"En Cataluña no hay un problema de independencia, sino de convivencia entre catalanes". Esta es el simplista diagnóstico que el reciente y flamante nuevo presidente del Gobierno de España venía defendiendo hasta ahora ante todo aquel que quisiera escuchar. Pero .... ailás!. Para lograr la abstención de ERC y ser investido como presidente del gobierno ha tenido que modular su discurso políticamente irresponsable sobre qué pasa en realidad en Catalunya, hasta el punto de aceptar que entre Catalunya y el Estado existe un conflicto político que requiere soluciones políticas. Y a causa de ello ha estallado la más grande y virulenta tormenta política que hasta ahora ha sufrido España. El hecho de que ERC, con su abstención, haya conseguido el reconocimiento de la existencia de un conflicto político y por tanto, la necesidad de negociar una solución política y no judicial, ha desatado la más descarnada y virulenta reacción de la derecha españolista con representación en las Cortes, dentro de la cual también podemos incluiré sin temor a equivocarnos a la mayoría de prensa madrileña y todas las instituciones, públicas y privadas, que se encuentran en la órbita del franquismo sempervivum imperante dentro de esta malograda y desventurada España. Talante histórico que incluso infecta algunos personajes del actual socialismo sobrevenido, como son Emiliano García-Page, presidente de Castilla La Mancha o Javier Lambán, presidente de Aragón.
Hay que decir que hasta hace poco la derecha se había mostrado aparentemente centrada, moderada y constitucionalista. Es cierto que siempre ha actuado con intransigencia y exacerbado españolismo pero no es menos cierto que intentaba disimularlo tanto como podía. Lo hacía no reconociendo su acentuado nacionalismo españolista porque es excluyente y pasado de moda. Lo disfrazaban bajo el nombre de la patria, lo escondían detrás de la constitución y lo enmascaraban manipulando y mangoneando la política y la administración pública, la economía y las finanzas, la legislación, la judicatura, la fiscalía e incluso la policía.
¡Pero he aquí que apareció C 's!. Este partido no sabía ni quería disimular ni camuflarse, sino todo lo contrario. En cambio sí que quería aniquilar el nacionalismo -¡catalán!-, la lengua -¡catalana!-, la autonomía encarnada por la Generalitat y todo aquello que representa la singularidad e identidad nacional catalana. ¡Este era su destino!. ¡Por eso nacieron!. Y con ellos también lo hizo la única nación consagrada en la Constitución -¡la nación española! -, la consolidación de la hegemonía y expansión de la lengua castellana por encima y a cargo de las otras lenguas peninsulares, así como la necesidad de parar los pies al catalanismo porque ponía en peligro la uniformidad y la esencia de la España eterna. Una vez abierta la puerta al españolismo más inflamado, usurpado el centrismo político y desatando las más bajas pasiones de muchos españoles, por supuesto no nacionalistas, arrastraron hacia ellos la derecha tradicional, el PP, la de siempre, desplazando abruptamente el espacio de centro hacia la derecha y más allá. Fue entonces cuando el atávico franquismo sempervivum vio las puertas del cielo abiertas de par en par. VOX renació repentinamente de sus propias cenizas, se sacó todas las caretas, disfraces y complejos bajo los que se escondía y comenzó la reconquista en todo el Estado del nuevo y descentrado centro, sesgado más hacia la extrema derecha política española existente desde los tiempos de Franco. Como había hecho unos cuantos siglos antes otro muerto viviente, El Cid, que conquistó el reino de Valencia después de muerto según fabulan las leyendas castellanas, VOX volvió ..... donde nunca había dejado de estar presente.
¡Y hasta aquí hemos llegado!. ¡Por ahora!. A un gobierno de coalición de las izquierdas y tres partidos hiper-diestros arañandose entre ellos, mientras se pelean por apropiarse y aferrarse al espacio de la extrema derecha franquista nacional-católica y abominando de los pactos y acuerdos alcanzados entre socialistas, comunistas y separatistas ...... ¡Aquí es donde nos hallamos ahora!.
Pedro Sánchez se ha sometido a una investidura, que ha ganado, apoyado por PODEMOS y cinco pequeñas formaciones más, con la abstención de ERC y EHBildu. Ya antes de que fuera investido, la triplicada extrema derecha españolista había tildado el probable gobierno resultante como Gobierno frankenstein. Todas las descalificaciones y amenazas políticas, económicas e incluso judiciales habían sido puestas en solfa tanto por los partidos franquistas como por toda la prensa cavernaria que se hace y deshace en Madrid, incluida TV y Radios públicas y privadas. Pero lo mejor estaba reservado a ocurrir durante las dos sesiones del debate de investidura desarrolladas en la sede del Congreso de Diputados .....
CONTINUA......
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada