Vaya por delante la certeza que en Catalunya no somos perfectos. Padecemos corruptelas y corrupciones, como todo el mundo. Los políticos, los partidos, las instituciones no son inmunes a las flaquezas y miserias de las personas. Catalunya tiene sus propios corruptos y corruptores. Como acontece en cualquier país, los escándalos, los intereses espurios, las envidias y chantajes se suceden con la misma cadencia e intensidad que el cualquier otro lugar. Sufrimos la corrupción, pero no más (ni menos) que en otros sitios. Sentimos vergüenza e indignación cuando se hacen públicos las deshonestidades o los saqueos que han cometido o cometen algunas relevantes personalidades, igual que ocurre a los franceses, italianos, alemanes, o.... españoles. Lo que no pasa en ninguna otra parte es que la corrupción que azota a Catalunya sea celebrada por algunos con júbilo y desenfrenado entusiasmo, al tiempo que es generosamente publicitada e incluso alentada desde determinadas tribunas mediáticas, que aprovechan la ocasión para reafirmar sus propios prejuicios, disfrazándolos de pretenciosas acciones de denuncia e investigación periodística.
Desgraciadamente, ni se trata de denuncia ni de periodismo de investigación. En la Caverna Mediática madrileña presumen de ejercer la profesión bajo principios democráticos, de ser amantes de la libertad y el pluralismo y de defender apasionadamente la Constitución española, al tiempo que amparan bajo el manto de la libertad de expresión lo que no son más que injurias o vulgares calumnias, rumores o habladurías de bar, a pesar de lo cual se jactan de poseer ética profesional y de actuar con diáfana verosimilitud. En realidad son siervos (esclavos) de su patrioterismo nacionalista, y de otras miserias; y lo que es más grave: no son más que meros instrumentos en manos de las cloacas del Estado, y por tanto, al servicio de un recalcitrante, excluyente y avasallador españolismo. Los cavernarios acuñaron en el pasado el término de oasis (en sentido irónicamente figurado) para referirse a la situación política catalana. Ahora utilizan todos los sinónimos de pantano que existen (ciénaga, fangal, lodazal, cenagal, etc...) para describir lo que pasa en Catalunya. ¿Que ha ocurrido para que hayan permutado el apacible oasis por el putrefacto pantano?. Muy sencillo. Desde hace aproximadamente tres años el sentimiento independentista ha crecido exponencial y transversalmente entre la sociedad catalana, hasta alcanzar una holgada mayoría.
Como sea que en el Estado español existen profundos conocimientos de como estrangular las finanzas autonómicas y apropiarse de competencias ajenas (también sobre corruptos y corruptores, fuerzas de seguridad partidistas, espionaje interior, guerra sucia, constitucionalismo intransigente y judicialización de la política), no resulta disparatado deducir que el combate contra el independentismo catalán se basa precisamente en la utilización masiva de este tipo de seculares competencias hispanas, para intentar provocar la derrota de las aspiraciones y ansias catalanas. Nunca se les podría ocurrir un comportamiento similar tan civilizado como el británico respecto al secesionismo escocés. En lo referido al Estado español -respecto Catalunya- solo se puede ser malpensado. Cabe deducir que el traslado desde el País Vasco hacia Barcelona de centenares de agentes del CNI, la publicación de falsos informes de la UDEF en plena campaña electoral catalana, la exagerada publicidad en torno la supuesta corrupción e innumerables incriminados, así como variopintas filtraciones judiciales y el súbito estallido de presunto espionaje masivo entre políticos, partidos, empresarios, periodistas, etc..., guardan una indudable relación con las cloacas del Estado y la guerra sucia. La guerra contra la independencia de Catalunya se recrudece día a día. Sonadas mentiras periodísticas, presuntas imputaciones contra políticos catalanes -y sus familiares- que a día de hoy no se han consumado, escuchas telefónicas y dossieres contra todo catalán que se precie. Ya lo anunció el ex-presidente español José Maria Aznar López: "antes que España, se romperá Catalunya". Tal es la realidad y las perspectivas que ofrece España a los catalanes. Y de paso, el Estado aprovecha para esconder sus propias vergüenzas, ocultándolas con la mierda que lanza desaforadamente contra Catalunya. Así, los ciudadanos crédulos centran su atención sobre la colosal corrupción que parece sufre -¿en exclusiva?- Catalunya y no perciben la auténtica catástrofe que representa el escándalo Bárcenas para el Partido Popular y para el Gobierno de Mariano Rajoy. Y de rebote, para la cada día más deteriorada imagen exterior de España y de su maltrecho prestigio.
Resultan ciertamente sorprendentes las consecuencias que ha provocado el estallido del escándalo Bárcenas. Recordemos: tesorero del Partido Popular durante muchos años, contaminado por el caso Gürtel; promocionado a excelentísimo senador y finalmente expulsado (imaginariamente) de la formación conservadora. Después que la policía descubriera unas cuentas en Suiza con más de veinte millones de euros a su nombre, se supo que los miembros de la cúpula del partido presuntamente habían visto complementados sus emolumentos oficiales con sobres repletos de euros, el origen de los cuales era una hipotética caja B rebosante de negras donaciones dinerarias privadas, recibidas por del partido conservador español de forma fraudulenta para su irregular y obscura financiación. Así, el actual caso Gürtel de Madrid y sus tentaculares brazos extendidos hacia Valencia -Camps-, y la corrupción en las Islas Baleares -Mata-, el espionaje partidista en la comunidad de Madrid en tiempos de Esperanza Aguirre, la bomba BANKIA, sumados a los más añejos casos Naseiro, Fabra, el tamayazo, etc... y como no, el escándalo Bárcenas, alimentan la imagen de un Partido Popular con más agujeros que un queso emmental.... absolutamente corrompido. Imagen que por supuesto conviene difuminar ante los anonadados ojos de los ciudadanos del Estado aunque, para su desgracia sin el menor éxito. Por cierto, parece que el espionaje (y grabaciones) del encuentro entre Sánchez-Camacho y la ex-amante de Jordi Pujol jr. apunta al entorno de la líder popular catalana como inductor de la escolta. Esto es, un nuevo agujero en el corrupto queso pepero. Por supuesto, todo ello presuntamente.
En tales circunstancias, ante el previsible e ineludible acoso recibido de parte de los medios de comunicación (de grado o por fuerza, según la adscripción progresista o conservadora de la prensa que configura la Caverna Mediática), las cabezas pensantes del partido gubernamental, en defensa de sus intereses que naturalmente son los de España, han decidido esparcir la porquería indiscriminadamente sobre todo el mundo, en una sutil maniobra de distracción. Y como sea que aquello que une más a los españoles de bien no es otra cosa que meterse con los malvados y pútridos catalanes, proceden a explotar, una vez más, el siempre latente e irrefrenable anti-catalanismo, de larga tradición hispana, con la esperanza de desviar la excesiva atención de la opinión pública centrada en ellos, redirigiendo la mirada hacia la poza de corrupción que en su opinión domina Catalunya. Consecuentemente, para alcanzar su objetivo contaron con la inestimable y entusiasta colaboración de esta determinada prensa madrileña, bajo la influencia de las cloacas del estado y el secreto tutelaje de los servicios de inteligencia, en una estrambótica coalición de patriotas que ya estaban en pie de guerra a causa de la deriva soberanista que se vive en Catalunya.
Y efectivamente. Es cierto que las pequeñas corruptelas o grandes corrupciones, las escuchas y seguimientos, el espionaje ilícito privado o por cuenta del CNI, las tribulaciones judiciales y las evasiones financieras, los pelotazos y las burbujas económicas de toda índole y condición, gozan de larga tradición en la historia del actual Estado español. Del pasado y del presente.... Y quien sabe si también del futuro. Pues bien. ¿Qué mejor oportunidad podría presentarse a la España oficial para matar dos pájaros de un tiro?. Es una tentación irresistible destruir el sistema autonómico vigente, a los nacionalistas no españoles (especialmente el catalán), y a la vez defender la uniformidad de España, la unicidad inquebrantable del Estado español, ante la amenaza (y utilizándolo como excusa) del secesionismo de Catalunya. Como España tiene una pétrea Constitución, la Judicatura y las fuerzas de seguridad de su parte, y aprovechando la profunda crisis económico-financiera y la predisposición siempre favorable de la prensa madrileña, pusieron manos a la obra. Y en esas estamos.
"El PP dobla el presupuesto del CNI con una partida extraída de Presidencia". De 203,7 millones pasa a 371,4 millones de euros. "El objeto de este programa (912Q) es atender todas las necesidades de carácter general que al CNI le ocasiona el cumplimiento de sus misiones, entre las cuales predomina la de proporcionar al Gobierno la información e inteligencia necesarias para prevenir cualquier amenaza que afecte la independencia e integridad de España, los intereses nacionales y la estabilidad del Estado de Derecho y de sus instituciones", según se extrae de un análisis detallado del presupuesto del Ministerio de Presidencia español, del cual depende el CNI. A pesar de la grave crisis económica y financiera que sufre España, siempre existen recursos frescos que dedicar al espionaje y a la desinformación. Sin duda debe resultar muy caro contratar agencias de detectives y empresas de seguridad privadas como tapadoras. "Estas empresas trabajan normalmente pero derraman la información de interés a su enlace, el agente en cuestión. Método 3 es esto", según informa el Sindicato Unificado de Policía -SUP-. Esta es la empresa de detectives privados (supuestamente) que tiene en estado de excepción a toda la sociedad catalana. Por cierto, este mismo sindicato de policías defendió con uñas y dientes la verosimilitud del informe que acusaba a Artur Mas y Jordi Pujol senior, de poseer supuestas cuentas suizas (informe que resultó un auténtico fiasco) y que fue oportunamente filtrado al azaroso periodista de investigación Eduardo Inda -El Mundo- en plena campaña electoral catalana.
Juego de espías, tapaderas, desinformación, extorsiones, policías partidistas y politizados. Incluso el Consejo General del Poder Judicial denuncia la politización de la justicia y piden su democratización. Predomina el envilecimiento generalizado. ¿Estos son los que deben combatir la corrupción?. ¿Tiene credibilidad el Gobierno de España?. ¿El ministro del Interior o el de Presidencia, incapaces de controlar la UDEF o Método 3?. ¿Y el Partido Popular y su integrismo constitucionalista?. ¿Y la policía?. ¿El CNI, tal vez?. Por mi parte, desconfío profundamente de todos ellos. Lo cierto es que desde el punto de vista de muchos catalanes jamás se alcanzará, dependiendo de esta España tan gris, cutre y embrutecida, el grado de Justicia, Libertad y Honestidad que deseamos para Catalunya y para los catalanes.
Ninguna artimaña, ni guerra sucia, ni espionaje cutre, ni la madre de todas las conspiraciones, ni las oleadas de estiércol que lancen contra el proceso soberanista catalán, lograrán detener el camino emprendido hacia la plena soberanía de Catalunya. Por supuesto, contra más insistan en ello, más fuertes nos hacemos. Y Dios mediante, en breve acabaremos llegando a nuestra ansiada meta: la independencia.
Desgraciadamente, ni se trata de denuncia ni de periodismo de investigación. En la Caverna Mediática madrileña presumen de ejercer la profesión bajo principios democráticos, de ser amantes de la libertad y el pluralismo y de defender apasionadamente la Constitución española, al tiempo que amparan bajo el manto de la libertad de expresión lo que no son más que injurias o vulgares calumnias, rumores o habladurías de bar, a pesar de lo cual se jactan de poseer ética profesional y de actuar con diáfana verosimilitud. En realidad son siervos (esclavos) de su patrioterismo nacionalista, y de otras miserias; y lo que es más grave: no son más que meros instrumentos en manos de las cloacas del Estado, y por tanto, al servicio de un recalcitrante, excluyente y avasallador españolismo. Los cavernarios acuñaron en el pasado el término de oasis (en sentido irónicamente figurado) para referirse a la situación política catalana. Ahora utilizan todos los sinónimos de pantano que existen (ciénaga, fangal, lodazal, cenagal, etc...) para describir lo que pasa en Catalunya. ¿Que ha ocurrido para que hayan permutado el apacible oasis por el putrefacto pantano?. Muy sencillo. Desde hace aproximadamente tres años el sentimiento independentista ha crecido exponencial y transversalmente entre la sociedad catalana, hasta alcanzar una holgada mayoría.
Como sea que en el Estado español existen profundos conocimientos de como estrangular las finanzas autonómicas y apropiarse de competencias ajenas (también sobre corruptos y corruptores, fuerzas de seguridad partidistas, espionaje interior, guerra sucia, constitucionalismo intransigente y judicialización de la política), no resulta disparatado deducir que el combate contra el independentismo catalán se basa precisamente en la utilización masiva de este tipo de seculares competencias hispanas, para intentar provocar la derrota de las aspiraciones y ansias catalanas. Nunca se les podría ocurrir un comportamiento similar tan civilizado como el británico respecto al secesionismo escocés. En lo referido al Estado español -respecto Catalunya- solo se puede ser malpensado. Cabe deducir que el traslado desde el País Vasco hacia Barcelona de centenares de agentes del CNI, la publicación de falsos informes de la UDEF en plena campaña electoral catalana, la exagerada publicidad en torno la supuesta corrupción e innumerables incriminados, así como variopintas filtraciones judiciales y el súbito estallido de presunto espionaje masivo entre políticos, partidos, empresarios, periodistas, etc..., guardan una indudable relación con las cloacas del Estado y la guerra sucia. La guerra contra la independencia de Catalunya se recrudece día a día. Sonadas mentiras periodísticas, presuntas imputaciones contra políticos catalanes -y sus familiares- que a día de hoy no se han consumado, escuchas telefónicas y dossieres contra todo catalán que se precie. Ya lo anunció el ex-presidente español José Maria Aznar López: "antes que España, se romperá Catalunya". Tal es la realidad y las perspectivas que ofrece España a los catalanes. Y de paso, el Estado aprovecha para esconder sus propias vergüenzas, ocultándolas con la mierda que lanza desaforadamente contra Catalunya. Así, los ciudadanos crédulos centran su atención sobre la colosal corrupción que parece sufre -¿en exclusiva?- Catalunya y no perciben la auténtica catástrofe que representa el escándalo Bárcenas para el Partido Popular y para el Gobierno de Mariano Rajoy. Y de rebote, para la cada día más deteriorada imagen exterior de España y de su maltrecho prestigio.
Resultan ciertamente sorprendentes las consecuencias que ha provocado el estallido del escándalo Bárcenas. Recordemos: tesorero del Partido Popular durante muchos años, contaminado por el caso Gürtel; promocionado a excelentísimo senador y finalmente expulsado (imaginariamente) de la formación conservadora. Después que la policía descubriera unas cuentas en Suiza con más de veinte millones de euros a su nombre, se supo que los miembros de la cúpula del partido presuntamente habían visto complementados sus emolumentos oficiales con sobres repletos de euros, el origen de los cuales era una hipotética caja B rebosante de negras donaciones dinerarias privadas, recibidas por del partido conservador español de forma fraudulenta para su irregular y obscura financiación. Así, el actual caso Gürtel de Madrid y sus tentaculares brazos extendidos hacia Valencia -Camps-, y la corrupción en las Islas Baleares -Mata-, el espionaje partidista en la comunidad de Madrid en tiempos de Esperanza Aguirre, la bomba BANKIA, sumados a los más añejos casos Naseiro, Fabra, el tamayazo, etc... y como no, el escándalo Bárcenas, alimentan la imagen de un Partido Popular con más agujeros que un queso emmental.... absolutamente corrompido. Imagen que por supuesto conviene difuminar ante los anonadados ojos de los ciudadanos del Estado aunque, para su desgracia sin el menor éxito. Por cierto, parece que el espionaje (y grabaciones) del encuentro entre Sánchez-Camacho y la ex-amante de Jordi Pujol jr. apunta al entorno de la líder popular catalana como inductor de la escolta. Esto es, un nuevo agujero en el corrupto queso pepero. Por supuesto, todo ello presuntamente.
En tales circunstancias, ante el previsible e ineludible acoso recibido de parte de los medios de comunicación (de grado o por fuerza, según la adscripción progresista o conservadora de la prensa que configura la Caverna Mediática), las cabezas pensantes del partido gubernamental, en defensa de sus intereses que naturalmente son los de España, han decidido esparcir la porquería indiscriminadamente sobre todo el mundo, en una sutil maniobra de distracción. Y como sea que aquello que une más a los españoles de bien no es otra cosa que meterse con los malvados y pútridos catalanes, proceden a explotar, una vez más, el siempre latente e irrefrenable anti-catalanismo, de larga tradición hispana, con la esperanza de desviar la excesiva atención de la opinión pública centrada en ellos, redirigiendo la mirada hacia la poza de corrupción que en su opinión domina Catalunya. Consecuentemente, para alcanzar su objetivo contaron con la inestimable y entusiasta colaboración de esta determinada prensa madrileña, bajo la influencia de las cloacas del estado y el secreto tutelaje de los servicios de inteligencia, en una estrambótica coalición de patriotas que ya estaban en pie de guerra a causa de la deriva soberanista que se vive en Catalunya.
Y efectivamente. Es cierto que las pequeñas corruptelas o grandes corrupciones, las escuchas y seguimientos, el espionaje ilícito privado o por cuenta del CNI, las tribulaciones judiciales y las evasiones financieras, los pelotazos y las burbujas económicas de toda índole y condición, gozan de larga tradición en la historia del actual Estado español. Del pasado y del presente.... Y quien sabe si también del futuro. Pues bien. ¿Qué mejor oportunidad podría presentarse a la España oficial para matar dos pájaros de un tiro?. Es una tentación irresistible destruir el sistema autonómico vigente, a los nacionalistas no españoles (especialmente el catalán), y a la vez defender la uniformidad de España, la unicidad inquebrantable del Estado español, ante la amenaza (y utilizándolo como excusa) del secesionismo de Catalunya. Como España tiene una pétrea Constitución, la Judicatura y las fuerzas de seguridad de su parte, y aprovechando la profunda crisis económico-financiera y la predisposición siempre favorable de la prensa madrileña, pusieron manos a la obra. Y en esas estamos.
"El PP dobla el presupuesto del CNI con una partida extraída de Presidencia". De 203,7 millones pasa a 371,4 millones de euros. "El objeto de este programa (912Q) es atender todas las necesidades de carácter general que al CNI le ocasiona el cumplimiento de sus misiones, entre las cuales predomina la de proporcionar al Gobierno la información e inteligencia necesarias para prevenir cualquier amenaza que afecte la independencia e integridad de España, los intereses nacionales y la estabilidad del Estado de Derecho y de sus instituciones", según se extrae de un análisis detallado del presupuesto del Ministerio de Presidencia español, del cual depende el CNI. A pesar de la grave crisis económica y financiera que sufre España, siempre existen recursos frescos que dedicar al espionaje y a la desinformación. Sin duda debe resultar muy caro contratar agencias de detectives y empresas de seguridad privadas como tapadoras. "Estas empresas trabajan normalmente pero derraman la información de interés a su enlace, el agente en cuestión. Método 3 es esto", según informa el Sindicato Unificado de Policía -SUP-. Esta es la empresa de detectives privados (supuestamente) que tiene en estado de excepción a toda la sociedad catalana. Por cierto, este mismo sindicato de policías defendió con uñas y dientes la verosimilitud del informe que acusaba a Artur Mas y Jordi Pujol senior, de poseer supuestas cuentas suizas (informe que resultó un auténtico fiasco) y que fue oportunamente filtrado al azaroso periodista de investigación Eduardo Inda -El Mundo- en plena campaña electoral catalana.
Juego de espías, tapaderas, desinformación, extorsiones, policías partidistas y politizados. Incluso el Consejo General del Poder Judicial denuncia la politización de la justicia y piden su democratización. Predomina el envilecimiento generalizado. ¿Estos son los que deben combatir la corrupción?. ¿Tiene credibilidad el Gobierno de España?. ¿El ministro del Interior o el de Presidencia, incapaces de controlar la UDEF o Método 3?. ¿Y el Partido Popular y su integrismo constitucionalista?. ¿Y la policía?. ¿El CNI, tal vez?. Por mi parte, desconfío profundamente de todos ellos. Lo cierto es que desde el punto de vista de muchos catalanes jamás se alcanzará, dependiendo de esta España tan gris, cutre y embrutecida, el grado de Justicia, Libertad y Honestidad que deseamos para Catalunya y para los catalanes.
Ninguna artimaña, ni guerra sucia, ni espionaje cutre, ni la madre de todas las conspiraciones, ni las oleadas de estiércol que lancen contra el proceso soberanista catalán, lograrán detener el camino emprendido hacia la plena soberanía de Catalunya. Por supuesto, contra más insistan en ello, más fuertes nos hacemos. Y Dios mediante, en breve acabaremos llegando a nuestra ansiada meta: la independencia.