El independentismo está partido. Desgraciadamente las formaciones políticas aún dividen más. Quizás yo soy el primero que contribuye a esta división criticando tan despiadadamente a ERC, PDCat y las CUP. Quizá incluso no critico bastante a Carles Puigdemont y a JxCat. Quizás no lo hago porque me parece que en sus manos se encuentra la última oportunidad para los que todavía creemos que Itaca está a nuestro alcance. O porque no quiero perder la esperanza. Pero al menos hago autocrítica. Y la cura del presente desbarajuste sólo vendrá a través de la autocrítica y el regreso a los orígenes. Es decir, que la gente volvamos a tomar las riendas de la INDEPENDENCIA en nuestras manos y bajo nuestro control.
El actual callejón sin salida en el que nos hemos metido me hacen plantear una serie de preguntas que quizás tienen fáciles respuestas -o quizá no-. Son preguntas y reflexiones dirigidas a los líderes y militantes de los partidos y al independentismo en general. Pero por encima de todo dirigidas al independentista de a pie.
-¿Nos percatamos realmente de la cantidad de capital humano y de ilusiones que están derrochando PDCat, ERC, las CUP y JxCat?.
-¿Somos conscientes que esconderse detrás del pragmatismo, de ensanchar la base independentista, o buscar la hegemonía partidista, o pedir dialogar con quien no quiere hablar ni pactar nada fuera de la sagrada constitución española es de una ingenuidad escandalosa?.
-¡Creer que si "nos portamos bien" o renunciamos a la unilateralidad esto hará que se detenga la represión o que los presos y exiliados políticos podrán conseguir la libertad y el regreso a casa antes, es creer en los reyes magos!.
-¿Porque los partidos prefieren frustrar las expectativas -¡esperanzas! - de millones de ciudadanos que confiamos en ellos, para conseguir la hegemonía dentro del mundo independentista?. ¡La hegemonía la dará la ciudadanía y nuestros votos!.
-Es nefasto creer que por arañar unos cuantos votos en las próximas elecciones ello dá derecho a dañar la libertad y prosperidad de millones de catalanes. Hacerlo nos condena a la eterna estafa de todo tipo, ya secular, de España hacia Catalunya y los catalanes.
En las actuales circunstancias la clave de todo se encuentra más a manos de los independentistas de calle que a manos de los partidos políticos. Al fin y al cabo lo que cuenta son nuestros votos. Los partidos están más ocupados en hacer la pelota al unionismo socialista y a Podemos que en continuar la tarea hacia la independencia efectiva de Cataluña. ¡Los partidos independentistas nos han decepcionado!.
En cambio, los ciudadanos de a pie queremos culminar la independencia. Hemos demostrado con creces siempre que se nos ha pedido que estamos dispuestos a hacer lo que se nos requiera para conseguirla. Movilizaciones multitudinarias, huelgas generales, paros de país, cadenas humanas, defensa de los colegios electorales, ocultar urnas y papeletas, ocupar plazas y calles. ¡Y votar partidos soberanistas!. Sólo nos ha faltado utilizar las mismas armas que las fuerzas de ocupación y represión han utilizado contra nosotros. Pero como somos gente de paz y democráticos nunca lo haremos ..... Hasta que algunos lo hagan, como sucedió cuanto se hizo pública la sentencia del juicio farsa y estalló la calle delante de aquella ignominiosa sentencia, tan injusta como desproporcionada. Y como previsiblemente volverá a pasar según sea la sentencia dictada contra la cúpula de los Mossos.
El partidismo y las rencillas de las formaciones independentistas nos ha hecho más daño que los porrazos que la Guardia Civil y la Policía Nacional nos dedicaron el memorable -¡y añorado!- 1 de octubre. El ralentí puesto en los motores de las entidades soberanistas, como Òmnium y la ANC, nos han puesto a nosotros en standby. Nos hemos desahogado y nada más. Y no estamos avanzando nada.....
Las preguntas que hoy nos tenemos que hacer son: ¿Nos rendimos y alzamos las manos como quieren los nacionalistas españoles, o contra-atacamos?. ¿Nos mantenemos al ralentí como nos piden los partidos, o aceleramos la marcha?. ¿Nos conservamos en standby para ahorrar energía como parece que quieren las entidades soberanistas, o ponemos la máxima potencia y dedicamos toda la fuerza que nos queda para volver a despegar?. ¿Volvemos a votar partidos egoístas y miedosos o votamos independencia?.
Debemos volver tomar las riendas de la independencia y arrastrar detrás nuestro a partidos y líderes miedosos, entidades demasiado prudentes e independentistas demasiado acomodados. Si no, no vale la pena continuar..... ¡O todos Juntos por la Independencia o plegamos!.
Si no, entonces que los presos y exiliados paguen su pena .... ¡Por culpa de nuestra cobardía!.
El actual callejón sin salida en el que nos hemos metido me hacen plantear una serie de preguntas que quizás tienen fáciles respuestas -o quizá no-. Son preguntas y reflexiones dirigidas a los líderes y militantes de los partidos y al independentismo en general. Pero por encima de todo dirigidas al independentista de a pie.
-¿Nos percatamos realmente de la cantidad de capital humano y de ilusiones que están derrochando PDCat, ERC, las CUP y JxCat?.
-¿Somos conscientes que esconderse detrás del pragmatismo, de ensanchar la base independentista, o buscar la hegemonía partidista, o pedir dialogar con quien no quiere hablar ni pactar nada fuera de la sagrada constitución española es de una ingenuidad escandalosa?.
-¡Creer que si "nos portamos bien" o renunciamos a la unilateralidad esto hará que se detenga la represión o que los presos y exiliados políticos podrán conseguir la libertad y el regreso a casa antes, es creer en los reyes magos!.
-¿Porque los partidos prefieren frustrar las expectativas -¡esperanzas! - de millones de ciudadanos que confiamos en ellos, para conseguir la hegemonía dentro del mundo independentista?. ¡La hegemonía la dará la ciudadanía y nuestros votos!.
-Es nefasto creer que por arañar unos cuantos votos en las próximas elecciones ello dá derecho a dañar la libertad y prosperidad de millones de catalanes. Hacerlo nos condena a la eterna estafa de todo tipo, ya secular, de España hacia Catalunya y los catalanes.
En las actuales circunstancias la clave de todo se encuentra más a manos de los independentistas de calle que a manos de los partidos políticos. Al fin y al cabo lo que cuenta son nuestros votos. Los partidos están más ocupados en hacer la pelota al unionismo socialista y a Podemos que en continuar la tarea hacia la independencia efectiva de Cataluña. ¡Los partidos independentistas nos han decepcionado!.
En cambio, los ciudadanos de a pie queremos culminar la independencia. Hemos demostrado con creces siempre que se nos ha pedido que estamos dispuestos a hacer lo que se nos requiera para conseguirla. Movilizaciones multitudinarias, huelgas generales, paros de país, cadenas humanas, defensa de los colegios electorales, ocultar urnas y papeletas, ocupar plazas y calles. ¡Y votar partidos soberanistas!. Sólo nos ha faltado utilizar las mismas armas que las fuerzas de ocupación y represión han utilizado contra nosotros. Pero como somos gente de paz y democráticos nunca lo haremos ..... Hasta que algunos lo hagan, como sucedió cuanto se hizo pública la sentencia del juicio farsa y estalló la calle delante de aquella ignominiosa sentencia, tan injusta como desproporcionada. Y como previsiblemente volverá a pasar según sea la sentencia dictada contra la cúpula de los Mossos.
El partidismo y las rencillas de las formaciones independentistas nos ha hecho más daño que los porrazos que la Guardia Civil y la Policía Nacional nos dedicaron el memorable -¡y añorado!- 1 de octubre. El ralentí puesto en los motores de las entidades soberanistas, como Òmnium y la ANC, nos han puesto a nosotros en standby. Nos hemos desahogado y nada más. Y no estamos avanzando nada.....
Las preguntas que hoy nos tenemos que hacer son: ¿Nos rendimos y alzamos las manos como quieren los nacionalistas españoles, o contra-atacamos?. ¿Nos mantenemos al ralentí como nos piden los partidos, o aceleramos la marcha?. ¿Nos conservamos en standby para ahorrar energía como parece que quieren las entidades soberanistas, o ponemos la máxima potencia y dedicamos toda la fuerza que nos queda para volver a despegar?. ¿Volvemos a votar partidos egoístas y miedosos o votamos independencia?.
Debemos volver tomar las riendas de la independencia y arrastrar detrás nuestro a partidos y líderes miedosos, entidades demasiado prudentes e independentistas demasiado acomodados. Si no, no vale la pena continuar..... ¡O todos Juntos por la Independencia o plegamos!.
Si no, entonces que los presos y exiliados paguen su pena .... ¡Por culpa de nuestra cobardía!.
Estic totalment desilocionade dels polítics k tenim
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