticos. Y también a los que creen que sus egoístas intereses particulares son lo único que cuenta, por encima del voto y los deseos de los ciudadanos de a pie. Esta es nuestra cruz. Pero no desfallecemos. Cargamos con todo ello con renovadas fuerzas, con mucha esperanza y siendo plenamente conscientes de las dificultades y sufrimientos que padeceremos antes de alcanzar nuestro objetivo. No importa. Venceremos. Tardaremos más o menos, pero como ha ocurrido a lo largo de la historia universal, la voluntad popular se impondrá a los subterfugios y mentiras de los poderes fácticos. El primer paso ha sido la Declaración de Soberanía. El último, la independencia.

  

dissabte, 26 de gener del 2013

¡DANZAD, DANZAD, MALDITOS!.

Cuando una persona, o un grupo, o una institución pública, privada o mixta, se auto-define como demócrata, defiende una constitución, vota en unas elecciones libres y proclama la prevalencia del Estado de Derecho, diríase que estamos ante una realidad con sólidos principios democráticos. Pero cuando todas estas virtudes, nobles y envidiables, se utilizan para soslayar la voluntad popular, para reconducir anhelos y esperanzas hacia el marasmo y la frustración o dinamitar legitimidades y compromisos políticos, culturales y económicos ajenos por el mero hecho de no ser los propios, nos hallamos ante los más abominables y abyectos comportamientos absolutamente anti-democráticos e incuestionablemente  ilegítimos que la historia haya conocido. Estas son las nefastas actitudes que el conjunto del nacional-españolismo está exhibiendo en el contencioso catalán.

El proceso iniciado desde Catalunya causa en las Españas estupor y rabia. Allá donde los catalanes vemos esperanza, España percibe angustia. Lo que para nosotros es un futuro de esfuerzo y dificultades pero también de libertad y prosperidad, el nacionalismo español interpreta un porvenir  irritante y cargado de agresividad, recelo y temor.

La vertiente política de este proceso está protagonizada de parte española por el Gobierno de Rajoy, el partido conservador que lo sustenta y la oposición presuntamente socialista. Desde Catalunya, por el Govern de Artur Mas, CiU y ERC. Las opuestas estrategias que utilizan ambos bandos semejan un obsceno baile de máscaras, de gentes con el rostro oculto tras grotescas caretas o cubierto por antifaces, que lucen estrafalarias y trasnochadas vestimentas, mientras cambian abrupta y continuamente la coreografía de la danza al tiempo que, de vez en cuanto, dan ostensibles y dolorosos pisotones e incluso contundentes patadas a la pareja de baile. Tan embelesados están que apenas siguen el ritmo de la música que la orquesta toca incansablemente.... Mientras, los servidores del salón de baile se esfuerzan en atender las necesidades de los danzarines. Ahora sirven canapés y bebidas a sus amos; acto seguido van a buscar un chal para cubrir trémulos hombros desnudos, para proseguir ofreciendo lumbre o susurrando mensajes, verdaderos o falsos, coartadas o cotilleos, a oídos de los emperifollados y alegres bailarines. Y todos, danzarines, criados, amos y señores continúan la fiesta, siempre dispuestos a vivir y disfrutar al son de la música.....¿Que está sucediendo?. ¿Que música suena en la fiesta?. ¿Cual es el protagonismo de la orquesta?. Y los músicos, ¿qué papel juegan en este enrevesado culebrón musical?.

El nacional-españolismo utiliza las ratas que viven y trabajan en las cloacas del Estado, para destruir el elenco catalán del drama que se está representando. Los protagonistas españoles cubren pudorosamente sus vergüenzas, con chales fabricados por fieles lacayos a base de informes espurios, de dudosos orígenes, trufados de habladurías, rumores, insinuaciones, medias verdades y absolutas mentiras. Posteriormente los filtran a los propagandistas y pregoneros, también conocidos como inquisidores generales y estos, con notable habilidad en la confección de pasquines, construyen obscuras tramas de corrupción que casualmente, afectan a relevantes personalidades soberanistas catalanas. Las cuales, ¡oh, cielos!, todas ellas resultan ser corruptas. En consecuencia, deben ser liquidadas sin importar ni el como, ni el cuando, ni el porqué. Los panfletos publicitados por los voceros, presumen que la corrupción catalana es de tal entidad que hace que la española, de ayer, de hoy y de siempre, empequeñezca hasta la invisibilidad. Ni Gürtel, ni Camps, ni Mata, ni Fabra, ni el caso Nóos, ni Baltar, ni Pokemón, ni Campeón, ni ERE's andaluces, ni Tamayazo, ni BANKIA, ni Naseiro... ¡Nada, en absoluto!. Nada es comparable a lo que ocurre en Catalunya; que ha osado iniciar un proceso soberanista para tapar sus históricas corruptelas, proclaman escandalizados. Por cierto, ¿la corrupción catalana es ajena a la española o es consecuencia de ella?. ¡Enfin....!. Prosigamos. Otros leales siervos se encargan de transformar los mensajes, rumores y cotilleos en tenues argumentos pseudo-jurídicos con los cuales chantajear, amenazar y judicializar a indefensos ciudadanos que osaron transgredir el ordenamiento jurídico-económico-político de la España imperial, eterna y petrificada. Como es natural, las personalidades catalanas acusadas, condenadas y ya ejecutadas, se preguntan: ¿Porqué me ocurre a mí?. ¿Qué he hecho yo para merecer esto?..... ¡Haber desafiado a España con la independencia de Catalunya!, responde una atronadora voz con marcado acento gallego. Lo terrible es que parece que los inquisidores solo actúan cuando sus intereses políticos y económicos se ven amenazados. Nunca lo hacen por afán de justicia.

Es comprensible que ante tal proceder, algunos de los políticos que han merecido la atención de las gordas ratas de cloaca españolas, se sientan acosados y amenazados; solo se libran los pusilánimes.  Las vidas de los soberanistas han pasado a formar parte de imaginario más amarillo del periodismo hispano. Esposas e hijos, padres y madres -vivos o muertos-, familias enteras son sometidas a escarnio público. Confesos, convictos y ajusticiados, antes de ser imputados e investigados oficialmente. Juzgados y condenados preventivamente, por si acaso... Cualquier minucia, desliz, indiscreción, conversación... todo es publicado, valorado, sobredimensionado y utilizado como prueba de cargo de supuestos delitos. Aparecen sórdidos testigos con ánimos de venganza y ex-amantes despechadas que curiosamente, ponen en conocimiento de impúdicos plumillas ávidos de sangre, mil y una patrañas que sirven para alimentar el morbo y los beneficios de la prensa troglodítica.  Por supuesto, cuando un  juez o un fiscal deciden no prestar la debida atención a tal cúmulo de frágiles pruebas y desacreditados testigos, o se permiten exigir explicaciones a los aprendices de brujo -de fiscal o juez- que tanto abundan en la capital del Reino, resultan convenientemente apercibidos por la superioridad... para que depongan su actitud. Cuando un depredador hace presa, no la suelta hasta matarla, dice un viejo adagio popular. En tales circunstancias, Mas y la familia Pujol tienen los días contados. Las ratas habrán hecho su trabajo y los malditos culpables de la deriva soberanista, pasarán a formar parte de la galería de trofeos cobrados en innobles e injustos lances, sostenidos por el bien y la unidad de España... Salvo que la Justicia al fin resplandezca.

Sin embargo, el independentismo no remite. ¿Habrán equivocado nuevamente la pieza a cobrar?. Eso parece. Las hordas de ratas, inquisidores y justiciadores no han logrado detener la marea soberanista catalana. Por tanto, después de un sesudo análisis de la situación, deciden que la causa de esta supervivencia no es otra que -como dijo en su día el inefable ministro Wert- la falta de españolismo de los niños catalanes. Y el Jefe del Estado decide que también la prensa barcelonesa es insuficientemente pro-unionista, por lo que procede a españolizar al periódico más importante (hasta la fecha) de Catalunya: La Vanguardia. Y con la mayor naturalidad, presiona, recrimina y conmina al editor, que para más inri es Grande de España, por alimentar el independentismo. Según el digital eldiario.es, después de una larga y extraordinariamente tensa charla entre el Rey y el Conde, el de Godó fue hospitalizado..... Me temo que han vuelto a errar el tiro. ¿Existe algún mortal, español o catalán, que pueda creer que el editor  Javier Godó, conde de Godó, Grande de España, está a favor de la independencia de Catalunya?. ¡Por Dios bendito!. ¡Qué desvarío!. Acusar a La Vanguardia, emblema de La Santa Alianza, paladín de la monarquía y adalid regional-autonomista como defensor del independentismo catalán, es como si Juan Carlos I fuera acusado de ser republicano. ¡Puro delirio de las desnortadas élites dirigentes madrileñas!.

¡Danzad, danzad, malditos!. Mientras dan piruetas y saltitos, y giran y se retuercen sobre sí mismo, al tiempo que cantan los amargos y tristes versos de la corrupción catalana y amagan la española; mientras toman entre sus aguerridos brazos a presuntos culpables (inocentes) y los pisotean y machacan como si fueran racimos de uva a pies de un viticultor, que intenten seguir el ritmo de la música. La orquesta, es decir, los catalanes, seguimos interpretando la melodía de un suave vals, mientras ellos, los nacionalistas españoles se mueven al ritmo del hip hop. Malgastan fuerzas y neuronas inútilmente y vociferan hasta atragantarse. Desperdigan recursos intelectuales mientras fabulan historias imposibles.... ¡Danzad, ilusos, danzad!. Que nosotros continuaremos tocando una dulce balada, incluso después que los exhaustos se desplomen pesadamente sobre el frío suelo de la realidad de Catalunya: la próxima e inevitable independencia.
    



divendres, 11 de gener del 2013

DE SAQUEOS, ÍNFULAS Y PROVINCIANISMOS.

"España ha saqueado en silencio por las dificultades financieras la hucha más gorda del país, el fondo de reserva de la seguridad social. Casi desapercibido por el público, el gobierno ha comprado así sus propios títulos soberanos, deuda cada vez con mayor riesgo y utilizó parte del dinero para pagos urgentes e inmediatos". Así inicia Der Spiegel la información sobre "El gran saqueo" que Mariano Rajoy está haciendo al utilizar el fondo de pensiones para evitar el rescate financiero de España. Resulta cuanto menos paradójico que el Partido Popular aterrorice a los jubilados catalanes con el peligro que corren sus pensiones caso de independizarse de España, mientras sustrae los fondos de la seguridad social que sirven de cobertura de estas pensiones, para evitar la ignominia del rescate de la UE. Al Gobierno de España, ya sea con Rajoy, Zapatero, Aznar o González, puede aplicarse con absoluto acierto el refrán tan español de "Genio y figura hasta la sepultura". "Antes partía que doblá", o "más vale honra sin barcos que barcos sin honra", también reflejan fidedignamente la característica más acusada de la trasnochada hidalguía española: el (desmedido) orgullo; la soberbia; la arrogancia; la altanería; las ínfulas. En definitiva, el provincianismo.

Así pues, los pensionistas catalanes deberían temer más por la dependencia (de sus pensiones) de España, que por la independencia de Catalunya. Al fin y al cabo, parece más factible el cobro de las jubilaciones en un Estado próspero y joven, de nuevo cuño, que no de la vieja y arruinada España. Las amenazas del PP, las falsedades con las cuales pretende intimidar no tan solo a jubilados, sino también a empresarios, agricultores e incluso a universitarios, se muestran tan disparatadas que devienen increíbles. ¿Qué empresario preferirá permanecer unido a un Estado, cuyo mercado interior se está contrayendo a pasos agigantados?. La política económica que la UE impone al Reino de España va encaminada a devaluar los salarios, por tanto a disminuir el consumo y en consecuencia, a que las ventas de las empresas desciendan a tal velocidad, que resulta insostenible. Además la inflación no remite, sino que se mantiene o aumenta pertinazmente. La capacidad de consumo de los ciudadanos mengua y las empresas se ven obligadas a ajustar sus plantillas a la baja. Justo es reconocer que la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Rajoy -ya se superan los seis millones de parados- ayuda muy mucho a que los despidos no tan solo sean más ágiles y útiles, también resultan más baratos.

Solo la banca merece la consideración y las carantoñas del ejecutivo español. Ha socializado las pérdidas privadas, transformándolas en públicas. El Tesoro Nacional avala sus cuantiosas deudas y asume toneladas de ladrillos para fortalecer la solvencia de las entidades financieras. A cambio, permite que el crédito a las empresas siga bajo mínimos. Las consecuencias: los acreedores internacionales -fundamentalmente germanos- ven sus intereses financieros salvaguardados y priorizados incluso ante los gastos en educación, sanidad y servicios sociales; y próximamente, ante las amenazadas y cada vez más precarias pensiones, las cuales merecerán en breves semanas la visita de las tijeras recortadoras. España no alcanzará la senda del crecimiento hasta que las políticas económicas que dispongan sus gobernantes prioricen los intereses de los ciudadanos antes que  los bancarios y de los especuladores. La única solución a la crisis vendrá de ralentizar y alargar los plazos del pago de la deuda (unilateralmente si fuera necesario) y priorizar la creación de empleo, el acceso al crédito para las empresas e iniciar un programa de obras públicas (con criterios exclusivamente económicos). Sin embargo, parece que Mariano Rajoy no tendrá redaños para enfrentarse a la UE, al FMI, a Merkel y al BCE. Entre otras cosas, porque comparte integrismo económico e intereses con todos ellos.

Las perspectivas españolas no son precisamente halagüeñas. Y si Catalunya continua sometida a España, tiene garantizado el desastre. Además, el Gobierno de Madrid sigue empeñado en utilizar todo tipo de recursos (lícitos e ilícitos) para detener y destruir el proceso soberanista catalán. La Asamblea Nacional Catalana avisa que el juego sucio de España se aplicará contra las finanzas de la Generalitat, impulsando el ahogo económico (lo que ya sucede en la actualidad), la inhabilitación del presidente Mas, la persecución mediático-judicial de políticos catalanes y la suspensión de la Autonomía. "El estado español está demostrando que no es democrático y hemos de estar preparados por lo que pueda pasar", advierte Carmen Forcadell, presidenta de la ANC. Entidad, por cierto, impulsora y organizadora de la multitudinaria manifestación del 11 de septiembre pasado.

El peor de los escenarios para Catalunya hace años que está aconteciendo. Al expolio que sufrimos los catalanes por parte del Estado Español, cifrado alrededor de 16.000 millones de € anuales, cabe añadir más de 9.000 millones correspondientes a la disposición adicional tercera, al fondo de competitividad y a otros conceptos -como son la inversión pendiente y comprometida para la red ferroviaria de cercanías-, acumulados ¡en apenas tres años! hasta el momento. La morosidad del Gobierno de España es la principal causa de los recortes en sanidad, educación y servicios sociales que la Generalitat ha tenido que ejecutar en las cuentas públicas catalanas estos últimos tiempos. España exige el cumplimiento del déficit a Catalunya, sin hacer frente a sus propios compromisos financieros y bajo la amenaza de intervención. El Gobierno de España es el campeón mundial de utilizar el cinismo como arma política. Baste decir que si el Estado Español no hubiera infrainvertido en Catalunya en el transcurso de los últimos quince años, el PIB catalán hubiera crecido el 1,3% más anualmente. Por ejemplo, según El Punt-Avui el año 2012 los presupuestos generales del Estado recogían una inversión per cápita para Catalunya de 191,67 € (inversión que jamás se ha ejecutado en su totalidad), frente a la media para toda España de 276 €. Si el Gobierno de España hubiera invertido en Catalunya el equivalente a la aportación de esta al PIB estatal -20%-, hubiera recibido 21.369 millones de € más entre 1995 y 2009, años de ausencia de problemas financieros en España. Si el lector se toma la molestia de sumar el expolio fiscal acumulado año tras año, la morosidad del Gobierno español hasta la fecha, las inversiones no ejecutadas y la infrainversión respecto al PIB catalán, el resultado se aproxima al oneroso coste económico de la dependencia de Catalunya respecto España. Y las consecuencias, desempleo creciente, sanidad, educación y servicios sociales en lánguido desmantelamiento e infraestructuras (cercanías y carreteras nacionales) tercermundistas.

A la asfixia financiera, debe añadirse el acoso que la brunete mediática hace contra relevantes personalidades políticas catalanas. En un burdo intento para-judicial el nacionalismo español, en calidad de juez y verdugo, promueve una ignominiosa campaña contra políticos del pasado y del presente, así como contra sus familiares -vivos o muertos- que pudieran resultar peligrosos para la sagrada unidad de España. Se inventan y filtran informes, buscan testigos -resulta intrascendente si son convictos, fiables, anónimos, despechados, hostiles, creíbles-, y se publican rumores, insinuaciones, habladurías, manipulaciones y falsedades. Utilizan los medios informativos escritos y/o en radios y TV afines e incansablemente intoxican a la ciudadanía (y a la judicatura), con supuestos casos de corrupción en lo que califican despectivamente como oasis catalán; acusan a la casta política de desviar recursos públicos, tráfico de influencias y mil delitos más, que ofertan a la ávida audiencia como visto para sentencia con implicados culpables, convictos y confesos.... antes que se hayan producido imputaciones judiciales, e incluso antes que se haya iniciado la pertinente investigación policial oficial. ¡No importa!. Así se abona el terreno de la siempre predispuesta judicatura española para que se abran diligencias y se hagan imputaciones, que sin duda concluirán con una sentencia de culpabilidad.... ¡al cabo de veinte años!. Tal es la eficacia del sistema judicial español. El peligro de este proceder tan cavernario es la poca credibilidad que tiene. Cuando se exagera, se manipula, se miente y se insiste hasta la extenuación, la desconfianza hacia los pseudoperiodistas y la metajudicatura se extiende entre los anonadados e incrédulos ciudadanos. Y un buen día, desconfiaremos también de cualquier denuncia verdadera que tenga como origen una supuesta investigación periodística de la caverna mediática.

"El gran saqueo" denunciado por la prensa internacional, "la mala leche" derrochada por la brunete mediática y la anticuada y provinciana hidalguía de los mandatarios españoles están hundiendo a España. Y con ella, a los españoles. ¿No es comprensible que los catalanes no queramos vernos arrastrados al abismo?. Nuestra nación, Catalunya, solo aspira a la prosperidad y a la libertad que ahora no podemos disfrutar a causa de las estupideces que hacen y dicen el Gobierno central y sus circunstancias (las élites hispano-madrileñas). Ellos anteponen los intereses de Merkel y compañía al de los sufridos ciudadanos españoles. Las decisiones económicas, laborales, mediáticas, judiciales y políticas que toma el Gobierno y las instituciones españolas, son tan nefastas y vergonzosas que resulta lógico que la mayoría de catalanes hayamos optado por la independencia. Anteponen su constitución a principios democráticos universalmente reconocidos. Y prosiguen su interminable marcha hacia el abismo.... ¡Por Dios bendito!. ¡Si todavía pretenden organizar los Juegos Olímpicos del 2020 en Madrid, capital de un estado arruinado, ciudad con una deuda acumulada de 7.000 millones de €!.

Genio y figura hasta la sepultura. Arrogancia e ínfulas. Puro provincianismo...... Características dominantes entre las élites españolas. Para desgracia de los españoles.


   


dimecres, 2 de gener del 2013

¡CATACROC!: CONJURAS Y AGRESIONES ESPAÑOLISTAS.

Después de unos pocos días de descanso invernal prosigo mi interminable cruzada soberanista, utilizando mis propias palabras y opiniones en tal empeño para propiciar (si ello fuera posible) que los castellano-parlantes que viven, aman y por suerte trabajan -o no- en Catalunya, puedan disfrutar de los mismos anhelos y esperanzas que gozamos los que  hablamos, sentimos, pensamos, en definitiva vivimos la vida en catalán, y sabemos que la justicia y la prosperidad de nuestra Nación solo las alcanzaremos con plenitud cuando conquistemos la independencia. Gracias a la campaña que hemos iniciado contra la metrópoli española, el final feliz está cercano; y deseamos compartirlo con todos nuestros compatriotas. Incluso con los indecisos y atemorizados.

Utilizo términos como "cruzada", "conquista", "campaña", "batalla" o "contienda", sabedor de las connotaciones bélicas de los mismos. En realidad no me queda otra alternativa, puesto que desde España nos llegan aguerridos redobles de tambores e imperiosas y sonoras órdenes de mando militares, mezcladas con estridentes ruidos de sables. Todo ello debidamente estimulado y encauzado desde los púlpitos de la caverna madrileña que como es sabido tiene asentados sus reales en el centro de la península y que, según sus pretensiones, es el epicentro del mundo mundial. Concretamente desde la brunete mediática. La guerra que desde Madrid han desatado contra el independentismo catalán resulta tan grotesca, tan exagerada, que cabe atribuir a los actores ultra-españolistas que la co-protagonizan pocas luces mentales, muchas sombras intelectuales y escasez de argumentos políticos que enfrentar al soberanismo catalán. Desgraciadamente el único que utilizan, ciertamente con notable soltura, es el de la fuerza bruta. Las alternativas a los anhelos democráticos de Catalunya que ofrece España son la amenaza y la intimidación político-mediático-militar, características  todas ellas fuertemente enraizadas en el imaginario español.

Las armas que emplean en favor de su causa van desde las burdas y esperpénticas noticias referidas a Catalunya (como es el caso de Alerta Digital), pasando por la manipulación y falsedad informativa (El Mundo), para concluir en el absurdo de la pura y dura amenaza (caso de la Asociación de Militares Españoles). La AME se rasga dramáticamente las vestiduras a causa de los silbidos y abucheos que cosechó "la más alta autoridad militar de Catalunya, Teniente General Don José Manuel Muñoz" durante la ceremonia de toma de posesión de Artur Más como 129 presidente de la Generalitat de Catalunya. "Fue insultado e increpado por los catalanes separatistas", se lamenta en el comunicado emitido con motivo del agravio infligido al insigne militar. Concluye su advertencia afirmando que "estos hechos -silbidos, insultos y soberanismo- son la frontera última de lo que no se puede traspasar y que pudiera terminar en un conflicto civil entre españoles que resultara en la desintegración de España, dando lugar a una situación que deviniera, de modo lamentable pero necesariamente irreversible, en el cumplimiento de la misión que la Constitución Española, basada en la soberanía nacional -que reside en el pueblo español y no en el Parlamento Nacional, no se olvide-, asigna a los Ejércitos". Lo dicho, unas declaraciones ciertamente graves y a la vez exageradamente grotescas e inaceptables en cualquier democracia europea...¿Excepto en España, tal vez?.

Las prédicas pseudoperiodísticas teñidas de un intenso amarillismo que lanzan desde determinadas tribunas mediáticas madrileñas, no cejan en sus fervores unionistas y catalanófobos, en pos de la rendición y sometimiento del independentismo catalán. Así sucede, entre otros medios cavernarios, en El Mundo. Persiste en el empeño de apuntillar el soberanismo catalán, encarnizándose con la familia Pujol y con Artur Mas. En su delirio debe pensar que "muerto el perro, muerta la rabia". Hace oídos sordos cuando desde la Audiencia Nacional (por cierto, de tenebrosas reminiscencias franquistas), el juez Pablo Ruz rechaza investigar los testimonios de Javier de la Rosa (convicto) y de una despechada ex-novia de Jordi Pujol Ferrusola, porque solo aportan generalidades -y mucha inquina-. Así mismo prosigue la (des)información sobre el ya famoso informe policial -del que nadie se hace responsable-, hasta el punto que desde El País -justo es reconocerlo- se llega a acusar a los "mandos policiales que actúan contra políticos catalanes al margen de la ley". El medio progresista español denuncia en un extenso y documentado artículo, maniobras oscuras para combatir el soberanismo a partir de denigrar a los gobernantes catalanes difundiendo acusaciones falsas o sin pruebas. Esta "Conjura policial contra el soberanismo" inspirada desde las cloacas del Estado, ha alumbrado hasta cinco informes que circulan impunemente por las redacciones de los medios de comunicación, a la espera de quienes se muestren dispuestos a utilizarlos a favor de la noble causa unionista, por el bien de España y de los españoles. Mezclar atestados desechados hace 20 años, junto a declaraciones de confidentes anónimos anti-independentistas; recoger rumores y habladurías de la red, poner un sello aparentemente oficial y.... ¡voilà!, aparece un informe policial. En la brunete mediática no sobra precisamente la ética periodística, ni el sentido de mesura y de justicia; ni tan solo elementales principios democráticos, tan necesarios entre los buenos periodistas.

Entretanto, desde el Ministerio de Interior continúan afirmando que aún no saben quién fabricó el informe con sello de la UDEF. Y el ministro Jorge Fernández Díaz no dimite. Es más, el ministro Montoro y la vicepresidenta Sáenz de Santamaría siguen sin disculparse por dar pábulo a tales falacias. ¿Tal vez porque el origen de los informes se encuentra cercano al Partido Popular, concretamente en las cloacas de ese partido?. Chi lo sa... Acusaciones sin pruebas, descalificaciónes al juez implicado en el caso, siembra de dudas entre los fiscales, agentes anónimos que deslizan graves acusaciones contra periodistas, informes contra Mas que confunden millones de pesetas (¡!) con millones de euros. Estos son los argumentos más recurrentes que se utilizan contra el soberanismo catalán y a favor de España. Y en defensa de la guerra sucia desatada por El Mundo, afirmaciones como que "El País embarra el campo para ayudar a la cúpula de CiU". O servirse del más ridículo victimismo al acusar a Artur Mas de "haber querido ofender a los españoles" en la ceremonia de toma de posesión¡Realmente alucinante!.

¡Qué envidia sentimos por el proceder de los políticos y periodistas británicos!. Escocia sufrirá el acoso unionista con argumentos, debates, discusiones. Lejos quedarán las amenazas militares, las mentiras mediáticas y las imposiciones (ordeno y mando) de las élites gobernantes británicas. ¡Incluso se han puesto de acuerdo para la convocatoria de un referéndum y sobre la pregunta que se formulará!. La política es el arma que el Reino Unido utiliza para intentar conseguir que Escocia no se independice. Justo al revés de lo que hace España. La seductora alternativa que ofrece España a Catalunya es: expulsión de la UE, atemorizar a pensionistas, agricultores, parados, estudiantes; boicot comercial; vuelos rasantes de caza-bombarderos, amenazas militares y agresiones mediáticas. Y como colofón, ¡catacroc!, trompazo con la Constitución. El resultado del proceder nacionalista español está a la vista: incremento exponencial del soberanismo catalán. Los independentistas catalanes acabaremos siendo deudores de España por la excelsa contribución que hace a la causa nacional catalana. Solo la fuerza bruta será capaz de retrasar lo inevitable. Pero más pronto que tarde, Catalunya alcanzará la plena soberanía. La anhelada independencia.