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dilluns, 29 de gener del 2018

VOLVER A ENTERRAR EL FRANQUISMO..... ¡DEFINITIVAMENTE!

El gobierno de Mariano Rajoy anuncia que si el Parlament de Catalunya vuelve a elegir como presidente de la Generalitat al señor Carles Puigdemont, la aplicación del artículo 155 de la Constitución española continuará plenamente vigente.

El gobierno de España ha decidido que el Molt Honorable Senyor Carles Puigdemont i Casamajó no vuelva a ser el presidente de Catalunya. ¡No lo acepta!. Es decir, no acepta que la mayoría de diputados escojan la persona que democráticamente puede recibir el apoyo -¡la mayoría absoluta!- de la cámara catalana, porqué no le gusta..... Esta deriva absolutamente irracional se produce porque de la misma manera que destituyó un gobierno legítimo, disolvió el Parlament, convocó elecciones con la esperanza de ganarlas, enchironó activistas sociales pacifistas, miembros del gobierno y altos funcionarios, persigue políticos, alcaldes, concejales y usuarios de las redes sociales, instiga la marcha de empresas de Catalunya y favoreció que el mismísimo president y cuatro consellers hubieran de marchar al exilio por persecución política y fueran declarados prófugos por la justicia castellana, pues bien, después de esta inmensa obra ejecutada ahora no acepta el resultado de las elecciones que él mismo convocó.

¡No se podrá decir que Mariano Rajoy es incoherente!. Ha pasado desde dar un golpe de estado en toda regla contra Catalunya -solución ciertamente muy enraizada en la idiosincrasia política española-, a no aceptar los principios democráticos compartidos por la Unión Europea y otros países del resto del Mundo. A la inexistencia de la separación de poderes en España, a la utilización de las fuerzas de seguridad para perseguir políticos honrados y disidentes del régimen, a la injusticia impuesta por jueces, fiscales y políticos cómplices afectos al régimen, y a la manipulación informativa y auto-censura aceptada y practicada por los medios de comunicación de ámbito estatal -la caverna mediática madrileña, fundamentalmente-, hemos de añadir el abandono o aniquilación de la democracia como norma de organización social y reguladora de la convivencia y participación de los ciudadanos. España se ha vuelto un estado autoritario, siguiendo la histórica y vieja tradición peninsular. Ha vuelto donde la dejó Franco hace cuarenta y tres años. Vuelve a ser una especie de autocracia disfrazada de democracia parlamentaria en manos de un aspirante a dictador conocido como presidente Mariano Rajoy -un auténtico becario del caudillismo renacido!- el cual, naturalmente, no cree en los principios democráticos.

No existe peor político que aquel que prefiere utilizar la policía y el código penal contra los adversarios, en lugar de hacer política. No hay nadie más antidemócrata que aquel que no respeta el resultado de unas elecciones porqué no han salido como esperaba. Aquel que contrapone legalidad y constitución a legitimidad y democracia lo que realmente está haciendo es manipular burdamente las normas establecidas y utilizarlas como un garrote para aporrear a quien no piensa como él....

El gobierno de España tiene auténtico pánico a que Carles Puigdemont sea votado e investido nuevamente como presidente de la Generalitat. ¡Esta es la cuestión!.

Este hecho evidenciaría la inutilidad conseguida por la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Significaría la restitución de la legitimidad tan arbitrariamente arrebatada el 27 de octubre pasado, como consecuencia de la aprobación efectuada por el Senado español a iniciativa de Mariano Rajoy con el apoyo cómplice e incondicional de Alberto Rivera y Pedro Sánchez. Cuestionaría la destitución del gobierno de la Generalitat, la disolución del Parlament y la convocatoria de elecciones decretada por Rajoy, abusando del poder omnímodo del cual cree estar investido. Desautorizaría la aplicación que hacen jueces y fiscales de su ley, retorciéndola ad infinitum, por lo que atañe a consellers y activistas sociales encarcelados o exiliados en Bélgica, a causa de una sentencia ya dictada por los medios de comunicación y periodistas trogloditas afectos al régimen y que les ha condenado a treinta años de prisión por sedición, rebelión violenta, malversación, desobediencia y el resto de delitos contemplados en el Código Penal..... ¡sin siquiera haber sido juzgados y condenados!. Pero por encima de todo, significaría la derrota de todo un régimen político surgido despues de la muerte de Franco y que ha resultado ser el mismo que fundó el dictador con las manos manchadas de sangre y sobre las tumbas de centenares de miles de ciudadanos asesinados o aniquilados por él y los suyos. Por supuesto, un nuevo-viejo régimen con la cara lavada con un poco de agua pero no con abundante jabón y estropajo. La roña quedó incrustada y ahora emerge nuevamente en forma de autoritarismo, falta de legitimidad, abuso de violencia policial y adulteración de leyes, ausencia de separación de poderes, censura y manipulación de medios de información públicos y privados, y corrupción generalizada esparcida por casi todas las instituciones y estamentos del Estado español......

Lo mejor y más estimulante que le podría pasar a la sociedad española es que el Molt Honorable Senyor Carles Puigdemont i Casamajó fuera votado e investido nuevamente como el 130º President de la Generalitat y consecuentemente, Catalunya consiguiera finalmente poner en marcha la independencia ya proclamada pero que se halla en estado latente..... Además de cumplir escrupulosamente los principios democráticos vigentes en Europa y buena parte del resto del Mundo, con un poco de suerte, en España se podría volver a enterrar el franquismo.....¡definitivamente!.

















dimecres, 17 de gener del 2018

ESPAÑA CONTINUA SIENDO UNA "UNIDAD DE DESTINO EN LO UNIVERSAL".....

Existen tres partidos políticos de ámbito español que suelen apelar a todas horas y cada día a las bondades del estado de derecho que supuestamente fundamenta la realidad de la España actual, o la independencia que goza su justicia, así como la separación de poderes que rige en su sistema político o la suerte que tienen los españoles al contar con una Constitución moderna y acogedora como la española, sin olvidar la imparcialidad y ecuanimidad que exhibe el Tribunal Constitucional cada vez que dictamina sobre un conflicto político o de competencias de los que suelen surgir entre las diferentes instituciones de este bienaventurado Estado. Y si el conflicto se produce entre la Generalitat y Madrit, todas estas bienaventuranzas aumentan exponencialmente..... ¡Como no podía ser de otra manera, claro!. Estos tres partidos, como el lector ya habrá adivinado, son el PP, el PSOE y Ciudadanos.

A un ciudadano catalán que hubiera recibido todas estas bienaventuranzas en forma de porrazos sobre su cabeza y costillas el pasado 1 de octubre, no le costaría nada replicar las afirmaciones hechas por este ejemplo de contubernio constitucional españolista, que defiende una especie de "Unidad de Destino en lo Universal" y que se permite dar lecciones de democracia, legalidad y proporcionalidad en el uso de la fuerza a los millones de electores que reafirmaron su posicionamiento independentista el pasado 21 de diciembre, de una forma suficientemente contundente y democrática, por cierto. Les podrían responder que el estado de derecho español es más bien de juguete. ¿Como se puede hablar de estado de derecho si existen presos políticos y exiliados en el exterior como consecuencia de haber cumplido el compromiso adquirido ante la ciudadanía y haber facilitado que todo el mundo pudieran expresar su opinión depositando un SI o un NO dentro de una urna?. ¿O como se puede hablar de independencia judicial y de separación de poderes si el gobierno señala a los enemigos a perseguir, la policía se inventa las acusaciones, la fiscalía las afina revistiéndolas de una pátina de supuesta legalidad y los jueces las descargan encima de centenares de pacíficos ciudadanos -pronto serán miles- imputados, investigados, detenidos, amenazados, expoliados y encarcelados, sin mostrar la más mínima objeción jurídica, por el mero hecho de querer que Catalunya obtenga la independencia y llegue a ser plenamente soberana?. ¿Se puede hablar de la suerte que tienen los catalanes cuando la petrificada constitución española les ha excluido como individuos y como nación y el Tribunal Constitucional les ha humillado, ignorado y aniquilado política, social y culturalmente de forma sistemática?. ¿Se puede hablar de democracia si cuando sigues las normas y apruebas un Estatuto cumpliendo escrupulosamente todos los pasos estipulados dentro de la legalidad vigente, un partido español no lo acepta, recoge firmas por toda España contra Catalunya, aviva una catalanofóbia como jamás se ha visto antes históricamente en el Estado -por lo menos desde los años 20-30 del siglo pasado-, exige la convocatoria de un referéndum absolutamente ilegal para prohibir el texto acordado y finalmente manipula y enreda el Tribunal Constitucional hasta conseguir que el texto aprobado por los catalanes fuera convenientemente desnaturalizado por unos magistrados afines y deudores del PP y PSOE?. ¿Qué futuro espera a los catalanes cuando todas las leyes que se discuten en el Parlament, se aprueban y se publican en el Diari Oficial de la Generalitat son automáticamente suspendidas puesto que el Gobierno las recurre ante su TC, independientemente de la naturaleza y contenido, y de la mayoría alcanzada a favor de las leyes aprobadas?. ¿Qué clase de autonomía financiera tiene la Generalitat si ha de pedir permiso para pagar las facturas, anticipos para ir tirando mes a mes, para asignar subvenciones a las entidades sociales y culturales o tiene que pagar intereses para recibir una pequeña parte de los impuestos que pagamos todos los catalanes?. ¿Qué seguridad jurídica dá el hecho que para someter y forzar la voluntad libremente expresada por los ciudadanos, se dicta un decreto que facilita la marcha de las sedes sociales y fiscales de las empresas catalanas, por tanto, esparciendo miedo y haciendo chantaje a la ciudadanía para que cambie sus preferencias políticas y todo ello con la sola aprobación de los ejecutivos de estas empresas, prescindiendo por tanto de la voluntad de los accionistas.....?.

A estos miles de ciudadanos aporreados tan duramente por la policía y la guardia civil españolas y a todos los centenares de miles de catalanes que hicieron guardia ante los colegios electorales para poder votar a favor o contra de la independencia, o que acudieron también a votar en masa las últimas elecciones, no hace falta que les den lecciones de nada. Ni de estado de derecho, ni de independencia judicial, ni de libertad de opinión y pensamiento, ni de separación de poderes, ni siquiera de constitucionalismo..... Tampoco tienen que recibir lecciones de Democracia puesto que son verdaderos maestros en la materia.

¡El PP, el PSOE y Ciudadanos no pueden dar lecciones de nada a nadie!. Para ellos, que componen y manipulan el régimen constituido a la sombra de la dictadura franquista, España continúa siendo una "Unidad de Destino en lo Universal". Como en tiempos de Franco, especialmente en cuestiones que tengan que ver con Catalunya.. Creen estar por encima de los principios, de la ética y de la Justicia. Para ellos, la Constitución española es un texto sagrado, forjado en hierro frío que a menudo utilizan como si de un garrote se tratara, para hacer que la letra se incruste en las cabezas de la gente, si hiciera falta con sangre y por la fuerza bruta, sin que el espíritu que recogió el consenso del año 1978 pueda fluir libremente dentro de los corazones de los catalanes. Parece como si la ley o la Constitución estuvieran por encima de la Democracia y de la legitimidad.....¡Han substituido los principios democráticos universalmente aceptados por textos legales muy grandilocuentes pero sin alma!.

Los catalanes hemos hablado de la única forma que sabemos hacer. ¡Votando!. Hemos dicho muy alto y claro que queremos continuar el camino iniciado el uno de octubre de 2017. Si el Estado español fuera un verdadero estado de derecho, democrático y respetuoso con la separación de poderes, se habría de avergonzar por mantener en prisión a personas honorables, decentes y pacíficas bajo acusaciones e imputaciones falsas e inverosímiles, solo porque deseaban lo mejor para sus conciudadanos. Este estado pediría perdón por haber utilizado la policía y la guardia civil en calidad de enrabietadas fuerzas de ocupación, para vengar una supuesta ofensa infligida a España que solo radica en mentes enfermas de odio y envidia. Habría de aceptar que la solución al conflicto planteado solo se hallará a través de la democracia y de la celebración de un referéndum de autodeterminación. Eliminaría el estado de sitio que esconde la aplicación del artículo 155 de la Constitución española y que tan magros resultados políticos y electorales ha tenido para el prestigio y la credibilidad del ejecutivo y las instituciones del reino de España. Archivaría la Causa General decretada contra el independentismo aunque solo fuera para no seguir el ejemplo desatado por el régimen anterior contra los republicanos. Y por encima de todo, debería de reconocer el carácter nacional de Catalunya y admitir como único interlocutor válido al gobierno legítimo de la Generalitat.  

Desgraciadamente, el anticatalanismo vengativo desatado por los políticos y los partidos, y por la prensa cavernaria del régimen, las fuerzas de ocupación represivas y violentas, o por el IBEX 35 más especulador y ruín como jamás se había mostrado hasta ahora, así como por la fiscalía y los jueces de este régimen post-franquista que rige actualmente España, no despiertan muchas esperanzas para hallar una solución pactada, justa y democrática en la confrontación entre ambas naciones. Entre Catalunya y España. Entre derecho de autodeterminación y legitimidad enfrentadas al autoritarismo y el derecho de pernada -¡que no estado de derecho!-.

Por todo ello, los catalanes solo tenemos una alternativa: ¡Continuar haciendo república!. Por supuesto a partir de ahora sin demasiadas sonrisas ni yendo con el lirio en la mano. Luchando con firmeza, pacíficamente hasta conseguir la anhelada independencia de Catalunya.....

Es la única solución que existe ahora. Desgraciadamente, empero.....














    

dijous, 4 de gener del 2018

¿Y AHORA, QUÉ?.

Hace ya dos semanas que votamos los nuevos diputados elegidos para representar la soberanía popular en nuestro Parlament. El parlamento es la parte de la Generalitat que mejor recoge la forma de hacer y ser del pueblo catalán. Controla el poder ejecutivo y confecciona las leyes que regulan la vida y milagros de todos los ciudadanos..... Dentro del viejo edificio erguido en el parque de la Ciudadela se parlamenta, se acuerda, se vota y se aprueban textos legales y declaraciones políticas que ayudan a la convivencia de todos los hombres y mujeres que viven y trabajan en Catalunya. Es esta la tarea más importante de todas las que se desarrollan en las diversas instituciones conocidas desde ya hace un montón de siglos, con el apropiado nombre de Generalitat de Catalunya.

¡Pués bién!. Es conocido que el uno de octubre pasado los catalanes votamos en referéndum si queriamos o no ser una república independiente. El resultado, muy contundente, recogió alrededor del 90% de votos afirmativos -más de dos millones de votantes-, a pesar de la violencia empleada por las fuerzas de ocupación desplegadas por el estado español, al grito de "a por ellos", para intentar impedirlo. Lo cual, por cierto, no pudieron lograr..... Ello desencadenó una retahíla de actuaciones totalmente arbitrarias por parte del gobierno de Mariano Rajoy, como respuesta al ejercicio de un derecho absolutamente democrático, al tomar un conjunto de decisiones ciertamente autoritarias, más propias de una dictadura que no de un estado de derecho inequívocamente democrático. El "a por ellos" se tradujo en una especie de vendetta siciliana destinada a reparar el honor mancillado de las autoridades e instituciones españolas. Decidieron utilizar todas las armas legales, ilegales y alegales contra aquella insoportable ofensa infligida por unos ciudadanos los cuales solo tenían para defenderse un voto y unas urnas. Y aplicaron su Constitución de la única forma genuinamente española que saben hacer: Por la fuerza bruta, por imposición y sometimiento a la justicia castellana mediante un verdadero golpe de estado, recurso que goza de larga tradición dentro de la historia del reino de España.

A partir de aquí, detenciones, encarcelamientos, exilios, imputaciones, multas, destitución del Govern legítimo, disolución del Parlament y convocatoria de elecciones. Y la consiguiente apertura de una Causa General contra el independentismo..... como ya hiciera Franco después de la Guerra Civil contra la España republicana. Todo el mundo puede imaginar qué tipo de campaña electoral se ha podido desarrollar, bajo esta especie de estado de excepción decretado por Madrit. Las fuerzas unionistas han disfrutado de la complicidad de todos los medios de comunicación, públicos y privados, para desarrollar su campaña electoral con notable fluidez y eco mediático ilimitado. Incluso C's ha gozado de una disponibilidad financiera adicional que le ha permitido inundar la via pública con unas alfombras y unos tapices de carteles publicitarios que han escondido o suplantado la propaganda electoral del resto de partidos. especialmente de los independentistas. Pero, ¡ni por esas!. Por más apoyo mediático e institucional, por más carteles y dinero empleado -alguien debería investigar si se han utilizado correctamente los recursos legalmente establecidos y regulados por la ley electoral-, por más actuaciones partidistas de la Junta Electoral en funciones de auténtica Junta de Censores contra el soberanismo -y contra la libertad de expresión y opinión-, por más recursos financieros dilapidados por los poderes económicos y financieros de España y por más golpes de estado ejecutados, disfrazados de artículo 155 de la sagrada Constitución, las fuerzas independentistas han ganado holgadamente. Más de dos millones de votos y hasta setenta diputados elegidos, lo cual se traduce en una mayoría absoluta en el Parlament. Me pregunto: Si las formaciones independentistas en lugar de hacer campaña electoral con las dos manos atadas a la espalda, con candidatos exiliados y encarcelados, amordazados por la censura de Madrit, hubieran gozado de las mismas condiciones y recursos que las formaciones unionistas -ahora autocalificadas constitucionalistas-, ¿qué resultado hubieran obtenido?. ¿Setenta y cinco escaños?. ¿Ochenta?. ¿Dos millones y medio de votos?.....?.

El hecho es que a duras penas se ha producido un cambio en la correlación de fuerzas. El independentismo ha ganado, obteniendo más votos que la anterior contienda. El unionismo ha reconcentrado los votos alrededor de lerrouxismo conservador y retrógrado representado por Ciudadanos. Los populares prácticamente han sido expulsados del Parlament. Los socialistas continúan en el limbo de la representatividad por su dependencia y sometimiento a la inflamada derecha españolista. Y els Comuns van por la senda de pagar su indefinición política, obteniendo un magro resultado acorde con su obstinada apuesta en la búsqueda de un acuerdo imposible con el Estado español.

¿Y ahora, qué?. ¿Dimitirá Rajoy tras el fracaso cosechado?. ¿Persistirán en la aplicación del golpe de estado?. ¿Respetaran la investidura de un presidente y un gobierno independentistas?. ¿Restablecerán la legitimidad usurpada por Madrit?. ¿Continuará la Causa General contra el catalanismo político?. No me atrevo a hacer un vaticinio sobre qué hará Mariano Rajoy. Es capaz de hacer lo que más le convenga o le dé la gana.... ¡Es capaz de todo!.. No tiene manías y está furioso. Tampoco tiene la inteligencia política suficiente para reconocer la realidad catalana. Incluso prefieren ilusoriamente inventarse una nueva realidad catalana llamada Tabarnia, que és la parte de Catalunya que votó al PPSOEC's, sin tener en cuenta los que votaron independencia, es decir, la mayoría...... ¡Esta es su fantasmagórica realidad!.

Desde el punto de vista del independentismo solo se puede hacer una cosa. Continuar el camino iniciado el uno de octubre. ¡Implementar la República!. Buscar, una vez más, la negociación y el pacto con las instituciones españolas y europeas, pero sin supeditar el avance republicano a un acuerdo, a día de hoy imposible con España. No quieren un acuerdo. ¡Buscan la rendición!. Así pues, deben de promulgarse las leyes y decretos preparados por el ejecutivo anterior y defenderlos encarnizadamente con todas las herramientas a nuestro alcance. Deben nombrarse los mismos consejeros, vicepresidente y presidente cesados por Mariano Rajoy, para restablecer la legitimidad pertinente. Nombrar todos los altos cargos que Mariano Rajoy ha destituido aplicando el articulo 155. Debe revertirse la supresión de los organismos de la Generalitat aniquilados por el gobierno de Madrit.

En definitiva, continuar haciendo República y pidiendo el apoyo incondicional de todos los que votamos República, con las mismas armas que siempre hemos utilizado: los votos, las urnas, la democracia y la desobediencia ciudadana si hiciera falta..... La república, como la independencia, son irrenunciables.....