La meva llista de blogs

divendres, 13 d’abril del 2018

IMPULSANDO UN RENOVADO CAMINO HACIA LA REPÚBLICA.

La Audiencia Territorial de Schleswig-Holstein ha rechazado la extradición del presidente Carles Puigdemont a España por el delito de rebelión. La judicatura alemana no aprecia ningún tipo de violencia cometida por el independentismo durante los hechos ocurridos los últimos meses en Catalunya y por tanto, desestima la euro orden solicitada por el Tribunal Supremo de España para el mencionado delito. Recordemos que la única violencia y brutalidad ocurridos fueron ejercidas sobre los ciudadanos catalanes, practicadas -y aireadas al mundo entero para vergüenza de España- con vehículos, escopetas, cascos y porras de la policía nacional y guardia civil españolas.

Lo jueces y fiscales se emplearon a fondo más allá de la realidad y de la verdad para construir un relato inverosímil alrededor de una supuesta rebelión violenta producida antes, durante y después de la proclamación de la República de Catalunya. La policía y la guardia civil, brazos armados del Estado, no quedan al margen de estas falsedades, ya que compusieron unos informes y atestados, en calidad de policía judicial, tan o más increibles y post verídicos que los recogidos por el juez Llarena en sus imaginativos autos y resoluciones.

Estas mentiras y fabulaciones, empero, sirvieron para justificar la persecución y ensañamiento policial, judicial, mediático y como excusa para el encarcelamiento preventivo -secuestro- y el exilio indefinido de unos políticos, hombres y mujeres honrados -¡refugiados!-, decentes, demócratas y gente de paz, a causa de un irrefrenable y rabioso afán de venganza de un poder ejecutivo manchado por la corrupción y ofendido en su honor después del éxito conseguido por el independentismo el histórico 1 de Octubre de 2017. También son consecuencia de la aversión de un poder legislativo espúreo, paralizado y anquilosado como parlamento, cómplice activo de los poderes ejecutivo y judicial supuestamente constitucionalistas y plenamente solidario de las medidas impuestas contra Catalunya. Todo ello, en definitiva, bajo la tutela de un poder judicial inflado de soberbia, que se autoconsidera héroe y principal defensor de la sagrada unidad de España, a la vez que prepotente, hiper-politizado y a menudo deudor de épocas dictatoriales del pasado pero aún plenamente vigentes en el corazón y el alma de algunos jueces y fiscales. Los cuales, por cierto,  hoy ocupan las más altas magistraturas y dominan con mano de hierro sin guante de seda el Consejo General del Poder Judicial del Reino de España. Que a su vez se muestra siempre receptivo y servil a las sugerencias y peticiones políticas partidistas. En definitiva, todo ello no es más que la venganza de un Estado carcomido por la metástasis de la corrupción generalizada, la carencia de principios democráticos, el renacimiento de un autoritarismo atávico y secular y por supuesto, la inexistencia de la separación de poderes al uso en cualquier democracia consolidada. Con el agravante que todo este vergonzoso desastre político-jurídico-policial que Catalunya y la mayoría de catalanes hemos sufrido los últimos tiempos se ha visto convenientemente respaldado y alentado por casi todos los medios de comunicación de ámbito estatal y por muchos de los afamados periodistas de esta España cutre, negra e inmemorial, sin que la falta de ética periodística y escasa profesionalidad empleadas les haya hecho enrojecer lo más mínimo a causa de su perverso y sumiso comportamiento, propio de auténticos esbirros.....

Y ahora, ¿qué?. Estas instituciones, que tanto han hecho a favor de la unidad de España, han conseguido lo contrario de lo que pretendían. Cada vez más catalanes se van pasando al lado luminoso de la fuerza: ¡a favor de la República!. Puesto que, ¿qué ciudadano catalán -¡o español!- se encontrará cómodo formando parte de un estado que retuerce la ley hasta romper el espinazo de lo que comúnmente se entiende como estado de derecho?. Que acusa inocentes basándose en suposiciones, prejuicios o directamente en mentiras. Que encarcela buena gente en base a las falsedades inventadas por una policía judicial resentida, envidiosa y partidista. O que impone multas y sanciones económicas injustas -hasta el extremo de pretender arruinar a los afectados- para dar satisfacción a peticiones efectuadas ante el Tribunal de Cuentas por grupos de extrema derecha -VOX y SCC- que las exigen. ¿Qué catalán querrá tener como compatriotas a gente que les criminaliza porque cuelgan en la via pública o exiben en sus solapas lazos amarillos como señal de apoyo y solidaridad con los presos políticos?. ¿Quién mínimamente sensato se resignaria a disfrutar de un gobierno capaz de favorecer la deslocalización de empresas de un territorio que reclama poder autodeterminarse y si procede acceder a la lndependència, y lo hace por motivos exclusivamente políticos causando innecesarios perjuicios a todos los trabajadores y empresarios de este país?. ¿Quién quiere un gobierno capaz de mentir, falsear, manipular y atizar la xenofobia y el anticatalanismo más primarios en nombre de una unidad forzada y forzosa, inexistente, sostenida en el uso y abuso de una Constitución maltrecha, por la violencia y el acoso policial, la presión judicial espuria y manipulada, el ahogo financiero y la adulteración económica?. Un gobierno incapaz de hacer política y dejar que otros la hagan y que considera los adversarios como enemigos a los que aniquilar. ¿Qué catalán querría volver a ser apaleado indiscriminadamente y violentamente por el mero hecho de querer votar de manera pacífica y democrática, a manos de brutales policías y guardias civiles, a los cuales se supone garantes y defensores de los derechos y libertades de los ciudadanos?. ¿Qué pueblo aguanta impasible e indefinidamente insultos, mentiras, menosprecios y manipulaciones por obra y gracia de unos medios de comunicación religados al poder político, mediatizados por el poder económico-financiero, censurados por el poder judicial e instrumentados a base de filtraciones interesadas -¡osan llamarlo periodismo de investigación!- a manos de las ratas de cloaca del estado español.....?.

Somos muchísimos los catalanes que deseamos la independencia porque queremos justicia. Porque exigimos la libertad. Porque somos demócratas. Porque queremos sentirnos bien y seguros con el estado y no perseguidos y aplastados por él. Todo esto ahora no lo tenemos. El Estado español ya no nos ofrece ni confianza, ni seguridad, ni prosperidad, ni justicia. ¡No nos cobija!. El Estado español para la mayoría de catalanes ya no es un estado de derecho ni es nuestro estado. El derecho solo lo poseen las instituciones, los poderes -todos mezclados, confundidos e indistinguibles entre si- y el IBEX 35. El pueblo español solo obedece y calla según le exige el poder y se halla indefenso, engañado y sin capacidad de reacción. Le recortan las libertades y no protesta. Le recortan la libertad de expresión y de opinión y no reacciona. Le recortan derechos sociales y sollozan un poquito y nada más. Le recortan la democracia y no se entera. Le engañan y manipulan y sigue sin enterarse. Lo siento por el pueblo español porque contra él no tenemos cuentas que pasar. Solo algún pequeño reproche: haber guardado silencio ante todas las injusticias emprendidas contra los catalanes y que a partir de ahora empezarán a padecer ellos. ¡Les compadezco!. Puesto que Catalunya y los catalanes hemos llorado, nos hemos enterado, nos hemos dado cuenta de lo que nos hacen, hemos reaccionado y hemos protestado..... ¡Y por esto nos vamos!.

La libertad del M.H.S Carles Puigdemont i Casamajó puede resultar para el independentismo el definitivo impulso de una renovada hoja de ruta que nos lleve allí donde queremos estar la mayoría de catalanes: a la libertad, a la plena soberanía, a la justicia y a la prosperidad. Nos acerca cada día más hacia la República Catalana. Nuestra gozosa esperanza......









  

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada