Se han celebrado elecciones autonómicas en Andalucía. El resultado que han obtenido los diversos partidos que han concurrido ha sido bastante penoso. Para resumirlo, las derechas han obtenido la mayoría absoluta con 59 escaños, 12 de los cuales pertenecen a VOX, un partido descaradamente fascista. Los 50 restantes se los han repartido socialistas (33) y podemitas (17). Así pués, la derecha radical y nacionalista representada por PP (26) y C's (21) más VOX han desalojado a la socialista Susana Díaz, la faraona, después de casi cuarenta años de reinado de izquierdas en aquella comunidad autónoma. Y la llave de todo ello ha recaído en manos fascistas. Ellos pueden hacer y deshacer ahora lo que más convenga a sus espurios intereses.
Naturalmente, después del terremoto político ocurrido todo el mundo quiere analizar los resultados y otorgar las pertinentes culpas del descalabro ocasionado. Pués bién, todos los analistas políticos de derechas, de izquierdas y de centro así como renombrados periodistas más o menos subjetivos y adoctrinadores y todos los medios de comunicación, como pueden ser los periódicos, revistas, televisiones y radios cavernarios, amarillentos o sencillamente nacional-católicos, todos, absolutamente todos coinciden en señalar como principal culpable del estrépito andaluz a.... ¡el independentismo catalán!.
¿Porqué han llegado a esta contundente conclusión?. Pués por qué quieren aprovechar el hecho del ascenso de la extrema derecha española señalándole como respuesta al proceso independentista iniciado en Catalunya y que se halla a punto de culminar ahora el hito más importante, como es la farsa del juicio emprendido contra los presos políticos catalanes y que tantos recelos y miedos está ocasionando al nacionalismo español. Es decir, culpabilizan a la independencia como causante del despertar del fascismo español....
Los unionistas muestra con claridad meridiana una monumental miopía, absolutamente premeditada y voluntaria, a la hora de analizar y reconocer la realidad catalana e incluso su propia realidad, la española. A ver.... ¡El fascismo español jamás ha estado durmiendo!. Desde la muerte de Franco el fascismo -en España le llaman franquismo- se ha mantenido escondido en las entrañas de las altas instituciones españolas, por ejemplo la judicatura, la policía y la guardia civil, periodistas, el ejército e innumerables altos y medios funcionarios de carrera. Todos estos franquistas lo son genéticamente, de nacimiento. Pertenecen a familias de rancio abolengo y larga tradición como servidores públicos -antes, durante y después de la dictadura- que medraron y prosperaron durante el franquismo, los hijos y nietos de los cuales han seguido la estirpe familiar. Durante la maldita transición y primeros años de supuesta democracia los franquistas se acomodaron a la nueva situación con total impunidad y libres de ir ocupando los puntos estratégicos y claves del Estado renovado però por siempre jamás inconmovible e inmutable, lugares por cierto que siempre han permanecido entre sus manos. También fundaron Alianza Popular, formación política heredera directa del Movimiento Nacional y fundada por los jerarcas franquistas, la cual después se convertiría en Partido Popular. Los populares siempre se han jactado de que en España no había extrema derecha pero lo decían porqué la tenían aposentada dentro de su propia casa. Siempre han visto la paja en ojo ajeno pero jamás han visto la viga dentro de su propio ojo. Mientras no veían a los fascistas estos iban acaparando protagonismo, esparciendo su ideología, influyendo en los programas y propuestas políticas y recogiendo apoyos y complicidades dentro y fuera del partido. Se extendieron por el partido y de allí se fueron consolidando en todas las instituciones del Estado, en un proceso claramente metastásico. A la vez surgió C's, partido anticatalán e hipernacionalista español por excelencia. Las conexiones entre PP y C's se evidencian no solo en el hecho que sus dirigentes son antiguos militantes populares y/o nacional-católicos españolistas y lerrouxistas, sino también por los recursos económicos de que dispusieron para su creación y hoy sostienen sus sólidas finanzas, el origen de los cuales provienen de la FAES y del IBEX 35, igual que el Partido Popular. Malas lenguas dicen que C's también se alimentó de los recursos sustraídos del Palau de la Música por Millet y Montull. Por cierto, circunstancia jamás investigada por la fiscalía afinadora española.....
¡Pués bién!. Con estos antecedentes, el fascismo llegó a la conclusión que ya era hora de salir del huevo y comenzar a vivir por su cuenta. Y nació VOX. Mientras PP y C's iban absorbiendo el ideario fascista -autoritarismo, nacionalismo, intransigencia, revisionismo, banderas, lengua y cultura hegemónicas, centralismo, etc.-, VOX iba creciendo, infiltrándose en la policía y la guardia civil -JUSAPOL-, en la judicatura -CGPJ, TS, AN-, iban comprando y cosechando voluntades políticas, periodísticas, económicas..... Y se consolidaba como principal sujeto del fascismo sin máscaras ni disfraces detrás de los cuales esconderse.
VOX es la síntesis de populares y ciudadanos. Su cosmovisión sobre el mundo se resumen en nación española única, lengua y cultura castellanas hegemónicas, catolicismo preconciliar, rechazar la diferencia, supremacía hispana y unidad de destino en lo universal. Una especie del tradicionalista Dios, Patria y Rey, pasado por supuesto por el cedazo falangista. Sus principales enemigos son los migrantes, las feministas y los independentistas catalanes. Si se quiere saber qué propuestas electorales ofrece llegará a la conclusión que quieren hacer renacer a Franco. Si se quiere visualizar este renacido franquismo sólo tiene que mirar una bandera española con el pajarraco franquista -¡la gallina!- estampada por encima del rojo y gualda.
La gallina franquista puso un huevo. El huevo se incubó al calor de PP y C's. Por fin rompió la cáscara y surgió una serpiente cargada de antemano de mortal veneno. No salió un pollito dulzón, esponjoso y suave. Durante la modélica transición de la dictadura a la democracia española fueron inoculando el veneno en pequeñas dosis dentro de los partidos derechistas. El PP y C's asimilaron el fascismo sutilmente, sin percatarse. O tal vez dándose cuenta. Lo blanquearon, lo normalizaron y le dieron alas hasta que la serpiente se ha hecho grande e insaciable. Y ahora se los comerá..... ¡El fascismo es caníbal!. Se come al padre, a la madre y a los hermanos. Una vez fuera del huevo nada les detendrá porque su veneno se esparce por doquier hasta embrutecer las almas de los ingenuos ciudadanos, los cuales acaban sucumbiendo. Empieza a recoger votos y adhesiones, a comprar voluntades y aniquilar a enemigos. Y se hace grande, fuerte, agresivo, violento y cargado de soberbia.
No se puede ser tolerante con el fascismo. Ni comprensivos. Y no podemos tolerar que sus padres y hermanos les hagan viables y les permitan crecer. ¡Al fascismo se le combate!. Se le rechaza, no se le permite crecer libremente como si no fuera un veneno para la sociedad en general y para los individuos en particular. ¡Por ello todos hemos de ser antifascistas!. Se ha de ser intolerante con el fascismo!.
La mejor manera de ser antifascista es ser apasionadamente demócratas. Es no permitir que se apropien de las instituciones, ni de los símbolos, de los partidos o del Estado. Es ejercer y defender los derechos individuales y colectivos. Es defender la libertad. Y por supuesto, no hemos de permitir que inoculen su veneno en la gente.
En el caso de Catalunya, es defender el republicanismo, la autodeterminación y la independencia. ¡Sin miedo y sin embudos!. Solo así nos libraremos del fascismo, siempre vivo entre nuestra sociedad puesto que la quiere absorber y por tanto matar. Para matarnos.
No podrán pasar.....
Naturalmente, después del terremoto político ocurrido todo el mundo quiere analizar los resultados y otorgar las pertinentes culpas del descalabro ocasionado. Pués bién, todos los analistas políticos de derechas, de izquierdas y de centro así como renombrados periodistas más o menos subjetivos y adoctrinadores y todos los medios de comunicación, como pueden ser los periódicos, revistas, televisiones y radios cavernarios, amarillentos o sencillamente nacional-católicos, todos, absolutamente todos coinciden en señalar como principal culpable del estrépito andaluz a.... ¡el independentismo catalán!.
¿Porqué han llegado a esta contundente conclusión?. Pués por qué quieren aprovechar el hecho del ascenso de la extrema derecha española señalándole como respuesta al proceso independentista iniciado en Catalunya y que se halla a punto de culminar ahora el hito más importante, como es la farsa del juicio emprendido contra los presos políticos catalanes y que tantos recelos y miedos está ocasionando al nacionalismo español. Es decir, culpabilizan a la independencia como causante del despertar del fascismo español....
Los unionistas muestra con claridad meridiana una monumental miopía, absolutamente premeditada y voluntaria, a la hora de analizar y reconocer la realidad catalana e incluso su propia realidad, la española. A ver.... ¡El fascismo español jamás ha estado durmiendo!. Desde la muerte de Franco el fascismo -en España le llaman franquismo- se ha mantenido escondido en las entrañas de las altas instituciones españolas, por ejemplo la judicatura, la policía y la guardia civil, periodistas, el ejército e innumerables altos y medios funcionarios de carrera. Todos estos franquistas lo son genéticamente, de nacimiento. Pertenecen a familias de rancio abolengo y larga tradición como servidores públicos -antes, durante y después de la dictadura- que medraron y prosperaron durante el franquismo, los hijos y nietos de los cuales han seguido la estirpe familiar. Durante la maldita transición y primeros años de supuesta democracia los franquistas se acomodaron a la nueva situación con total impunidad y libres de ir ocupando los puntos estratégicos y claves del Estado renovado però por siempre jamás inconmovible e inmutable, lugares por cierto que siempre han permanecido entre sus manos. También fundaron Alianza Popular, formación política heredera directa del Movimiento Nacional y fundada por los jerarcas franquistas, la cual después se convertiría en Partido Popular. Los populares siempre se han jactado de que en España no había extrema derecha pero lo decían porqué la tenían aposentada dentro de su propia casa. Siempre han visto la paja en ojo ajeno pero jamás han visto la viga dentro de su propio ojo. Mientras no veían a los fascistas estos iban acaparando protagonismo, esparciendo su ideología, influyendo en los programas y propuestas políticas y recogiendo apoyos y complicidades dentro y fuera del partido. Se extendieron por el partido y de allí se fueron consolidando en todas las instituciones del Estado, en un proceso claramente metastásico. A la vez surgió C's, partido anticatalán e hipernacionalista español por excelencia. Las conexiones entre PP y C's se evidencian no solo en el hecho que sus dirigentes son antiguos militantes populares y/o nacional-católicos españolistas y lerrouxistas, sino también por los recursos económicos de que dispusieron para su creación y hoy sostienen sus sólidas finanzas, el origen de los cuales provienen de la FAES y del IBEX 35, igual que el Partido Popular. Malas lenguas dicen que C's también se alimentó de los recursos sustraídos del Palau de la Música por Millet y Montull. Por cierto, circunstancia jamás investigada por la fiscalía afinadora española.....
¡Pués bién!. Con estos antecedentes, el fascismo llegó a la conclusión que ya era hora de salir del huevo y comenzar a vivir por su cuenta. Y nació VOX. Mientras PP y C's iban absorbiendo el ideario fascista -autoritarismo, nacionalismo, intransigencia, revisionismo, banderas, lengua y cultura hegemónicas, centralismo, etc.-, VOX iba creciendo, infiltrándose en la policía y la guardia civil -JUSAPOL-, en la judicatura -CGPJ, TS, AN-, iban comprando y cosechando voluntades políticas, periodísticas, económicas..... Y se consolidaba como principal sujeto del fascismo sin máscaras ni disfraces detrás de los cuales esconderse.
VOX es la síntesis de populares y ciudadanos. Su cosmovisión sobre el mundo se resumen en nación española única, lengua y cultura castellanas hegemónicas, catolicismo preconciliar, rechazar la diferencia, supremacía hispana y unidad de destino en lo universal. Una especie del tradicionalista Dios, Patria y Rey, pasado por supuesto por el cedazo falangista. Sus principales enemigos son los migrantes, las feministas y los independentistas catalanes. Si se quiere saber qué propuestas electorales ofrece llegará a la conclusión que quieren hacer renacer a Franco. Si se quiere visualizar este renacido franquismo sólo tiene que mirar una bandera española con el pajarraco franquista -¡la gallina!- estampada por encima del rojo y gualda.
La gallina franquista puso un huevo. El huevo se incubó al calor de PP y C's. Por fin rompió la cáscara y surgió una serpiente cargada de antemano de mortal veneno. No salió un pollito dulzón, esponjoso y suave. Durante la modélica transición de la dictadura a la democracia española fueron inoculando el veneno en pequeñas dosis dentro de los partidos derechistas. El PP y C's asimilaron el fascismo sutilmente, sin percatarse. O tal vez dándose cuenta. Lo blanquearon, lo normalizaron y le dieron alas hasta que la serpiente se ha hecho grande e insaciable. Y ahora se los comerá..... ¡El fascismo es caníbal!. Se come al padre, a la madre y a los hermanos. Una vez fuera del huevo nada les detendrá porque su veneno se esparce por doquier hasta embrutecer las almas de los ingenuos ciudadanos, los cuales acaban sucumbiendo. Empieza a recoger votos y adhesiones, a comprar voluntades y aniquilar a enemigos. Y se hace grande, fuerte, agresivo, violento y cargado de soberbia.
No se puede ser tolerante con el fascismo. Ni comprensivos. Y no podemos tolerar que sus padres y hermanos les hagan viables y les permitan crecer. ¡Al fascismo se le combate!. Se le rechaza, no se le permite crecer libremente como si no fuera un veneno para la sociedad en general y para los individuos en particular. ¡Por ello todos hemos de ser antifascistas!. Se ha de ser intolerante con el fascismo!.
La mejor manera de ser antifascista es ser apasionadamente demócratas. Es no permitir que se apropien de las instituciones, ni de los símbolos, de los partidos o del Estado. Es ejercer y defender los derechos individuales y colectivos. Es defender la libertad. Y por supuesto, no hemos de permitir que inoculen su veneno en la gente.
En el caso de Catalunya, es defender el republicanismo, la autodeterminación y la independencia. ¡Sin miedo y sin embudos!. Solo así nos libraremos del fascismo, siempre vivo entre nuestra sociedad puesto que la quiere absorber y por tanto matar. Para matarnos.
No podrán pasar.....
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