¿Cual es la situación actual de la cuestión catalana, desde España y desde Catalunya? En las últimas semanas se están produciendo determinados movimientos y declaraciones por parte de España, que me llevan a pensar que las relaciones entre ambas naciones han llegado aun punto de no retorno. Ya nadie puede dudar que la confrontación es inevitable. Le llaman choque de trenes. Las cartas están servidas. España quiere "domesticar" a los catalanes y para ello está dispuesta a todo. Se está llegando a la extorsión económica. El secretario de estado de hacienda ha amenazado con intervenir a la Generalitat si no se somete a los dictados del gobierno central en materia financiera. No se apoya verdaderamente el corredor Mediterráneo. Se vislumbra en el inmediato futuro una clara y perniciosa injerencia en materias como la sanidad y educación. Se abren falsos debates sobre si las comunidades autónomas deben tener canales de TV públicos. Por otro lado, se apoya y promociona con redoblado entusiasmo el corredor por el centro de la península, que atraviesa los Pirineos por Aragón. Se culpa de la crisis económica al supuesto despilfarro de las autonomías. En fin, se está produciendo una autentica ofensiva con todos los medios disponibles, ya sean económicos, mediáticos, judiciales, destinada a acabar de una vez por todas con el estado autonómico español y sobretodo, de exterminar para siempre con esa odiosa y virtual idea que tienen los catalanes de Catalunya. Se trata en definitiva y como ha dicho el señor Rajoy de que las autonomías estén al servicio y para el engrandecimiento de España.
No parece que se puedan buscar argumentos, desde Catalunya, que puedan servir para reconducir esta negativa situación. Bueno, buscar argumentos si se puede, pero que ello sirva para algo, ya es mas dudoso. Porque un buen argumento es que el déficit financiero de Catalunya es debido, primero a la deslealtad del gobierno de Zapatero, que dicto leyes (dependencia) sin recursos económicos suficientes y segundo al seguidismo que el gobierno de Montilla ha hecho. Otro argumento es que el déficit fiscal que año tras año sufre Catalunya, se está demostrando por enésima vez como insoportable. No importa que el corredor Mediterráneo sea más eficiente, más rentable y mas necesario para los intereses económicos de toda la península. Se trata de dividir en dos mitades a los escolares catalanes y de enfrentar a la sociedad catalana por cuestiones lingüísticas y por extensión, por cuestiones puramente políticas. Se trata de apoyar a las empresas privadas de TV para que sean los "referentes culturales" y homogeneizadores de todo el Estado, independientemente de la lengua propia de cada comunidad.
No. Ningún argumento, ninguna razón, hipótesis o hechos pueden hacer cambiar a España. España no quiere cambiar. España quiere aplastar cualquier atisbo de diferencia. A España no le sirve la Justicia, la Tolerancia ni la Razón, para comprender a los catalanes y aceptarles como son y no como ellos quisieran que fueran, "castellanos" y sumisos.
Por mi parte, no quiero cambiar a España. Lo que quiero es que me dejen ser libre. Si tienen problemas con su estado autonómico, ese que ellos han montado para diluir a Catalunya y País Vasco, que se lo arreglen. Si no aceptan que gran parte de sus problemas económicos vienen dados no solo por la crisis internacional, sino por el despilfarro de querer ser el país con más kilómetros de alta velocidad del mundo, o por sus ansias de ser más que Italia, pasar a Francia y alcanzar a Alemania en lo económico, sin tener en cuenta que cada año Europa le daba un billón de las antiguas pesetas. Sin que los fondos europeos fueran empleados eficientemente en el desarrollo de las zonas más deprimidas del estado; o basar el crecimiento en la construcción y el enriquecimiento rápido, o en construir aeropuertos mastodonticos en la Mancha, mientras en Banco de España se dedicaba a mirar hacia otro lado, mientras la caja de ahorros castellana se hundía irremisiblemente. No valen estos ni otros argumentos para hacer entrar en razón a España. Su meta es otra, se trata de anular al catalanismo, que esta caminando con gran rapidez hacia la independencia (y aunque les cueste creerlo, gracias fundamentalmente a España, a sus políticos, a sus medios de comunicación, a sus instituciones).
No, decididamente no quiero cambiar a España. No. Somos muchos que ya hemos desistido de tan imposible hazaña. España se gusta y esta cómoda consigo mismo. Los que no estamos cómodos somos la mayoría de catalanes y por tanto, somos nosotros que tenemos que tomar la iniciativa. Ya es hora. Las cartas están sobre la mesa y el juego ha comenzado. Aceptemoslo y juguemos.
Pero, ¿como?.
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