Hoy me dedicaré a comentar sobre asuntos económicos. Concretamente sobre las decisiones que algunas empresas han tomado con la excusa del proceso independentista respaldado por la mayoría de catalanes. De entrada cabe decir que el independentismo, en Catalunya, no ha sido una lucha impulsada por las élites culturales o económicas del país. Ni siquiera ha sido por iniciativa de los partidos políticos o por el gobierno de la Generalitat. ¡Por supuesto que no!. El independentismo, como epicentro e hito de la vida política actual de Catalunya, ha sido anhelado, impulsado y estimulado por la gente de la calle, normal, sencilla y corriente. Es decir, por buena parte del pueblo catalán. Los mundos cultural, político y económico se sumaron después de percibir que la oleada soberanista les podía pasar por encima, sin que nada la detuviera...... Fue entonces cuando se añadieron los líderes políticos y buena parte del mundo cultural, así como mucha gente del ámbito económico y financiero. ¿Y que se consiguió con ello?. Pués algo absolutamente inaudito dentro del Estado que hasta ahora nos ha mandado y ordenado: Que las prioridades y las motivaciones de los líderes catalanes fueran las mismas que las prioridades y anhelos de la ciudadanía..... Esto, dentro del Estado español, ¡jamás antes -ni ahora- había pasado!.
Antes de continuar mis reflexiones, bueno será recordar porqué muchísimos catalanes pasaron de firmes defensores del autonomismo y del pájaro en mano a convencidos líderes y paladines del independentismo. El gobierno de Pascual Maragall propuso e impulsó la reforma del Estatuto de Autonomía. Todas las fuerzas políticas, excepto los populares, se sumaron a la iniciativa. El año 2006 se aprobó el texto del nuevo Estatuto en el Parlament por una mayoría absoluta apabullante. Después que la cámara de diputados pasara enérgicamente el cepillo -garlopa-, según descripción hecha por el insigne y cáustico presidente de la comisión constitucional de Congreso, el socialista Alfonso Guerra, es decir, después de recortar, manosear y tergiversar el texto aprobado por el Parlament y recibir las bendiciones de las Cortes españolas, fue puesto a votación en referéndum -¡solo en Catalunya!- y aprobado por el 74% de los votantes -¡solo participaron el 49% del censo!-.... Entonces, los populares, que habían rechazado tanto el texto aprobado en el Parlament como el aprobado en las Cortes españolas, impulsaron una última jugada maestra: Impugnarlo ante el Tribunal Constitucional para conseguir poner su sello e imponer sus limitaciones, sin haber querido inmiscuirse en la redacción finalmente aprobada en referéndum. A partir ahí la historia es conocida. Manipulación del TC, presiones, incompatibilidades, renuncias de magistrados, no renovación de los cargos vacantes y muchos años de deliberaciones y escarnio..... Todo un conjunto de despropósitos que certificaron aquello que la gente sospechaba pero que hasta entonces no osaba decir en voz alta: El Partido Popular es una formación totalmente faltada de principios democráticos, heredero directo del franquismo y fiel guardián de las esencias patrias secularmente autoritarias de la España inmemorial. Y además ahora también sabemos que es el partido político más corrupto de toda la Unión Europea y quien sabe si del mundo mundial.....
Después de la ignominiosa sentencia dictada el año 2010 por un Tribunal Constitucional absolutamente deslegitimado, aquella gente de la calle, normal y corriente mencionada antes, se sintió profundamente humillada y estafada a la vez que enormemente cabreada. Y como un solo pueblo -que en realidad somos- gritamos todos al unísono: ¡Basta!. ¡Hasta aquí hemos llegado!. Y de aquellos polvos vienen estos lodos......
¡Bien!. Tal vez me he desviado un poco del tema que quería comentar. Centrándome en la vertiente económica, alrededor de tres mil empresas han huido o dicen que huirán de Catalunya, según parece debido a la incertidumbre y falta de seguridad política que existe en la comunidad, todo ello por culpa del proceso independentista. Es muy curioso que este miedo haya surgido de repente después del 1 de octubre y de la violencia desatada por las fuerzas represivas de España, en calidad de auténticas fuerzas de ocupación. Más curioso es que la huida se haya producido después que el gobierno de Mariano Rajoy aprobara un decreto propiciando e invitando a las empresas a cambiar el domicilio fiscal y social sin necesidad de que el traslado tuviera que ser aprobado por la junta de accionistas de cada empresa. ¡Basta que lo ejecutivos lo quieran y listos!. Y aun resulta más curioso que las primeras empresas que se acogieron a este decreto fueran las integradas en el IBEX 35. Es decir, no causó ni miedo ni inseguridad jurídica la sentencia de un Tribunal Constitucional ilegítimo, que se cargó un texto aprobado en referéndum por el 74% de los votantes. Ni tan solo el hecho que muchos de los artículos declarados inconstitucionales en el texto catalán no lo son en estatutos aprobados después por otras comunidades y que copiaron literalmente enteros de dicho texto, pero que a ellos se les declara plenamente constitucionales. Por contra, el 1 de octubre el noventa por ciento de la gente que pudo votar, lo hicieron a favor de la independencia. ¡Así pues, de incertidumbre ninguna!.Y de inseguridad jurídica menos, puesto que se habían redactado leyes de transitoriedad y más de treinta decretos que ofrecían suficientes garantias..... excepto para aquellos no buscaban garantías ni seguridad, sino combatir la independencia por motivos estrictamente políticos pero enardecidamente nacional-españolistas. Los únicos miedos se importaron de España y fueron repartidos en Catalunya en forma de porras y pelotas de goma por millares de policías, que golpearon sin ningún tipo de miramiento a decenas de miles de ciudadanos que solo querían votar y defender el derecho democrático de poder hacerlo y que, desde entonces, nos sentimos enormemente inseguros, desprotegidos y heridos, literalmente, en manos de la Policía Nacional y la Guardia Civil españoles. Miedo y asco sentimos cuando empezaron a encarcelar a políticos y líderes de movimientos sociales por ayudar y cumplir con la promesa de convocar y hacer un referéndum, con o sin acuerdo del gobierno de Madrit. Y también por las amenazas de condenarlos hasta treinta años de prisión por rebelión y sedición violentas y tumultuarias, que jamás se produjeron. Inseguridad la causada a casi mil alcaldes por no haber impedido la celebración de la consulta o por haber aprobado mociones de apoyo a la convocatoria y a la República. O inseguros y escandalizados ante la expropiación del patrimonio privado de aquellos políticos que favorecieron el ejercicio de la democracia......
Todo esto no causó miedo ni inseguridad a los empresarios que decidieron salir de Catalunya. Tampoco temieron nada cuando desde el gobierno y sus compañeros del IBEX 35 se les sugirió amistosamente que tal vez sería mejor para todos ellos que escucharan los cantos de sirena que entonaban desde Madrit y así evitar posibles y probables boicots comerciales y financieros. Ni se avergonzaron cuando sabían que si las grandes empresas marchaban, arrastrarían tras de si a muchas pequeñas y medianas empresas, espantadas por la huida de las grandes. Pero esta desvergüenza y miedo se volverá en auténtico pánico cuando se percaten que han claudicado ante amenazas más o menos directas, ignorando que un buen ejecutivo toma sus decisiones de acuerdo con los intereses económicos y comerciales antes de hacer caso a prejuicios políticos, ya sean propios o de los amigos -y competidores, no se olvide-. Finalmente, ¿no les causa miedo ni provoca incertidumbre la aplicación del artículo 155?. Un artículo que no dice nada sobre destituir un gobierno legítimo, ni disolver el parlamento, ni autorizar el expolio de las obras de arte del Museo Diocesano de Lleida, que no permite que los mossos adquieran munición, ni que TV3 retransmita la impactante manifestación de Bruselas o dar el tratamiento de presidente y de consellers a Carles Puigdemont, Oriol Junqueras, Josep Turull...... ¿Todo ello no les causa temor ni incertidumbre ni les revuelve el estómago?. ¿Ni siquiera despierta su sentido del ridículo ni apacigua la sed de venganza del españolismo nacionalista que profesan?. No me cabe ninguna duda que la mayoría de altos ejecutivos de estas grandes empresas no son partidarios de la independencia de Catalunya pero eso no quiere decir que el hecho de marchar hacia España haya sido la mejor de las decisiones que han tomado. Porqué, ¿que pasará cuando....?.
¿Qué pasará cuando....?. ¿Cuando tengan que pagar el peaje que les querrá cobrar el gobierno, en forma de enchufar políticos y conocidos en sus empresas o engrasar las cajas B de los partidos gobernantes?. ¿O cuando vean que su negocio empieza a depender exclusivamente del BOE?. ¿O cuando tengan que medrar en el palco del Bernabeu para obtener contratos y concesiones?. ¿Y cuando se percaten que para obtener más beneficios tendrán que compartirlos?. ¿Creen que se librarán de la amenaza secular de boicot español a sus productos?¿No se dan cuenta que este boicot es el leitmotiv utilizado por la competencia para arrebatar cuota de mercado?. ¿O cuando les exijan que trasladen sus centros productivos fuera de Catalunya, para evitar este boicot?. ¿Qué pasará cuando....?.
¿Qué pasará cuando el Estado español inicie una nueva crisis, ahora por culpa de la deuda pública acumulada por el gobierno?. ¿Y cuando estallen conflictos laborales y sociales tumultuarios -expresión atribuida al movimiento independentista sin fundamento alguno- por culpa de la rebaja de pensiones, de los salarios de miseria o por los recortes de derechos?. ¿Y cuando vuelva a aumentar el paro?.¿Y cuando la exportación de sus productos baje a niveles más acordes a la falta de internacionalización de la economía española?. ¿Y si España entra en quiebra por culpa de la monstruosa e impagable deuda acumulada?. ¿Y si....?.
Tampoco me cabe ninguna duda que los altos ejecutivos que han huido de Catalunya deben haber sopesado los pros y contras de la decisión tomada. Ni que esta decisión se ha tomado por motivos de preferencia política de cada uno de ellos. Pero ha sido porqué sus corazones españolistas han decidido escuchar el latido político del gobierno de España antes que las razones económicas que dictaba su cerebro..... En fin..... ¡Ya se lo encontrarán!.
En Catalunya surgirán nuevos empresarios y se crearán nuevas empresas que harán olvidar a los ejecutivos pusilánimes y excesivamente politizados que decidieron marchar. Conquistarán el mercado que aquellos decidieron ignorar. Y conquistarán nuevos, en el exterior pero también en la península. A las empresas y trabajadores catalanes jamás nos han regalado nada. No se han sostenido ni desarrollado gracias al BOE o a la burocracia de los funcionarios, ni a los negocios e influencias hechos en el palco de algún campo de fútbol. Los catalanes somos genéticamente emprendedores y trabajadores y lo continuaremos siendo. Como siempre hemos hecho. Después del Corpus de Sangre y la guerra dels segadors los años 1640-1652. Después de la destrucción causada por las tropas borbónicas el año 1714. Después de la guerra civil de los años 1936-1939..... No me cabe ninguna duda, también lo volveremos a hacer ahora, después de la aplicación del nuevo Decreto de Nueva Planta del siglo XXI, ahora conocido como artículo 155 de la sagrada Constitución española.
Cuando en Catalunya tengamos nuestra propia constitución que nos proteja y el estado independiente que no nos vaya en contra, entonces volverán a llamar a nuestra puerta..... ¡No sé yo si entonces les dejaremos entrar!. Catalunya, como Roma, no paga traidores.....
Antes de continuar mis reflexiones, bueno será recordar porqué muchísimos catalanes pasaron de firmes defensores del autonomismo y del pájaro en mano a convencidos líderes y paladines del independentismo. El gobierno de Pascual Maragall propuso e impulsó la reforma del Estatuto de Autonomía. Todas las fuerzas políticas, excepto los populares, se sumaron a la iniciativa. El año 2006 se aprobó el texto del nuevo Estatuto en el Parlament por una mayoría absoluta apabullante. Después que la cámara de diputados pasara enérgicamente el cepillo -garlopa-, según descripción hecha por el insigne y cáustico presidente de la comisión constitucional de Congreso, el socialista Alfonso Guerra, es decir, después de recortar, manosear y tergiversar el texto aprobado por el Parlament y recibir las bendiciones de las Cortes españolas, fue puesto a votación en referéndum -¡solo en Catalunya!- y aprobado por el 74% de los votantes -¡solo participaron el 49% del censo!-.... Entonces, los populares, que habían rechazado tanto el texto aprobado en el Parlament como el aprobado en las Cortes españolas, impulsaron una última jugada maestra: Impugnarlo ante el Tribunal Constitucional para conseguir poner su sello e imponer sus limitaciones, sin haber querido inmiscuirse en la redacción finalmente aprobada en referéndum. A partir ahí la historia es conocida. Manipulación del TC, presiones, incompatibilidades, renuncias de magistrados, no renovación de los cargos vacantes y muchos años de deliberaciones y escarnio..... Todo un conjunto de despropósitos que certificaron aquello que la gente sospechaba pero que hasta entonces no osaba decir en voz alta: El Partido Popular es una formación totalmente faltada de principios democráticos, heredero directo del franquismo y fiel guardián de las esencias patrias secularmente autoritarias de la España inmemorial. Y además ahora también sabemos que es el partido político más corrupto de toda la Unión Europea y quien sabe si del mundo mundial.....
Después de la ignominiosa sentencia dictada el año 2010 por un Tribunal Constitucional absolutamente deslegitimado, aquella gente de la calle, normal y corriente mencionada antes, se sintió profundamente humillada y estafada a la vez que enormemente cabreada. Y como un solo pueblo -que en realidad somos- gritamos todos al unísono: ¡Basta!. ¡Hasta aquí hemos llegado!. Y de aquellos polvos vienen estos lodos......
¡Bien!. Tal vez me he desviado un poco del tema que quería comentar. Centrándome en la vertiente económica, alrededor de tres mil empresas han huido o dicen que huirán de Catalunya, según parece debido a la incertidumbre y falta de seguridad política que existe en la comunidad, todo ello por culpa del proceso independentista. Es muy curioso que este miedo haya surgido de repente después del 1 de octubre y de la violencia desatada por las fuerzas represivas de España, en calidad de auténticas fuerzas de ocupación. Más curioso es que la huida se haya producido después que el gobierno de Mariano Rajoy aprobara un decreto propiciando e invitando a las empresas a cambiar el domicilio fiscal y social sin necesidad de que el traslado tuviera que ser aprobado por la junta de accionistas de cada empresa. ¡Basta que lo ejecutivos lo quieran y listos!. Y aun resulta más curioso que las primeras empresas que se acogieron a este decreto fueran las integradas en el IBEX 35. Es decir, no causó ni miedo ni inseguridad jurídica la sentencia de un Tribunal Constitucional ilegítimo, que se cargó un texto aprobado en referéndum por el 74% de los votantes. Ni tan solo el hecho que muchos de los artículos declarados inconstitucionales en el texto catalán no lo son en estatutos aprobados después por otras comunidades y que copiaron literalmente enteros de dicho texto, pero que a ellos se les declara plenamente constitucionales. Por contra, el 1 de octubre el noventa por ciento de la gente que pudo votar, lo hicieron a favor de la independencia. ¡Así pues, de incertidumbre ninguna!.Y de inseguridad jurídica menos, puesto que se habían redactado leyes de transitoriedad y más de treinta decretos que ofrecían suficientes garantias..... excepto para aquellos no buscaban garantías ni seguridad, sino combatir la independencia por motivos estrictamente políticos pero enardecidamente nacional-españolistas. Los únicos miedos se importaron de España y fueron repartidos en Catalunya en forma de porras y pelotas de goma por millares de policías, que golpearon sin ningún tipo de miramiento a decenas de miles de ciudadanos que solo querían votar y defender el derecho democrático de poder hacerlo y que, desde entonces, nos sentimos enormemente inseguros, desprotegidos y heridos, literalmente, en manos de la Policía Nacional y la Guardia Civil españoles. Miedo y asco sentimos cuando empezaron a encarcelar a políticos y líderes de movimientos sociales por ayudar y cumplir con la promesa de convocar y hacer un referéndum, con o sin acuerdo del gobierno de Madrit. Y también por las amenazas de condenarlos hasta treinta años de prisión por rebelión y sedición violentas y tumultuarias, que jamás se produjeron. Inseguridad la causada a casi mil alcaldes por no haber impedido la celebración de la consulta o por haber aprobado mociones de apoyo a la convocatoria y a la República. O inseguros y escandalizados ante la expropiación del patrimonio privado de aquellos políticos que favorecieron el ejercicio de la democracia......
Todo esto no causó miedo ni inseguridad a los empresarios que decidieron salir de Catalunya. Tampoco temieron nada cuando desde el gobierno y sus compañeros del IBEX 35 se les sugirió amistosamente que tal vez sería mejor para todos ellos que escucharan los cantos de sirena que entonaban desde Madrit y así evitar posibles y probables boicots comerciales y financieros. Ni se avergonzaron cuando sabían que si las grandes empresas marchaban, arrastrarían tras de si a muchas pequeñas y medianas empresas, espantadas por la huida de las grandes. Pero esta desvergüenza y miedo se volverá en auténtico pánico cuando se percaten que han claudicado ante amenazas más o menos directas, ignorando que un buen ejecutivo toma sus decisiones de acuerdo con los intereses económicos y comerciales antes de hacer caso a prejuicios políticos, ya sean propios o de los amigos -y competidores, no se olvide-. Finalmente, ¿no les causa miedo ni provoca incertidumbre la aplicación del artículo 155?. Un artículo que no dice nada sobre destituir un gobierno legítimo, ni disolver el parlamento, ni autorizar el expolio de las obras de arte del Museo Diocesano de Lleida, que no permite que los mossos adquieran munición, ni que TV3 retransmita la impactante manifestación de Bruselas o dar el tratamiento de presidente y de consellers a Carles Puigdemont, Oriol Junqueras, Josep Turull...... ¿Todo ello no les causa temor ni incertidumbre ni les revuelve el estómago?. ¿Ni siquiera despierta su sentido del ridículo ni apacigua la sed de venganza del españolismo nacionalista que profesan?. No me cabe ninguna duda que la mayoría de altos ejecutivos de estas grandes empresas no son partidarios de la independencia de Catalunya pero eso no quiere decir que el hecho de marchar hacia España haya sido la mejor de las decisiones que han tomado. Porqué, ¿que pasará cuando....?.
¿Qué pasará cuando....?. ¿Cuando tengan que pagar el peaje que les querrá cobrar el gobierno, en forma de enchufar políticos y conocidos en sus empresas o engrasar las cajas B de los partidos gobernantes?. ¿O cuando vean que su negocio empieza a depender exclusivamente del BOE?. ¿O cuando tengan que medrar en el palco del Bernabeu para obtener contratos y concesiones?. ¿Y cuando se percaten que para obtener más beneficios tendrán que compartirlos?. ¿Creen que se librarán de la amenaza secular de boicot español a sus productos?¿No se dan cuenta que este boicot es el leitmotiv utilizado por la competencia para arrebatar cuota de mercado?. ¿O cuando les exijan que trasladen sus centros productivos fuera de Catalunya, para evitar este boicot?. ¿Qué pasará cuando....?.
¿Qué pasará cuando el Estado español inicie una nueva crisis, ahora por culpa de la deuda pública acumulada por el gobierno?. ¿Y cuando estallen conflictos laborales y sociales tumultuarios -expresión atribuida al movimiento independentista sin fundamento alguno- por culpa de la rebaja de pensiones, de los salarios de miseria o por los recortes de derechos?. ¿Y cuando vuelva a aumentar el paro?.¿Y cuando la exportación de sus productos baje a niveles más acordes a la falta de internacionalización de la economía española?. ¿Y si España entra en quiebra por culpa de la monstruosa e impagable deuda acumulada?. ¿Y si....?.
Tampoco me cabe ninguna duda que los altos ejecutivos que han huido de Catalunya deben haber sopesado los pros y contras de la decisión tomada. Ni que esta decisión se ha tomado por motivos de preferencia política de cada uno de ellos. Pero ha sido porqué sus corazones españolistas han decidido escuchar el latido político del gobierno de España antes que las razones económicas que dictaba su cerebro..... En fin..... ¡Ya se lo encontrarán!.
En Catalunya surgirán nuevos empresarios y se crearán nuevas empresas que harán olvidar a los ejecutivos pusilánimes y excesivamente politizados que decidieron marchar. Conquistarán el mercado que aquellos decidieron ignorar. Y conquistarán nuevos, en el exterior pero también en la península. A las empresas y trabajadores catalanes jamás nos han regalado nada. No se han sostenido ni desarrollado gracias al BOE o a la burocracia de los funcionarios, ni a los negocios e influencias hechos en el palco de algún campo de fútbol. Los catalanes somos genéticamente emprendedores y trabajadores y lo continuaremos siendo. Como siempre hemos hecho. Después del Corpus de Sangre y la guerra dels segadors los años 1640-1652. Después de la destrucción causada por las tropas borbónicas el año 1714. Después de la guerra civil de los años 1936-1939..... No me cabe ninguna duda, también lo volveremos a hacer ahora, después de la aplicación del nuevo Decreto de Nueva Planta del siglo XXI, ahora conocido como artículo 155 de la sagrada Constitución española.
Cuando en Catalunya tengamos nuestra propia constitución que nos proteja y el estado independiente que no nos vaya en contra, entonces volverán a llamar a nuestra puerta..... ¡No sé yo si entonces les dejaremos entrar!. Catalunya, como Roma, no paga traidores.....