El viernes, día 27 de octubre de 2017, Catalunya ha devenido un país independiente, libre y soberano adoptando la forma de República. El Parlament decidió en votación secreta de los diputados, que había llegado la hora que los catalanes se emanciparan de España. El Parlament levantó la suspensión de la independencia y asumió los resultados del referéndum celebrado el 1 de octubre, a pesar de los impedimentos legales, administrativos, policiales y la violencia física desplegados y ejercidos por el Estado español mediante sus fuerzas represivas, en calidad de auténticas fuerzas de ocupación. El mismo día 27, desde Madrid, capital de la metrópoli dominante, el Senado español ha otorgado al Gobierno de la Nación plenos poderes para restablecer el orden y la plena vigencia de la Constitución española sobre Catalunya y los catalanes. El choque entre legitimidad y legalidad se ha producido de la forma más brutal, furibunda y autoritaria que jamás pudiera haberse imaginado.....
Y ahora, ¿qué?.
Ahora, España, utilizando todas las armas jurídicas, policiales, económicas, financieras, burocráticas y políticas que tiene a su alcance se dispone, una vez más, a humillar y aplastar la realidad nacional catalana. Han dictado un conjunto de órdenes y decretos que van desde destituir a todo el Govern de la Generalitat hasta convocar nuevas elecciones autonómicas, pasado por la disolución del Parlament. Mariano Rajoy, de forma omnímoda y sin tener otra cobertura legal que un inconcreto, confuso y arbritrario articulo 155 de la sagrada Constitución española -invito al lector a la lectura de dicho artículo-, se ha arrogado el poder indelegable del president de la Generalitat para disolver el Parlament y convocar elecciones. Ha destituido todo el gobierno legítimo y democrático de Catalunya. Ha intervenido y ocupado todas las conselleries y las entidades colaboradoras ligadas a ellas, en nombre del más preciado de los derechos que posee Castilla: el derecho de conquista. Ha suprimido todas las delegaciones exteriores de Catalunya, fundamentalmente comerciales y culturales. Ha cesado todos los altos cargos de confianza de los consejeros y en una última pirueta jurídico-represora final, ha ordenado al Fiscal General del Estado para que actúe penalmente contra el Govern y la mesa del Parlament, imputándoles múltiples delitos, como son rebelión con violencia, sedición y apropiación indebida, que comportan penas de hasta treinta años de cárcel..... Y así, la Constitución del Estado español y la estabilidad y continuidad histórica del Reino de España han sido debidamente preservadas. Cargándose, por supuesto, los principios democráticos universalmente aceptados, los derechos civiles colectivos e individuales de los catalanes, así como las seculares instituciones históricas catalanas, aniquilando de paso el derecho de autonomía de nacionalidades y regiones españolas, recogido en esa misma constitución..... Todo ello en nombre de la indisolubilidad, unidad e indivisibilidad territorial de España. "Artículo 2. La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles". Esto permite que para cumplir estrictamente este artículo, no existen ni derecho, ni democracia, ni legitimidad que valgan que no sean los castellanos, ejerciendo desinhibidamente aquello tan característico de todo gobierno autoritario: la venganza indiscriminada contra el adversario político.
Las elecciones convocadas no tendrán ningún tipo de garantía política mínimamente aceptable. Puesto qué, ¿como se puede ejercer con libertad el voto si existen presos políticos en prisión por defender la independencia de Catalunya?. ¿Como se podrá defender en libertad un programa independentista si ya amenazan que caso de volver a ganar la opción independentista no se derogará la aplicación del artículo 155?. ¿Como se podrá desarrollar con normalidad la campaña electoral bajo la vigilancia de veinte mil policías nacionales y guardias civiles españoles dispuestos a dar porrazos a la mínima excusa?. ¿Qué garantías tendrán las opciones independentistas que han sido amenazadas de ilegalización, según afirmaciones de Pablo Casado, secretario de comunicación popular- si persisten en sus objetivos?. ¿Qué candidatos se podrán presentar mientras existen políticos perseguidos, inhabilitados, condenados, multados, amenazados y arruinados económicamente por las autoridades españolas?. Alguien se tendrá que esforzar mucho para contestar y resolver estas y otras dudas que buena parte de los catalanes nos hacemos ante las continuas arbitrariedades que el gobierno de España dispensa a Catalunya.....
Ahora, la República Catalana lo tiene muy crudo.... Hemos hecho la desconexión emocional de España. Hemos puesto nuestras esperanzas en un nuevo estado que no nos vaya a la contra. Nos hemos movilizado año tras año millones de catalanes defendiendo el derecho de autodeterminación y la independencia como solución política y la única que garantiza la supervivencia de la nación catalana. Hemos confiado ampliamente en los principios democráticos universalmente aceptados como herramienta más adecuada para defender nuestras aspiraciones, rechazando explícitamente e implícitamente el uso de la fuerza incluso como arma de legítima defensa..... A pesar de todo, lo tenemos muy peludo. Pero.....
Pero..... ¡Sabíamos que nada sería fácil!. Todos los estados del Mundo tienen tendencia a defender el status quo vigente y a defenderse los unos a los otros. A pesar de todo, pasan los años, las décadas y nuevos estado nacen sin que ninguno de los viejos o recién nacidos se retrotraigan una vez conseguida la independencia. Lo mismo pasará con Catalunya. Ya hemos accedido a la independencia y no tenemos porqué retroceder. Ni aplicando el articulo 155, ni ocupando las calles de Catalunya con miles de tropas policiales o decenas de miles de españoles venidos de otros lugares del estado, gritando "Catalunya es de España", ni encarcelando a políticos honestos, ni destituyendo cargos públicos, ni imponiendo burócratas de manguitos y visera en la administración catalana, ni forzando o aconsejando a las empresas a cambiar el domicilio social y fiscal por razones puramente políticas, ni aplastándonos con el Código Penal, ni manipulando la Justicia, ni aprovechándose de la sumisa complicidad del TC, ni exhibiendo al Rey o al santo cristo grande cuando van mal dadas. Nada podrá detener la independencia puesto que esta es la voluntad mayoritaria del pueblo catalán. A pesar del gobierno de España y a pesar de todos los obstáculos que nos ponen.....
El legítimo Govern de la Generalitat ha aceptado el reto de acudir a las elecciones convocadas ilegalmente por el gobierno de España, con la aprobación incondicional de los socialistas y la indisimulada satisfacción de ciudadanos. Ha exigido que los impulsores de la aplicación del artículo 155 acepten el resultado de la contienda electoral del día 21 de diciembre. Es decir, se plantea un nuevo plebiscito a favor o contra el articulo 155 y a favor o en contra de la independencia. También se ha manifestado en el sentido de que no se fía de la justicia española, porque en España no existe separación de poderes y tienen una marcada tendencia a judicializar la política y politizar la justicia.....
Las elecciones planteadas puede ser una trampa pero también una oportunidad. Yo tampoco me fío del Gobierno puesto que no solo no respeta la separación de poderes, sino que tampoco respeta el carácter democrático necesario para hacer unas elecciones limpias y respetuosas con los resultados. En definitiva, no creo que el supuesto estado de derecho español lo sea verdaderamente. Por tanto, habremos de prestar atención y estar vigilantes para que no vuelvan a hacer trampas.....
El Molt Honorable Senyor Carles Puigdemont i Casamajó, 130º president de la Generalitat, nos anima a participar y ganar -¡otra vez!- las elecciones del 21 de diciembre...... ¡Hagámoslo!. Participemos masivamente y hagamos lo imposible para volver a ganar la libertad de Catalunya. ¡Pero que sea la última y definitiva vez!. Si ganan las opciones favorables a la independencia estaremos en condiciones de defender nuestra República con todas las razones, argumentos e instrumentos que tengamos a nuestro alcance. Lo haremos en defensa propia, cargada una vez más de legitimidad, paz y democracia.....
Así que..... ¡Ni un paso atrás!.
Ahora, España, utilizando todas las armas jurídicas, policiales, económicas, financieras, burocráticas y políticas que tiene a su alcance se dispone, una vez más, a humillar y aplastar la realidad nacional catalana. Han dictado un conjunto de órdenes y decretos que van desde destituir a todo el Govern de la Generalitat hasta convocar nuevas elecciones autonómicas, pasado por la disolución del Parlament. Mariano Rajoy, de forma omnímoda y sin tener otra cobertura legal que un inconcreto, confuso y arbritrario articulo 155 de la sagrada Constitución española -invito al lector a la lectura de dicho artículo-, se ha arrogado el poder indelegable del president de la Generalitat para disolver el Parlament y convocar elecciones. Ha destituido todo el gobierno legítimo y democrático de Catalunya. Ha intervenido y ocupado todas las conselleries y las entidades colaboradoras ligadas a ellas, en nombre del más preciado de los derechos que posee Castilla: el derecho de conquista. Ha suprimido todas las delegaciones exteriores de Catalunya, fundamentalmente comerciales y culturales. Ha cesado todos los altos cargos de confianza de los consejeros y en una última pirueta jurídico-represora final, ha ordenado al Fiscal General del Estado para que actúe penalmente contra el Govern y la mesa del Parlament, imputándoles múltiples delitos, como son rebelión con violencia, sedición y apropiación indebida, que comportan penas de hasta treinta años de cárcel..... Y así, la Constitución del Estado español y la estabilidad y continuidad histórica del Reino de España han sido debidamente preservadas. Cargándose, por supuesto, los principios democráticos universalmente aceptados, los derechos civiles colectivos e individuales de los catalanes, así como las seculares instituciones históricas catalanas, aniquilando de paso el derecho de autonomía de nacionalidades y regiones españolas, recogido en esa misma constitución..... Todo ello en nombre de la indisolubilidad, unidad e indivisibilidad territorial de España. "Artículo 2. La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles". Esto permite que para cumplir estrictamente este artículo, no existen ni derecho, ni democracia, ni legitimidad que valgan que no sean los castellanos, ejerciendo desinhibidamente aquello tan característico de todo gobierno autoritario: la venganza indiscriminada contra el adversario político.
Las elecciones convocadas no tendrán ningún tipo de garantía política mínimamente aceptable. Puesto qué, ¿como se puede ejercer con libertad el voto si existen presos políticos en prisión por defender la independencia de Catalunya?. ¿Como se podrá defender en libertad un programa independentista si ya amenazan que caso de volver a ganar la opción independentista no se derogará la aplicación del artículo 155?. ¿Como se podrá desarrollar con normalidad la campaña electoral bajo la vigilancia de veinte mil policías nacionales y guardias civiles españoles dispuestos a dar porrazos a la mínima excusa?. ¿Qué garantías tendrán las opciones independentistas que han sido amenazadas de ilegalización, según afirmaciones de Pablo Casado, secretario de comunicación popular- si persisten en sus objetivos?. ¿Qué candidatos se podrán presentar mientras existen políticos perseguidos, inhabilitados, condenados, multados, amenazados y arruinados económicamente por las autoridades españolas?. Alguien se tendrá que esforzar mucho para contestar y resolver estas y otras dudas que buena parte de los catalanes nos hacemos ante las continuas arbitrariedades que el gobierno de España dispensa a Catalunya.....
Ahora, la República Catalana lo tiene muy crudo.... Hemos hecho la desconexión emocional de España. Hemos puesto nuestras esperanzas en un nuevo estado que no nos vaya a la contra. Nos hemos movilizado año tras año millones de catalanes defendiendo el derecho de autodeterminación y la independencia como solución política y la única que garantiza la supervivencia de la nación catalana. Hemos confiado ampliamente en los principios democráticos universalmente aceptados como herramienta más adecuada para defender nuestras aspiraciones, rechazando explícitamente e implícitamente el uso de la fuerza incluso como arma de legítima defensa..... A pesar de todo, lo tenemos muy peludo. Pero.....
Pero..... ¡Sabíamos que nada sería fácil!. Todos los estados del Mundo tienen tendencia a defender el status quo vigente y a defenderse los unos a los otros. A pesar de todo, pasan los años, las décadas y nuevos estado nacen sin que ninguno de los viejos o recién nacidos se retrotraigan una vez conseguida la independencia. Lo mismo pasará con Catalunya. Ya hemos accedido a la independencia y no tenemos porqué retroceder. Ni aplicando el articulo 155, ni ocupando las calles de Catalunya con miles de tropas policiales o decenas de miles de españoles venidos de otros lugares del estado, gritando "Catalunya es de España", ni encarcelando a políticos honestos, ni destituyendo cargos públicos, ni imponiendo burócratas de manguitos y visera en la administración catalana, ni forzando o aconsejando a las empresas a cambiar el domicilio social y fiscal por razones puramente políticas, ni aplastándonos con el Código Penal, ni manipulando la Justicia, ni aprovechándose de la sumisa complicidad del TC, ni exhibiendo al Rey o al santo cristo grande cuando van mal dadas. Nada podrá detener la independencia puesto que esta es la voluntad mayoritaria del pueblo catalán. A pesar del gobierno de España y a pesar de todos los obstáculos que nos ponen.....
El legítimo Govern de la Generalitat ha aceptado el reto de acudir a las elecciones convocadas ilegalmente por el gobierno de España, con la aprobación incondicional de los socialistas y la indisimulada satisfacción de ciudadanos. Ha exigido que los impulsores de la aplicación del artículo 155 acepten el resultado de la contienda electoral del día 21 de diciembre. Es decir, se plantea un nuevo plebiscito a favor o contra el articulo 155 y a favor o en contra de la independencia. También se ha manifestado en el sentido de que no se fía de la justicia española, porque en España no existe separación de poderes y tienen una marcada tendencia a judicializar la política y politizar la justicia.....
Las elecciones planteadas puede ser una trampa pero también una oportunidad. Yo tampoco me fío del Gobierno puesto que no solo no respeta la separación de poderes, sino que tampoco respeta el carácter democrático necesario para hacer unas elecciones limpias y respetuosas con los resultados. En definitiva, no creo que el supuesto estado de derecho español lo sea verdaderamente. Por tanto, habremos de prestar atención y estar vigilantes para que no vuelvan a hacer trampas.....
El Molt Honorable Senyor Carles Puigdemont i Casamajó, 130º president de la Generalitat, nos anima a participar y ganar -¡otra vez!- las elecciones del 21 de diciembre...... ¡Hagámoslo!. Participemos masivamente y hagamos lo imposible para volver a ganar la libertad de Catalunya. ¡Pero que sea la última y definitiva vez!. Si ganan las opciones favorables a la independencia estaremos en condiciones de defender nuestra República con todas las razones, argumentos e instrumentos que tengamos a nuestro alcance. Lo haremos en defensa propia, cargada una vez más de legitimidad, paz y democracia.....
Así que..... ¡Ni un paso atrás!.
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