¿Existe un cambio de paradigma dentro del mundo independentista?.
Esquerra Republicana ha celebrado una conferencia nacional bajo el lema "Ahora, la República Catalana". Las directrices de esta conferencia las han marcado el mensaje emitido desde Estremera, donde permanecía encarcelado Oriol Junqueras antes del traslado y que ha leído uno de los hombres fuertes de esquerra, Gabriel Rufián. La carta de Junqueras, una auténtica epístola a los Corintios -casi bíblica-, contiene algunas de las claves que nos pueden llevar a pensar que, efectivamente, el paradigma del independentismo por lo que se refiere a ERC está cambiando de prioridades y de medios para llegar al objetivo final, la deseada República. Ahora, la prioridad no es conseguir la independencia cuanto antes. Ahora lo primero debe ser ampliar la base social que sustente esta independencia contando con aquellos que si bien se declaran soberanistas de izquierdas, rumian más que las vacas cada vez que oyen la palabra maldita: independencia. Prefieren hablar de federalismo y de proceso constituyente refiriéndose a un cambio de la Constitución española e incluso se regocijan alborozadamente como criaturas cuando hablan de república aunque dejando claro que se trata de la tercera república española.
ERC, o al menos la cúpula dirigente actual, justifican este nuevo paradigma al aceptar las tesis que defienden Els Comuns e incluso las de los mismísimos socialistas de derechas guarecidos bajo las siglas del PSC. No existe suficiente base social a favor de la independencia, a pesar de que se halla por encima del 50% del electorado. No se deben escuchar discursos nacionalistas excluyentes salvo los que hacen los nacional-constitucionalistas-unionistas españoles. De hecho, esgrimen que se debe de hacer menos ruido y ser más eficaces porque sino puede caerse de nuevo en el autonomismo. Es decir, o el independentismo acepta la supuesta eficacia del estado español, se muerde la lengua y calla y se somete a Madrit, o volverán las montañas nevadas y banderas al viento que nos ofrece la actual Constitución española blandida agresivamente por "populares, ciudadanos y socialistas", lo cual es el hecho esgrimido por el unionismo para propiciar y alentar un supuesto fraccionamiento de la sociedad catalana. Por cierto, fractura jamás producida..... Como mucho existen diferencias de opiniones, pluralidad política y debates ocasionalmente encendidos, pero la sociedad catalana no está ni dividida ni enfrentada. A lo sumo, esta supuesta fractura solo anida dentro del imaginario de los poderes fácticos unionistas.... ¡Por cierto, aunque poderosos son minoría!.
La misiva de Oriol Junqueras también contiene algunas consideraciones que pueden resultar un tanto discutibles, fruto de la injusta situación personal que está sufriendo. Atribuye a Esquerra la pesada carga de haber salvado el uno de octubre. También se lamenta de haber hecho la última campaña electoral con el principal candidato encarcelado. Y que ningún otro partido ha pagado un precio tan alto en forma de exiliados, encarcelados y represaliados. ¡Todo ello es muy cierto!. Pero también es válido para el PDCat, para Junts per Cat e incluso para las CUP. ¿Y que puede decirse de Jordi Cuixart de ÒMNIUM y de Jordi Sánchez de la ANC?. ¿No han pagado un precio demasiado alto?. Puestos a recordar debe aceptarse que ambos hace mucho más tiempo que están secuestrados y se hallan injustamente encarcelados. Y que las entidades por ellos presididas se han encargado de pagar religiosamente las fianzas y multas impuestas por la justicia castellana sin arrugar la nariz ni poner condiciones de ningún tipo..... El independentismo ha soportado de forma unitaria las malas artes y la mala leche, la violencia, las agresiones, el asedio, las mentiras mediáticas, los insultos y el autoritarismo judicial, fiscal y policial que el Estado español ha desplegado para combatir aquello que además de legítimo es absolutamente democrático y ejecutado escrupulosamente de forma pacífica. El éxito conseguido por el independentismo se puede atribuir a todos y muy especialmente a los millones de ciudadanos defensores de la Democracia y de la República, especialmente durante los acontecimientos ocurridos en el mes de octubre. Y todas las desventuras cosechadas tienen un único origen y unos únicos culpables: la ilegítima, arbitraria e ignominiosa aplicación del articulo 155 y de sus padres putativos, PP, C's y PSC-PSOE.
¿Y con Pedro Sánchez es con quien hemos de dialogar y pactar?. ¿Es con esta izquierda que se arrastra cogida de la mano junto a la derecha y la extrema derecha más ardorosamente nacionalista con los que debemos de vestir puentes y buscar entendimiento?. ¿Que puentes y que entendimiento?. ¿O tal vez debemos confiar en la izquierda representada por Els Comuns, que sueñan imposibles con una improbable tercera república, nueva constitución y federalismo puramente lampedusianos?.
Si ERC quiere ampliar la base con aquellos que nos quieren aniquilar o que nos quieren sumisos y callados lo único que conseguirán es empequeñecer el independentismo. ¡Les devoraran por arriba y por abajo!. ¡Por la izquierda, el centro y la derecha!.
No es la hora de pedir acercamientos de presos políticos a prisiones catalanas. Es hora de exigir la libertad sin cargos. No basta con pedir el regreso de los expatriados. Es hora de que vuelvan libres de absurdas acusaciones y con plenitud de derechos políticos y civiles. Es hora que la venganza de jueces y fiscales se detenga. Es hora de exigir garantias de que los patrimonios de los políticos no serán expoliados ni utilizados por parte del estado para castigar injustamente a los encausados. Es hora de que el filibusterismo político, judicial y policial pasen a la historia como pasó con la piratería en el mar Caribe. Es hora de exigir que se respeten los principios democráticos y un auténtico estado de derecho. No de la especie de democracia mutilada que ahora padece España, ni estado de derecho cojo en legitimidad, ciego en verdadera justicia y mudo en libertad de expresión.
Es hora de hacer aquello que dice el lema de la conferencia nacional de Esquerra Republicana de Catalunya: Ara, la República catalana.
Esquerra Republicana ha celebrado una conferencia nacional bajo el lema "Ahora, la República Catalana". Las directrices de esta conferencia las han marcado el mensaje emitido desde Estremera, donde permanecía encarcelado Oriol Junqueras antes del traslado y que ha leído uno de los hombres fuertes de esquerra, Gabriel Rufián. La carta de Junqueras, una auténtica epístola a los Corintios -casi bíblica-, contiene algunas de las claves que nos pueden llevar a pensar que, efectivamente, el paradigma del independentismo por lo que se refiere a ERC está cambiando de prioridades y de medios para llegar al objetivo final, la deseada República. Ahora, la prioridad no es conseguir la independencia cuanto antes. Ahora lo primero debe ser ampliar la base social que sustente esta independencia contando con aquellos que si bien se declaran soberanistas de izquierdas, rumian más que las vacas cada vez que oyen la palabra maldita: independencia. Prefieren hablar de federalismo y de proceso constituyente refiriéndose a un cambio de la Constitución española e incluso se regocijan alborozadamente como criaturas cuando hablan de república aunque dejando claro que se trata de la tercera república española.
ERC, o al menos la cúpula dirigente actual, justifican este nuevo paradigma al aceptar las tesis que defienden Els Comuns e incluso las de los mismísimos socialistas de derechas guarecidos bajo las siglas del PSC. No existe suficiente base social a favor de la independencia, a pesar de que se halla por encima del 50% del electorado. No se deben escuchar discursos nacionalistas excluyentes salvo los que hacen los nacional-constitucionalistas-unionistas españoles. De hecho, esgrimen que se debe de hacer menos ruido y ser más eficaces porque sino puede caerse de nuevo en el autonomismo. Es decir, o el independentismo acepta la supuesta eficacia del estado español, se muerde la lengua y calla y se somete a Madrit, o volverán las montañas nevadas y banderas al viento que nos ofrece la actual Constitución española blandida agresivamente por "populares, ciudadanos y socialistas", lo cual es el hecho esgrimido por el unionismo para propiciar y alentar un supuesto fraccionamiento de la sociedad catalana. Por cierto, fractura jamás producida..... Como mucho existen diferencias de opiniones, pluralidad política y debates ocasionalmente encendidos, pero la sociedad catalana no está ni dividida ni enfrentada. A lo sumo, esta supuesta fractura solo anida dentro del imaginario de los poderes fácticos unionistas.... ¡Por cierto, aunque poderosos son minoría!.
La misiva de Oriol Junqueras también contiene algunas consideraciones que pueden resultar un tanto discutibles, fruto de la injusta situación personal que está sufriendo. Atribuye a Esquerra la pesada carga de haber salvado el uno de octubre. También se lamenta de haber hecho la última campaña electoral con el principal candidato encarcelado. Y que ningún otro partido ha pagado un precio tan alto en forma de exiliados, encarcelados y represaliados. ¡Todo ello es muy cierto!. Pero también es válido para el PDCat, para Junts per Cat e incluso para las CUP. ¿Y que puede decirse de Jordi Cuixart de ÒMNIUM y de Jordi Sánchez de la ANC?. ¿No han pagado un precio demasiado alto?. Puestos a recordar debe aceptarse que ambos hace mucho más tiempo que están secuestrados y se hallan injustamente encarcelados. Y que las entidades por ellos presididas se han encargado de pagar religiosamente las fianzas y multas impuestas por la justicia castellana sin arrugar la nariz ni poner condiciones de ningún tipo..... El independentismo ha soportado de forma unitaria las malas artes y la mala leche, la violencia, las agresiones, el asedio, las mentiras mediáticas, los insultos y el autoritarismo judicial, fiscal y policial que el Estado español ha desplegado para combatir aquello que además de legítimo es absolutamente democrático y ejecutado escrupulosamente de forma pacífica. El éxito conseguido por el independentismo se puede atribuir a todos y muy especialmente a los millones de ciudadanos defensores de la Democracia y de la República, especialmente durante los acontecimientos ocurridos en el mes de octubre. Y todas las desventuras cosechadas tienen un único origen y unos únicos culpables: la ilegítima, arbitraria e ignominiosa aplicación del articulo 155 y de sus padres putativos, PP, C's y PSC-PSOE.
¿Y con Pedro Sánchez es con quien hemos de dialogar y pactar?. ¿Es con esta izquierda que se arrastra cogida de la mano junto a la derecha y la extrema derecha más ardorosamente nacionalista con los que debemos de vestir puentes y buscar entendimiento?. ¿Que puentes y que entendimiento?. ¿O tal vez debemos confiar en la izquierda representada por Els Comuns, que sueñan imposibles con una improbable tercera república, nueva constitución y federalismo puramente lampedusianos?.
Si ERC quiere ampliar la base con aquellos que nos quieren aniquilar o que nos quieren sumisos y callados lo único que conseguirán es empequeñecer el independentismo. ¡Les devoraran por arriba y por abajo!. ¡Por la izquierda, el centro y la derecha!.
No es la hora de pedir acercamientos de presos políticos a prisiones catalanas. Es hora de exigir la libertad sin cargos. No basta con pedir el regreso de los expatriados. Es hora de que vuelvan libres de absurdas acusaciones y con plenitud de derechos políticos y civiles. Es hora que la venganza de jueces y fiscales se detenga. Es hora de exigir garantias de que los patrimonios de los políticos no serán expoliados ni utilizados por parte del estado para castigar injustamente a los encausados. Es hora de que el filibusterismo político, judicial y policial pasen a la historia como pasó con la piratería en el mar Caribe. Es hora de exigir que se respeten los principios democráticos y un auténtico estado de derecho. No de la especie de democracia mutilada que ahora padece España, ni estado de derecho cojo en legitimidad, ciego en verdadera justicia y mudo en libertad de expresión.
Es hora de hacer aquello que dice el lema de la conferencia nacional de Esquerra Republicana de Catalunya: Ara, la República catalana.
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