Todas las señales políticas provenientes del escenario español nos abocan a la convocatoria de unas nuevas elecciones generales. El pasado veinte de diciembre se produjeron unos resultados que no por esperados fueron menos inciertos. El bipartidismo murió aparatosamente mientras nacía uno de nuevo pero elevado al cuadrado. Efectivamente, de dos partidos hegemónicos se pasó a cuatro formaciones predominantes pero a la vez decadentes. El Partido Popular -la derecha reaccionaria pura y dura, o derecha clásica- y el Partido Socialista Obrero Español -que ni es socialista, ni obrerista aunque se consideren así mismo la izquierda de siempre- , vieron como les crecían los enanos, es decir, Ciudadanos y Podemos, que los poderes fácticos españoles, fundamentalmente los madrileños, parieron y amamantaron para conseguir que todo continuara igual..... ¡Como resulta del agrado al inmortal y decadente Príncipe de Salina, siemprevivo en España!.
PP y PSOE han entrado en una espiral de decadencia acelerada por causas bien conocidas: corrupción generalizada, descrédito político, institucionalización burocrática, partidismo exacerbado, servilismo económico, sumisión financiera, judicialización de la política, deriva marcadamente antidemocrática..... La degeneración del régimen surgido de la Constitución del año 1978 es tan evidente que la hidalgía española, de raíces inequívocamente castellanas, visto el agotamiento de las instituciones alumbradas de la infausta transición española quisieron repetir la jugada..... La transición fue la última victoria de los franquistas sobre los demócratas. De una dictadura se pasó a una dictablanda más o menos disimulada que el transcurso del tiempo a puesto en evidencia.... Fue como lavar la cara y maquillar la democracia orgánica franquista sin que en el fondo cambiara nada. Ahora, cuando el hundimiento del régimen es inevitable ponen en marcha una segunda transición la cual, conservando las esencias de la primera, aporte savia nueva para perpetuarse en el poder.... ¡Como siempre!.
Es aquí donde aparecen Podemos a la izquierda, mientras que a la derecha nace Ciudadanos. Podemos tiene el soporte incondicional de los medios de comunicación españoles -¡incluso los cavernarios!- desde el principio. Se prodigan en todos los programas de cariz político, tertulias, entrevistas y se realzan todas las noticias que protagonizan, ya sean buenas o malas. La cuestión es acaparar presencia mediática. Malas lenguas -¡las más atinadas!- dicen que el difunto José Manuel Lara Bosch -emperador del Grupo Planeta- tuvo mucho que ver en el nacimiento y posterior desarrollo de la formación que tenia que revitalizar la maltrecha izquierda española. Además, todos los fundadores de Podemos provienen del cuerpo de profesores de la Universidad....¡como los antiguos penenes de los años 70-80 que nutrieron la UCD y el PSOE post-franquistas!. En cambio, Ciudadanos tienen unos orígenes más prosaicos. Mediado el año 2006 fue fundado por algunos intelectuales españolistas de raíces catalanas, como el escritor Félix de Azúa, ahora recompensado con el nombramiento de académico de la lengua española, y el bufón Albert Boadella, azote del nacionalismo catalán y hoy subvencionado por la Comunidad de Madrid, o el jurista Francesc de Carreras, inflamado constitucionalista español. Surgieron directamente del ultra-nacionalismo españolista disfrazados de anti-nacionalistas catalanes. Su obsesión solo era una: Defender la lengua castellana por encima de todo, atacando -aniquilando- la catalana. El bilingüismo que exigen solo es obligatorio para los catalano-parlantes. La lengua vehicular en la escuela debe ser la que escojan los padres de los alumnos -como el búlgaro pudiera ser vehicular en Francia, por ejemplo- pero si optan por la catalana, entonces debe ser compartida al cincuenta por ciento con el castellano. Y si no lo aceptan, ya se encargarán los jueces de imponerlo judicialmente. Según ellos, la inmersión lingüística -en catalán- es propia de un régimen autoritario y antidemocrático, salvo la escuela española, que impone la inmersión obligatoria en castellano. Lisa y llanamente, Ciudadanos nació y creció para preservar la hegemonía castellana en Catalunya. Ahora, cuando han dado el salto a España también a base de acaparar presencia mediática hasta el hartazgo, especialmente la cavernaria, deben disimular su exaltado anti-catalanismo y mostrarse como una formación moderada, centrista y reformista, herederos directos de la extinta UCD con Alberto Rivera como renacido Adolfo Suárez. En su caso, también hay malas lenguas que dicen que el presidente del Banco de Sabadell Josep Oliu bendijo su desarrollo con unas palabras que ya han pasado a la historia: "Si Podemos son la nueva izquierda, Ciudadanos serán la nueva derecha". ¡Dicho y hecho!.
¡Pués bien!. Ni PP, ni C's, ni PSOE, ni Podemos han sido capaces de negociar y pactar ningún tipo de acuerdo que permitiera votar la investidura de un presidente y un programa de gobierno, a pesar de que todos ellos se declaran patriotas españoles, constitucionalistas y regeneracionistas a machamartillo.... El PP no negocia con nadie aquello que Dios y los votos le han dado graciosamente, es decir ser el partido más votado de los cuatro de ámbito estatal, a pesar de haber perdido más de tres millones de votos y que la mierda de la corrupción les pringa hasta las barbas.... C's no quiere pactar con Podemos porque les achacan que quieren romper España, ni con Mariano Rajoy porqué es un político amortizado. Pero quieren que PP-PSOE-C's conformen una mayoría aplastante en las Cortes para hacer reformas a porrillo, naturalmente de sesgo derechista.... El PSOE quiere que Podemos les apoye -¡les dé un cheque en blanco!- pero no participen en el gobierno que tienen de apoyar. En cambio, se aviene a pactar con C's una serie de políticas de derechas que podrían haber firmado los mismísimos populares. Y Podemos no quieren asumir el pacto blindado Sánchez-Rivera por ser de derechas pero aceptarían conformar una mayoría de izquierdas con el PSOE -que ha hecho y hace políticas de derechas-, e incluso aceptarían la abstención de los malvados y apestados independentistas catalanes, que para los socialistas resulta abominable......
Es bien cierto que los inspiradores de la segunda transición -el IBEX 35- no querían provocar este cataclismo político. Pero es lo que suele pasar cuando se intenta manipular y condicionar la voluntad popular. Los antidemócratas jamás entenderán que lo único importante en una democracia son los votos emitidos sin más condicionamientos que la voluntad individual de cada hombre y mujer expresada libremente.
Ahora, después de todo lo que ha pasado y está pasando en España, conviene fijarnos en las consecuencias que tendrá para Catalunya todo ello ya que, desventuradamente, no se halla a resguardo de lo que pueda pasar en el Estado español.
PP y PSOE han entrado en una espiral de decadencia acelerada por causas bien conocidas: corrupción generalizada, descrédito político, institucionalización burocrática, partidismo exacerbado, servilismo económico, sumisión financiera, judicialización de la política, deriva marcadamente antidemocrática..... La degeneración del régimen surgido de la Constitución del año 1978 es tan evidente que la hidalgía española, de raíces inequívocamente castellanas, visto el agotamiento de las instituciones alumbradas de la infausta transición española quisieron repetir la jugada..... La transición fue la última victoria de los franquistas sobre los demócratas. De una dictadura se pasó a una dictablanda más o menos disimulada que el transcurso del tiempo a puesto en evidencia.... Fue como lavar la cara y maquillar la democracia orgánica franquista sin que en el fondo cambiara nada. Ahora, cuando el hundimiento del régimen es inevitable ponen en marcha una segunda transición la cual, conservando las esencias de la primera, aporte savia nueva para perpetuarse en el poder.... ¡Como siempre!.
Es aquí donde aparecen Podemos a la izquierda, mientras que a la derecha nace Ciudadanos. Podemos tiene el soporte incondicional de los medios de comunicación españoles -¡incluso los cavernarios!- desde el principio. Se prodigan en todos los programas de cariz político, tertulias, entrevistas y se realzan todas las noticias que protagonizan, ya sean buenas o malas. La cuestión es acaparar presencia mediática. Malas lenguas -¡las más atinadas!- dicen que el difunto José Manuel Lara Bosch -emperador del Grupo Planeta- tuvo mucho que ver en el nacimiento y posterior desarrollo de la formación que tenia que revitalizar la maltrecha izquierda española. Además, todos los fundadores de Podemos provienen del cuerpo de profesores de la Universidad....¡como los antiguos penenes de los años 70-80 que nutrieron la UCD y el PSOE post-franquistas!. En cambio, Ciudadanos tienen unos orígenes más prosaicos. Mediado el año 2006 fue fundado por algunos intelectuales españolistas de raíces catalanas, como el escritor Félix de Azúa, ahora recompensado con el nombramiento de académico de la lengua española, y el bufón Albert Boadella, azote del nacionalismo catalán y hoy subvencionado por la Comunidad de Madrid, o el jurista Francesc de Carreras, inflamado constitucionalista español. Surgieron directamente del ultra-nacionalismo españolista disfrazados de anti-nacionalistas catalanes. Su obsesión solo era una: Defender la lengua castellana por encima de todo, atacando -aniquilando- la catalana. El bilingüismo que exigen solo es obligatorio para los catalano-parlantes. La lengua vehicular en la escuela debe ser la que escojan los padres de los alumnos -como el búlgaro pudiera ser vehicular en Francia, por ejemplo- pero si optan por la catalana, entonces debe ser compartida al cincuenta por ciento con el castellano. Y si no lo aceptan, ya se encargarán los jueces de imponerlo judicialmente. Según ellos, la inmersión lingüística -en catalán- es propia de un régimen autoritario y antidemocrático, salvo la escuela española, que impone la inmersión obligatoria en castellano. Lisa y llanamente, Ciudadanos nació y creció para preservar la hegemonía castellana en Catalunya. Ahora, cuando han dado el salto a España también a base de acaparar presencia mediática hasta el hartazgo, especialmente la cavernaria, deben disimular su exaltado anti-catalanismo y mostrarse como una formación moderada, centrista y reformista, herederos directos de la extinta UCD con Alberto Rivera como renacido Adolfo Suárez. En su caso, también hay malas lenguas que dicen que el presidente del Banco de Sabadell Josep Oliu bendijo su desarrollo con unas palabras que ya han pasado a la historia: "Si Podemos son la nueva izquierda, Ciudadanos serán la nueva derecha". ¡Dicho y hecho!.
¡Pués bien!. Ni PP, ni C's, ni PSOE, ni Podemos han sido capaces de negociar y pactar ningún tipo de acuerdo que permitiera votar la investidura de un presidente y un programa de gobierno, a pesar de que todos ellos se declaran patriotas españoles, constitucionalistas y regeneracionistas a machamartillo.... El PP no negocia con nadie aquello que Dios y los votos le han dado graciosamente, es decir ser el partido más votado de los cuatro de ámbito estatal, a pesar de haber perdido más de tres millones de votos y que la mierda de la corrupción les pringa hasta las barbas.... C's no quiere pactar con Podemos porque les achacan que quieren romper España, ni con Mariano Rajoy porqué es un político amortizado. Pero quieren que PP-PSOE-C's conformen una mayoría aplastante en las Cortes para hacer reformas a porrillo, naturalmente de sesgo derechista.... El PSOE quiere que Podemos les apoye -¡les dé un cheque en blanco!- pero no participen en el gobierno que tienen de apoyar. En cambio, se aviene a pactar con C's una serie de políticas de derechas que podrían haber firmado los mismísimos populares. Y Podemos no quieren asumir el pacto blindado Sánchez-Rivera por ser de derechas pero aceptarían conformar una mayoría de izquierdas con el PSOE -que ha hecho y hace políticas de derechas-, e incluso aceptarían la abstención de los malvados y apestados independentistas catalanes, que para los socialistas resulta abominable......
Es bien cierto que los inspiradores de la segunda transición -el IBEX 35- no querían provocar este cataclismo político. Pero es lo que suele pasar cuando se intenta manipular y condicionar la voluntad popular. Los antidemócratas jamás entenderán que lo único importante en una democracia son los votos emitidos sin más condicionamientos que la voluntad individual de cada hombre y mujer expresada libremente.
Ahora, después de todo lo que ha pasado y está pasando en España, conviene fijarnos en las consecuencias que tendrá para Catalunya todo ello ya que, desventuradamente, no se halla a resguardo de lo que pueda pasar en el Estado español.
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