Desde mi último escrito han pasado muchas cosas. El gobierno Aragonés se ha resquebrajado, a mí me han operado del corazón y todo indica que ERC ha aparcado la independencia para más adelante, ad calendas graecas. Pero la vida continúa.
Últimamente confieso que he sido muy crítico con las políticas iniciadas por ERC. Quizá demasiado crítico. Pero Oriol Junqueras y Pere Aragonès me sacan de quicio. El presidente de la Generalitat primero rompió el pacto suscrito con las CUP, negándose a someterse a una cuestión de confianza, tal y como se había comprometido durante la investidura. Y después de que JUNTS denunciara el incumplimiento del pacto de investidura suscrito con ellos, ERC decidió acusar de desleal al vicepresidente Puigneró, de JUNTS, destituyéndole y no atendiendo las cuestiones planteadas por los socios de gobierno, negándose responder a las exigencias planteadas, en una actitud de prepotencia y soberbia inaceptables para cualquier partido que se precie.
ERC ha creído que tener un escaño más que JUNTS le permite imponer sus políticas sin necesidad de negociar nada con los socios. Se han creído lo de la hegemonía independentista a pies juntillas. Y más escasa esta hegemonía republicana no puede ser. Un solo escaño y unos miles de votos más que JUNTS.
Sea como fuere, la realidad es que el gobierno independentista se ha roto. Y ahora ERC cree que puede hacer y deshacer lo que quiera con una amplia nueva mayoría progresista conformada por ERC, militantes históricos de Convergència, Podemos y el PSC. Es decir, prescindiendo de los independentistas de las CUP y de JUNTS. Dice que gobernará para la Catalunya entera y se entiende que habla de la Catalunya autonomista.
Excusas de mal pagador, eso es lo que está haciendo Pere Aragonés bajo el tutelaje de Oriol Junqueras. Están pagando religiosamente el precio del indulto a los presos políticos, según confirmó abiertamente Joan Tardà no hace demasiados días. Gabriel Rufián lo confirma día tras día pactando la gobernabilidad del gobierno de coalición más progresista de la historia de España a cambio de unas escasas migajas que no llegan ni mucho menos a parecerse al pájaro en mano de la antigua CiU de Roca y Duran.
ERC ha decidido enfriar la independencia y se esconde detrás de conceptos tales como amplios consensos, Cataluña entera o gobernar el día a día.
Cuando Oriol Junqueras y otros independentistas decidieron quedarse en España asumiendo que encontrarían justicia donde no la hay, empezó el descalabro independentista. Descalabro que se ha acentuado con el mantenimiento como líder del partido republicano a Oriol Junqueras. ¿Cómo puede cualquier líder actuar libremente, pactando con quien te encarcela, te condena y después te indulta a cambio de hacer bondad renunciando a todo aquello que te ha llevado a la cárcel?
Siempre me he declarado como antiguo votante de ERC. En estos momentos no volveré a serlo por una pura cuestión de coherencia y dignidad. Oriol Junqueras se equivocó entregándose a la justicia española y el precio lo estamos pagando todos los independentistas.
¿Os imagináis que hubiera pasado si en lugar de quedarse en España se hubiera marchado al exilio con el presidente Puigdemont?.
¡Yo si que me lo imagino!. Y me muerdo las uñas de rabia porque esto no pasó.....
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