El independentismo se encuentra metido en un callejón sin salida. Mejor dicho, nos está metiendo la extrema derecha extrema española -y muchos de los pretendidamente auto considerados socialistas-, mostrándonos de forma inequívoca su talante anti-independentista, por no decir lo que verdaderamente es: ¡anticatalán!.
Este fin de año los presidentes autonómicos del Reino de España han basado los mensajes de felicitaciones para desear lo mejor para sus conciudadanos dedicándose fundamentalmente a blasmar contra Catalunya y los supuestos privilegios que dicen reciben los catalanes. Que si reciben más dinero por financiación, más inversiones infraestructuras, que somos menos solidarios con las comunidades pobres, haciendo cargantes -por vacuas- apelaciones a un fortalecimiento de la igualdad constitucional y que la justicia debe ser igual para todos. Todo ello debidamente envuelto con falacias cargadas de envidia y ridículas pretensiones de emulación debidamente aliñadas con gran cantidad de odio, rencor y diatribas contra la aún non nata amnistía para los perseguidos políticos independentistas. En definitiva, todos los mensajes mostrando una galopante sobredosis de catalanofobia y una ira inconteniblemente desaforada. Y ahora PPVOX remachando el clavo piden una ley de ilegalización de las formaciones independentistas demonizando la amnistía para los perseguidos políticos catalanes, especialmente para Carles Puigdemont.
Se podrá pensar que este escrito está dictado por un exceso de victimismo por mi parte, pero los hechos desmienten esta suposición. El talante de los líderes del PPVOX, Abascal y Feijoo, demuestran el grado de cinismo y catalanofobia que están inoculando en la sociedad española. Por no hablar de la inmensa labor desarrollada por significados prohombres socialistas, como García Page, Lambán, Felipe González o Alfonso Guerra, entre otros.
El ataque desatado contra la amnistía y el independentismo se ha convertido en un ataque generalizado a la sociedad catalana. No debemos olvidar que más o menos el 80% de los catalanes estamos a favor del referéndum de autodeterminación mientras que a favor de la independencia rozamos el 60% en caso de acordarse lealmente y con suficientes garantías democráticas. Ni que decir tiene que la inmensa mayoría de ciudadanos estamos a favor de la amnistía.
Pues bien, según la mayoría de españoles, la amnistía es anticonstitucional, injusta y atenta contra la separación de poderes. El referéndum de autodeterminación no cabe, tampoco, dentro de la Constitución y por tanto es inviable e indeseable. Por lo que respecta a la independencia es imposible porque atenta contra la sagrada unidad de la patria.
¿Dónde quedamos la mayoría de catalanes, pues? No somos constitucionales, no podemos decidir nuestro futuro político y administrativo y no podemos defender ni luchar por la independencia de Catalunya. Todo esto tiene una maldita apariencia xenófoba que en otros países y otros tiempos desembocó en limpieza étnica y soluciones finales.
España nos está expulsando de la vida política, administrativa, económica y de la justicia de un estado que se auto considera como democrático y de derecho. Somos millones de catalanes a los que se niegan precisamente nuestros derechos imponiéndonos deberes inasumibles, que somos expoliados fiscalmente año tras año y que somos perseguidos policial y judicialmente sin que la justicia nos proteja como debería.
Ante este panorama tan nublado, que debemos hacer los catalanes.....?
SIGUE......
Que hem de fer es catalans ? Continuar lluitant per un referèndum acordat y no defallir. La propera sentencia de TJUE ho aplanarà tot , però si España continua "erre que erre", només cal tenir la valentia de publicar la declaració d’Independència del 1 d’octubre al DOG. Molts catalans ens sentiríem satisfets amb aquesta decisió perquè vàrem votar SI
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