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dijous, 30 de maig del 2019

y 3/ TÁCTICAS DEL UNIONISMO Vs. RESPUESTAS DEL INDEPENDENTISMO.

En la actualidad podemos afirmar que no existe ningún retroceso en las ansias de independencia de los catalanes. El apoyo a la independencia gira alrededor del 55% del cuerpo electoral catalán, a pesar que desde España solo reconocen menos del 48% de votos favorables al . Si no existieran la hostilidad, manipulación y amenazas y se pudiera -¡si España quisiera!- pactar y celebrar un referéndum de autodeterminación con España, legal y con todas las garantias apropiadas no me cabe la menor duda que podría llegarse con facilidad a más del 65% de votantes favorables a la independencia. Por este motivo no lo pactaran jamás. Y por esta misma razón persisten en el divide et impera.....

Nos encontramos ante un ciclo electoral abrumador. Elecciones generales, municipales, autonómicas, europeas en un mes y muy probablemente, elecciones al Parlament de Catalunya este mismo año, como respuesta a las previsibles sentencias condenatorias dictadas contra los presos políticos juzgados en Madrid. Es muy probable que la sentencia y condena de los políticos provoque un notable incremento y reforzamiento del independentismo, así como el grado de indignación de la sociedad civil catalana. Por todo ello el unionismo nacionalista español persistirá en la guerra sucia y aumentará el fomento de la división y enfrentamiento dentro de las filas soberanistas. ¡Ahora ya lo están haciendo!.

Mientras el unionismo ataca despiadadamente a Carles Puigdemont y otros exiliados y juzga deshinibidamente a Oriol Junqueras y el resto de presos políticos, los partidos nacionalistas españoles y su prensa afín al régimen construyen su relato basado en una supuesta confrontación entre el president de la Generalitat y el vicepresidente y entre JxCat y ERC, las dos formaciones que sustentan el govern. Cuando uno dice algo que no dice el otro lo realzan, lo magnifican y concluyen que existe enfrentamiento entre ellos. Cuando un partido hace una propuesta y el otro no la comparte, remarcan que hay una fractura dentro del independentismo y lo airean exageradamente. Si se producen contradicciones entre diferentes sectores soberanistas, o uno se manifiesta más radical que el otro o más moderado en las formas, o más exaltado, o sencillamente no dicen ni piensan lo mismo, sentencian alborozados que dentro del independentismo existen disputas y rencillas. Y entonces publican encuestas poco fiables para condicionar o dirigir el voto de los catalanes y aplauden desaforadamente las ganancias o pérdidas en intención de voto para repartir elogios y enjabonadas a los supuestos moderados o pragmáticos y reproches a los supuestamente más radicales. Tampoco podemos olvidar la burda utilización que hace el Estado español -¡los trolls están haciendo su agosto!- de las redes sociales como facebook, twitter y la caverna mediática madrileña, empleadas para sembrar confusión, provocar reacciones desaforadas, buscar pelea, profundizar diferencias o para hurgar en las heridas con la única intención de causar daño y destruir al adversario político.

¿No es lógico que entre formaciones políticas de diferente ideología haya pluralidad y diferencia de opiniones?. ¿No es normal que las personas piensen y discrepen las unas de las otras?. ¿No es natural que tengan una visión del Mundo distinta?. Y más teniendo en cuenta el ciclo electoral en que estamos inmersos......

Lo cierto es que el unionismo está ejecutando una tarea propia de mosca cojonera que ocasionalmente consigue enfrentar -¡nos sacan de quicio!- las diferentes sensibilidades del independentismo. Pero lo que jamás conseguirán es que los independentistas dejemos de serlo. ¡Se mantienen los objetivos independentistas intactos!. La voluntad individual y colectiva es el cemento que une las personas -los ladrillos- que construyen el edificio de la República. Y las molestas moscas incomodan, pero nada más. No detienen, ni convencen, ni pueden destruir nada de nada. Solo molestan.

El problema es cómo construiremos la República. Puesto que es inútil pedir un pacto para convocar un referéndum con quien se niega a negociar la autodeterminación. Rajoy fue el hombre del no a todo y Sánchez es el hombre del no a casi todo. Por tanto niegan que ya existe una mayoría favorable a la independencia. ¡Incluso niegan la existencia de exiliados y presos políticos!.

¿Qué podemos hacer, pues?. La respuesta a esta pregunta es muy sencilla. El 1 de octubre de 2017 hicimos un referéndum y lo ganamos holgadamente. A sangre y fuego, pero lo ganamos. La mayoría a favor de la independencia fue apabullante, a pesar de la violenta represión desatada por el Estado español asediando y atacando colegios electorales, robando urnas y papeletas y golpeando a diestro y siniestro a todos aquellos que se pusieran al alcance de sus porras, escudos y balas de goma. Es cierto que los hechos de septiembre y octubre de 2017 implicaron la declaración unilateral de independencia -¡la DUI!- jamás aceptada por España aunque la determinación de los ciudadanos permitió llegar al objetivo deseado: la anhelada independencia. Por tanto, lo que nos señala el camino es la unilateralidad, el proceso constituyente -incluyendo el referéndum de aprobación de la Constitución catalana- y la Democracia. ¡No hay más!.

Si la independencia ya la hemos ganado solo nos falta defenderla. La única vía que nos queda es hacer efectiva la unilateralidad ya ejercida mediante la desobediencia individual y colectiva, ciudadana e institucional, así como la movilización masiva de los soberanistas, independentistas o no, ocupando plazas y calles de ciudades y pueblos de toda Catalunya con la firma determinación de defender la República y la Democracia que ahora nos niega España utilizando la brutalidad policial, judicial y política.....

No nos pararan porque no nos pararemos. ¡Y volveremos a ganar!. Por más que los unionistas se empeñen en querer dividirnos.... Les hemos tomado la medida.

¡Y nosotros si somos demócratas y defendemos la Democracia sin ambages!.







dimarts, 28 de maig del 2019

2/ TÁCTICAS DEL UNIONISMO Vs. RESPUESTAS DEL INDEPENDENTISMO.

¡Divide y vencerás!. Esta fue la divisa grabada a fuego sobre el lomo del sagrado libro que recoge todo aquello que quiere ser España, cómo serlo, a donde ir y cómo llegar a la meta deseada en su condición de estado-nación modélico..... Tal vez sea más acertado decir ciudad-nación, puesto que todo gira alrededor de Madrid. ¡Madrit, rompeolas de España!.

La Constitución española es interpretable pero siempre lo ha sido a favor de un país -ni siquiera a favor de unos ciudadanos- condicionado por cuarenta años de franquismo. La dictadura supuso el blanqueo del denostado franquismo. El autoritarismo dictatorial se fusionó con los principios democráticos parlamentarios al uso de tal forma que la criatura resultante fue una especie de ente simbiótico -¡parasitario!- surgido de dos realidades antagónicas. La glorificada transición normalizó el franquismo mientras la democracia española perdía principios. De la ley a la ley, proclamaban los más ilusos. Esta fue la primera batalla que ganó el franquismo. ¡Victoria apabullante de los antidemócratas sobre los demócratas!. Los franquistas obtuvieron total inmunidad -¡impunidad!-, conservaron poder político y todos los privilegios y prebendas conseguidos durante cuarenta años de hegemonía dictatorial. Y lo que es más importante, conservaron el poder de condicionar e influir sobre todas las instituciones del Estado. Judicatura y fiscalía, policía y guardia civil, ejército y servicio secreto, funcionarios, empresas públicas..... Los demócratas consiguieron la legalización de los partidos políticos y una apariencia de democracia parlamentaria que el paso del tiempo ha ido menguando en principios democráticos y en libertades y derechos, de forma sibilina pero constante. Desde entonces la Democracia se ha ido diluyendo pausada e inexorablemente. Así pues, el franquismo sociológico se ha impuesto inequívocamente con total contundencia.

Esta victoria franquista es la que marca el inicio de la causa general emprendida contra el independentismo. "Antes se romperá Catalunya que España", proclamó José Maria Aznar expresando más sus deseos e intenciones que la realidad. Primero se creó el mito de la división social y enfrentamientos entre catalanes. Según el unionismo las familias se rompieron debido a la cuestión independentista. Padres contra hijos, abuelos contra nietos, hermanos contra hermanos. En las Fiestas Navideñas no se sentaban en la misma mesa porque discutían y se peleaban. Posteriormente crearon la figura del unionista perseguido, mientras cínicamente tachaban a los independentistas como victimistas. Los unionistas no podían decir que lo eran puesto que los independentistas los asediaban encarnizadamente. Sufrían intimidación y escraches en todo momento, mientras proclamaban consternados que tenían que esconder su españolismo por miedo y amenazas. También denunciaron que los medios de comunicación públicos catalanes hacían propaganda anti-española, los censuraban y menospreciaban. Que la escuela catalana adoctrinaba a los alumnos en el odio a España y a la lengua castellana. Asimismo desde la prensa cavernaria  se creó una realidad alternativa absolutamente fake con el objeto de demonizar políticos, partidos, instituciones y entidades sociales por el mero hecho de declararse independentistas, mientras se dedicaban a esparcir hacia el resto del Estado una imagen absolutamente deformada de la realidad catalana con el único objetivo de desinformar a sus compatriotas y autojustificar las arbitrariedades que implacablemente iban imponiendo desde Madrit contra Catalunya y los catalanes. Recursos ante el TC sobre todas las leyes aprobadas por el Parlament. Requerimientos y amenazas judiciales, fiscales, policiales, gubernamentales y del Tribunal Constitucional. Mediáticos y aparatosos registros -con o sin mandamiento judicial- en sedes de instituciones oficiales, ayuntamientos y empresas privadas vinculadas o colaboradoras con la Generalitat. Detenciones arbitrarias de funcionarios y políticos. Acoso a alcaldes y concejales por parte de la fiscalía. Requerimientos contra lazos amarillos, pancartas, payasos, raperos y contra declaraciones políticas. Férreo control -una auténtica intervención financiera- de la hacienda catalana. Intromisión fraudulenta por partidista de la Junta Electoral Central, censurando inquisitorialmente las campañas electorales y la información de los medios de comunicación. Actuación del Tribunal de Cuentas para expoliar el patrimonio de políticos catalanes con la única intención de arruinarles como venganza. Y toneladas y más toneladas de insultos y amenazas de toda clase contra el movimiento independentista en general.

También procedieron a la aplicación a la carta del articulo 155 de la Constitución, lo cual se tradujo en la destitución de govern legítimo, disolución del Parlament y la usurpación por parte de la administración española imponiéndose y ocupando la catalana. Desde la judicatura se aprobaron dictámenes, resoluciones y disposiciones ordenando a quien se podía votar o no, cómo se había de votar y de qué se podía hablar o no en el Parlament. Y ahora nos hallamos en la fase de la venganza, del escarnio, del escarmiento indiscriminado contra los principales protagonistas defensores de la independencia: ¡el juicio farsa!. Por cierto, venganza que reunirá todas las garantias procesales de la ley española habidas y por haber, pero bendecidas y aplicadas por una judicatura de tradición netamente franquista, mediatizada por el poder político que a su vez depende de judicial y debidamente apoyado y sostenido por el Congreso y el Senado, dependientes del ejecutivo y sumisos al judicial a la vez. Y todos ellos bajo la paternal mirada y aprobación del Tribunal Constitucional..... Un  totum revolutum jamás visto en un Estado europeo, que presuma de respetar la separación de poderes y de ser un estado de derecho modélico.

Mientras la respuesta del unionismo iba cogiendo la forma de brutal represión sin cuartel ni consideración alguna, con violencia física policial, con una extemporánea judicialización de la política y politización de la justicia y la separación de poderes y la libertad de expresión dejaban de existir en Catalunya, el independentismo se afanaba en aferrarse a los principios democráticos universal aceptados, así como al pacifismo militante y a la desobediencia ciudadana, de una forma casi enfermiza por su persistencia. Consultas populares, manifestaciones multitudinarias siempre pacíficas, revolución de los lirios en las manos y sonrisas en los rostros, elecciones plebiscitarias, leyes de transitoriedad, debates parlamentarios y, por fin, el referéndum de independencia del 1 de octubre de 2017. El resto ya es sobradamente conocido......






CONTINUA...........






1/ TÁCTICAS DEL UNIONISMO Vs. RESPUESTAS DEL INDEPENDENTISMO.

Es hora de volver la vista atrás para entender lo que pasa aquí y ahora. Y lo que es más importante: ¿Qué deberemos hacer en el próximo futuro para poder colmar los auténticos hitos de libertad, justícia y plena soberanía que tanto anhelamos para nuestro querido y atribulado país?.

Si miramos hacia atrás veremos que desde que se inició la segunda década del presente siglo la mayoría de ciudadanos catalanes dijimos basta, ante las arbitrariedades surgidas desde la España inmemorial, con base a los abusos y petulancia demostradas por los partidos españolistas, Tribunal Constitucional, gobierno de la nación y el resto de instituciones y entidades del Estado, a raíz de la tramitación, aprobación, referéndum y anticonstitucionalidad que provocó el segundo estatuto de autonomía catalán. ¡Basta!, gritamos todos. Entonces se acabó la maldita transición del 78, así como el autonomismo ful y castrador, renaciendo sorpresivamente el independentismo con mayor fuerza como jamás se había alcanzado hasta entonces. Aquel cambio de paradigma ciudadano se tradujo en un continuo de decisiones y acciones que iniciaron lo que se conoce como proceso hacia la independencia de Catalunya. El procesismo -tan criticado ahora- estaba en marcha. Primero mediante una serie de consultas populares auto-organizadas por la sociedad civil. Desde esta misma sociedad civil surgieron nuevas entidades y asociaciones como pueden ser la ANC, SÚMATE o la AMI, que se sumaron a las ya existentes, como ÒMNIUM y otras, todas ellas fortaleciéndose año tras año a causa de la fuerza e impulso mostrados por sus afiliados y por el éxito conseguido en las acciones -manifestaciones y movilizaciones multitudinarias, festivas y pacíficas- emprendidas a favor de la independencia. ¡Aquello resultó ser un verdadero tsunami!. ¡Lo arrasó todo!. Incluso los partidos soberanistas y sus líderes no tuvieron otra opción que no fuera sumarse incondicionalmente al movimiento independentista impulsado por los ciudadanos.

Al principio la respuesta del Estado fue de incredulidad. Aquello era un soufflé que se deshincharía con gran rapidez. Pero al poco tiempo provocó primero una cierta angustia y a continuación auténtico pavor. ¡El tsunami catalán resultó imparable!. Sonaron las sirenas de alarma nacional-españolistas llamando a la movilización general de todos los estamentos del Estado en defensa de la sagrada unidad de la patria. Todas las instituciones y todo buen español se pusieron en marcha. Partidos de ámbito estatal, gobierno, Congreso, Senado, judicatura, fiscalía, policía y guardia civil, el IBEX 35, medios de comunicación públicos y privados..... Y todo el ejército de ratas purulentas que viven y trabajan en las malolientes cloacas del Estado. Todas las armas fueron permitidas. Ingentes cantidades de recursos de toda clase se pusieron a disposición de verdaderos y ardorosos salvadores de la patria, envueltos con la rojigualda y armados hasta los dientes con la sagrada y pétrea Constitución española a modo de martillo de Thor justiciero y apabullante. Y la guerra dió comienzo.....

La táctica del unionismo se evidenció enseguida. El Divide et impera romano fué adoptado como divisa -un auténtico mantra- en todas las acciones emprendidas contra el independentismo. Se levantó la veda de la persecución y represión ad hominem contra los soberanistas. La libertad de expresión y opinión sufrieron continuos recortes hasta que su ejercicio se ha vuelto casi imposible. La guerra contra el parlamentarismo estalló de la mano de los partidos nacionalistas españoles con la plena complicidad y complacencia de la fiscalía y el Tribunal Constitucional. La causa general contra el independentismo se puso en marcha. Surgieron como setas fantasiosos instructores judiciales, fiscales afinadores, policías patrióticos, guardia civiles sedientos de rabia y pseudo-periodistas dispuestos a fabricar y publicar toda clase de noticias manipuladas o directamente falsas y esparcir toneladas de mierda encima de quienes para ellos no son más que enemigos políticos a los cuales aplastar y aniquilar debido a las perniciosas y osadas ideas que defienden con tanta determinación: Democracia, Libertad, Justicia y pacifismo. Es decir, Independencia 





CONTINUA.................