Más de trescientos destacados militantes de ERC han hecho público un manifiesto en el que se pide inequívocamente el relevo de toda la cúpula del partido. Y cada día que pasa se añaden varios cientos más.
La convulsión que la formación republicana ha sufrido en las últimas contiendas electorales ha provocado una crisis que actualmente tiene un muy mal pronóstico.
El problema de ERC es que les ha tocado coger paella por el mango y por tanto son quien deben decidir hacia dónde deben decantarse políticamente. En el Parlamento de Cataluña y en las Cortes españolas. Por tanto, si ceden nuevamente al dictado del PSOE y sus políticas pretendidamente progresistas -por cierto, a menudo cargadas de falacias y trilerismo-, recibirá tortazos por parte del independentismo. Esto es lo que ha venido pasando hasta ahora y que en buena medida es la causa del brutal bajón sufrido por la formación republicana, lo que les ha llevado al borde del abismo electoral. Si no ceden y no apoya a Salvador Illa como candidato a la presidencia de la Generalitat, las bofetadas vendrán desde las filas españolistas, de derechas y de izquierdas. Y la caverna mediática madrileña se encargará de poner a ERC al lado oscuro de la fuerza al mismo nivel que Carles Puigdemont -el demonio con cola, según España- y de JUNTS -el infierno independentista-.
Ante este panorama, ¿qué puede hacer ERC? No tiene muchas alternativas. Si quiere la independencia como prioridad, no puede ceder al autonomismo descafeinado que ofrece Pedro Sánchez y el PSOE en forma de una financiación singular dentro de la multilateralidad de la LOFCA -recordemos que la España de Rajoy ya rechazó el pacto fiscal similar al concierto vasco propuesto por Artur Mas-. Sánchez tampoco quiere pactar un referéndum de autodeterminación -igual que Rajoy- y propone profundizar en un estatuto de autonomía que en estos momentos está más superado que el Memorial de Greuges de 1885.
La única alternativa buena para el partido y para la Catalunya independentista es reunirse con CUP y JUNTS y el resto de entidades soberanistas de la sociedad civil, priorizando y reafirmándose en la independencia y volver a ser el palo de pajar del independentismo catalanista. Implicándose en la confección de la necesaria hoja de ruta que demandan y exigen los ciudadanos y liderar colegiadamente el camino hacia la libertad de Catalunya.
Al fin y al cabo mientras hizo esto que se ha expuesto lideró la sociedad catalana y obtuvo los mejores resultados electorales como partido político. Todo ello gracias al empuje independentista que supo contagiar a buena parte de la sociedad catalana....
Por tanto, ya sabe qué debe hacer. Autocritica, humildad y valentía. No hay más.....
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