El unionismo españolista se ha construido un relato absolutamente maniqueo alrededor de la realidad catalana para así combatir más y mejor el independentismo. Una historia ficticia que también sirve para prescindir de la voluntad de los catalanes y para no reconocer a Catalunya como sujeto político. En definitiva, para salvaguardar la fracasada y para ellos sagrada unidad del Estado español y hacer prevalecer los intereses y los derechos -¡jamás los deberes para con los catalanes!- de esta España excluyente y ardua de raíces y genes inequívocamente castellanos.
Uno de los argumentos más recurrentes que utilizan es afirmar que existe una fractura en el seno de la sociedad catalana provocada por el independentismo. Que no puede hacerse un referéndum de autodeterminación ya que no es constitucional y caso de celebrarse agravará aún más esta división entre las personas y las familias así como el enfrentamiento entre dos mitades irreconciliables de catalanes, lo cual empeorará con el paso del tiempo, se agrandará y se hara más áspero e incluso avivará una brutal violencia. Según los unionistas existe una mayoría absoluta parlamentaria pero no una mayoría social ni política a favor de la independencia pero en cambio hay una mayoría eventual, tanto dá si es silenciosa, ruidosa o virtual, que quiere seguir siendo española. Y que la soberanía popular reside en las Cortes y pertenece a todos los españoles, no solo en el Parlament y a los catalanes. Por tanto, esta independencia resulta inviable e imposible..... Por otro lado, también alardean ufanos y exultantes de soberbia cuando afirman que España es un estado de derecho serio y una democracia consolidada y plena, equiparables a las mejores del Mundo mundial.
La arrogancia que muestran los nacional-monárquicos españoles solo es comparable a la debilidad argumental que hacen servir y que ni siquiera consigue disimular o acallar el inmenso ridículo en el que tan a menudo caen.
Decir que entre los catalanes existe fractura es expresar un deseo más que ser una realidad. Lo único que existen son profundas diferencias políticas, como suele ocurrir en todas las sociedades plurales y democráticas. Sin embargo no debemos olvidar aquello que sobra en Catalunya. Sobran expedicionarios con aires colonialistas trasladados desde otras comunidades para inflar las convocatorias y manifestaciones unionistas y aparentar que cada vez son más multitudinarias de lo que en realidad serían sin los intrusos. Sobran provocadores como JUSAPOL, SCC y VOX -¡de la mano y con las bendiciones de C's y PP!- que vienen a reírse delante de nuestras narices y a provocarnos descaradamente. ¡Aquellos que vinieron a aporrearnos el uno de octubre vienen ahora a humillarnos!. Sobran los políticos agoreros, que se afanan en enfrentar a la ciudadanía utilizando las mentiras y falsedades para defender las ideas unionistas, prescindiendo de la verdad, la decencia y la razón. ¡Sin querer razonar!. Prefieren denunciar que en Catalunya existe kale borroka para asimilar el independentismo con el terrorismo de ETA, siendo ello tan falso como decir que VOX no es un partido fascista. Utilizan su Constitución -¡ya no es la constitución de la mayoría de catalanes!- como si de una porra se tratara en manos de piolines y beneméritos. Han hecho suya de manera literal la frase "La letra con sangre entra" atribuida al barcelonés Apeles Mestres. La segunda parte del dicho, "y la religión a hostias" no se si es suya o de origen popular, pero en cualquier caso los nacional-católicos también se la han apropiado. Singularmente la policía y la judicatura. Igual que han hecho con la violencia que buscan y causan para justificar la aplicación de un renovado artículo 155 corregido y aumentado, para someter e imponerse al independentismo catalán pacífico y democrático. De hecho, la han tenido muy presente como ideario político. Me refiero a las "hostias" en su versión violenta. Como siempre ha sido. Ayer, hoy y me temo que mañana. Cuando una Constitución se transforma en un bate de béisbol blandido para intimidar y hacer entrar sus artículos con sangre, o se convierte en una losa de piedra irreformable atribuyéndole una condición sagrada, casi taumatúrgica, deja de ser útil. Y si se utiliza para excluir las herramientas democráticas que ayudan a encarar y resolver las diferencias políticas que a menudo surgen dentro de cualquier sociedad, entonces además de inútil se torna antidemocrática. Lo mismo pasa con la justicia. Cuando deviene vengativa, responde a criterios políticos, deja de ser sorda, muda y ciega e interpreta la ley al gusto y bajo las órdenes del poder establecido, se vuelve ilegítima.
Excluir la convocatoria de un referéndum de autodeterminación y declararlo como no constitucional, o inconstitucional, es un verdadero despropósito. Es renunciar de antemano a la democracia. Es invitar al enfrentamiento a las partes. Es dejar en manos de la violencia aquello que se puede dejar en manos de la palabra, del acuerdo y del pacto. Afirmar que no existe una mayoría social a favor de la independencia es no querer reconocer que hay una mayoría sólida que si la queremos. Puesto que si no es así, ¿porqué narices no convocan un referéndum que dicen que ganarian?. No lo hacen porqué lo único cierto es que entre un setenta y un ochenta por ciento de catalanes estamos a favor de convocar y hacer un referéndum de autodeterminación. El mismo porcentaje de ciudadanos queremos ser republicanos. Queremos una república, no un reino. Todo ello según sus propias encuestas, no las que manejamos los independentistas. Su supuesta mayoría social -¡virtual!- no es más que una minoría real de bloqueo de connotaciones casi coloniales. Esta es la razón de no querer aceptar el hecho democrático del referéndum el cual, por supuesto, si tiene plena cabida dentro del ordenamiento jurídico español, dentro de la Constitución y los tratados internacionales firmados por España y cobijados en esta misma Constitución ya hace muchos años. Lo que ocurre es que por razones políticas y miedo cerval a la democracia no lo quieren ni pactar, ni convocar, ni celebrar. No vaya a ser que ganemos los independentistas.....
No se trata de si la soberanía reside en el pueblo español o catalán. Discutir sobre ello es una sandez. En el Reino Unido con Escocia, en Canadá con el Quebec o en Francia con Nueva Caledonia ni se lo plantearon ni lo discutieron. La autodeterminación se ejerce en el territorio y en la población donde se plantea la cuestión y se cuestiona a la metrópoli. Se buscan soluciones políticas a problemas políticos. Si los problemas son de la magnitud del planteado por Catalunya, con mayor motivo. Las constituciones de aquellos países tampoco recogían explicitamente el derecho de autodeterminación pero se acomodaron las leyes a la situación planteada. España y excusas de más pagador es lo mismo.... ¡Desgraciadamente!.
El himno nacional catalán, Els Segadors, tiene una estrofa -la primera- bastante explícita referida a los castellanos imperialistas de otros tiempos, que aún hoy mantiene plena vigencia aunque referida a los poderosos que reinan en todas las instituciones de este inmemorial y penoso Estado español: "Catalunya triomfant, tornarà a ser rica i plena. Endarrera aquesta gent tan ufana i tan superba" -"Catalunya triunfante volverá a ser rica y plena. Atrás esta gente tan ufana y tan soberbia"-. No basta con auto considerarse un estado de derecho serio y una democracia consolidada. ¡Se debe ser y se ha de ejercer como tal!. Con presos políticos y exiliados no se es. ¡Se ha de demostrar cada dia!. Negando las herramientas de la democracia, es decir, negando el referéndum sin alternativas, así no se demuestra. Ni manipulando la Justicia para que se vengue y se encargue de reparar el honor supuestamente mancillado del Estado. Ni haciendo de la violencia y persecución policial el único instrumento para resolver un conflicto político. Ni boicoteando las finanzas de la Generalitat, ni presionando empresas para que se marchen de Catalunya. Ni persiguiendo a raperos, cómicos, maestros, alcaldes, concejales, mandos de los mossos y parlamentarios soberanistas. Ni haciendo que el jefe del Estado avale y bendiga el ignominioso "a por ellos".....
Se debe hacer POLÍTICA. ¡En mayúsculas!. Dado que no hacerla es dejar como única alternativa a la parte agraviada la desobediencia. El enfrentamiento contra los represores y agresores. La autodefensa. La revuelta popular...... ¡Incluso, la revolución!. ¿Es esto lo que busca el unionismo?. ¿Quiere aplastar una supuesta rebelión -tal y como consideran sus jueces y fiscales- con el uso de la fuerza bruta?. ¿Lo fiará todo en la policía, en la Guardia Civil?. ¿En el ejército?. ¿En los jueces y fiscales afinadores y afines al poder?. ¿Qué precio habrá de pagar al no permitir utilizar un instrumento tan adecuado como es un referéndum de autodeterminación, que exige un ochenta por ciento de los catalanes?. ¿Y para que su resultado no sea aceptado por España, una de las partes concernidas?. ¿O tal vez esperan que finalmente desde Europa y la ONU se imponga la consulta?.
Cada vez queda menos tiempo. La determinación de la mayoría de catalanes no disminuye, sino que aumenta. Pero nuestra paciencia también tiene un límite. Lo único que mengua día a día es el respeto a los principios democráticos de uno de los actores protagonistas del drama que estamos viviendo: la parte española. Aunque no existe ninguna otra alternativa para España que no sea ser valiente y justa, en lugar de ufanosa y soberbia.....
O esto o el desastre.....
Uno de los argumentos más recurrentes que utilizan es afirmar que existe una fractura en el seno de la sociedad catalana provocada por el independentismo. Que no puede hacerse un referéndum de autodeterminación ya que no es constitucional y caso de celebrarse agravará aún más esta división entre las personas y las familias así como el enfrentamiento entre dos mitades irreconciliables de catalanes, lo cual empeorará con el paso del tiempo, se agrandará y se hara más áspero e incluso avivará una brutal violencia. Según los unionistas existe una mayoría absoluta parlamentaria pero no una mayoría social ni política a favor de la independencia pero en cambio hay una mayoría eventual, tanto dá si es silenciosa, ruidosa o virtual, que quiere seguir siendo española. Y que la soberanía popular reside en las Cortes y pertenece a todos los españoles, no solo en el Parlament y a los catalanes. Por tanto, esta independencia resulta inviable e imposible..... Por otro lado, también alardean ufanos y exultantes de soberbia cuando afirman que España es un estado de derecho serio y una democracia consolidada y plena, equiparables a las mejores del Mundo mundial.
La arrogancia que muestran los nacional-monárquicos españoles solo es comparable a la debilidad argumental que hacen servir y que ni siquiera consigue disimular o acallar el inmenso ridículo en el que tan a menudo caen.
Decir que entre los catalanes existe fractura es expresar un deseo más que ser una realidad. Lo único que existen son profundas diferencias políticas, como suele ocurrir en todas las sociedades plurales y democráticas. Sin embargo no debemos olvidar aquello que sobra en Catalunya. Sobran expedicionarios con aires colonialistas trasladados desde otras comunidades para inflar las convocatorias y manifestaciones unionistas y aparentar que cada vez son más multitudinarias de lo que en realidad serían sin los intrusos. Sobran provocadores como JUSAPOL, SCC y VOX -¡de la mano y con las bendiciones de C's y PP!- que vienen a reírse delante de nuestras narices y a provocarnos descaradamente. ¡Aquellos que vinieron a aporrearnos el uno de octubre vienen ahora a humillarnos!. Sobran los políticos agoreros, que se afanan en enfrentar a la ciudadanía utilizando las mentiras y falsedades para defender las ideas unionistas, prescindiendo de la verdad, la decencia y la razón. ¡Sin querer razonar!. Prefieren denunciar que en Catalunya existe kale borroka para asimilar el independentismo con el terrorismo de ETA, siendo ello tan falso como decir que VOX no es un partido fascista. Utilizan su Constitución -¡ya no es la constitución de la mayoría de catalanes!- como si de una porra se tratara en manos de piolines y beneméritos. Han hecho suya de manera literal la frase "La letra con sangre entra" atribuida al barcelonés Apeles Mestres. La segunda parte del dicho, "y la religión a hostias" no se si es suya o de origen popular, pero en cualquier caso los nacional-católicos también se la han apropiado. Singularmente la policía y la judicatura. Igual que han hecho con la violencia que buscan y causan para justificar la aplicación de un renovado artículo 155 corregido y aumentado, para someter e imponerse al independentismo catalán pacífico y democrático. De hecho, la han tenido muy presente como ideario político. Me refiero a las "hostias" en su versión violenta. Como siempre ha sido. Ayer, hoy y me temo que mañana. Cuando una Constitución se transforma en un bate de béisbol blandido para intimidar y hacer entrar sus artículos con sangre, o se convierte en una losa de piedra irreformable atribuyéndole una condición sagrada, casi taumatúrgica, deja de ser útil. Y si se utiliza para excluir las herramientas democráticas que ayudan a encarar y resolver las diferencias políticas que a menudo surgen dentro de cualquier sociedad, entonces además de inútil se torna antidemocrática. Lo mismo pasa con la justicia. Cuando deviene vengativa, responde a criterios políticos, deja de ser sorda, muda y ciega e interpreta la ley al gusto y bajo las órdenes del poder establecido, se vuelve ilegítima.
Excluir la convocatoria de un referéndum de autodeterminación y declararlo como no constitucional, o inconstitucional, es un verdadero despropósito. Es renunciar de antemano a la democracia. Es invitar al enfrentamiento a las partes. Es dejar en manos de la violencia aquello que se puede dejar en manos de la palabra, del acuerdo y del pacto. Afirmar que no existe una mayoría social a favor de la independencia es no querer reconocer que hay una mayoría sólida que si la queremos. Puesto que si no es así, ¿porqué narices no convocan un referéndum que dicen que ganarian?. No lo hacen porqué lo único cierto es que entre un setenta y un ochenta por ciento de catalanes estamos a favor de convocar y hacer un referéndum de autodeterminación. El mismo porcentaje de ciudadanos queremos ser republicanos. Queremos una república, no un reino. Todo ello según sus propias encuestas, no las que manejamos los independentistas. Su supuesta mayoría social -¡virtual!- no es más que una minoría real de bloqueo de connotaciones casi coloniales. Esta es la razón de no querer aceptar el hecho democrático del referéndum el cual, por supuesto, si tiene plena cabida dentro del ordenamiento jurídico español, dentro de la Constitución y los tratados internacionales firmados por España y cobijados en esta misma Constitución ya hace muchos años. Lo que ocurre es que por razones políticas y miedo cerval a la democracia no lo quieren ni pactar, ni convocar, ni celebrar. No vaya a ser que ganemos los independentistas.....
No se trata de si la soberanía reside en el pueblo español o catalán. Discutir sobre ello es una sandez. En el Reino Unido con Escocia, en Canadá con el Quebec o en Francia con Nueva Caledonia ni se lo plantearon ni lo discutieron. La autodeterminación se ejerce en el territorio y en la población donde se plantea la cuestión y se cuestiona a la metrópoli. Se buscan soluciones políticas a problemas políticos. Si los problemas son de la magnitud del planteado por Catalunya, con mayor motivo. Las constituciones de aquellos países tampoco recogían explicitamente el derecho de autodeterminación pero se acomodaron las leyes a la situación planteada. España y excusas de más pagador es lo mismo.... ¡Desgraciadamente!.
El himno nacional catalán, Els Segadors, tiene una estrofa -la primera- bastante explícita referida a los castellanos imperialistas de otros tiempos, que aún hoy mantiene plena vigencia aunque referida a los poderosos que reinan en todas las instituciones de este inmemorial y penoso Estado español: "Catalunya triomfant, tornarà a ser rica i plena. Endarrera aquesta gent tan ufana i tan superba" -"Catalunya triunfante volverá a ser rica y plena. Atrás esta gente tan ufana y tan soberbia"-. No basta con auto considerarse un estado de derecho serio y una democracia consolidada. ¡Se debe ser y se ha de ejercer como tal!. Con presos políticos y exiliados no se es. ¡Se ha de demostrar cada dia!. Negando las herramientas de la democracia, es decir, negando el referéndum sin alternativas, así no se demuestra. Ni manipulando la Justicia para que se vengue y se encargue de reparar el honor supuestamente mancillado del Estado. Ni haciendo de la violencia y persecución policial el único instrumento para resolver un conflicto político. Ni boicoteando las finanzas de la Generalitat, ni presionando empresas para que se marchen de Catalunya. Ni persiguiendo a raperos, cómicos, maestros, alcaldes, concejales, mandos de los mossos y parlamentarios soberanistas. Ni haciendo que el jefe del Estado avale y bendiga el ignominioso "a por ellos".....
Se debe hacer POLÍTICA. ¡En mayúsculas!. Dado que no hacerla es dejar como única alternativa a la parte agraviada la desobediencia. El enfrentamiento contra los represores y agresores. La autodefensa. La revuelta popular...... ¡Incluso, la revolución!. ¿Es esto lo que busca el unionismo?. ¿Quiere aplastar una supuesta rebelión -tal y como consideran sus jueces y fiscales- con el uso de la fuerza bruta?. ¿Lo fiará todo en la policía, en la Guardia Civil?. ¿En el ejército?. ¿En los jueces y fiscales afinadores y afines al poder?. ¿Qué precio habrá de pagar al no permitir utilizar un instrumento tan adecuado como es un referéndum de autodeterminación, que exige un ochenta por ciento de los catalanes?. ¿Y para que su resultado no sea aceptado por España, una de las partes concernidas?. ¿O tal vez esperan que finalmente desde Europa y la ONU se imponga la consulta?.
Cada vez queda menos tiempo. La determinación de la mayoría de catalanes no disminuye, sino que aumenta. Pero nuestra paciencia también tiene un límite. Lo único que mengua día a día es el respeto a los principios democráticos de uno de los actores protagonistas del drama que estamos viviendo: la parte española. Aunque no existe ninguna otra alternativa para España que no sea ser valiente y justa, en lugar de ufanosa y soberbia.....
O esto o el desastre.....